3 de junio de 2006
Dentro de mis aventuras y desventuras «linuxeras», ayer comencé a instalar ‘Garnome’, una aplicación que facilita la actualización del famoso entorno de ventanas bajo X Window Gnome. Hace unos momentos acabo de pararlo por puro aburrimiento y por mi poca confianza en que realmente pueda hacerlo funcionar.
Mi intención era actualizar de mi Gnome 2.10 (el que tengo ahora) a la versión 2.14.2, que es la última estable. Al principio todo fue bien, incluso entretenido. Descargaba paquetes directamente de internet y los instalaba. Pero comenzaron los errores. Poco a poco he podido subsanarlos instalando los paquetes y todas las dependencias necesarias para que aquello siguiera. Este interminable proceso lo he continuado esta mañana y ha seguido esta tarde, sin parar. Al final lo he parado porque me sigue dando errores de falta de algunos paquetes.
Aunque no me doy por vencido, creo que será mejor esperar a que salga el paquete para Mandriva. Aunque este experimento me ha llevado a ver lo tedioso que puede ser a veces actualizar un maldito gestor de ventanas.
29 de mayo de 2006
Hace unas semanas os narraba por aquí mis aventuras (o mejor dicho desventuras) intentando instalar el servidor gráfico de ventanas que aprovecha la tecnología OpenGL para mover el escritorio Gnome. Sí, es el famoso XGL que tantos quebraderos de cabeza y tantas reinstalaciones me ha costado. Al final no conseguí más que un cuelgue al iniciar las X. Pero el otro día cambié mi tarjeta gráfica nVidia por una ATI Radeon 9550.
Como también he cambiado el disco duro, instalé otra vez mi Mandriva Linux Free 2006, sólo con el escritorio Gnome. Después, en diez minutos compilé e instalé el módulo para el USB wireless. Funcionó a la primera. Me animé y me bajé los controladores para linux de mi tarjeta desde la página web de ATI. También añadí un repositorio llamado xgl-cvs que saqué de esta página y seguí sus instrucciones. Todo fue bien. Me llevé un sorpresón al ver que al reiniciar Gnome (mi versión es la 2.10) vi algo raro. Las barras del escritorio aparecían como de la nada. Al desplegar los menús de opciones los paneles parecían como de goma.
Evidentemente ya tenía mi escritorio XGL. Lo mejor de todo es el efecto de arrastrar las ventanas. El «efecto goma» es increíble. No es que tenga mucha utilidad, pero hace que el entorno sea menos «cutre» y las ventanas fluyan sin ralentizar el sistema. Un reto más que he cumplido.
8 de mayo de 2006
Nada más abrir Quicktime aparece un hombre vestido de negro que me suena de algo. Es de mediana edad y lleva gafas. Viste de negro riguroso… Es Steve Jobs, el jefazo de Apple Computer. Camina sin para por un escenario, delante de una enorme pantalla. En una esquina hay dos iMac de los nuevos. Se trata de los famosos ‘Apple events’. Jobs se mueve como pez en el agua, revelándose como un hombre espectáculo bastante resultón. Entre chistes y calculadas bromas sobre Microsoft presenta los resultados de ventas de sus productos y el dinero que han ganado. El público aplaude, chilla y silba como gesto de aprobación. A cada nuevo dato apabullante, el público responde.
A ojos de un europeo medio, estos comportamientos son una exaltación del dinero y del éxito. Algo que sólo puede darse en los Estados Unidos. ¿Quiénes son ese público? ¿Acaso serán accionistas de Apple?
Nunca me había puesto a ver un vídeo de un ‘Apple event’ y he de reconocer que tiene su gracia ver al padre de la criatura manejando un iMac mientras explica las bondades de, por ejemplo, iPhoto. Engancha y además es una buena manera de ver el nuevo software y el hardware de la manzana en funcionamiento.
1 de mayo de 2006
Este año se cumplen veinte de mi primer contacto con los ordenadores. A lo largo de todo este 2006 voy a recordar algunos de los momentos clave de mi vida entre ordenadores. El otro día me acordé, viendo una web sobre Macs antiguos, el entorno gráfico que venía con mi viejo MSX Sony HB F-700S. Lo rememoré porque el HIBRID (1986), que así se llamaba, era casi un calco del GUI incluído con el ordenador Apple Lisa.
El HIBRID de Sony estaba compuesto de un gestor de ficheros, que permitía crear, modificar, eliminar y ejecutar archivos, un rudimentario procesador de textos, mucho mejor que los primeros Word Perfect, una base de datos y una hoja de cáculo. Estos fueron mis primeros contactos con este tipo de suites ofimáticas, fue la primera vez que oí conceptos como «tabla» o «campo». También comenzó a resultarme familiar el uso del ratón y el ver omnipresente flechita cuando los PCs casi nunca lo incluían, porque la mayoría de sus aplicaciones eran en modo texto.
