Seguramente el Puente de Londres sea hoy la construcción sobre el río Támesis más discreta de la ciudad. Sólo es el último de una serie de puentes que ha sido construidos y demolidos sucesivamente a lo largo de la historia. El relato de todas estas obras es, como mínimo, curioso. El lugar (o un lugar muy próximo) donde hoy se encuentra el actual Puente de Londres fue el emplazamiento original del primer puente que cruzó el Támesis en tiempos de los romanos. En realidad se trataba de un simple pontón de madera, muy provisional, tendido sobre el río hacia el año 46 de nuestra era. Tan sólo nueve años después, en el 55 se levantó un nuevo puente, también de madera, sobre pilares. Pero poco duró. En el 60 las tropas de la reina indígena Boudica lo destruyó.
La nueva población romana estaba fortificada, pero no se tiene noticia de la construcción de nuevos puentes en los siglos siguientes. De hecho, existe una «época oscura» que llega hasta el siglo XI, cuando los reyes sajones eran los amos de la zona. Se sabe que en 1016 existía un puente sobre el Támesis cuya construcción se debe a los sajones. Ya en época normanda, el puente (aún de madera y posiblemente siguiendo el diseño original romano) fue destruido por ¡un tornado! en 1091. Se tendió uno nuevo a la vez que se realizaban los trabajos de construcción de la catedral de San Pablo y la Torre de Londres. Un desafortunado incendio lo echó a perder en 1136.
En 1173 se planteó construir por primera vez un puente de piedra sobre el Támesis. Se haría sobre la ubicación del malogrado puente de madera. Las obras comenzaron en 1176 y finalizaron en 1206. También se autorizó a levantar edificios de viviendas sobre el puente, de forma que en pocas décadas se convirtió en un lugar superpoblado con bloques de hasta siete plantas de altura. El nuevo puente sufrió a lo largo de los cinco siglos siguientes diversos incidentes, reformas y restauraciones. La más importante de todas ocurrió en 1756 cuando se autorizó la demolición de las casas edificadas sobre el puente. En 1762 se finalizaron los trabajos.
La idea de un nuevo puente no tardó en plantearse. Se convocó un concurso en 1799 y el ganador fue un nuevo puente de cinco pilares (el antiguo tenía 19) que se construiría 30 metros aguas arriba del antiguo. Durante las obras (1824-1831) el viejo puente permaneció abierto hasta que fue demolido en 1831. Pero con el aumento del tráfico, en 1902 necesitó una ampliación de su plataforma. Durante la obra de reforma se descubrió que el puente se hundía a razón de una pulgada cada ocho años. Hacia 1924, el hundimiento se cifraba ya en 4 pulgadas (10 centímetros aproximadamente). En 1967, al ayuntamiento de Londres se le ocurrió poner a la venta el problemático Puente de Londres. No tardó en encontrarse un comprador. El magnate petrolero Robert McCulloch pagó casi 2,5 millones de dólares en 1968 por llevárselo piedra a piedra hasta Arizona (Estados Unidos).
Y llegamos a la actualidad. De momento, en el emplazamiento donde se tendió el pontón romano de madera hace casi dos mil años se encuentra el construido entre 1968 y 1972 e inaugurado en 1973. Dada la accidentada historia de esta construcción, en 2008 se inauguró un museo-atracción donde se narran las aventuras y desventuras de uno de los puentes con más anécdotas del mundo. ¡Si hasta tiene su propia canción popular infantil!.
De nuevo volvemos con la primera edición de Muestra Musical de este 2011. Tres meses después de la 87 y de un año escaso en cuando a recopilatorios (sólo cuatro) llega Muestra Musical 88 con quince nuevos temas de entre lo que me ha resultado más interesante a lo largo de este tiempo. No han sido pocos los discos que he escuchado a pesar de que llevamos poco más de dos meses de año, muchos de ellos de nuevas bandas como los chilenos Dënver, Hazte Lapón, Odio París, Lasers o Cat’s Eye (estos últimos bastante prometedores). Como siempre también vuelven viejos conocidos como Souvenir, que nos acompañan casi desde el principio, igual que Nacho Vegas y su nuevo trabajo o Mogwai, unos clásicos del post-rock. Completan el elenco El Columpio Asesino, Crystal Castles con Robert Smith, The Go! Team, Bright Eyes, Señor Mostaza y el polémico y estrambótico Joe Crepúsculo. Ya pueden consultarse todos los detalles del disco en mi web personal rmweb.
