rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
25 de abril de 2011

‘Copiad, Malditos’

Aunque se emitió el pasado 16 de abril en La 2, hasta hoy no he podido ver el documental ‘Copiad, Malditos’. Tenía muchas ganas de hacerlo y no me ha defraudado. Al contrario: ha sido una agradable sorpresa que espero que se repita pronto. Televisión Española ha apostado claramente por las licencias Creative Commons y la libre circulación de la información. Precisamente de eso trata el documental dirigido por Stéphane M. Grueso. Forma y fondo se dan la mano en un documento que aboga por la reforma, por el cambio en los paradigmas de gestión de derechos de autor en un mundo donde ya nada es (ni será) como era.

El principal acierto de ‘Copiad, Malditos’ es su claridad a la hora de plantear todas las cuestiones. También es de agradecer la transparencia con la que se ofrece como se ha realizado el propio documental, el papeleo legal que conlleva para no infringir la propiedad intelectual de los artistas intervinientes (músicos, montadores, derechos de los clips de internet, etc) ni transgredir ninguna claúsula del contrato con la propia Televisión Española. Sorprende que todos los contenidos que se muestran en la obra se pueden consultar o descargar (la banda sonora, las entrevistas íntegras, el propio vídeo, etc).

El tono del documental, en contra de lo que pudiera pensarse, no es muy beligerante, pero sí pone todos los argumentos sobre la mesa. Quizás se echa de menos un poco más de presencia de las entidades de gestión (SGAE y demás) y de los propios autores. En cualquier caso, ‘Copiad, Malditos’ marcará una época, un antes y un después, a la hora de divulgar el hecho de que otra forma de cultura (ganando dinero) es posible. De obligado visionado para cualquiera que se maneje mínimanente en internet.

5 de abril de 2011

Mac y DNI electrónico, una combinación fatal

No tener un ordenador con Windows ha tenido, hasta la fecha, infinitamente más ventajas que inconvenientes. Mi paso a Mac no puede haber sido más acertada. Pero a la hora de realizar algunas tareas, generalmente relacionadas con las Administraciones Públicas, las cosas pueden complicarse de tal manera que lo mejor es dejarlo por imposible. El caso es que desde que tengo el nuevo DNI electrónico he intentado sin éxito instalar un lector en mis Macs (el iMac y el MacBook). He probado con dos modelos diferentes y no hay manera. También he consultado foros y nadie me ofrece una solución satisfactoria. Desconozco si el problema es del propio Mac OS X o del Firefox, el único navegador –por lo que parece– en el que funciona el lector para Mac.

Si a esto unimos que prácticamente nadie que conozco usa el certificado digital del DNI, la conclusión lógica es evidente: Falta información y campañas de fomento de su uso. ¿Por qué no se facilita a los usuarios la instalación y el uso de estos dispositivos? ¿Por qué los que tenemos sistemas operativos minoritarios las cosas no funcionan todo lo bien que debería? Es cierto que, por ejemplo, en la Agencia Tributaria se han puesto las pilas en ofrecer sus programas en multiplataforma (y que además funcionen), pero en general la Administración depende en exceso de la tecnología de Microsoft. En un mundo en el que ya nada corre bajo un solo sistema (todos tenemos móvil, un iPad o cualquier otro dispositivo) ni sobre una sola tecnología, las aplicaciones y servicios de las Administraciones Públicas han de ser igual de flexibles y avanzadas.

Pero mientras tanto, seguiré probando frustadamente mi lector de DNI electrónico hasta que (quién sabe) dé con una solución o se publique una nueva versión del sistema operativo de turno. Toca tener paciencia.

