rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
21 de mayo de 2009

Ser informático en España

Las cifras cantan. Ciberpaís, el suplemento tecnológico de los jueves de El País publica hoy un artículo que arroja unos datos desesperanzadores. Bajo el título de «Ingenieros arrepentidos» se desgrana el desolador panorama al que mis (ex) colegas de profesión tienen que enfrentarse. Si hace siete años, cuando yo me incorporé al mercado laboral las cosas estaban difíciles, ahora está prácticamente imposible sin caer en el esclavismo.

Todo lo que se cuenta en ese reportaje es desalentador. Las matriculaciones en carreras de informática y telecomunicaciones han caído desde 2002 un 13%. Hay demanda y un déficit brutal, pero esa demanda no se cubre por lo precario de esos puestos de trabajo, mal pagados (un recién licenciado cobra 18.000 euros brutos anuales de media) y con horarios imposibles. Las compañías quieren el oro y el moro del empleado, exprimirlo en un trabajo que ya de por sí, exige una especial dedicación. Por si esto no fuera suficiente, los empleos que demandan trabajadores de Formación Profesional y los que demandan técnicos y superiores se solapan. No sería la primera vez que un informático formado a través de módulos de FP le «pise» el puesto a un ingeniero, no porque sea más competente, sino porque le pueden pagar menos.

Esta situación es casi exclusiva de España. En otros países como Alemania o Suiza, el sueldo puede llegar a doblarse. Evidentemente la cultura es muy diferente y las nuevas tecnologías tienen el valor que deberían tener aquí, y apreciar a un ingeniero en informática como algo valioso y no como mano de obra barata. Por eso muchos informáticos españoles emigran a otros países europeos para poder ganarse mejor la vida. España tiene un déficit de 25.000 profesionales técnicos. Así nos luce el pelo. Las empresas tienen la culpa. Yo por mi parte, lo que tenía que ser una profesión se ha convertido sólo en afición y prefiero ganarme la vida trabajando para el Estado, una empresa con horarios inmejorables, condiciones laborales casi perfectas y siempre pagan.

9 de mayo de 2009

Nokia 5800, el pariente «pobre» del iPhone

Los teléfonos móviles son ya, desde hace tiempo, pequeños ordenadores que pueden realizar casi las mismas funciones que una máquina normal. Llevo probando mi Nokia 5800 algunos días y me he encontrado con cosas interesantes y otras que no me han gustado tanto. Pero empecemos por las críticas.

La primera impresión nada más sacarlo de la caja es que los acabados dejan mucho que desear. La tapa trasera me parece frágil y el aro cromado que rodea el objetivo y el flash de la cámara parece que no está bien fijado. Lo mismo digo de las tapas laterales donde se guarda la SIM y la tarjeta de memoria. Da la impresión de que al abrirlas se van a romper. En cuanto a la pantalla táctil, la apariencia es buena, aunque hace pequeñas onditas, como si tuviera una película transparente de plástico. Otra cosa que no me ha gustado es la duración de la batería. En cuatro días lo he tenido que cargar dos veces. Es verdad que le he dado muchísimo uso y he probado absolutamente todas las funciones que trae, pero eso no justifica ese consumo tan brutal de energía. El Nokia 5800 también reproduce música y vídeos. En el primer caso me parece fatal que no se lleve bien con el iTunes. No respeta el orden de las pistas ni admite las portadas de los discos. En cuanto al vídeo, hay que instalar reproductores especificos para poder ver DivX y otros formatos.

El gran pero que tiene el Nokia 5800 es la falta de software de todo tipo, pero especialmente de aplicaciones gratuitas. En un móvil con tantas posibilidades como éste se echa de menos un software que aproveche todo el potencial que ofrece el tener integrado el WiFi, el GPS, la radio o la pantalla táctil. Digo lo de aplicaciones gratuitas porque me parece increíble que haya que pagar por todo. El otro día, buscando un lector de PDF, me doy cuenta de que el único que existe es el Adobe Reader LE, una versión mini del famoso lector de Adobe. Para todas las plataformas es gratuito, pero para Symbian S60 cuesta la «módica» cantidad de ¡12 euros!. Lo mismo ocurre con otras aplicaciones. El sistema de firmado de aplicaciones para verificar su autenticidad es muy estricto y, aunque hay formas de «hackear» el teléfono, no es nada sencillo hacerlo. Como Android tenga éxito, estos se van a enterar.