Y para terminar, los videoclips que he encontrado en forma de lista:
Llevo siguiendo el asunto de los funcionarios del estado norteamericano de Wisconsin desde que tuvo su origen. De vez en cuando nos llega una nueva noticia al respecto. Todo comenzó cuando el Senado de este estado del medio oeste, controlado por los republicanos con Scott Walker a la cabeza y en consonancia con sus ideas liberal-conservadoras, presentó una medida que recortaba drásticamente los derechos sindicales (impediría por ejemplo la negociación de los convenios colectivos) de sus trabajadores públicos, así como de sus seguros médicos y de sus sueldos. Todo esto ocurrió el pasado 17 de febrero. Casi al mismo tiempo, los funcionarios se ponían en pie de guerra e «invadían» el Senado de Wisconsin a la vez que los senadores demócratas necesarios para la votación abandonaban el parlamento y se trasladaban a estados vecinos para no ser reclamados legalmente a ocupar sus escaños.
La situación de conflicto continuó hasta que el día 25 se aprobó la medida en una primera votación, aunque se supone que no es la definitiva. Los funcionarios, que todavía seguían ocupando el Senado increparon a los senadores republicanos. Pero quizás lo que ha encendido las protestas en todo el país ha sido la intención de otros senadores conservadores de copiar la iniciativa de Walker. En todos estos estados, los funcionarios están protestando masiva y contundentemente, un poco al estilo de las revueltas en los países árabes (salvando las distancias, claro).
Lo cierto es que la crisis está golpeando muy duro a la economía de la principal potencia mundial y muchos están aprovechando esta coyuntura para aplicar las teorías neocon de menos estado, menos impuestos, menos sindicatos y más «libertad» (económica). Pero, evidentemente, ningún país funciona sin empleados públicos o con empleados públicos con menos derechos y salario. Los políticos que a lo largo y ancho no sólo de EEUU, sino de todo el mundo desarrollado (incluyendo a Zapatero) han llevado a efecto planes para recortar derechos a los funcionarios. En este sentido, la socialdemocracia parece aliarse con el liberalismo conservador para liquidar lo público. ¿Qué ocurrirá si la situación económica española persiste y el Partido Popular llega al gobierno?
No hay duda de que mi cadena favorita y casi lo único que veo es La 2. Me gusta ver documentales mientras como o ceno (único momento en el que me siento frente a la televisión). Los hay interesantes y otros algo menos. Lo malo es que la mayoría de ellos ya han sido emitidos varias veces en otros horarios y no parecen estar ordenados por ninguna temática. El caso es que la semana pasada a la hora de comer emitieron ‘Agua: Top Secret‘, un reportaje de Manfed Christ para la ORF (la televisión pública austriaca). Era la tercera vez que lo emitían, pero yo no lo había visto. En él se desgranaban aquellos supuestos misterios que encierra el líquido elemento, entre ellos la de la memoria del agua o la teoría de la revitalización magnética de Johann Grander.
Lo que más me llamó la atención del documental es la parcialidad a la hora de exponer estas polémicas y discutidas (cuando no descartadas) teorías. Se omitían las opiniones críticas y más parecía un publirreportaje pagado por Grander y su agua que un programa con sanas aspiraciones informativas. Sabéis que soy poco amigo de los fundamentalismos científicos o de los escépticos radicales, pero en este caso he de darles la razón: falta el otro lado de la moneda. El engaño se completa ofreciendo unos hechos como probados por la ciencia cuando no ha sido así.
En internet existen muchos artículos donde se critica la emisión de este tipo de reportajes. Pero para que cada uno saque sus conclusiones, aquí está el documental:
La noticia de la reducción de la velocidad máxima en autovía y autopista a 110 km/h es la excusa perfecta para hablar de nuevo sobre coches, ciudades, carreteras y civismo y sostenibilidad. Lo más inmediato, la medida anunciada el pasado viernes por el Gobierno para reducir el consumo de derivados del petróleo. Para resumir y no extenderme mucho, creo que es insuficiente. Según he estado consultando (yo no soy ningún experto), la velocidad óptima de conducción desde el punto de vista del consumo de combustible está, de media, entre los 90 y los 100 km/h. El ahorro con estos límites sí sería significativo. Por no hablar de que disminuiría el número de víctimas mortales en la carretera y también las emisiones de gases contaminantes.
Pero, evidentemente, existen muchos y muy poderosos grupos de presión en este sector, empezando por la industria del automóvil (más vale que empezaran a pensar en su reconversión en España antes de que ocurra como con la minería, los astilleros o la construcción) y terminando por la del petróleo. También la cultura del automóvil que tan fácil ha calado en la sociedad (un coche caro es sinónimo de alto estatus social) y que a algunas personas proporciona una sensación de poder que no tendrían en otras situaciones.
Al hilo de esta reflexión, se me ha ocurrido «desempolvar» las medidas que al respecto tomaría mi hipotético partido político:
Ya lo he dicho: Reducción de la velocidad máxima a 90 km/h en todo tipo de vías interurbanas. 30 km/h en vías urbanas.
