rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
18 de noviembre de 2008

Llamadas basura

Hace meses que llevo sufriendo lo que se llama spam telefónico. Aunque usa un medio tan antiguo como la comunicación por voz, se trata de un fenómeno relativamente nuevo. Quién no ha recibido alguna vez una llamada en la que una operadora nos relata las bondades de tal o cual compañía de internet. Yo desde luego muchas… muchísimas. Ocurre desde hace ya unos cuantos meses. Especialmente insistentes (e intempestivas) son las llamadas desde un número de teléfono concreto, el 917719500. Al principio ni me fijaba en el número que aparecía en la ventanita, pero ante la insistencia comencé a fijarme. Las cosas se volvieron todavía más raras cuando me colgaban nada más contestar. Otras veces simplemente descolgaba y me quedaba callado y nada, silencio al otro lado durante unos segundos antes de colgar.

Pero tranquilos, parece que no se trata de ningún psicópata, sino de Jazztel. Lo he descubierto pegando el número en Google. Aparecen decenas y decenas de páginas quejándose de lo mismo que yo. Incluso ya se han escrito entradas en blogs quejándose de esta práctica que casi roza lo mafioso. En cuanto pueda pienso bloquear este número para que no me llamen nunca más.

Lo que no comprendo es qué mentes pensantes han ideado este sistema tan innovador de telemarketing basado en el acoso y la molestia continua. Si algo tengo claro es que jamás voy a contratar nada con Jazztel y espero que muchos como yo hagan lo mismo. Ojalá pronto se den cuenta de su error.

12 de noviembre de 2008

El cambiante mundo de los teléfonos móviles

He de reconocer que nunca me llamado especialmente la atención el mundillo de los teléfonos móviles. Será porque ni hago ni recibo muchas llamadas por él. Aún así hace dos años y pico me embarqué en un contrato con Orange para conseguir el Sony Ericsson K610i que tengo ahora mismo y con el que estoy muy contento. Pero claro, han pasado meses desde que terminó la permanencia en la operadora, así que estoy obligado a dar por amortizado mi terminal.

En los últimos días me he intentado informar sobre por dónde van los tiros en el mercado actual de los móviles. Lo primero de todo es que he llegado a la conclusión de que ninguna compañía teléfonica premia la fidelidad o la permanencia de un cliente. La prueba es que Orange no me ofrece ningún teléfono medianamente decente. Y lo segundo es que la tecnología aplicada a los móviles sigue siendo una de las más avanzadas. No les queda otro remedio. Si los fabricantes de teléfonos móviles quieren que sigamos consumiendo sus productos (y por cierto, deshechando los que tenemos ahora, que son máquinas potentísimas con las que hace cinco años ni siquiera hubiéramos soñado), estos tienen que aportar cada vez más prestaciones para hacerlos realmente apetecibles, tanto como para tirar nuestro teléfono actual. Y por lo que he podido leer, estos avances van por cuatro caminos: las capacidades WiFi, los sistemas de geolocalización GPS, los interfaces táctiles (por influencia del iPhone, que ha hecho que los demás tengan que ponerse las pilas) y las prestaciones multimedia (vídeo y foto cada vez de más calidad).

Hace años que los móviles no son sólo móviles, sino pequeños ordenadores con los que se puede hacer casi cualquier tarea. El dilema es el de siempre: prestaciones versus estética. Y una vez más nos tocará elegir entre las prestaciones de Nokia o la estética de Sony Ericsson… En definitiva puede que lo mejor ahora mismo sea esperar un poco porque la maquinaria tecnológica nunca se detiene y siempre estará ahí para tentarnos… incluso a los que llamamos muy poco.

31 de octubre de 2008

«Tostadoras» casi prehistóricas

Hoy hace precisamente diez años desde que grabé mi primer CD con mi propia grabadora. Así dicho no parece gran cosa, pero lo cierto es que fue el comienzo de una nueva etapa tecnológica que estaba llegando, y que junto con el mp3 y sus reproductores portátiles, internet e inventos «diabólicos» como el eMule, el Napster o el Audiogalaxy, formó parte de la revolución de la música digital.

Aquella primera «tostadora» me costó al cambio casi 300 euros. Si no recuerdo mal era la más o de las más baratas del mercado y supusieron el principio de la democratización de la grabación en CD. Hasta la fecha, si queríamos grabar un CD, o bien nos buscábamos algún afortunado amiguete o conocido que tuviera una o directamente nos íbamos a cualquier tienda de informática, donde a un precio cada vez menor (a mediados de 1995 grabar un CD me costó 4000 pesetas y justo antes de comprarme la grabadora costaba menos de mil) se llevaban los archivos como buenamente se podía, generalmente en un disco duro (interno, nada de externo).