27 de marzo de 2011

Canon EOS 60D: Primeras impresiones

Llevo ya un tiempo con mi nueva cámara, la Canon EOS 60D. Ha llegado el momento de dedicar unas líneas a mis primeras sensaciones –subjetivas y nada rigurosas–. Como su nombre indica, esta máquina supone subir un escalón en la gama de cámaras digitales réflex del fabricante japonés. Este ascenso de categoría se nota nada más cogerla. Su tamaño es sensiblemente más grande que mi antigua cámara, la 550D. Sin embargo en cuanto a construcción, a pesar de su aleación de aluminio, la diferencia no es tan grande como podría imaginarse. Igual que con su predecesora, la primera impresión al sacarla de la caja es el tacto del plástico de los botones y los controles. No es todo lo bueno que cabría esperar de una cámara de este nivel.

En cuanto a la ergonomía, tampoco me ha parecido mejor que la 550D. Cuenta con algún botón más, pero quizás estén demasiado juntos y sean demasiado parecidos. En la parte superior, junto al display LCD, hay cuatro en línea. Uno de ellos es el del modo ISO, que yo utilizo bastante. Cierto que está señalado con un punto de relieve para que pueda localizarse al tacto, pero aún así es fácil confundirse y pulsar cualquier otro. El control principal de la parte frontal, justo al lado de la pantalla, es otro de los nuevos elementos de la cámara, heredado de los modelos superiores 7D y 5D. Está formado por una ruleta que gira 360º, un «joystick» con ocho posibles pulsaciones y un botón central. Reconozco que al principio me costaba acostumbrarme, pero a la larga está demostrándose como un sistema cómodo y rápido de utilizar.

Otra de las novedades de esta cámara, tal vez la más publicitada, sea la de poseer una pantalla abatible. El aspecto y el tacto de este elemento es un poco endeble y da un poco de reparo manejar la cámara con ella desplegada por miedo a que se lleve algún golpe involuntario y pase a mejor vida. Supongo que con tiempo esta sensación irá desapareciendo. Para el modo vídeo ha resultado ser bastante práctica, pudiendo filmar en ángulos más cómodos para evitar que se nos cansen los brazos. El ajuste de la pantalla es bueno en cualquiera de sus posiciones, pero me ha parecido que la calidad de imagen que ofrece es algo menor que las fijas. Puede que sean cosas mías, pero en determinados ángulos la visión no es tan buena como la 550D.

Si hablamos de prestaciones, la 60D lleva el mismo sensor que la 550D. Los modos de vídeo y de fotografía son los mismos, con la excepción de que podemos elegir entre varios tamaños de RAW, algo muy útil si queremos seguir tirando en negativo digital pero no a 18 megapíxeles. Otra cosa interesante es el aumento en los pasos de ISO, con muchos tramos intermedios que nos permitirán ajustar mucho más la sensibilidad de nuestras fotografías y vídeos. Como curiosidad decir que el sonido del obturador nada tiene que ver con la 550D. Es mucho más seco y menos audible. Supongo que se deberá a que la construcción de este elemento será diferente, ya que en modo ráfaga permite más disparos por segundo.

Como conclusión os puedo decir que se nota que la Canon EOS 60D pertenece a una categoría superior que la 550D. Y no sólo en su tamaño, sino más bien en cuanto a manejo. Más botones, más funciones directas, más prestaciones… Ahora mismo apenas hay diferencias con el escalón superior, la 7D, excepto los materiales con los que está construido y quizás los acabados. Está claro que Canon ha sabido situar cada uno de sus numerosos modelos en su sitio y con unas características acordes con él.

18 de febrero de 2011

Nitidez: La importancia de elegir bien los objetivos

Sigo con mi particular búsqueda de la nitidez y la calidad de imagen en la fotografía. Uno de los factores determinantes para obtener una buena imagen, más allá incluso de la cámara, son los objetivos que utilicemos. Cierto es que hoy día cualquiera de los objetivos disponibles en el mercado nos va a dar una calidad más que aceptable. Pero también es verdad que las cámaras registran con más detalle y fidelidad la realidad, lo que supone que a más megapíxeles más se notarán los defectos de una lente y la pericia del fotógrafo. Junto con la nitidez, el viñeteo (zonas oscuras en las esquinas a distancias focales altas) y la aberración cromática (distorsiones del color en los extremos de la imagen) son dos de las «bestias negras» con las que hemos de lidiar.

