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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
28 de junio de 2009

Michael Jackson

No creo que mucha gente de nuestra generación pueda presumir de haber visto (algunos medio escondido) todos los grandes estrenos de videoclips de Michael Jackson. Desde su fallecimiento el pasado jueves, muchos medios generalistas y sobre todo las cadenas musicales están recordando la vida y milagros del Rey del Pop. Este fin de semana en VH1, MTV, SOL Música y 40 TV han vuelto a emitir todos sus vídeos. Algunos de ellos no los veía desde hace muchos años.

Como decía, en su día pude ver como en la nochevieja de 1983, Televisión Española estrenaba el videoclip de ‘Thriller’. O cuando en agosto o septiembre, no recuerdo bien, de 1987, se emitió por primera vez en España el vídeo de ‘Bad’. En otoño de 1991 pude ver el estreno de ‘Black or White’ dentro de los informativos de Antena 3 y en 1995, si no recuerdo mal en junio, Canal+ estrenó el clip de ‘Scream’. Recuerdo todos esos momentos. ¿Y quién no lo recordaría? ¿Quién si no, es capaz de concitar tanta atención frente al televisor sin importar la edad ni los gustos culturales? Michael Jackson era sin duda uno de los personajes vivos más populares del planeta y todo un fenómeno social durante por lo menos dos décadas.

En los ochenta fue además uno de los artistas más influyentes en la música y en la forma de entender la industria del espectáculo. A nivel musical, sentó con ‘Thriller’ (1982) parte de las bases de lo que sería el sonido y la imagen de los ochenta, copiado después hasta el infinito. Y para terminar, el videoclip de ‘Thriller’ íntegro (más de 13 minutos):

24 de junio de 2009

Adiós al Kodakchrome: homenaje a la diapositiva

Según leo en Lainformacion.com, Kodak ha decidido dejar de fabricar la película Kodakchrome después de 74 años. Así dicho, Kodakchrome puede que no signifique nada para la mayoría de nosotros, pero fue el primer tipo de film reversible comercial que se puso a la venta. La película reversible es una modalidad que se utiliza sobre todo en el cine y que permite positivar sobre el propio soporte, sin necesidad de negativo. La versión fotográfica de este tipo de film es más conocida como diapositiva. Los carretes de Kodakchrome fueron en su día todo un símbolo y la mayoría de los profesionales de la fotografía los utilizaron. De hecho, hasta la irrupción de la fotografía digital, la diapositiva era el principal soporte gráfico utilizado para la conservación y archivo de fotografías y para las publicaciones impresas y muchas de esas diapositivas fueron tomadas con carretes Kodakchrome.

Desde pequeño, yo siempre estuve familiarizado con el tema, porque desde que tengo uso de razón siempre vi a mi padre tomar sus fotografías en diapositivas (en este caso solía utilizar la película Agfachrome de 36 exposiciones) y en casa la mayoría de nuestro archivo fotográfico familiar está en este soporte. Hace no mucho tiempo pude echar un vistazo a alguna de ellas y conservaban su color como el primer día. Ahora quizás el paso lógico sería digitalizarlas y procesarlas para retirarles las posibles imperfecciones y suciedades que puedan tener. Pero curiosamente, aún no existen escáneres no profesionales que permitan la digitalización de diapositivas a la definición que se merece. Se calcula que las diapositivas tienen una definición que equivale a una imagen digital de entre 12 y 20 megapíxeles dependiendo de la sensibilidad de la película. Con el tiempo, el avance de la técnica superará con creces esta definición, pero aún hoy día la tecnología y la calidad de imagen del film reversible sólo es superada por las cámaras digitales más avanzadas.

23 de junio de 2009

Drogas legales e ilegales

Esta mañana en un informativo han contado la noticia de que el Ayuntamiento de Barcelona ha organizado patrullas de la Guardia Urbana y de los Mossos d’Esquadra para multar a todos aquellos que fumen porros en la vía pública. Más allá de lo anecdótico o no de la noticia, se me ha ocurrido ponerme a pensar sobre cómo son las cosas, y como hay drogas que son perseguidas sin descanso y otras no. Que conste que yo soy el primero que no creo en la legalización de determinadas sustancias, pero también quiero reflejar lo tenue que es la barrera que hay entre la legalidad y la ilegalidad. Esto queda especialmente patente en el caso de la marihuana.

