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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
8 de agosto de 2007

Sobre los nuevos iMac

El nuevo iMac en una foto promocional

Ayer Steve Jobs en una reducida keynote presentó los nuevos ordenadores de gama media de Apple, los populares iMac. Mucho se había hablado sobre esta nueva generación de máquinas. Al final los rumores se confirmaron casi por completo. El rediseño de la carcasa está más acorde con los nuevos productos de la marca de la manzana, como el iPhone. Cristal de óxido de silicio, aluminio y plástico son los materiales que hacen de nuevo que el iMac sea digno de admiración y una obra de arte del diseño contemporáneo.

Pero el iMac es también una obra de ingeniería notable. De momento Apple es el único ensamblador que ha conseguido integrar en unos pocos centímetros de grosor una pantalla y una CPU con todos sus componentes. Además las prestaciones de los equipos han experimentado un gran avance. Todos los modelos excepto el más alto llevan el procesador Core 2 Duo de Intel a velocidades de entre 2.0 y 2.4 GHz y tarjetas gráficas (por fin) no integradas ATI de última generación. Cinco puertos USB 2.0, 2 FireWire, una salida de vídeo de alta definición y una entrada de red. Por supuesto cuentan con salida de audio y entrada de micrófono, cámara web integrada y un nuevo teclado ultrafino que no acaba de convencerme. Opcionalmente puede adquirirse un teclado inalámbrico bluetooth. Las pantallas aumentan de tamaño. La «pequeña» es de 20 pulgadas y la grande de 24. Lo peor quizás sea la memoria RAM, que de salida sólo cuenta con 1 Gb y el disco duro, que de serie es de sólo 250 Gb y 320 Gb dependiendo del modelo.

Con todas estas características, Apple ha conseguido un precio de lo más competitivo (entre 1.200 y 1.800 euros). Mucho más que la anterior gama. Si ya escribí hace un tiempo un artículo sobre la creciente competitividad de los equipos Mac sobre los PCs, ahora esa sensación de alternativa factible es mayor. Lo que no termino de comprender es cómo a ninguno de los grandes fabricantes de ordenadores, ya sea HP, Lenovo, Acer o cualquier otro, se le ha ocurrido hacer algo similar: un equipo compacto a buen precio y que a nivel de hardware esté bien diseñado y no dé problemas. Me parece extraño. Estoy seguro de que tendrían éxito.

7 de agosto de 2007

El archivo fotográfico de las misiones Apollo

Aldrin baja la escalerilla del módulo lunar durante la misión Apollo 11

En un principio, el asunto de la carrera espacial no me interesaba demasiado. Cuando era pequeño nunca seguí el tema de los transbordadores y las famosas fotos de Armstrong en la luna junto a la bandera norteamericana era eso, simplemente fotos en una enciclopedia. Pero según he ido conociendo más sobre esas primeras misiones al espacio mi interés ha ido creciendo. Ahora con internet, las fuentes de información tanto gráfica como de texto sobre las misiones de la NASA son prácticamente inabarcables.

Hace unos años me hice asiduo del Planetary Photojournal, que es la web de la NASA donde se van actualizando las imágenes que se reciben desde las diferentes misiones y sondas que circulan por todo el sistema solar. Hay algunas realmente espectaculares. Después comencé a interesarme por las misiones Apollo y la llegada del hombre a la luna. Todavía hoy sigue pareciéndome algo asombroso.

Este reto, que quizás sea el mayor de la humanidad hasta la fecha, quedó reflejado en miles de fotografías tomadas por los propios tripulantes con cámaras especialmente diseñadas para soportar las duras condiciones de los viajes espaciales y de las inclemencias lunares. Muchas de estas imágenes fueron publicadas con profusión por los medios, pero quedaron otras que, por ser repetitivas o defectuosas se reprodujeron poco. Con internet, las limitaciones desaparecen y por fin tenemos muchas más fotos de estas históricas misiones.