Yo por mi parte sigo aprendiendo más y más cosas sobre los objetivos. Por ejemplo que los límites de la tecnología son claros: en objetivos de distancia focal variable, cuando más amplio sea el rango, más posibilidades tenemos de que se produzcan estos efectos indeseables, sobre todo cuando disparamos con distancias extremas. También que los estabilizadores ópticos suelen reducir la nitidez de la imagen al incorporar lentes de corrección. Por tanto, a más lentes (en términos generales) menos nitidez.

Otra de las conclusiones importantes es que el precio del objetivo no va necesariamente parejo a su calidad. Cierto que si nos vamos a la gama profesional, encontraremos grandes objetivos a precios prohibitivos para una economía media como la mía, pero también los hay asequibles que proporcionan muy buenos resultados. Todo es cuestión de leer opiniones y análisis o, si tenemos la posibilidad, probarlos nosotros mismos. Espero que estos humildes consejos os sirvan como a mí me han servido a la hora de elegir los mejores objetivos para nuestras cámaras y para nuestros bolsillos.

31 de enero de 2011

Nitidez: La importancia de procesar bien los RAW

Suele decirse que, a la hora de tomar una foto, el 80% del resultado final depende de la técnica y la creatividad del fotógrafo y sólo un 20% de la cámara y las lentes. En fotografía digital avanzada yo añadiría que, una vez que tenemos la imagen en nuestra tarjeta de memoria, el 30 o el 40% de cómo quedara finalmente la fotografía depende de procesado. El «revelado» de los archivos RAW (por ejemplo CR2 en Canon o NEF en Nikon) es una parte importantísima a la hora de obtener buenas imagenes con aspecto de calidad.

Personalmente, hasta hace sólo unos meses, no caí en la cuenta de la importancia que tiene este «revelado». Existen varias aplicaciones que podemos utilizar para realizar esta tarea. Yo utilizo el Adobe Camera RAW porque pienso que es sencillo, completo y muy potente. Para quienes nunca os hayáis preocupado de trastear con uno de estos programas os diré que pueden controlarse de forma nativa aspectos tan primordiales en una fotografía como el nivel de exposición, el balance de blancos o, incluso, la corrección de las aberraciones y distorsiones que toda lente produce. Pero quizás uno de los parámetros más importantes a la hora de procesar un archivo de negativo digital sea la nitidez.

Llevo bastante tiempo leyendo en foros a la gente quejarse de la poca nitidez que tiene su cámara réflex de gama media o alta, sin darse cuenta de que la imagen no se termina cuando se pulsa el disparador, sino una vez descargada en el ordenador y tratada adecuadamente con un software de revelado. Camera RAW tiene muchas opciones relacionadas con la cantidad de enfoque que queremos añadir. Generalmente, este enfoque produce también un aumento de ruido, sobre todo con un ISO alto. Por eso existen controles que reducen los diferentes tipo de ruido hasta conseguir la nitidez buscada. La diferencia de nitidez entre una imagen correctamente procesada y una que no lo es es abismal, y satisfacerá incluso a los más exigentes. Es evidente que la fotografía que nos sirve de «materia prima» ha de estar correctamente enfocada. Por eso, si no estáis contentos con la nitidez o el ruido de vuesta cámara réflex, prestad más atención al software de revelado. Solucionará todos vuestros problemas.