Pero el teléfono tiene cosas buenas, muy buenas, que me han sorprendido. La primera de todas es el GPS, que funciona de maravilla tanto con los mapas incluidos como con Google Maps o con aplicaciones como SportTracker. El WiFi también va bastante rápido. Como conclusión diré que este Nokia 5800 se queda a medio camino de lo que quiere ser, sobre todo a nivel de usabilidad del interfaz, de acabados y de aplicaciones gratuitas disponibles. El 5800 no es el iPhone ni lo será aunque intente dar el pego al primer vistazo. El móvil de Apple está a años luz en cualquier aspecto (incluido el precio). Aunque se quede corto en prestaciones, por lo que he podido probar los materiales son excelentes y la pantalla táctil va mucho mejor que la del Nokia. Las comparaciones son siempre odiosas, pero hay que reconocer en este caso que el 5800 es el «iPhone de los pobres», una de tantas copias que le han salido. Eso no significa que no podamos disfrutar de él y sacarle el máximo partido posible. Es justo lo que espero hacer.

4 de mayo de 2009

La TDT de pago

Las noticias son cada vez más insistentes y frecuentes: la TDT de pago estará aquí muy pronto. De hecho países como Suecia, Países Bajos, Gran Bretaña, Francia o Italia ya la tienen hace tiempo. En España quien ha abierto el melón ha sido Mediapro con su famoso canal Gol TV. La productora de Jaume Roures quiene convertir el canal de fútbol en el principal aliciente de su hipotética oferta de pago. A esto habría que unir las retransmisiones de Fórmula 1. La plataforma tendría también otros dos canales de entretenimiento, pero no se ha especificado demasiado. Sólo se ha dicho que uno corresponderá a producciones nacionales y otra a internacionales. En total la cuota mensual será de 19 euros más los gastos que se realicen en concepto de pago por visión. Para llevar a cabo este proyecto, es necesario primero que el Parlamento apruebe la nueva Ley Audiovisual o en su defecto alguna norma que regule la posibilidad de las emisiones digitales terrestres de pago.

De producirse esta regulación, la parte técnica la pondría la empresa Dahlia TV, que controla el sistema de TDT de pago en países como Italia. El sistema es muy sencillo, pero necesita un descodificador de TDT especial en la que se inserta una tarjeta prepago previamente cargada con una cantidad de dinero y recargable en cajeros automáticos. Al seleccionar un programa, una película o un evento, se descuenta el importe de la tarjeta. Aquí hay un gráfico que lo explica [PDF].

Yo no tengo dudas de que la TDT de pago es la evolución lógica y que los modelos basados en cable o satélite comenzarán a ceder terreno, quizás dentro de todavía mucho tiempo. El principal perjudicado de esta nueva tecnología es PRISA. El lastre de Digital+ le sigue pasando factura y, hasta que no consiga vender la plataforma (cosa que es cada vez más complicada) no podrá abrirse a nuevas aventuras empresariales. Y es una pena, porque con la experiencia que han ido acumulando a lo largo de casi dos décadas hubieran podido hacer un buen papel dentro de este nuevo mercado. De hecho, en Francia, Canal+ tiene su plataforma de TDT de pago donde pueden verse contenidos en alta definición. De momento en España estamos a la espera de los acontecimientos.

30 de abril de 2009

La informática en España hace treinta años

Muchas veces me he preguntado cómo era la informática, o si se conocían los ordenadores a nivel masivo a finales de los setenta y comienzos de los ochenta, justo antes de la auténtica explosión de las nuevas tecnologías. Buscando por el archivo de la web de RTVE, me he encontrado con dos reportajes muy curiosos. Uno es de 1979 y habla sobre las repercusiones que ya en aquella época estaban teniendo los computadores y los que se le auguraban para el futuro. Se trata de un documento realizado por el equipo de Informe Semanal y llevado a cabo por Ramón Colom y Antonio Gasset. Visto a día de hoy no deja de ser interesante. El segundo de ellos es de 1980 y en él se comentan algunas novedades de la feria SIMO y de paso enumerar algunos de los avances en lo que a informática aplicada a la sociedad se refiere. Para no perdérselos…

Los vídeos están incrustados de aquella manera, porque RTVE no permite oficialmente insertar vídeos en otras páginas que no sean la suya. Me ha costado, pero aquí están.