Peajes para circular en los centros de las ciudades. Peatonalización y reducción de plazas de aparcamiento.
Reducción del precio de los billetes de tren de cercanías, media y larga distancia entre un 20 y un 40%. Si los ayuntamientos y las comunidades autonómas se unen, también aplicable a los autobuses urbanos y a los metropolitanos. Regulación de las tarifas de viajes interurbanos gestionados por empresas privadas.
Aumento drástico de los impuestos de matriculación de vehículos. Atendiendo a su consumo, índice de contaminación y volumen, este impuesto pudiera llegar a triplicar o cuadruplicar el importe del actual.
Subvenciones para la compra de bicicletas y otros medios alternativos no contaminantes.
Aumento de la edad legal para conducir a los 21 años. Endurecimiento de las pruebas de obtención del permiso de conducción.
Seguro que a muchos de vosotros os parecen medidas demasiado radicales. Efectivamente lo son, pero sólo de forma contundente es posible cambiar unos hábitos que están siendo muy perjudiciales para nuestro nivel de vida.
El Columpio Asesino es uno de esos grupos que siempre están en un discreto segundo plano pero que de vez en cuando nos proporcionan canciones memorables. Los navarros nos han regalado buenos temas, desde hace casi diez años (en 2003 lanzaron su debut en largo). Quizás, al menos en mi opinión, les faltaba completar un disco que fuera redondo. Hasta ahora los trabajos de la banda eran como cajones desastre donde todo tenía cabida, muchas veces este eclecticismo suponía una excesiva dispersión.
Su cuarto trabajo por fin es lo que estábamos esperando. Su facilidad para hacer temas delicados y con tendencia innata hacia la melodía tiene aquí toda la libertad que necesitaba. Eso no significa que ‘Diamantes’, que así se llama la obra, no sea un disco sórdido y oscuro, pero lo es de otro modo que sus anteriores discos. La sombra de la Velvet Underground, Cristina Martínez haciendo las veces de una Nico doméstica (escuchad ‘Corazón anguloso’, ‘Cisne de cristal’ y sobre todo ‘MGMT’) o esa instrumentación más luminosa y electrónica fruto de una producción bastante más limpia de lo habitual hacen que esta no sea precisamente una entrega rutinaria.
Pero sin dejar ese apego por las melodías brillantes, el disco también tiene canciones donde el grupo es más reconocible para sus antiguos fans. Ahí están por ejemplo el primer sencillo ‘Toro’, ‘Perlas’ o ‘Dime que nunca lo has pensado’, con un toque a lo Lagartija Nick. En cualquier caso, sorprende que sólo contenga nueve cortes, eso sí, todos ellos muy disfrutables. Para mí ha sido una agradabilísima sorpresa y sin duda uno de los discos nacionales del año. Os dejo con el clip de ‘Toro’:
Puede que a las nuevas generaciones esto les suene a cuento, pero los que llevamos décadas en el mundo de la informática hemos visto ya muchas cosas y podemos contar un montón de batallitas. Por eso los más jóvenes se sorprenderán cuando les diga que hubo un tiempo en que se publicaron revistas que contenían programas en lenguaje Basic y que tecleábamos en el ordenador (a veces eran páginas y páginas de código). Si el listado era un poco largo se solían tardar varias horas o incluso varios días. El trabajo de corrección de errores también era un poquito engorroso y aprendimos a ser minuciosos en la transcripción para evitar estos fallos y también –tal vez lo más importante– los fundamentos de programación que de tanto nos han servido en la carrera.
Por eso encontrarme con el blog MSX Basic Games, mantenido por Ryback, ha sido como viajar veintitantos años atrás en el tiempo. Lo que ofrece esta web son aquellos juegos publicados sobre todo en las revistas ya clásicas MSX-Club y MSX-Extra. Todos ellos eran originales enviados por los lectores. Algunos de ellos (vale que era muy simples) no tenían nada que envidiar a algunos videojuegos comerciales que por entonces se vendían en formato cassette. Otros, en cambio, dejaban mucho que desear y suponían una pequeña desilusión, bien porque no funcionaban o porque su pésima calidad lo hacía injugable. Si entonces había que copiarlos a mano en nuestros MSX, ahora con un simple clic de ratón podemos bajarnos la imagen .cas y cargarla en el emulador.
Estoy seguro de que a muchos, como me ha pasado a mí, os traerá un montón de recuerdos de cuando érais niños. Por último dar las gracias a Konamito por su estupendo sitio web, ya que a través de él estoy descubriendo un montón de nuevos recursos en castellano sobre el MSX.
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