Todo el origen de la legislación contra la droga viene dado a partir de 1961, cuando la ONU establece en su Convención Única sobre Estupefacientes las normas básicas sobre qué sustancias son legales y cuales son ilegales. Este tratado viene además a reunir toda la normativa anterior sobre el tema, especialmente sobre el opio, en un solo texto. España ratificará este tratado en 1966 y formulará su propia legislación con este referente en 1967, mediante la ley 17/1967.

La cuestión que me planteaba es por qué unas drogas se consideraron en su día legales y otras ilegales. Si fueron razones económicas, políticas o de otra índole. El preámbulo de la Convención de la ONU es lo suficientemente ambiguo como para, en el fondo, no decir nada sobre las razones más allá de su «Preocupación por la salud física y moral de la Humanidad». He buscado mucho sobre el tema, pero no he encontrado nada serio y neutral que aclare mis dudas. Si se trata, como se intuye en ese preámbulo, de razones sanitarias, médicas, científicas o de tipo similar, el tabaco, del que se conoce y se ha probado que produce gravísimas enfermedades respiratorias y es la principal causa de cáncer en todo el mundo debería ser al menos tan ilegal como la marihuana, sobre la que los expertos todavía no se ponen de acuerdo sobre sus efectos. Si la razón es esa (y no económica), se debería, por tanto, ilegalizar prácticamente todo tipo de drogas. Me gustaría que alguien me diera alguna pista sobre el asunto.

19 de junio de 2009

El caso de Osel o la libertad de elección

El lama budista más joven del mundo, Osel Hita Torres, un niño español de dos años, fue entronizado y venerado ayer como la reencarnación de un lama tibetano ya fallecido, mientras lloraba y chupaba un caramelo. Osel, natural de Bubión, un pueblo alpujarreño de la provincia de Granada, vestía la típica túnica de color naranja, así como el puntiagudo sombrero amarillo -conocido como sombrero de la sabiduría- que usan todos los lamas tibetanos, mientras era llevado a su trono mordisqueando un juguete de plástico.

Así comenzaba el artículo que el diario El País publicaba el ya lejano 18 de marzo de 1987 bajo el título de «Un niño español de dos años fue entronizado lama budista ayer en la India». La historia de Osel, el «niño lama» español, ocupó muchas páginas en la prensa (en la foto un recorte de La Vanguardia del 29 de enero de 1987), la radio y la televisión de la época. A mí, desde siempre, fue una historia que me interesó por lo inusual. Eso de que un niño de menos de dos años sea proclamado como la reencarnación de un lama (en este caso del lama Yeshe, fallecido en Los Ángeles en 1984) es como para prestarle, por lo menos, un poco de atención. No menos curioso y revelador es el dato de que los padres del, por entonces, pequeño Osel, vivían en una comunidad de orientación budista en La Alpujarra granadina. O sea que no eran precisamente ajenos a la religión asiática. Incluso la madre de Osel conoció al lama Yeshe en Ibiza años antes de su muerte.

Con todos estos antecedentes, resulta lógico que quisieran que uno de sus seis hijos estuviera destinado a cumplir sus deseos (y caprichos, por qué no decirlo). Dicho y hecho. El lama Zopa, discípulo del lama Yeshe, tuvo la visión en sueños de quién era la reencarnación de su maestro, aunque por entonces Osel aún no había nacido. A partir de aquí todos conocemos la historia: el «niño lama» es recluido en un remoto lamasterio de La India para recibir su formación bajo una disciplina férrea que incluía castigos físicos y una vida repleta de privaciones. Volvimos a tener noticias de Osel muchos años después, en 2002, en un reportaje de El País Semanal publicado el 30 de junio de ese año. Las evidencias que el Himalaya no era su sitio quedaban bien patentes. Por entonces tenía 17 años. Al año siguiente lo abandonó todo para volver a España y comenzar estudios de cinematografía.

