Los que ya me conocéis sabéis que hoy me tocaba hablar de la emisión de ayer del programa de TVE ‘Tengo una Pregunta para Usted’ «especial crisis» con el presidente Zapatero. Me ha dado una pereza horrible hacerlo. Primero por que todo lo que huele a crisis me aburre increíblemente y segundo porque nuestro presidente no me parece precisamente un gran orador, aunque hizo lo que pudo.
Mi impresión es que los invitados eran «muy ladradores pero poco mordedores» (valga la expresión), con cuestiones previsibles y de fácil respuesta y sin imaginación pero formuladas con supuesta mala leche. Aunque haya sido un paseo, el presidente se apunta un tanto. Tiene mucho valor político y propagandístico el que Zapatero se deje interrogar por la gente de a pie en una coyuntura como la actual y, como dijeron las cifras de la encuesta realizada al final del programa, salga airoso del lance.
Según se entiende de muchas de las preguntas, muchos ciudadanos tienen una concepción errónea del Estado y de su poder real en la economía liberal de mercado en la que estamos sumidos. Lamentablemente, en este sistema el Gobierno tiene las manos atadas. Quizás sea por desconocimiento, por ingenuidad o quién sabe por qué. Sería mucho más divertido y más revelador poner al presidente de una gran compañía al frente de un programa en el que sus empleados recién despedidos lo interrogaran…
Para quien le interese, en este enlace puede volverse a ver el programa.
Las cosas se ven muy distintas desde fuera, por muy cerca que se esté. Es lo que me pasa con la cumbre hispano-lusa de hoy que se ha celebrado en Zamora y que ha salido en algunos los informativos de televisión, radio y prensa. No en vano se trata de la reunión de estas características que más personalidades ha congregado, entre ellos los dos presidentes de gobierno ibéricos y veinticuatro ministros de ambos ejecutivos.
Por las imágenes de la tele, he visto que se han retratado junto a la portada románica de San Juan, que se han reunido en el palacio de la Diputación en la plaza de Viriato y que han visitado la Plaza Mayor. También he visto las galerías de fotos de la prensa local, tanto de La Opinión de Zamora como de El Norte de Castilla, que nos da una idea de la magnitud del evento…
No hay duda de que este tipo de acontecimientos viene muy bien no sólo a nivel económico inmediato, sino de promoción en el resto de España (y de Portugal). Vale que tampoco ha sido la noticia del día, pero ha tenido su huequito. Zamora ha obtenido sus cinco minutos de gloria. Buscando por internet casi no he encontrado clips de vídeo relacionados con el tema. Quizás sea un poco pronto. Este vídeo es lo único medianamente decente que he encontrado buceando por YouTube:
Al hilo de la toma de posesión de Obama se ha escrito mucho en blogs sobre la nueva web presidencial de los Estados Unidos. No es precisamente una de las páginas que más visito, así que tampoco puedo comparar con la que había en la etapa Bush. Lo que sí parece es que el nuevo presidente ha apostado fuerte por internet, por la transparencia y por la participación. Esto se traduce en que será un gobierno 2.0 (valga el topicazo). Whitehouse.gov está recibiendo multitud de elogios. A mí no me ha dado mucho tiempo a profundizar y navegar por ella, pero la estructura y la organización de todo el sitio me parecen muy buenas, claras. Es una web muy usable. Además, la cantidad de información sobre «cultura presidencial» es impresionante y da cierta envidia.
Las comparaciones son odiosas, ya lo sé, pero me ha dado por entrar en la web de La Moncloa (por cierto, accesible desde la URL www.lamoncloa.gob.es ¿me habrán hecho caso?) y se me ha caído el alma a los pies (sí, otra vez). No dudo de que tenga gran cantidad de información de utilidad e interesante, pero el sitio es confuso, recargado y agobia nada más verlo. Desde luego no parece la web del Gobierno de la octava potencia mundial. Le falta organización, claridad y, por qué no, solemnidad. Ya es hora de que se le dé un lavado de cara y se organice de una manera más lógica. No puede ser que nuestro ejecutivo se quede al margen de las nuevas tecnologías. Aunque sólo sea por orgullo.