13 de abril de 2006
Sigo con esta serie de artículos «linuxeros». Tras la enorme decepción que me produjo Ubuntu, decidí formatear de nuevo y volver a lo conocido. Instalar de nuevo mi querido Mandriva Free 2006 fue reconfortante. Casi con los ojos cerrados compilé e instalé el controlador de mi c54ru wireless. Funcionó a la primera y por fin quedó bien instalado. Los problemas han desaparecido.
También he empezado a usar los repositorios con urpmi. He añadido algunos de los más habituales, como el SeerOfSouls o el Penguin Liberation Front, además de los oficiales de Mandriva. He personalizado mi escritorio Gnome (sí, al final me quedé con Gnome y desterré el KDE) y he realizado un nuevo intento de ejecutar XGL. Esta vez he ido un poco más lejos. Conseguí instalarlo sin problemas, previa instalación de los controladores de la nVidia GeForce que tengo, pero al hacer el startxgl se me va todo al carajo. En la pantalla aparecen unas «aguas» y el ordenador se me cuelga. Aún no he descubierto cual es el motivo, pero he de averiguarlo. Ahora estoy más cerca que nunca de conseguirlo.
11 de abril de 2006
Aprovechando mi recién estrenada línea de banda ancha, me he liado la manta a la cabeza y me he puesto a descargar distribuciones linux y a instalarlas en una de mis particiones. He borrado por completo el Mandriva Linux 2006.0 que tenía instalado hasta ahora y la primera prueba que he hecho ha sido Ubuntu.
Ubuntu es una distribución linux que tiene fama de sencilla, de fácil de instalar y de amigable. No en vano su lema es «Linux para seres humanos» («Linux for human beings«). Ciertamente me esperaba otra cosa. Nada más introducir el CD autoarrancable aparece una horrible pantalla en modo texto, muy poco intuitiva y en la que no funciona el ratón. A alguien como yo, que sin ser ningún experto, ya me he visto en otras similares desde hace años, me costó más de diez minutos de entrar y salir en los menús para borrar las particiones antiguas y crear las nuevas. Complicado.
Una vez que conseguí que la fase preparatoria finalizara con éxito, la instalación comenzó, siempre en modo texto, sin tener la posibilidad de elegir los paquetes para instalar. Cuando terminó la instalación, reinicié el ordenador. En el arranque cargó el gestor GRUB (en modo texto), el chequeo y carga de módulos habitual, también en modo texto… hasta que por fin se cargo el X Window con Gnome, que es el escritorio que trae instalado. Pero no me detectó correctamente la tarjeta gráfica (una nVidia GeForce 4) ni el monitor (un Samsung SyncMaster 930BF TFT de 19 pulgadas), con lo que me encontré con una resolución de 640×480. Buscando buscando, no encontré ninguna utilidad de configuración de hardware. No sé si la hay o no. Buscando en los foros, encontré la forma de reconfigurar las X (en terminal, por supuesto). La cosa funcionó más o menos, pero no recordó mis preferencias al reiniciar.
De momento es todo lo que he conseguido hacer. Por supuesto nada de internet… En definitiva, mi primer contacto con Ubuntu me ha decepcionado mucho. De todos modos sigo investigando.
8 de abril de 2006
El mundo del software libre es cada día más tumultuoso. Nuevas tecnologías y nuevas ideas surgen en todas partes del mundo. Incluso las grandes compañías de renombre internacional se apuntan a esta filosofía. Ya conocemos proyectos de Sun, de IBM. Ahora Novell nos sorprende con sus desarrollos para crear un servidor gráfico mejorado para linux, aprovechando las capacidades de renderización tridimensional de las modernas tarjetas gráficas que implementan OpenGL.
El proyecto se llama XGL y ha sido liberado hace poco tiempo por la empresa. En este vídeo que os muestro, se puede ver una demostración realizada por Novell sobre todo lo que podría conseguirse mediante XGL. Pero hasta que las distribuciones linux más habituales incluyan este sistema tendrá que pasar un tiempo. Se encuentra aún en una fase muy temprana de desarrollo.
Yo, que siempre quiero probarlo todo, me animé a intentar instalar XGL bajo mi Mandriva Linux 2006 con Gnome 2.10, pero aún no he conseguido hacerlo funcionar. Quizá habrá que esperar un poco para que este invento madure y pueda ser fácilmente instalable.