Ahora se han terminado de escanear muchas que permanecían guardadas y podemos verlas con sus grandezas y con sus fallos. Algunas nos muestran el módulo por dentro, a los astronautas realizando diversas tareas en la luna, tomas impresionantes de la tierra y lo mejor de todo es que están a alta resolución.

El Apollo Image Archive ha sido realizado con la ayuda de la Universidad de Arizona y cubre todas las misiones Apollo más las pruebas anteriores a la primera misión. En total son 15 años, desde 1960 hasta 1975. Se han escaneado los rollos de película originales de 35 y 60 milímetros mediante un laborioso método pensado para no dañar el original y mantenerlo en condiciones óptimas de temperatura y humedad. Preparar cada uno de ellos ha llevado dos días. Normalmente la película se archiva en «congeladores» a -18 ºC y se ha tenido que calentarlo hasta los 13 ºC para que recupere todas sus propiedades y pueda ser digitalizada.

En total el archivo cuenta con 36.000 imágenes. 600 de ellas son de 35 mm, unas 20.000 de 60 mm, 10.000 son fotogramas de película en movimiento de 16 mm y 4.600 son panorámicas. El escáner fue construido por Leica Geosystems y el software fue modificado para adaptarlo a las especiales condiciones de la película. La resolución es bastante buena, ya que cuenta con 120 píxeles por milímetro para color y 200 para blanco y negro.

Y una vez que los expertos han hecho el trabajo «sucio» y han colgado el resultado en internet, ya sólo nos queda disfrutarlo. Por último decir que las imágenes son libres para poder ser utilizadas sin fines comerciales.

2 de agosto de 2007

Los platillos volantes ya se pueden comprar

Leo en El País que al precio de entre 125.000 y 450.000 dólares, la empresa de aeronaves Moller ha lanzado unos estrafalarios vehículos aéreos o skycars. Estos vehículos tienen la forma típica de los clásicos platillos volantes y un diámetro de 10 metros. Dispone de seis turbinas similares a las de los aviones a reacción que le permiten despegar y aterrizar verticalmente. Por internet corren unos espectaculares vídeos en los que se puede ver en acción a estos aparatos.

Viendo las imágenes me pregunto si estamos preparados para los coches voladores. Me refiero sobre todo a los posibles obstáculos con los que puede encontrarse. A pesar de que no supera los 80 kilómetros por hora, un aparato que vuela a escasa altura es vulnerable a corrientes de viento, cables eléctricos o incluso a la falta de pericia del piloto, que no requiere ninguna preparación especial. El fabricante dice que cuenta con todo tipo de medidas de seguridad (airbags, paracaídas), pero en una caida por poca que sea la altura, el resultado puede ser fatal.

El platillo volante de Moller creo que sólo será una excentricidad más de los yanquis pensada como un caro juguete para los niños ricos (¿cuánto costará mantener el aparatito?). Para que un artilugio así sea realmente útil sería necesaria una infraestructura diseñada para ellos, algo que por supuesto no va a ocurrir (en muchas ocasiones no existe ni para un instrumento tan pedestre como una bicicleta). A pesar de todo, los vídeos no dejan de ser sorprendentes:

29 de julio de 2007

‘La Oscura Era Digital’

Durante decenas de miles de años, la humanidad ha guardado sus documentos mas preciados grabándolos en piedra, escribiéndolos en papiro, en pergamino, en papel, en celuloide y en multitud de formatos fácilmente legibles por nosotros, habitantes del siglo XXI. Pero, ¿y que ocurrirá a partir de ahora?. Hemos sustituido las cámaras fotográficas con negativo por otras digitales que sólo graban ceros y unos en archivos de acuerdo a unas normas y unas leyes que quizás dentro de diez años estén obsoletas. Hemos confiado a la técnica nuestros textos más valiosos guardándolos en archivos de Word en vez de en cuadernos de papel. ¿Quién nos asegura que dentro de un período de tiempo relativamente corto podremos seguir leyéndolos?

