A lo largo de estos últimos meses he acumulado un montón de material sobre Madrid entre fotos y vídeos que no sé muy bien cómo montar para que el clip resultante tenga coherencia. Al final se me ha ocurrido crear una serie de pequeños vídeos que he llamado ‘Visiones de Madrid’ (ya sé que no es muy original), dentro de la que iré subiendo poco a poco clips temáticos que podrán tratar sobre cualquier tema, aunque generalmente serán sobre lugares concretos. El primero de ellos que os ofrezco es sobre el teleférico de la Casa de Campo, una de las atracciones más conocidas de la capital y un magnífico medio de transporte para cualquier visitante que quiera contemplar una de las mejores vistas que se pueden tener de Madrid. Es cierto que las estaciones se han quedado algo anticuadas y que las cabinas no son último modelo, pero merece la pena subir…
A principios de junio tuvo lugar en Cáceres una iniciativa cuanto menos curiosa. Unas 40.000 velas iluminaron la noche de la ciudad monumental. Los propios cacereños y los turistas fueron los principales actores de este evento, encendiendo y colocando personalmente todas y cada una de las velas. Por desgracia fue una noche con un poco de viento que deslució un poco el espectáculo. Esta iniciativa está dentro del programa NETUR de potenciación del turismo en la zona de cooperación transfronteriza bautizada como Triurbir (Castelo Branco, Cáceres, Portalegre, Plasencia y se negocia la entrada de Béjar) y financiada con fondos FEDER.
Allí estaba yo con mi cámara para fotografiarlo y filmarlo. El resultado (a falta de que podáis ver las fotos) es este vídeo corto, de menos de dos minutos, con algunas de las mejores secuencias de aquella noche del 4 de junio pasado. Lo que váis a ver es sólo una pequeña muestra de lo que se pudo contemplar aquel día:
Este artículo también podría llamarse «Cómo forzar la cámara lenta en la Canon EOS 550D». Y es que en los últimos tiempos estoy experimentando con los diversos modos de pasar clips a cámara lenta sin que se note demasiado la falta de fotogramas ni que esto provoque efectos extraños durante la reproducción. Lo que sigue no pretende ser una guía de cómo hacer cámara lenta con esta cámara, sino solamente contaros mis hallazgos a base de hacer pruebas con Adobe Premiere Pro. Conseguir un «slow motion» fluido puede ser sencillo si sabemos lo que queremos en todo momento y aplicamos ciertos trucos a nuestra cámara.
Lo primero que hay que tener claro es que nuestro límite es la ilusión de movimiento, es decir, encadenar 24 fotogramas dentro de un segundo. Cierto que en nuestra cultura audiovisual (sobre todo los que ya tenemos algunos añitos) estamos acostumbrados a ver las cámaras lentas (de las repeticiones deportivas por ejemplo) a una tasa de fotogramas por segundo inferior a esos 24. Pero eso hoy día ya prácticamente no ocurre con las cámaras superlentas que consiguen capturar cientos de fotogramas en un solo segundo. Debemos tener cuidado.
En cuanto a los ajustes en la cámara, la Canon EOS 550D tiene modo PAL y NTSC. A la hora de grabar en vídeo yo siempre la ajusto en modo NTSC por una razón muy sencilla: ofrece más fotogramas. Me he acostumbrado a filmar siempre a 1080p@24p (24p significa 24 fotogramas progresivos por segundo) excepto cuando sé expresamente que con el vídeo quiero hacer una cámara lenta. Es entonces cuando ajusto a 720p@60p. En sistema PAL sólo me proporciona 50. En este modo pierdo definición al ser el video 720p y no 1080p, pero tengo más del doble de fotogramas por segundo, cosa muy útil a la hora de ralentizar nuestras secuencias. Por eso decía que hay que tener claro lo que queremos filmar y cómo lo vamos a procesar después para ajustar el modo adecuado en la cámara.
Si el título alternativo de esta entrada hablaba de «forzar» no era algo gratuito. En realidad esa era la misión de este texto: comentar los resultados de llevar más allá la cámara lenta, más allá de esa reducción de la velocidad a un 40% del original (de 60 a 24 fotogramas por segundo). Obligatoriamente, cualquier software de edición de vídeo necesitará «rellenar» esos fotogramas que faltan hasta completar la tasa mínima de 24 (eso ya depende de los ajustes del proyecto, otras tasas aceptadas como estándar son 25 o 30), por lo que si nos pasamos con la cámara lenta, haciéndola «excesivamente lenta», obtendremos fenómenos como el «fotograma fantasma», la imagen doble o la pérdida de sensación de movimiento. Esto ocurre sobre todo cuando la secuencia filmada tiene movimientos bruscos o excesivamente rápidos.
