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La bitácora personal de Ricardo Martín
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19 de enero de 2011

¿Servirá para algo el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales?

España seguía siendo uno de los pocos países europeos que carecían de la figura del organismo regulador de los medios audiovisuales. Veintiún años después de la liberación de los servicios de televisión, por fin el Ministro de la Presidencia, Ramón Jaúregui, ha anunciado la creación del Consejo Estatal de Medios Audiovisuales. Se trata de un organismo que viene previsto en el Título V de la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual [PDF]. A su vez, viene a desarrollar la posibilidad abierta en la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado. Queda definida en el artículo 45 de la LGCA como:

[…] autoridad independiente supervisora y reguladora de actividad de los medios de titularidad del Estado o que estén bajo su competencia, tiene por finalidad velar y garantizar el cumplimiento de los siguientes objetivos: El libre ejercicio de la comunicación audiovisual en materia de radio, televisión y servicios conexos e interactivos en las condiciones previstas en la presente Ley. La plena eficacia de los derechos y obligaciones establecidos en esta Ley: en especial todo lo referente al menor. La transparencia y el pluralismo del sector de los medios de comunicación audiovisual. La independencia e imparcialidad del sector público estatal de radio, televisión y servicios conexos e interactivos, y el cumplimiento de la misión de servicio público que le sea encomendada.

Los miembros del CEMA serán elegidos por el Congreso de los Diputados por mayoría de 3/5, con lo que se garantiza la independencia del organismo. Pero ¿Significa esto que por fin se va a regular la emisión de determinados contenidos ofensivos o insultantes? ¿Se acabará con la telebasura? Personalmente lo dudo mucho. A pesar de que la ley incluye claramente un régimen sancionador (Título VI), me temo que para lo único que va a servir es para crear más polémica. De hecho, sin ir más lejos, los medios de la ultraderecha (Hazte Oír, Libertad Digital o Intereconomía entre otros) ya la están tachando de censura y «ley mordaza». Será porque ellos tienen mucho que perder…

De lo que no me cabe duda es de que hay que establecer unas reglas del juego dentro de la jungla que son hoy día los medios audiovisuales, sobre todo radio y televisión, y tiene que haber una institución autónoma e imparcial que garantice y nos defienda con esas reglas, tal y como existe en todo país homologable al nuestro. Pero su efectividad real, lamentablemente, está por ver. Si se aplica bien y con rigor funcionará, pero si no se quedará como otra bonita organización sin poder real. El tiempo lo dirá.

18 de enero de 2011

Urbanismo mejorable en Cáceres

Como incansable caminante urbano que soy, suelo fijarme mucho en cómo están organizadas las ciudades y en cómo se regula la convivencia –siempre difícil– entre peatones y automóviles. Llevaba tiempo queriendo escribir sobre cómo se enfoca este tema en Cáceres. Existen muchas zonas desaprovechadas por una mala planificación, como aceras amplias que apenas se utilizan y que parece que se idearon sobre el papel más que en la experiencia de lo práctico. No obstante, casi todos los problemas e inconvenientes que encuentro en esta ciudad pueden ser aplicables a la mayoría de urbes españolas. Vamos con un pequeño repaso:

  • Ubicación arbitraria de pasos de peatones. No es exclusivo de Cáceres, pero a menudo me he encontrado con tramos de calle de más de 200 metros, con intersecciones incluidas, sin un solo paso para que crucen los peatones. Otras veces, estos pasos están situados en lugares caprichosas, lejos de las plazas y de los cruces.
  • Mobiliario urbano y árboles que obstaculizan el paso. El problema ya de por sí incoveniente de las aceras estrechas hay que unir el afán de los ayuntamientos por salpicar la vía con árboles, farolas, papeleras o contenedores que ocupan buena parte de la zona destinada al paso de personas. Para colmo, cuando los árboles crecen levantan el pavimento con sus raíces, siendo doble obstáculo, sobre todo para personas con poca visibilidad. Conclusión, los árboles y las farolas sólo si se habilita una zona especial para ello.
  • Carril bici de verdad. Hoy en día sólo hay carril bici como tal en las afueras de la ciudad. En el centro no sólo no es recomendable el uso de la bicicleta, sino que puede llegar a ser una actividad de riesgo ante la falta de señalización y de zonas habilitadas para el paso de ciclos. Cáceres cuenta con avenidas lo suficientemente amplias como para permitir un carril bici (Isabel de Moctezuma, Avenida de la Hispanidad o Paseo de Cánovas por poner sólo algunos ejemplos.
  • La peatonalización pendiente. Cáceres es una de las ciudades que conozco que menos zonas peatonales (o mixtas) que conozco. Salvo la ciudad monumental y el entorno de la Plaza Mayor apenas hay calles peatonales. Los coches invaden hasta las calles más estrechas y sinuosas.
17 de enero de 2011