Esta reflexión es el inquietante punto de partida del documental de Jorg Daniel Hissen y Peters Moers ‘La Oscura Era Digital’ (2003). Al terminar de verlo no puedo por menos que darles la razón. En los últimos treinta años los formatos de grabación y lectura automatizada de la información han cambiado vertiginosamente. Con la excusa (o la realidad) de prometer grandes mejoras técnicas, unos sistemas sustituyen a otros muchas veces sin solución de continuidad. Esta sucesión de formatos empujados en buena medida por el mercado deja al anterior sin soporte y obliga a renovarse o morir. La información ha de transformar su forma de representación aproximadamente cada diez años y de soporte físico cada cuatro o cinco. Lo estamos viendo ahora. Los nuevos discos Blu Ray y HD DVD terminarán indefectiblemente por arrinconar al DVD y por supuesto al CD-ROM. Nadie garantiza que dentro de unos años podamos encontrar unidades lectoras de discos compactos de datos. ¿La solución es migrar todos esos CDs a los nuevos formatos? Quizás. Pero esa tarea puede ser compleja si tenemos varios cientos o miles de discos que convertir.

Garantizar la lectura de datos almacenados en sistemas obsoletos lleva preocupando a los expertos desde hace ya bastante tiempo. En el documental se cuenta un caso curioso. En la época de la guerra fría, los servicios secretos y la policía política de la RDA almacenaron su información más sensible en unas cintas magnéticas especiales que sólo era posible leerlas con unas unidades llamadas Robotron. El problema no era el hardware, puesto que se aún se conservan varias máquinas, sino el software. Las aplicaciones capaces de interpretar el contenido de las cintas se había perdido y el lenguaje de programación utilizado para desarrollarlas era un secreto de estado, de forma que sólo unos pocos lo conocían. Estos expertos bien habían abandonado el país tras la caída del muro o habían fallecido. La situación es tal que ahora se almacenan las cintas sin saber si algún día podrán ser leídas.

Algo parecido sucede en los Estados Unidos, meca de la informática. Un proyecto dependiente del Ejército se ha propuesto guardar todo tipo de máquinas para impedir que la información guardada en soportes obsoletos deje de ser legible para siempre. Incluso gente de la calle puede acceder al recinto para recuperar sus datos.

Otro de los grandes quebraderos de cabeza es la durabilidad de los soportes. También es uno de los más polémicos. Los científicos y los estudiosos no se ponen de acuerdo sobre cuánto puede llegar a «vivir» un disco compacto o un DVD. Los más optimistas hablan de unos 30 años, mientras que otros aseguran que 15 años ya serían muchos. En cualquier caso un CD no es una piedra grabada. Su fragilidad puede comprometer la información. No sólo las rayaduras, sino una simple exposición al sol puede dar al traste con los datos. La Long Now Foundation tiene un proyecto llamado Rosetta que se creó con el propósito de conservar la información más importante de nuestra era en un formato que perdure a lo largo de los siglos. Para ello han ideado unos «discos» en la que el texto ha sido micrograbado en espiral. Cada uno de estos discos, de tamaño similar a un CD, puede almacenar 30.000 hojas llenas de caracteres. En un futuro remoto tan sólo será necesario un microscopio para poder leerlos. Pero este sistema no sirve para la creciente información multimedia. Vídeos y fotografías son hoy día la base de nuestra cultura. En Alemania se ha desarrollado otro método que los almacena mediante cristales de memoria holográficos. Variando la posición se puede acceder al vídeo. Incluso puede combinarse con un proyector. Este sistema aún está en fase experimental y se calcula que cuando esté desarrollado la información almacenada podría sobrevivir varios miles de años.

