17 de mayo de 2008

Ayer leí la noticia en el blog de noticias de Google en castellano, que los coches de Google Maps Street View (los mapas de Google a vista de calle) han llegado a España, según la información que el diario Público lanzó también ayer. En esta noticia se dice que el día 16 de mayo los coches que van a fotografíar a nivel de calle algunas ciudades españolas se dieron una pasadita por Madrid. Desconozco si alguien los ha visto, porque no he podido encontrar ni una sola foto en internet sobre estos coches. Después de Madrid le tocará el turno a Barcelona y según algunos rumores, también a Valencia. Casi con toda seguridad sus siguientes objetivos serán otras capitales de provincia, así que en teoría los podríamos encontrar por casi cualquier ciudad. Desde que conocí la noticia me he preguntado una cosa: ¿cómo van a hacer para pasearse por las calles peatonales, que a menudo son las más pintorescas e interesantes de nuestras ciudades? Sería el caso de Zamora, por ejemplo.
Aunque son muy escurridizos, por si acaso estad atentos a cualquier Opel Astra negro con unas pequeñas pegatinas en los laterales con el logo de Google Maps y el muñequito naranja ese (el «caminante») que aparece en los mapas para indicarnos la posición. Por lo que se ve en una de las pocas fotos de los coches tomada en Holanda, las matrículas serán españolas con las letras GCV, pero será suficiente con fijarse en las enormes cámaras fotográficas de 360º que montan en el techo.
Tal y como se cuenta en la información, los coches ya han sido vistos por calles italianas, francesas, holandesas y buscando por Flickr, también en Gales, por lo que intuyo que el Reino Unido fue el primer destino de Google después de terminar con las ciudades de los Estados Unidos.
15 de mayo de 2008
Al igual que ya ocurriera con la desclasificación francesa del GEIPAN, ahora las autoridades británicas han decidido desclasificar y publicar los expedientes OVNI para que puedan ser consultados a través de internet. Para ello han colgado una sección en la web de The National Archives (el archivo estatal británico) donde, de momento, sólo pueden descargarse ocho de estos expedientes, aunque en las noticias se habla de un total de 200. Supongo que en futuro estarán disponibles muchos más.
Además de los expedientes desclasificados también hay otra mucha información: una guía con todos los datos de la desclasificación, tipos de documentos, la forma en que están organizados, organismos que participan, una pequeña introducción al mundillo y una lista con bibliografía. También cuenta con un videocast y un podcast. El primero es el de Nick Pope, un antiguo investigador del Ministerio de Defensa británico. El segundo está realizado por David Clarke, un historiador del fenómeno OVNI, que además ha redactado la guía de la que hablé antes. Por último también puede consultarse un compendio de algunos de los documentos más interesantes o emblemáticos de cada una de las fases de la investigación OVNI a lo largo de la historia. Lo primero que he buscado es el caso estrella de esta desclasificación. Me refiero al famosísimo y discutidísimo caso del bosque de Rendlesham, en el que se vieron involucradas fuerzas militares británicas y norteamericanas en diciembre de 1980.
En España, desde la cuestionada desclasificación de 1992, las autoridades no han colgado (que yo sepa) ni un solo documento en internet, y no sé si en un futuro cercano se hará. La única posibilidad de ver los expedientes OVNI españoles desclasificados es, bien yendo a la biblioteca del Ejército del Aire o pasarse por la web de Juanjo Benítez, donde están estos casos por si queréis echarles un vistazo curioso.
14 de mayo de 2008
Hace más o menos una hora me he sentado delante del ordenador intentando escribir algo interesante, algo curioso, algo con cierta reflexión de cosecha propia, pero no he sido capaz. Las musas hoy deben estar de vacaciones… Como digo no será por no haberlo intentado. Y eso que los temas que tenía pensados para hoy eran de lo más variopinto:
El asunto del día, desgraciadamente, ha sido el nuevo atentado de ETA con una víctima mortal, varios heridos y muchos destrozos. Tenía intención de escribir sobre ello, sobre si sólo existe la solución policial y si esa solución podría dar alguna vez frutos definitivos. O si quizás en el futuro, se debería plantear otro marco, otro tablero de juego para que el que, por supuesto, no hiciera falta saltarse la legislación vigente… Una negociación «de verdad». Pero me resultaba un tema demasiado polémico y quizás alguien malinterpretaría mis palabras.