Visiones de Madrid (VI): Azotea del Círculo de Bellas Artes

Como es obvio, los lugares elevados son los mejores para divisar un paisaje. Si hablamos de una gran ciudad como Madrid, mucho más. A la espera de la reapertura del Faro de Moncloa y de que los rumores sobre la inauguración de un mirador de la Torre de Cristal, uno de esos lugares sigue siendo la azotea del edificio del Círculo de Bellas Artes. Por el módico precio de 2 euros se puede visitar. Si no habéis estado os lo recomiendo.

Las vistas del centro de Madrid desde allí, como se puede ver en el vídeo que he hecho dentro de la serie ‘Visiones de Madrid’, son espectaculares. A nuestros pies podemos contemplar la calle de Alcalá, el inicio de la Gran Vía, la Carrera de San Jerónimo, el Museo del Prado o el Parque del Retiro. Espero que os guste. También en mi web de fotos Cromavista también encontraréis dentro de la galería dedicada a Madrid algunas fotos realizadas desde aquí.

16 de enero de 2011

‘City of Life and Death (Nanjing! Nanijing!)’

El cine chino evoluciona a la vez que lo hace su sociedad. De las pequeñas y delicadas películas de los ochenta y noventa a las grandes superproducciones que no reparan en medios ni gastos. El intento de llevar el cine de la superpotencia oriental al gran público occidental se ha conseguido, aunque a medias. ‘City of Life and Death’ (‘Ciudad de Vida y Muerte’) (2009) es una producción pensada, diseñada y rodada bajo los cánones occidentales. Sus referentes, que aparecen en casi todas las críticas que he leído, son ‘La Lista de Schindler‘ de Steven Spielberg, aunque sea más por las formas que por el fondo. El fondo es precisamente un episodio histórico reciente, pero prácticamente desconocido en occidente: la ocupación japonesa de Nanjing en 1937.

La película se centra en el horror, en la arbitrariedad de la guerra durante esta ocupación. Ambos contendientes son retratados con todos los matices necesarios. Si los japoneses son los malos es porque son la potencia ocupante, no porque intrínsecamente lo sean. Por tanto, y según avanza la película, el peso de la culpa y los remordimientos van haciendo mella sobre todo en su principal mando. Las atrocidades cometidas contra el pueblo chino tampoco se justifican pero Lu Chuan, el realizador del film, ha preferido tomar un punto de vista bastante neutral al respecto. De hecho, entre los observadores internacionales que aparecen en la película (aunque apenas juegan un papel determinante en su desarrollo) existe un enviado de la Alemania nazi que es retratado como un hombre bueno y humanitario que sólo pretende defender a la población civil de los desmanes del ejército imperial japonés.

Formalmente, la cinta no se sale de los cánones «oficiales» de la cinematografía más tradicional. Se echa de menos un poco más de riesgo o quizás un acercamiento más profundo a los personajes individuales más que a la colectividad. Incluso las figuras centrales son casi un esbozo. De ahí que el espectador no consiga establecer un vínculo emocional que «aligere» el innecesariamente largo metraje de la cinta (129 minutos). A destacar el uso de una impresionante y bellísima fotografía en blanco y negro para destacar el dramatismo y la sombría sensación de muerte que sobrevuela a lo largo de toda la película. En definitiva, ‘City of Life and Death’ es una gran película, pero que adolece de los defectos típicos de las superproducciones occidentales. No obstante cuenta con muchas secuencias memorables, especialmente al final, con el desfile triunfal de unas enajenadas tropas japonesas sobre la ciudad que provoca miedo. Recomendable.