En el vídeo que os muestro a continuación, por razones puramente estéticas, me di cuenta de que reducir hasta un 40% la velocidad del vídeo no era suficiente, así que me aventuré con un 20% de la velocidad original. Esto suponen 12 fotogramas por segundo, con lo que el relleno han de ser otros 12 fotogramas «inventados» por Premiere en base a los existentes. El resultado no es técnicamente tan bueno como con el 40%, pero creo que gana en espectacularidad. Juzgad por vosotros mismos:
La última semana de mayo la he dedicado a desconectar del mundo rutinario. Es verdad que normalmente no me gusta salirme de ese cómodo carril que es la vida cotidiana, pero a veces viene bien hacerlo. Durante ese tiempo he visitado algunos de los lugares más interesantes de la provincia de Cádiz y un poco de la de Málaga. Concretamente he estado en Gibraltar y La Línea, Algeciras, Tarifa, los pueblos blancos y Castellar de la Frontera, Ronda, Marbella (un poco de pasada) y Cádiz capital. Es complicado quedarse sólo con un sitio, pero me ha sorprendido especialmente la ciudad de Cádiz. Pero en general fue una lástima disponer de tan poco tiempo para recorrer una zona para la que se necesita mucho más tiempo. Por eso muchos de los lugares emblemáticos de cada visita no están en el vídeo. Aunque claro, más vale una visita apresurada que no ir. En el tintero quedaron los viajes al otro lado del estrecho (Ceuta o Tánger) o la ciudad de Málaga, pero materialmente no había más tiempo.
El vídeo, tal y como digo en la cabecera de apertura, es un resumen de todo ese material grabado con mi EOS 550D mientras tiraba fotos de todos aquellos lugares. Cada día al volver al hotel y revisar la información en el portátil me daba cuenta de que en muchas ocasiones había dedicado más tiempo a hacer vídeos que a fotografiar. No era algo previsto, pero al final surgió así. Lo que aquí os presento no son más que pequeños fragmentos para que el resultado final sea un poco más ágil y no aburra. Esa era la idea: que fuera un vídeo ameno y no muy largo. El montaje partió de casi 400 clips en formato 1080p a 24 fotogramas por segundo de diversas duraciones, luminosidades y calidades. Muchos tuvieron que ser descartados sobre todo por su inestabilidad. Es lo que tiene filmar con una cámara de fotos: requiere práctica, temple, tiempo y, si es posible, una barandilla, un mojón de piedra o un muro donde apoyarse. De todos modos, muchas de las secuencias grabadas cámara en mano no han salido tan bien como quisiera.
La música, como siempre me pasa, es el aspecto que más quebraderos de cabeza me ha dado. Como dije el otro día, desde el primer momento quise usar temas de Paco de Lucía, que era lo que mejor le iba. Pero, como ya sabréis los que seguís este blog, tuve algunos problemas con los derechos de autor en YouTube, así que cambié este servicio por el que me proporcionaba Vimeo. Reduciendo algo la calidad del vídeo conseguí que cupiera todo en un solo clip sin sobrepasar la limitación de 500 Mb que tiene. Por tanto el vídeo que vosotros veréis está reducido a 720p.
Así que ya sólo me queda ofreceros este clip de algo más de diez minutos y que ha sido mi desvelo en los últimos días. Espero que os guste. NOTA: No soy responsable de los saltos y los cortes de imagen que se producen a veces. Imagino que dependerá de la potencia del ordenador porque el archivo original antes de subirlo va perfectamente fluido.
El 15 de mayo se celebró en Madrid por segunda vez (ya que la primera tuvo lugar el 5 de abril) y motivado por la festividad local de San Isidro, el centenario de la inauguración de la Gran Vía, una de las calles sin duda más emblemáticas de toda España. Para la ocasión se enmoquetó de azul todo el asfalto de la vía. Desde la calle de Alcalá hasta la plaza de España pudo contemplarse una vista que no ha tenido precedente hasta la fecha: una Gran Vía peatonal repleta de madrileños y forasteros curiosos que se apiñaban, hacían fotos, se sentaban, miraban con detenimiento las fachadas de los edificios más famosos o se tumbaban en medio de la calle.