Pasé a la segunda opción para hoy. Últimamente estoy viendo unos cuantos blogs con un diseño bastante interesante. Todo fue a partir de haber leído un artículo sobre los 15 mejores ejemplos de uso de la tipografía en sitios web. Todas esas webs se ven perfectas en el Mac, pero no sé si serán tan bonitas en un triste PC… Pero como podéis imaginar, esto tampoco daba para una entrada del blog.
La tercera bala de la recámara era sobre un tipo que colecciona etiquetas de limonada soviética, aunque no es exactamente limonada, sino una bebida llamada tarhun (Тархун). Parece ser que a lo largo y ancho de la extensa Unión Soviética existían muchos fabricantes de este refresco y sus botellas llevaban unas etiquetas como mínimo curiosas que este hombre se ha dedicado a coleccionar. Lo leí en el impagable Papel Continuo, pero me parecía un asunto demasiado friki y poco interesante…
Así que al final se me acabaron los temas y quizás también las ganas de ponerme a escribir sobre algo nuevo… Otro día será.
12 de mayo de 2008

Hoy sale en muchos blogs la noticia de que la corporación RTVE ha colgado una versión preliminar de su nuevo website corporativo. Reconozco que tenía grandes expectativas sobre los resultados. Había escuchado hablar bastante sobre los servicios que incluiría, sobre todo el archivo. Pero por desgracia, esas expectativas no se han visto satisfechas. No de momento…
Con esto no quiero decir que no mejore respecto a la antigua web. Aunque claro, tampoco había que hacer mucho esfuerzo para hacer algo mejor. Nada más entrar, la vista se me ha ido hacia esa rayita de colorines que se mueve… ¿De quién habrá sido la brillante idea? Siguiendo con lo puramente estético, llama la atención el desprecio absoluto por los colores corporativos de la cadena. Es más, los colores que se utilizan en la web chirrían un poco. No sé a qué vienen esos rótulos en plan CNN pero con tonos rosas y azules o el fondo negro de la cabecera. Ved, por ejemplo, las webs de la BBC o de France 2, donde en ningún momento se rompe la armonía.
Una de las características que había despertado más expectación es el archivo. En teoría allí se va a volcar buena parte del abundante material que nuestra televisión guarda. De momento podemos ver poca cosa. Sólo algunos fragmentos de pocos minutos de programas y momentos históricos, pero nunca en sus emisiones originales, sino dentro de otros espacios recientes dedicados a recordar aquellas imágenes. Esperemos que cuando la versión final de la web esté lista, sea un verdadero archivo con programas completos, tal y como se emitieron. Donde sí tenemos los programas completos (algunos) es en otro nuevo servicio llamado TVE a la carta, donde podremos ver espacios ya emitidos, incluidas las series de producción propia.
Es pronto para emitir un veredicto y aprecio el esfuerzo que la televisión pública está haciendo por modernizarse, pero pienso que aún quedan algunos obstáculos que salvar, «soltarse un poco» con el tema de internet y darle a la web la excelente imagen que puede verse en las cortinillas y cabeceras de televisión.
6 de mayo de 2008
Ya me había dado cuenta antes, pero a raíz de leer la noticia de que un «okupa» cibernético había registrado los nombres elegidos por los nuevos ministerios para sus direcciones web (llamados nombres de dominio de segundo nivel) me he dado cuenta del caos que hay montado en la internet ministerial. Para muestra, un botón: mientras el Ministerio de la Presidencia es www.mpr.es, Presidencia del Gobierno es www.la-moncloa.es, el Ministerio del Interior es www.mir.es o el de Vivienda es www.mviv.es. Es decir, no existe una estandarización, ni los nombres de los dominios son muy significativos. Lo único en común es la «m» de ministerio, y quizás fuera lo que sobra. Lo mejor (y más intuitivo) es utilizar la estructura de dominios de internet que ya está prefijada por la ICANN. De este modo se utilizaría un dominio de segundo nivel del tipo «gob» (como el otros países de habla hispana), relegando al tercer nivel el nombre del organismo gubernativo.