15 de enero de 2011

El seguro de vida de Julian Assange

Ya no hay duda que el asunto de Wikileaks está revolucionando el panorama de las relaciones diplomáticas internacionales y cómo los ciudadanos reciben una información –aunque sea seleccionada por un medio de comunicación– que de otro modo nunca conocerían y que tienen derecho a saber. Desde que Julian Assange fuera detenido el pasado mes de diciembre, muchos tenemos en mente un nombre, casi como si fuera un código: insurance.aes256. Como indica su nombre, se trata de un seguro de vida, el de Assange. Siguiendo sus indicaciones, si algo le ocurriera al fundador de Wikileaks se proporcionaría la llave (una clave pública) que descifraría el archivo.

A ciencia cierta muy poca gente sabe lo que contiene ese documento de casi 1 GB y medio, así que todo son especulaciones. Según unos alberga unos 200 000 documentos filtrados por la diplomacia entre 2004 y 2010 y según otros trata temas concretos, como información no conocida por el gran público sobre los hechos que tuvieron lugar en la explosión de la plataforma petrolífera de BP en el golfo de México o confidenciales sobre la base norteamericana de Guantánamo y la guerra de Afganistán. Pero realmente todo podría ser un farol. Quizás la inteligencia norteamericana ya haya conseguido romper el cifrado AES de 256 bits –el más avanzado e inexpugnable del momento–… o tal vez no.

Lo interesante del archivo insurance.aes256 es que cualquiera con conexión a internet puede descargárselo libremente a través de varios métodos. Basta con buscar el nombre del fichero en cualquier buscador y seguir las instrucciones. Pero recordad que si no se libera la clave no se puede mirar su contenido. A muchos todo esto nos puede parecer digno de una películas de espías, pero es el mundo real… ¿Si no le ocurre nada a Assange se terminará publicando la clave?

14 de enero de 2011

Ha muerto Trish Keenan, la vocalista de Broadcast

Las cosas se ha precipitado. Si las primeras informaciones sobre la neumonía que padecía Trish nos llegaban hace tan sólo unos pocos días, hace escasas horas he conocido la noticia de su fallecimiento en el hospital donde estaba siendo tratada. Todos los que seguís mi blog y en especial las entradas sobre música sabéis que Broadcast era uno de mis principales referentes y quizás mi grupo favorito en activo. No se prodigaban mucho en los medios ni siquiera daban grandes (en tamaño me refiero), pero consiguieron hacerse con un grupito de fans incondicionales entre los que estoy yo.

Broadcast, no sólo musicalmente, sino también formalmente, siempre me parecieron un grupo ideal, perfecto. En lo estético y en lo musical siempre se movieron entre las imágenes alucinadas de la psicodelia, el retrofuturismo y el experimentalismo pop y nos entregaron varios trabajos inolvidables. En mi reciente repaso por lo mejor de la pasada década, Broadcast coparon los segundos puestos en mejores discos y mejores canciones del decenio. ‘The Noise Made By People’ es un hito irrepetible de los 2000s y algunos de sus primeros temas, como ‘Message from home’ o ‘The book lovers’, me atraparon irremediablemente para siempre.

Mi primer contacto con la banda de Trish Keenan fue a través del programa ‘Viaje a los Sueños Polares’ de Los 40 Principales, del que ya he hablado aquí en otras ocasiones. Luis (Calvo, de Elefant Records) y Joako Ezpeleta presentaron allá por 1996 una banda británica de Birmingham con un enigmático sonido sixtie, sintetizadores analógicos y una voz embrujadora, la de Trish. Por entonces yo estudiaba en Salamanca y aún había buenas tiendas de discos donde encontrar –o al menos encargar– de todo sin que te llamaran raro. En 1997, tras tres o cuatro meses de espera (o a mí los parecieron) por fin pude hacerme con su disco de debut, ‘Work And Non Work’, una colección de sencillos que incluía todas aquellas grandes canciones que había escuchado en la radio.