25 de enero de 2011

La «ley Sinde» sale adelante

La Disposición Final Segunda de la Ley de Economía Sostenible [PDF], más conocida como «ley Sinde», y que pretende regular las descargas de internet no autorizadas, ha conseguido superar el difícil trámite de enmienda en el Senado. Los votos de PP, PSOE y CiU –una inmensa mayoría de la Cámara Alta– han servido para sacar adelante la norma modificada. En lo sustancial no cambia nada, sólo algunos detalles sobre la participación de las autoridades judiciales desde el principio del proceso y la garantía legal durante todo él. Lo dicho, en la práctica no hay nada nuevo. Tendremos, pues, «ley Sinde».

Estaba esperando a ver el desenlace para opinar. Eso ya ha ocurrido, así que es el momento de hablar. Mucho ha sido el ruido que se ha metido desde Twitter, Facebook, blogs, prensa digital, webs de descargas y otros. Como pasa siempre, se recurre a la brocha gorda para emborronarlo todo y evitar el matiz, el detalle que en este caso es verdaderamente importante. Muchos de los que protestan no saben realmente qué es lo que se ha aprobado. Para decirlo en pocas palabras, se establece el protocolo que permitirá el cierre de sitios web que enlacen a material protegido por derechos de autor y no autorizado para su distribución en ellos. Intervendrán en el proceso los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo, que autorizará la práctica de las indagaciones necesarias para obtener los datos del demandado, y la Comisión de Propiedad Intelectual (dependiente del Ministerio de Cultura), que será quien reciba las denuncias.

En sí, el espíritu de la norma no me parece mal del todo, pero la cuestión que parece que nadie quiere admitir es que es un problema que no tiene solución. Cierto que estamos malacostumbrados a descargar todo gratis. Pero, ¿Quién va a pagar por algo que se puede conseguir de otros modos? Los políticos y las instituciones están obligados, casi empujados, a hacer algo, aunque sea algo inútil como es el caso. Legislar sobre internet no sirve de nada. Los servidores donde se alojan las webs presuntamente «infractoras» pueden migrarse a otro país con una facilidad pasmosa. De hecho, ahora mismo muchas de ellas ya no están en España. No por cuestiones legales, sino económicas. Suele ser más barato.

En definitiva, ya sea ir a por el usuario final como en Francia o contra los negocios «ilegales» de descargas, da la sensación de que ni el derecho ni las leyes tradicionales sirven en la red. ¿Se encontrará alguna vez una solución que contente, al menos en parte, a todos?

18 de diciembre de 2010

La Red Scarlet ya es una realidad

Hace más de dos años escribí un post con las últimas noticias que la empresa de cámaras de cine digital Red había lanzado sobre su nuevo modelo. La Red Scarlet se convirtió, ya entonces, en uno de los objetos de deseo de los cineastas aficionados y, en general, de todo amante de la tecnología audiovisual. Desde entonces muchas nuevas noticias que aumentaban la expectación. De nuevo los fans de Red han animado los foros al verse el primer clip de una Scarlet totalmente funcional y que poco tiene que ver con aquellos primeros prototipos.

Lo revolucionario, aparte de que consigue filmar hasta a 120 fotogramas por segundo a una resolución 3K (tres veces más que la alta definición convencional) en tarjetas de memoria Compact Flash, es que no es necesario adquirir ningún accesorio para ponerse a funcionar. Para ello cuenta con una lente integrada (al menos en el modelo Fixed, que es el que aparece en el vídeo) de distancia focal variable (en equivalentes a un sensor de fotograma completo de 28-224mm) y una pantalla táctil de 5 pulgadas. El peso del equipo, según las informaciones, es de unos dos kilogramos.

Evidentemente no se trata de una máquina que llevarse de viaje para grabar las vacaciones familiares, pero su asequible precio (saldrá por unos 2200 euros, menos que una Canon EOS 5D MkII), ha hace muy atractiva para aquellos que se quieran adentrar en el mundo del cine. Además, las versiones sin lentes serán compatibles al menos con los objetivos de Canon y Nikon, lo cual también supone un grandísimo avance. De momento, en la web de Red aún no pueden verse las características completas.



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