Mi experiencia personal

Grabé mi primer archivo informático en 1986 sobre un disco de 5,25 pulgadas. El ordenador era un IBM PC. El documento probablemente era un programa de BASIC. Aunque hoy tuviera una unidad para esos discos, el contenido sería ilegible. Posiblemente podría acceder a la información, pero carecería de sentido a menos que consiguiera un intérprete de GW BASIC. Mucho pero fue un año después, cuando tuve mi primer ordenador MSX. La organización de los archivos en un disco de 3,5 pulgadas de un MSX no tiene nada que ver con la de los PCs, con lo que la incompatibilidad es mucho mayor. Hace un par de años puse en marcha mi «Operación Rescate» particular. Consistía en recuperar mis viejos discos del MSX y convertirlos de forma que pudiera leerlos con un ordenador moderno. Gracias a un emulador y a algunas utilidades pude extraer los datos (que por cierto estaban perfectos después de mucho tiempo de almacenaje en condiciones no muy buenas) y convertirlas a formato de disco virtual MSX para el emulador. Por si acaso hice también una imagen con los archivos tal cual estaban en el viejo disquete de 720 Kb. Debo tener unos siete u ocho discos de esos con información interesante por recuperar. Quizás dentro de unos pocos años, el soporte esté tan deteriorado que no puedan leerse.

Más grave es el asunto de las 36 cintas de Video 8. Unas sesenta horas de vídeo casero entre 1990 y 2003 con un valor incalculable. Hasta hace poco la cámara era la única forma de reproducir las cintas, pero se averió y ya nadie arregla cámaras antiguas, de forma que si no consigo pronto un magnetoscopio para Video 8, se perderán para siempre. Confío en que la información guardada aún esté en buen estado.

29 de junio de 2007

Cuidemos nuestras baterías

Todos (o casi todos) tenemos un montón de aparatos que funcionan con las consabidas baterías recargables. Cada uno con su cargador y con su modo de comportamiento. A menudo nos volvemos locos con las medidas a tomar para cuidarlas y alargar su duración al máximo. Hace poco leí un artículo en un blog chileno llamado ‘El Francotirador’ y que ha sido referenciado muchas veces a lo largo y ancho de la blogosfera. En él se contaban algunas de las grandes mentiras sobre las baterías. Quizás lo que más me llamó la atención fue que no siempre los manuales de los propios aparatos aciertan con las instrucciones más idóneas sobre la utilización y manipulación de las baterías. Me dejó un poco desconcertado. Pero si conocemos cómo se comporta cada uno de los tipos llegaremos a sacarles el máximo partido, instrucciones aparte.

Hoy en día la mayoría de las baterías están formadas por un compuesto de ión de litio (Li-Ion). Se están imponiendo frente a las antiguas de Ni-MH (hidruro metálico de níquel) o Ni-Cd (níquel-cadmio). Entre sus ventajas están su menor peso, mayor capacidad de almacenar energía en menos volumen, retienen su carga durante más tiempo y sobre todo no sufren el llamado «efecto memoria». Sobre este último aspecto hay mucha confusión. Incluso en algunos manuales se dice que la no descarga total de la batería antes de ser cargada de nuevo merma su capacidad durante su siguiente uso, algo que es totalmente falso. Las baterías de ión de litio están diseñadas para poder ser cargadas en cualquier momento sin sufrir «efectos secundarios».

Muchos manuales también dicen que la primera carga es crucial para la vida futura de la batería. Se dice que esta primera carga debe ser completa. También es algo falso. Como igualmente no es cierto que son necesarias varias cargas y descargas antes de que la batería alcance su máxima capacidad.

Un mundo aparte son las baterías más grandes, como las de los portátiles, que por su tamaño soportan una intensidad de corriente mucho mayor y que se deterioran con mucha más facilidad. Por eso nunca se debe tener siempre el portátil conectado a la corriente. Es recomendable desconectarlo una vez que esté cargado y volverlo a conectar cuando esté a punto de agotarse.