Cada cierto tiempo sabía que tenía una cita con su música. Cada nueva entrega solía demorarse dos o tres años, pero siempre llegaba. Después de ‘Work and Non Work’ vino su verdadero debut, el brillantísimo e imprescindible ‘The Noise Made By People’ al que seguirían obras muy interesantes, aunque quizás más oscuras y menos pop como ‘Haha Sound’ (2003) y ‘Tender Buttons’ (2005). En 2006 lanzaron ‘The Future Crayon’, una recopilación de caras B. Salpicaron su trayectoria con algunos discos experimentales, como los de la serie ‘Microtronics’ en 2003 y 2005 o el que publicaron junto con The Focus Group en 2009 bajo el título de ‘Broadcast and The Focus Group Investigate Witch Cults of the Radio Age’. Nos queda pendiente saber qué ocurrirá con el nuevo y esperadísimo disco de la banda. Si se publicará o quedará en el limbo para siempre. Por mi parte, al arrepentimiento de no haber ido a verlos en el concierto que dieron en la Sala Caracol de Madrid en 2000, muy cerca del piso donde yo vivía por entonces, está el de no poder verlos ya nunca más en ningún otro concierto…

Para finalizar este post homenaje a Trish, la lista de los siete artículos que, de una forma u otra, he escrito sobre Broadcast:

Y ahora sí, ya terminamos con los dos únicos clips oficiales que publicaron, ambos de su disco ‘The Noise Made by People’. Son ‘Papercuts’ y ‘Come on let’s go’:


Una actuación televisiva en directo con el tema ‘Winter now’ de su disco ‘Haha Sound’:

13 de enero de 2011

‘The Walking Dead’

¿Puede ser realista una serie basada en una novela gráfica sobre zombis? Esta pregunta me la he hecho nada más ver el primer episodio de ‘The Walking Dead’. Esta producción de la AMC ha sido una de las teleseries más aclamadas por público y crítica en la pasada temporada. La respuesta no la tengo muy clara, ya que partir de un escenario ya elaborado puede ser muy tramposo. El planteamiento inicial de un mundo infectado de muertos vivientes que campan a sus anchas por ciudades y campos de todo el planeta es totalmente inverosímil, pero claro, es un cómic. Sin embargo, el desarrollo es absolutamente realista y llevando los detalles (sobre todo de anatomía humana) hasta sus últimos extremos.

Los zombis de ‘The Walking Dead’ son de manual. Muertos en diferentes grados de putrefacción y desmembración, movimientos torpes y mecánicos y gruñidos por toda conversación. No pueden conducir vehículos, disparar armas u organizarse más allá que lo que le dictan sus instintos antropófagos. ¡Si ni siquiera pueden subir escaleras! Además la forma de contacto es necesariamente mediante mordiscos (como Drácula) o arañazos. Con todos estos datos, el hecho de que el mundo prácticamente se haya convertido en un planeta zombi se me hace un poco complicado de creer.

Tal vez por eso me parece absurdo que el grupo de supervivientes (nunca mejor dicho) protagonistas de la serie estén huyendo continuamente de los pobres zombis y montando campamentos en montes boscosos de poca visibilidad en vez de en campos amplios o en islas (los muertos vivientes tampoco saben nadar ni manejar barcos). Incongruencias aparte, ‘The Walking Dead’ está repleta de tópicos, uno detrás de otro. Los mismos tópicos de que adolecen la mayoría de los mediocres productos de ficción norteamericanos. En definitiva, si aún no la habéis visto y después de leer esto queréis verla, con visionar el primer capítulo y el último es suficiente. Los cuatro de enmedio os los podéis ahorrar e invertir vuestro precioso tiempo en otra cosa.



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