Es más o menos lo mismo que pasa con todo tipo de documentos administrativos, logos y otros aspectos estéticos de la administración. Mientras en los países anglosajones y nórdicos esto se cuida hasta el extremo, aquí nos vale con cualquier chapuza que hasta he vivido en primera persona. No digo que en otros países no ocurra, pero al menos a alto nivel se guardan las formas y existe una cierta tradición en este sentido. ¿Aprenderemos algún día?
Ha sido el acontecimiento del día y posiblemente del año. Barack Hussein Obama es ya el primer presidente negro de los Estados Unidos. Por diferentes razones no he podido ver todavía ninguna imagen de la toma de posesión más espectacular y multitudinaria que se recuerda. Pero lo que sí he podido es hacer unas cuantas reflexiones sobre la nueva etapa que ahora se abre.
Se dice que en los momentos de crisis es cuando surgen los grandes líderes. Muchos ciudadanos de todo el mundo tienen puestas todas sus esperanzas en Obama y creen que él puede ser ese líder que oriente al mundo hacia la recuperación económica (y por qué no también ética) del planeta. Posiblemente algo de ello si que haya. Venimos de una etapa muy oscura de la que aún quedan muchas cosas por saber y de las que quizás no nos enteremos nunca. Abusos, guerras injustificadas, violaciones de los derechos humanos y otras vergüenzas que ni siquiera imaginamos. Pero tampoco nos llevemos a engaño: Obama no es la panacea y los Estados Unidos seguirán defendiendo su hegemonía cueste lo que cueste, incluyendo los sucios tejemanejes de siempre. Aunque claro, todos los países industrializados tenemos trapos que lavar y vengüenzas que esconder.
A pesar del escepticismo, el cambio creo que será bueno, aunque hacerse demasiadas esperanzas no servirá de nada y pronto el nuevo presidente recibirá las primeras críticas. Después vendrán las primeras decepciones y más tarde la indiferencia. En su discurso de investidura, Obama no se ha salido un ápice del stablishment, de las alusiones a Dios, al patriotismo y a lo mismo de siempre. O sea, la misma parafernalia que sus predecesores… Ojalá me equivoque, pero el mundo seguirá siendo igual de injusto gobierne quien gobierne desde la Casa Blanca.
No sé si me alegro o no de que la banda de Bono y compañía vuelvan otra vez con un nuevo disco. Lo primero que tengo que decir es que nunca he sido un gran fan de los irlandeses, pero consiguieron atraparme con los tres discos lanzados en los noventa, a cada cual más genial: ‘Achtung Baby’ (1991), ‘Zooropa’ (1993) y ‘Pop’ (1997). Después nada de nada. U2 se acomodaron y dejaron de innovar y de arriesgar. Se volvieron unos auténticos dinosaurios del rock y a Bono le dió por dedicarse a salvar el mundo un poco.
Pronto regresarán con ‘No Line on the Horizon’, que se publicará en marzo, aunque su primer sencillo ‘Get on your Boots’ se lanza precisamente hoy y ya puede escucharse por internet en su web oficial. No me ha parecido mal tema, pero la producción me parece poco arriesgada. Con lo forrados que están podían dedicarse a experimentar un poquito más y dejar al personal desconcertado como ya hicieron, por ejemplo, con ‘Pop’.
En fin, aquí os dejo el tema en cuestión, del que no hay videoclip:
Dos son los temas sobre los que me gustaría opinar hoy. Son dos asuntos que ya llevan cierto recorrido en los medios y que izquierda y derecha utilizar a su antojo aunque exista una verdad al margen del partidismo. O al menos yo lo creo así.