Este y otros muchos aspectos sobre las fuentes de energía de nuestros aparatos favoritos podéis encontrarlos en este artículo que comenté al principio. Muy interesante si queremos saber a qué atenernos sin que nos tomen el pelo.

12 de junio de 2007

WWDC 2007

Captura de la nueva web de Leopard en Apple

Muchos «maqueros», «switchers», simpatizantes del mundo de la manzana, curiosos, amantes de la tecnología o del puro espectáculo tenían la fecha del 11 de junio marcada en rojo en sus calendarios. Sí, ayer fue la esperadísima conferencia o keynote (ya hablé de ello) que inauguró la WWDC, la Conferencia de Mundial Desarrolladores de Apple que se celebrará en San Francisco hasta el viernes.

Las expectativas estaban puestas en que Steve Jobs presentará nuevos productos (el nuevo iMac o los nuevos iPods con una supuesta pantalla táctil), pero la cosa se quedó «sólo» en cuestiones de software. Lógico si tenemos en cuenta que se trata de una reunión no pensada para el gran público. Aún así se apuntó al final de la conferencia que el ya famoso (y odioso) iPhone estará disponible en Estados Unidos el 29 de junio.

El asunto se centró sobre todo en la nueva evolución de MacOS X, ‘Leopard’, que renueva casi por completo el interfaz gráfico, dando una nueva vuelta de tuerca a su ya legendaria elegancia. No he visto más que unos pocos vídeos, pero la cosa promete. Para variar le da diez mil vueltas a Windows Vista. Hasta octubre no sale al mercado.

Algo que nadie esperaba, y que se ha convertido en la gran noticia sorpresa en todos los blogs especializados, es la presentación de la versión para Windows de Safari, el navegador web de Apple. De momento es una beta que funciona fatal. No debería ser ni una beta siquiera. Creo que más bien ha sido una conversión rápida para tenerla a punto para la WWDC e intentar «enganchar» a más sufridos usuarios de Windows hacia las redes de Apple.

Me ha sorprendido el rediseño de la web americana de Apple, que abandona el estilo «aqua» de los primeros tiempos del MacOS X para adaptarse a la estética de ‘Leopard’.

2 de junio de 2007

‘El Universo Mecánico’

Por pura curiosidad me he bajado los 52 capítulos de los documentales educativos ‘The Mechanical Universe’, mal traducido en España como ‘El Universo Mecánico’ (más bien sería ‘El Universo de la Física’ o ‘El Mundo de la Física’). Fue producida por la PBS, la televisión pública norteamericana (sí, existe) y por Intelecom en 1985. Cada episodio era una clase magistral, con pupitres y pizarra incluída, de un aspecto de la física. De hecho están pensados para ser puestos en las clases de los institutos norteamericanos. Incluso hoy día, la serie se sigue vendiendo a los centros en ediciones renovadas en DVD.

El profesor-presentador de ‘El Universo Mecánico’ era David Goodstein, profesor de física del California Institute of Technology. Las lecciones están contadas tal y como nos hubiera gustado que nos las contaran a nosotros en los tiempos del instituto. Se incluyen abundantes ejemplos, gráficos e infografías de la época (un poco cutres hoy día) que hacen que comprender los principios avanzados de la física sea sencillo. No se escatima tampoco en sobreimpresionar montones de fórmulas, desde las más sencillas a las más complejas, siempre explicando su origen empírico. La serie prácticamente cubre todo el espectro (nunca mejor dicho) de la física de nivel elemental (la inercia, la conservación de la energía, el movimiento armónico, las leyes de Kepler, el electromagnetismo… así hasta 52 lecciones.

En España se emitió a principios de los años noventa en La 2, dentro de lo que se llamó la televisión educativa. Los capítulos que me he bajado con el eMule son grabaciones pobres en VHS de aquella época. A pesar de esto, sigue siendo una buena forma de recordar la física de los tiempos del instituto, adquirir una base elemental de conocimientos sobre esta ciencia o presumir de «friki» y de raro ante los amigos y familiares.



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