Todo eso terminó aquel día que estrené, no sin problemas, mi regrabadora Philips a 4x. El ordenador que tenía se quedaba algo corto de prestaciones (si no me falla la memoria era un Pentium 200 con 8 Mb de RAM y 4 Gb de disco duro) y el búfer de grabación a menudo se quedaba vacío, lo que provocaba la pérdida irremediable del disco virgen. Ayer, echando un vistazo a los discos viejos, descubro cuales fueron aquellos primeros CDs grabados: el primero (y único) de los Space Monkeys y el ‘TNT’ de Tortoise… Hoy día ya nadie repara en las grabadoras de CD/DVD. Son algo que damos por superado y «tostamos» los discos mientras realizamos otras tareas con el ordenador, algo imposible en los viejos tiempos.

Pero los tiempos cambian, y los formatos también. Los discos brillantes de plástico, ya sean CDs, DVDs o Blu-Ray tienen los días contados frente al auge y la comodidad de las memorias flash USB, los discos duros portátiles y los media centers

29 de octubre de 2008

Nuestra triste TDT

Aunque las emisiones de TDT comenzaron ya hace unos años, yo aún no tengo sintonizador. La verdad es que apenas veo la televisión, y lo poco que he visto de los canales de TDT me reafirman en una idea: la televisión en España es penosa. La digital terrestre y la analógica. Sobre los canales analógicos ya he hablado en alguna ocasión. Echando un vistazo a la TDT española, apenas se salvan unos pocos canales. Me quedo con los de TVE (La 1, La 2, Clan, TDP, Docu y 24 Horas) y los de Cuatro (Cuatro, CNN+, 40 Latino). El resto, a la hoguera. Sólo me encuentro con canales chuscos de teletienda o reposiciones de series que ya nadie quiere ver. Parece que estuvieran rellenando canales con cualquier cosa porque no tienen nada que ofrecer.

Por eso me da envidia la televisión de países como Reino Unido o Francia. En el primero, la plataforma Freeview (formada por BBC, ITV, Channel 4 o Sky entre otros) ofrece cuarenta canales gratuitos de televisión, radio e interactivos a través de TDT… y el año que viene emitirán en alta definición. En el caso de Francia, France 2, M6, Arte y TF1 comenzarán a emitir en HD a partir de ¡mañana!. Efectivamente el 30 de octubre es la fecha elegida para que la programación de estos canales se vea en los hogares franceses íntegramente en alta definición.

Conclusión: seguimos siendo unos cutres. Ni lo público ni lo privado apuesta un euro por el futuro, por la tecnología, por nada. Pero tampoco hemos de echarle la culpa únicamente a las empresas. Los televidentes tampoco parecen interesados. Han tenido que entrar en juego las subvenciones estatales a los sintonizadores de TDT y la promoción del Ministerio de Industria (cutre, tanto como la penosa web oficial de la TDT española) para que los ciudadanos compren (escépticos) sus receptores y adapten sus antenas. Y ¿para qué, si no hay casa nada que ver? Para que la telebasura y los programas de saldo se multipliquen por cuatro. Lamentable.

28 de octubre de 2008

Vieja alta definición

Comienzan ya a sernos familiares las siglas Full HD, 1080p, HD Ready y otras similares. Por fin la tecnología de la alta definición se implanta definitivamente en nuestras casas. Es verdad que aún queda algún año que otro hasta que todos los canales de televisión emitan en este formato y los DVDs den paso a otro formato todavía desconocido (¿alguien apuesta todavía por el Blu-Ray?). Pero el camino hacia la alta definición ha sido largo y tortuoso. Por pura curiosidad he buscado en la hemeroteca de El País y de La Vanguardia las primeras informaciones, hace décadas ya, sobre esta tecnología que ahora nos parece tan novedosa.