Empezaré por comentar el archivo por parte del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco del caso de las reuniones del líder de la oposición vasca Patxi López y el lehendakari Juan José Ibarretxe con el entonces cabeza de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi. Lo cierto es que, por mucho que nos pueda asquear este personaje, una reunión política de estas características no creo que sea susceptible de ser juzgado. Desde luego el delito que pudiera haber detrás de estos hechos no tiene mucho sentido. Es más, no me entra en la cabeza que algo así pueda ser delito, mucho más cuando son reuniones movidas simplemente por la buena fe y la búsqueda de soluciones. Detrás de la acusación popular que impulsó esta causa están el Foro de Ermua y la asociación cercana a la derecha Dignidad y Justicia. Me alegro por este archivo, aunque quizás lo mejor hubiera sido que se celebrara el juicio y se fallara respecto al fondo del asunto. Digo esto porque el tribunal sólo se ha pronunciado sobre las formas. Por si alguien no lo sabe, se ha deliberado sobre si una causa promovida sólo por acusación popular y sin perjudicados identificables (la famosa «doctrina Botín») puede salir adelante.
El otro tema candente del que quería hablar era el de Gaza. La masacre provocada por el ataque israelí no tiene ni nombre ni justificación posible, por mucho que las autoridades de Israel lo intenten. Si el país hebreo actúa con el despotismo con el que actúa es porque tiene detrás a los Estados Unidos, el «primo de Zumosol» todopoderoso. Su apoyo es vital para la supervivencia del estado judío. Todo se ha dicho ya sobre este tema, pero a toro pasado, soy de los que piensan que la creación del estado de Israel en 1948 sobre una parte del territorio palestino (por entonces bajo mandato británico) fue un trágico error que a su vez fue el germen de la desestabilización que vivimos casi desde entonces. Ya no hay vuelta atrás, así que lo mejor es que la ONU tome cartas de verdad en el asunto y encabece una mediación sobre el terreno. En la carpeta de asuntos pendientes están, por ejemplo, la devolución de los territorios que Israel arrebató a los países limítrofes durante la guerra de los Seis Días en 1967. Pero mientras se siga mirando hacia otro lado, poniendo parches temporales o no hablando claro, las cosas no mejorarán. Es hora de que todo el mundo se ponga manos a la obra con voluntad y, si hace falta, firmeza.
Se ha levantado una buena polvareda con todo el asunto de la publicidad atea en los autobuses. Para quien aún no se haya enterado, en Barcelona ya circulan algunos buses con letreros que llevan el texto «Probablemente Dios no exista. Deja de preocuparte y disfruta de la vida.». Se trata de una trasposición a nuestro país por la Unión de Ateos y Librepensadores de otra campaña promovida en Londres por la British Humanist Association. Allí provocó gran revuelo. Tras ser iniciada en Barcelona, los planes son llevarla también al transporte público de Madrid, Valencia y otras grandes ciudades españolas. Para contrarrestrar esta «publicidad atea», desde la web religiosa de e-Christians se propone contratar también publicidad en autobuses con lemas evidentemente contrarios.
Y mientras todo esto sucede, los que somos agnósticos, o no religiosos pero tampoco ateos, vemos los toros desde la barrera con cierto estupor. Sin ánimo de arrogarme ningún derecho ni de ser pretencioso, quizás somos los únicos capaces de analizar con imparcialidad lo que está sucediendo. Lo primero que me gustaría saber, después de haber reflexionado sobre el tema, es ¿para qué sirven estas campañas? Es evidente que un letrero en un bus no va a convencer a nadie de sus creencias más íntimas y personales. Los que creen seguirán creyendo, los que no son creyentes lo seguirán siendo igualmente y que los que de algún modo creemos no saber nada, la campaña no nos va a sacar de nuestras dudas existenciales.
De algún modo, ambas maniobras publicitarias me pueden llegar a resultar ofensivas, justo por lo que decía antes. Lo que sí creo es que son vanas e inútiles y lo único que van a provocar son polémicas estériles y discusiones bizantinas que no nos van a llevar a ninguna parte. Por último quería también analizar el lema porque en él se dan por supuestas cosas que no tienen por qué ser así. Digo yo que nuestra capacidad de disfrutar, de ser felices o de preocuparnos no depende de si existe Dios o no. Yo lo entiendo así. Ya puestos a poner letreritos por ahí yo apuesto por un tremendamente obvio «Tanto si crees o no en Dios, ¡disfruta de la vida!».
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