Y llegamos al día de hoy. Todo este rollo que os he contado viene a cuento porque hace unas semanas se publicó una entrevista exclusiva del diario El Mundo y la revista ¡Hola! (esperemos que no sea carne de «norias» ni de otras telebasuras), reproducida en parte también por el diario gratuito 20 Minutos, que fue hecha en Madrid y donde confiesa su desorientación ante el mundo, ante la vida, y donde se queja amargamente de no haber tenido infancia ni adolescencia. En este punto llego a la reflexión a la que os quiero llevar: ¿Qué derecho tienen los padres a decidir el destino de su hijo, aunque piensen que es lo mejor para él? El caso de Osel, desde mi punto de vista, es uno de tantos que involucran a padres caprichosos, más pendientes de su propia realización personal que de la de sus vástagos. Y también de cómo el fanatismo religioso, en este caso el budismo (una religión que tradicionalmente ha tenido buena prensa en occidente), destroza vidas por ser una creencia impuesta y no elegida libremente de acuerdo con las inquietudes, reflexiones y vivencias de cada cual, independientemente de lo buena o beneficiosa que sea.

18 de junio de 2009

La Fiesta del Cine

Hasta ahora, casi siempre que se hablaba de la crisis del cine y de la disminución de público en las salas se omitía la razón económica. Para mí la principal razón (por supuesto no la única) de la crisis del cine es el coste de la entrada. La subida indiscriminada del precio del ticket ha llegado a niveles insoportables para el cinéfilo medio, optando muchas veces por sesiones de filmoteca, ciclos especializados o, directamente, quedarse en casa y ver cine en DVD o bajado de internet. Desde hace unos días se promociona en los medios la llamada Fiesta del Cine, una buena idea importada de nuestros vecinos franceses.

El próximo domingo, si acudimos a uno de los cines adheridos a la iniciativa (ojo, no están todos), junto con la entrada se nos ofrecerá un documento, llamado pasaporte, que nos permitirá acudir a ver cualquier película durante el lunes y el martes siguiente al precio de dos euros por entrada y sin ninguna limitación. Como digo me parece una buena idea e incide directamente en el precio de la entrada. Si esto es un éxito (todo hace indicar que será así), los resultados tendrán una doble interpretación. Por un lado que el cine interesa y mucho, probablemente más que nunca, pero por otro que no se acude más por culpa del precio de la entrada.

Esperemos que la Fiesta del Cine siente un precedente y que se innove más en el, hasta ahora, monolítico mundo de los exhibidores cinematográficos. Las propuestas pueden ser casi infinitas: ofrecer promociones varias veces al año, reducción de precio para dos o más entradas, sorteos, suscripciones, abonos anuales y un largo etcétera. Pero por algo se empieza y todo lo que sea beneficiar al consumidor final bienvenido sea.

16 de junio de 2009

Oasis y la calle Berwick

A la mayoría de los lectores Berwick Street (la calle Berwick) no les dirá absolutamente nada. A unos pocos conocedores de la ciudad de Londres les sonará e incluso habrán estado en ella y prácticamente nadie sabrá que esa es la calle que Oasis inmortalizó en la portada y contraportada de su disco ‘(What’s the Story) Morning Glory?’. Las fotografías fueron tomadas por Michael Spencer Jones y el diseño de todo el artwork fue cosa de Brian Cannon. Si observamos atentamente la foto de portada veremos a tres personajes. De espaldas en primer plano está el propio Cannon, a punto de cruzarse con Sean Rowley, un conocido locutor musical de la BBC de Londres, algo así como un Jesús Ordovás a la inglesa. Al fondo, en la acera de la izquierda está otro personaje, Owen Morris, el productor del disco, que sostiene en alto lo que se dice que es la cinta abierta con el máster del disco. Una escenografía que representa el trajín que supuso la grabación y posterior postproducción del que fuera el álbum señero de los de Manchester. Para evitar el tráfico, la sesión fotográfica tuvo lugar sobre las cuatro y media de la madrugada.