Tuve la suerte de estar allí ese día. No fue algo provocado intencionadamente, pero aproveché el momento para pasar la tarde y parte de la noche participando del evento haciendo fotografías y filmando algunas secuencias. Está claro que el marco y la singularidad del hecho hacían muy fácil que el material resultante fueran interesante y atractivo. A pesar de todo, el montaje ha sido más complejo de lo previsto. Por una cuestión de concepto he decidido centrar el vídeo en la gente, los verdaderos protagonistas, y dejar de un lado los actos más vistosos como la proyección en el edificio de la Telefónica o el concierto de La Movida (que de Movida tenía bastante poco, por cierto) que también tengo grabados para la posteridad y que quizás algún día salgan a la luz.
El resultado, con todas sus limitaciones, me ha dejado medianamente satisfecho. Como datos técnicos diré que ha sido filmado en 1080p@24 y editado con Adobe Premiere Pro CS4 para Mac. Espero que os guste:
Sigo sin parar de un evento a otro. En las últimas semanas se han producido diversas actividades en las calles de Cáceres y, con una cámara nueva era una tentación demasiado grande. Ya habéis podido ver algunas muestras. La idea que tenía en la cabeza cuando salí de casa cámara en mano la tarde del 7 de mayo era filmar y fotografiar fragmentos de algunos de los conciertos de cada uno de los días grandes del Womad, que fueron el viernes y el sábado y que previamente ya tenía elegidos. Pero la climatología adversa impidió que pudiera completar el trabajo, así que el resultado han sido tres clips de tres de los conciertos del viernes, que fueron Spiro, The Raghu Dixit Project y Giulia y los Tellarini.
Los dos primeros son bastante desconocidos. Los ingleses Spiro mezclan con habilidad el folk con un hipnótico sonido minimalista. Y The Raghu Dixit Project son un grupo de la India que también fusionan la música tradicional india con el rock, el pop y otros estilos occidentales con bastante acierto. Por último y, mucho más conocidos, están Giulia y los Tellarini. La banda hispano-italo-argentina saltaron a la fama por firmar el tema principal de la banda sonora de la película de Woody Allen ‘Vicky Cristina Barcelona’. Espero que os gusten:
Dediqué hace un año y algo una pequeña entrada a explicar esto de la psicogeografía, una tarea que no me resultó nada sencillo. Casualmente, el pasado día 30 de abril, la llamada Sociedad Psicogeográfica de Salamanca realizó una intervención en Cáceres, dentro de las actividades de Foro Sur, muy llamativa y estéticamente interesante. Esta peculiar sociedad tiene una página web con diversas acciones y a veces tan críptica como sus propios actos. Lo primero que me ha sorprendido es ver en su portada algunos montajes que tienen que ver con Zamora. Son simples montajes fotográficos, pero no dejan de ser curiosos. Explorando su web encontramos una obra multidisciplinar donde el trabajo gráfico tiene gran importancia, casi tanto como el ámbito urbano de actuación. Precisamente el campo de juego es la ciudad, interaccionando con elementos ya existentes o modificándolos con talento e ironía.
‘El Camino Articulado’, el montaje que ofrecieron aquella noche, es una espectacular modificación de la percepción urbana tradicional con algo tan sencillo como unas mangueras flexibles de luces rojas. Metros y metros de lucecitas rojas formando caminos caprichosos. Una acción que provoca una alteración, una intromisión en el espacio natural del casco antiguo. Contradicción es una de las palabras mágicas de esta obra. Por un lado la continuidad de las líneas de luces que se cruzan sin fin y por otro el de la fragmentación del desorden. Se entienda esto o no, el resultado es espectacular como puede verse en el vídeo.
Y hablando del vídeo que hice aquel día, la verdadera innovación está en el montaje puramente aleatorio que me pedían las imágenes, que tienen un innegable toque hipnótico. Troceé las sencuencias de vídeo y las entremezclé sin ningún orden. La música es el tema ‘Enigma’ de To Rococo Rot. Sólo un par de retoques y el resultado es éste:
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