17 de abril de 2009

Una buena compra: Toshiba Camileo s10

Aún a riesgo de contravenir el artículo 3.2.1 de mi Guía de estilo y buenas prácticas, que dice que no fomentaré el consumismo ni los posts se utilizarán para hacer publicidad encubierta, voy a comentar mis impresiones sobre la videocámara HD Toshiba Camileo s10, que encontré la semana pasada por 99 euros en Media Markt. Hace no mucho tiempo escribí una entrada sobre las videocámaras de bolsillo de alta definición y llevaba ya unos meses queriendo tener una.

Lo primero que me sorprendió fue su tamaño. Aunque ya había visto algunas fotos, hay que tenerla en la mano para darse cuenta de que tiene las dimensiones de un paquete de tabaco, aunque bastante más delgada. Es verdad que al tacto se nota que es puro plástico y da cierta sensación de fragilidad, pero también esos materiales le dan una ligereza que quizás de otro modo no podría conseguirse. La Camileo s10 viene con un montón de accesorios en la caja, lo que siempre es de agradecer: una buena funda, un cable USB, una pequeña correa, un cable HDMI, un trípode tamaño mini y el cargador. Hablando de cargadores, la batería, de la que había leído cosas no muy buenas, ha resultado ser mucho mejor de lo que me esperaba. La carga que venía de fábrica me duró un par de días. Una vez agotada, el recargado tardó unas dos horas y media. Por este precio sería mucho pedir, pero se echa de menos un zoom óptico, porque el 5x digital da ganas de llorar… Ya puestos con las pegas, los menús tienen un diseño bastante feo y son poco intuitivos. También cuesta adaptarse a su navegación (un joystick o una ruedita de botones no hubiera estado mal para realizar estas funciones.

A nivel de formatos, la videocámara es capaz de grabar vídeo en 1080p anamórfico (1440×1080 que posteriormente el códec H.264 «reinterpreta» a 1920×1080) a 30 fps, en 720p (1280×720) a 30 fps, en WVGA (800×480) a 30 y 60 fps, VGA (640×480) y QVGA (320×240). También toma fotografías a 5 Mpx. Tras muchas pruebas a todos los formatos he llegado a varias conclusiones: la primera es que, a máxima calidad, el vídeo resultante es impresionante, tanto viéndolo en una televisión LCD como en un ordenador. El color, la nitidez y en general la calidad de la imagen es infinitamente mayor de la que me esperaba. La segunda es la estabilidad del vídeo. Aunque claro, esto depende de la pericia del cameraman. Teniendo en cuenta que la cámara apenas pesa un centenar de gramos es complicado hacer un vídeo medianamente estable. Nos puede ayudar la función de estabilización que incorpora la cámara, prestación que no está disponible si estamos grabando a 1080p. Por suerte puedo utilizar el trípode que tengo de la cámara de fotos (la rosca que lleva es universal). La tercera conclusión es que hace falta tener un ordenador bastante potente para manejar y editar vídeo a máxima calidad, tanto a la hora de realizar un montaje como cuando queramos exportarlo para verlo en nuestra tele o reproductor multimedia portátil.

Una última ventaja con la que no contaba es que la videocámara se lleva muy bien con mi Mac. Los clips de vídeo grabados se guardan en un contenedor .mov de QuickTime, que como sabéis es el formato nativo que usa Mac OS X, con lo que a la hora de importarlos a, como es mi caso, iMovie ’09, todo va como la seda. Espero subir muy pronto un vídeo con algunas muestras para que veáis realmente de lo que estoy hablando.

14 de abril de 2009

Leyes «anti-p2p»: noticias desde Francia, España y Suecia

La Semana Santa nos deja una interesante noticia que es muy reveladora de lo díficil que está resultando sacar adelante la polémica ley contra las descargas de contenidos protegidos por internet, la famosa «ley anti-p2p«. Resulta que el pasado día 8 de abril, en una votación en la Asamblea Francesa, se tumbó la ley por 21 votos a 15. Imagino que esto no será más que una anécdota, un contratiempo, porque ya se ha anunciado que se repetirá la votación a final de mes. La ley, a pesar de la momentánea alegría de los colectivos de internautas, saldrá adelante, pero será de aplicación polémica y difícil. Nadie dará su brazo a torcer y la lucha promete ser feroz, mucho más en la movilizada Francia, que ya ha salido varias veces a la calle contra las políticas de Sarkozy.