Anécdotas aparte, la calle Berwick es una de las principales arterias del Soho londinense y está repleta de tiendas de discos, como puede verse si nos damos un paseo con el Street View de Google Maps. Yo lo he hecho, y la zona donde se tomó la fotografía del disco ha cambiado. Las tiendas ya no son las mismas, pero es perfectamente reconocible. Supongo que Oasis quiso hacer, una vez más, un homenaje a los Beatles y crear un lugar de peregrinaje para fans a imagen y semejanza del paso de peatones de la Abbey Road, frente a los estudios de grabación de EMI en Londres. Personalmente, cada vez que veo la foto del ‘(What’s the Story) Morning Glory?’ me viene a la mente la calle San Torcuato de Zamora antes de que la «semipeatonalizaran», vista a la altura del Havana si miramos hacia la plaza de Alemania… Alguna broma hemos hecho con eso… En fin.


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15 de junio de 2009

El High Line neoyorkino y algunas ideas para Zamora

Momentos como los actuales requieren acciones imaginativas y audaces. A nivel urbanístico también. Por eso me ha encantado leer el artículo sobre la inauguración de primer tramo de la reconversión del High Line de Nueva York, una extensa red elevada de vías férreas construida en los años treinta para el transporte de mercancías que recorre parte de la isla de Manhattan. Hacia la década de los ochenta la línea quedó en desuso y comenzó a cubrirse de maleza. En un primer momento se pensó en desmontar toda la plataforma elevada, un enorme «scalextric» de 2,33 kilómetros de longitud, pero los vecinos de la zona del West Side se negaron porque formaba parte ya del paisaje. En 2004 se convocó un concurso de ideas y el ayuntamiento de la ciudad de los rascacielos puso encima de la mesa 50 millones de dólares para el proyecto. Los ganadores fueron los arquitectos y urbanistas Diller Scofidio + Renfro. En 2006 se comenzaron las obras y el pasado 8 de junio por fin se abrió a los peatones el primer tramo.

El proyecto, y aquí está lo importante, preserva la mayoría de los elementos ya existentes, incluyendo parte de las vías y las traviesas del ferrocarril, sobre las que crecen plantas para constituir un peculiar jardín. En algunas zonas, las vías se entrelazan con losas de lo que parece granito para hacerlo transitable por las personas. Todas las estructuras han sido revisadas y algunas reconstruidas.


Al ver las imágenes del nuevo High Line peatonal me ha venido a la mente Zamora y la abandonada vía férrea de la Ruta de la Plata en la zona del puente de hierro. Me pregunto si podría hacerse algo parecido con ese tramo. Estoy hablando lógicamente de algo mucho más humilde y a menor escala. Ya sé que nuestro Ayuntamiento no está para tirar el dinero, pero por imaginar que no quede. El proyecto tendría un concepto clave: la reversibilidad. Nunca se sabe si en el futuro se reabrirá el tren que nos conecte con Salamanca. Por eso una de las premisas básicas es la de no tocar ni desmontar ningún tramo del ferrocarril, sino la de superponer un pavimento que bien podrían ser losetas de granito u otro material fijado a las traviesas o a otro elemento estructural. Sería necesario también la construcción de una valla de seguridad a lo largo del recorrido, especialmente en las partes más elevadas (el puente de hierro). Según los cálculos que he hecho serían unos 700 metros desde el túnel de Candelaria Ruiz del Árbol hasta la calle de Villaralbo, justo al otro lado del río. En un proyecto más ambicioso podríamos llevar esa distancia hasta los 2.300 metros y llegar hasta el cementerio de San Atilano, una zona en plena expansión urbana.

En mi absoluta ignorancia no sé si esto puede llevarse a cabo con un coste razonable, pero es un ejemplo de lo que, tomando ideas ajenas, puede llegar a hacerse sin destruir lo ya existente, algo que por otra parte es muy típico de España.



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