Siguiendo esta pauta, la Presidencia del Gobierno sería www.gob.es, el Ministerio del Interior sería www.interior.gob.es o bien interior.gob.es, el de Vivienda sería vivienda.gob.es, el de Igualdad igualdad.gob.es, el Ministerio de Presidencia presidencia.gob.es y así con todos. Los que engloben varios departamentos, como el nuevo Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Medio Marino podría entrarse por cualquiera de estos: medioambiente.gob.es, mediorural.gob.es o mediomarino.gob.es, redireccionando posteriormente a una sección de la web ministerial.
Además de estar bien organizado, cumplir ciertos estándares no escritos y ser más fáciles de recordar, evitaríamos los episodios de «okupación» cibernética y también que el ministerio de turno tenga una abreviatura como nombre de dominio que ya exista. Sin ir más lejos, el Ministerio de Igualdad según esa lógica debería ser www.mig.es o www.mi.es. Este último no puede asignarse, ya que la ICANN no permite nombres de dominio de dos letras. Y www.mig.es es una web de diseño catalana.
Aunque existe un Reglamento que permite a la Administración «expropiar» los dominios .es que se sospecha que pudieron ser registrados con mala fe, en la práctica no es un procedimiento sencillo y puede llevar mucho tiempo. Veremos en qué queda todo esto.
30 de abril de 2008
En el blog Reflexiones e Irreflexiones he encontrado una referencia a un artículo de Social Media Today que me parece interesante para la gente que, como yo, solemos escribir a diario. Su título ya lo dice todo: ‘Efectos negativos de escribir posts a diario’. Si bien un día normal no me supone (prácticamente) ningún esfuerzo ponerme a escribir algo, cuando llegan fechas señaladas como estas, con un puente de por medio, venirme a Zamora y la desconcentración que eso conlleva, me quedo en blanco y voy aplazando la nueva entrada más y más.
En el artículo se comentan algunas cosas que merecen ser reflejadas aquí (y que puede que me sirvan de coartada para escribir menos en el futuro). Aunque, como se dice, el posteo diario es una de las reglas básicas para fidelizar lectores, aumenta la presencia en buscadores y en general amplia la presencia propia en internet, también conlleva unos cuantos inconvenientes que traduzco con cierta libertad del original:
- Los usuarios leen superficialmente los artículos. Sobre todo si son un poco largos, añado yo.
- Baja la calidad de los contenidos. Quizás sea cierto, aunque eso es tan relativo que sería muy difícil de medir. Me he encontrado con lectores que, ante una misma entrada, me han dado opiniones bien distintas.
- Menos suscriptores al feed RSS. Consecuencia directa de los dos puntos anteriores.
- Menos comentarios. Eso sí es cierto, porque tras siete posts, los más antiguos desaparecen a la segunda página de rmbit. Y, sinceramente, a menos que se esté buscando algo concreto, rara vez se pasa de la portada. Eso significa que los comentarios quedan perdidos entre la avalancha de nuevas entradas sin dar posibilidad para el debate.
- Presión sobre el «bloguero». Como dije al principio, es totalmente cierto, porque uno pierde la rutina que le proporciona las ideas y la inspiración imprescindible para postear.
- Y para terminar, una obviedad: escribir a diario no supone un mayor éxito. Lógicamente los temas tratados han de tener un mínimo de originalidad, proporcionar enfoques diferentes y hacer interesantes los temas que quizás a priori no lo sean para mucha gente.
Básicamente creo que es bastante acertado. Yo, mientras pueda, seguiré tomándome esto como el reto de escribir a diario… Hasta que me canse.