Parece increíble, pero la primera referencia a la alta definición tal y como la entendemos la encontramos en un artículo de La Vanguardia del 2 de mayo de 1981 que trata sobre el deterioro y la necesaria conservación de las obras maestras del cine:

La solución radica en la electrónica, o sea transferir el material al video, pero esto comporta el problema de hallar rápidamente -mejor sería decir divulgar, ya que se ha llegado ya a realidades en este sentido en los laboratorios japoneses- imágenes de alta definición que posibiliten el paso del cine al vídeo

Hasta prácticamente dos décadas después, el vídeo no ha podido competir con las cámaras de cine de 35mm… Pero no sería hasta el 19 de julio de 1983 cuando el diario catalán titulaba un artículo «El HDTV, un sistema japonés que revoluciona la televisión». Curiosamente este mismo artículo, con el mismo texto aparece también en la edición de El País de aquel día (se trataba de una información de agencias, en concreto de la Agencia EFE):

Japón ha desarrollado un nuevo sistema de televisión que, por sus características de calidad y cromatismo, superior al de las fotografías de 35 milímetros, está llamado a revolucionar el mundo de la imagen: la televisión en alta definición.
La extraordinaria calidad de las imágenes de esta televisión, bautizada por sus siglas en inglés como HDTV, se consigue gracias a la introducción de 1.125 líneas de señales electrónicas en la pantalla del televisor, frente a las 525 y 625 tradicionales, según los sistemas.

Leyendo estos artículos uno se da cuenta que hay tecnologías que les cuesta llegar. Desde que comenzamos a escuchar noticias sobre cualquier asunto aplicable a la vida diaria, es posible que tarden décadas en llegar o que no lleguen nunca. El caso de la alta definición es uno de los mejores ejemplos.

25 de octubre de 2008

Google Street View España, a punto de llegar

Ayer me enteré de que la vista de calle de Google Maps está a punto de llegar a los mapas españoles. En este comunicado se decía que «en las próximas horas» estaría disponible. En el momento de escribir este post no hay ninguna novedad. En cuanto a las ciudades que podrán verse en Street View, no se ha dicho nada, pero posiblemente estarán las cinco o seis principales ciudades de nuestro país (supongo que Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza y Bilbao).

El evento de presentación de Google Street View España tendrá lugar el próximo martes 28 de octubre a las 11 de la mañana en Madrid en las oficinas de Google en Torre Picasso. A él asistirán diferentes directivos de la compañía californiana así como el gerente de la Empresa Municipal de Promoción de Turismo de Madrid, la directora del portal inmobiliario fotocasa.es y el director general de Lanetro.

No me parece muy correcto que se enfoque todo el evento de presentación sólo a Madrid, porque en principio se van a presentar muchas más ciudades. De nuevo el centralismo… Por otra parte la presencia de fotocasa.es y de Lanetro en el evento nos da pistas de que quizás estos sitios utilicen «oficialmente» la tecnología Street View en su web y que también hayan financiado parte del proyecto. Esperemos que esta primera fase sea eso, sólo un primer paso para fotografíar al menos todas las capitales de provincia.

Actualización de 27 de octubre: Ya se puede consultar Street View para Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia.

15 de octubre de 2008

La parte física del mundo virtual

Ayer leí un artículo en el diario argentino La Nación que me llamó la atención. Aunque parezca mentira, casi nunca uno se para a pensar dónde demonios se guarda la cantidad ingente de información, en forma de fotos, vídeos y demás datos que se produce día tras día. No me refiero a las máquinas, sino a dónde se almacenan la cantidad de servidores necesarios para soportal todos esos servicios como YouTube o las decenas de webs que existen de vídeos y fotos. Tengamos en cuenta que a diario, sólo en YouTube, se generan cientos de horas de vídeos que ocupan terabytes de memoria. Cada módulo de servidor se guarda en un rack o «armario». Cada rack suele tener una capacidad de diez módulos y su tamaño es bastante notable.

Centrándonos en el caso de YouTube, propiedad de Google, en el artículo que leí se dan algunas pistas. Dicen invertir anualmente unos mil millones de dólares en datacenters (lugares con condiciones especiales donde se almacenan los racks de servidores) sólo para YouTube. Este gasto no es sólo en equipamiento informático, sino en sistemas de ventilación y acondicionamiento, personal, etc. Se supone que esto tendrá un límite y que llegará un momento en el que ya no sea rentable mantener el servicio ¿o no?. Es cierto que la tecnología de almacenamiento sigue mejorando y que los servidores tienen cada vez más capacidad y son más baratos ¿pero compensa lo suficiente?. Los lugares físicos donde se encuentran estos datacenters son uno de los secretos mejor guardados de estas empresas. Según se dice, la mayoría de los centros de datos se encuentran en los Estados Unidos, pero ya hay algunos fuera, ¿en China? ¿en Europa?.

Dentro de no mucho tiempo (o ya hoy mismo), las fuentes de donde beben los grandes servicios de internet pueden ser un objetivo terrorista de primer orden, bien para su destrucción o para distorsionar la información que almacenan. Imaginemos que YouTube se llena de vídeos con proclamas terroristas o se bloquea su acceso con mensajes de algún grupo armado…



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