En España aún no sabemos lo que hará González-Sinde, pero las cosas no pintan tan malas como se dice. Lo que está claro (aunque yo no lo comparta) es que, en este caso, la misión del Gobierno es intentar compaginar los intereses de la industria audiovisual (sí, la industria y no los creadores) y la de los usuarios de las redes p2p. La pena es que, una vez más, un asunto que es «apolítico», se ha convertido en un arma partidista que arrojar al adversario. No hay más que buscar por internet de dónde provienen las noticias más beligerantes contra estas iniciativas. Por un lado, y es lógico, de las asociaciones de internautas y de los defensores de la cultura libre. Por otro, extraños aliados, la derecha económicamente liberal, y medios como Libertad Digital, Periodista Digital, Minuto Digital, España Liberal, ABC y todo aquel medio que suele arremeten contra Zapatero. Extraños aliados, digo, porque se supone que la derecha defiende la industria, la empresa privada, frente a la colectivización. Porque, en realidad, internet es una colectivización de los contenidos culturales… Y también, por supuesto, supone enfrentarse con una ley, la francesa, del presidente Sarkozy, un mandatario que es la envidia de parte de la derecha española.

Para terminar, en Suecia entró en vigor el pasado 1 de abril la nueva ley contra la «piratería». El país nórdico es uno de los pocos que cuenta con un Partido Pirata que se presentará a las elecciones europeas. Cuenta con gran popularidad, así que no se descarta que den una sorpresa. Me parece peligroso que una propuesta como esta, con un objetivo tan limitado y concreto, pueda obtener cierta cuota de poder. En cualquier caso, hace unos días, los internautas suecos hicieron una «huelga» de internet que consiguió reducir en un 30% el tráfico de la internet del país nórdico. La diferencia de esta ley es que ha de ser el titular de los derechos de la obra descargada quien iniciará las acciones legales. En el segundo paso, las autoridades judiciales solicitarán las direcciones IP de aquellos usuarios que descarguen el archivo o archivos en cuestión. Todo este montaje se va al traste si se abren las redes wifi. De este modo, no se sabe si el titular de la línea es quien descarga o es un intruso. Esto es precisamente lo que se han propuesto hacer para boicotear la ley… Trucos hay muchos, sólo hace falta un poco de imaginación.

1 de abril de 2009

Alta definición de bolsillo

Parece mentira. Pero ahora se ve obsoleto aquel post que escribí en octubre de 2005, hace ya más de tres años y medio, que se dice pronto, donde comentaba el lanzamiento de la primera videocámara doméstica que grababa en alta definición, la Sony Handycam HC1E. Su resolución era de 1440×1080 (es decir, no estrictamente Full HD, que es 1920×1080) y costaba más de mil euros. Hace poco se presentó el primer teléfono móvil que graba y reproduce vídeo en alta definición 720p, el Samsung Omnia HD. Son los dos eventos que ocupan los dos extremos de la evolución de las videocámaras HD. Porque lo que está claro es que los móviles con grabación a 720p o a 1080p llegarán a lo largo de este año y del que viene y cada vez serán más baratos.

El coste de la tecnología de sensores CMOS para alta definición se está reduciendo a pasos de gigante, casi al mismo ritmo que el tamaño de los dispositivos. Antes de la miniaturización definitiva de los móviles hay un paso intermedio: las videocámaras de bolsillo, que ya comienzan a hacer furor entre todo tipo de gente. Los lanzamientos de Toshiba (con las Camileo p10 y s10), las PureDigital Flip Nano HD, las Sanyo Xacti HD700 y HD1000, las Kodak Zi6 y Zx1 o la Creative Vado HD son las pioneras, pero no serán las únicas. Su tamaño, aunque ya son del tamaño de un móvil, seguirá reduciéndose hasta niveles insospechados y aumentando sus prestaciones.

Las bazas de estas cámaras son tres y todas ellas son indiscutiblemente atractivas: su precio por debajo de los 150 o 200 euros (400 en el caso de los modelos más altos de la gama Xacti), su extrema facilidad y rapidez de uso y, por supuesto, su tamaño, que nos permite llevarlas a cualquier parte sin apenas darnos cuenta. La tecnología sigue avanzando, y lo que nos queda por ver.



rmbit está bajo una licencia de Creative Commons.
Plantilla de diseño propio en constante evolución.
Página servida en 0,120 segundos.
Gestionado con WordPress