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La bitácora personal de Ricardo Martín
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14 de junio de 2010

¿Es exportable el modelo económico noruego?

Ya sé que con este titular algunos pensarán que bastante tenemos con solucionar lo nuestro. De acuerdo. Pero el otro día leí un reportaje en El País sobre la economía noruega. Como sabréis, el país nórdico es el estado con el IDH más alto del mundo. Un país cuya economía está muy diversificada y donde el sector público tiene un peso claramente determinante y se encuentra presente en todos los aspectos de la vida de los noruegos y de sus empresas. Puede parecer contradictorio que, mientras el país tiene una de las reservas de gas y petróleo más cuantiosas de Europa, también sea puntero en nuevas formas de producción de energía (especialmente la eólica y la hidráulica) y produzcan toda su energía a través de estos métodos. Ya lo vimos con el caso de la central de energía osmótica, promovida por la empresa estatal de electricidad Statkraft.

Socialmente, Noruega es un país incontestable. Cuenta con todas las ayudas por parte del Estado imaginables y algunas inimaginables. Por ejemplo, a los estudiantes universitarios se les asigna una paga de unos 600 euros mensuales durante el tiempo que dure su carrera. Esa cifra aumenta si tiene que desplazarse a otro lugar del país. La inmensa mayoría de los servicios son públicos (incluso las tiendas que venden alcohol de alta graduación o Vinmonopolet son propiedad del Estado). Y por cierto, las empresas también tienen sus obligaciones para con sus empleados, como reservar el puesto de trabajo durante el tiempo necesario (a veces incluso años) a la madre que acaba de tener un hijo. Es evidente que el dinero para pagar todo eso no sale de la nada. Los noruegos tienen una presión fiscal que va del 20% para las rentas más bajas, al 50% para las más altas. Pero, y esto es una de las claves, se confía en el sistema. Tanto el Estado en los ciudadanos como viceversa.

A pesar de los muchos cambios de los diferentes gobiernos, tanto la mayoría de izquierdas (Partido Laborista e Izquierda Socialista) que ha gobernado el país la mayor parte de estos años (de hecho lo hace ahora mismo) como de derechas (Partido Conservador) han mantenido intactas todas estas políticas indiscutiblemente progresistas y sociales. Apenas ha habido cambios desde el fin de la segunda guerra mundial.

Pero, ¿Es exportable este modelo tan idílico? Evidentemente tal cual no. En el caso de España tenemos muchas cosas que los noruegos envidiarían. Más de las que nos imaginamos. La calidad de vida, nuestro particular –y desgraciadamente cada vez más precario– estado del bienestar (especialmente la sanidad), ha sido la envidia de algún que otro país. Pero también es cierto que nuestro carácter, nuestra idiosincrasia y nuestra forma de ver la vida poco o nada tiene que ver con las de aquellas latitudes. Asuntos como la corrupción, la economía sumergida, la picaresca que trata por todos los medios de engañar al Estado (porque creemos en base a falsas percepciones que éste nos engaña a nosotros), la poca cultura empresarial y, en general, la falta de criterio en muchos temas, hacen que sea muy complicado tomar iniciativas al estilo nórdico.

El Gobierno del PSOE ha intentado a lo largo de estos seis años aprobar leyes que nos acerquen a los logros sociales no ya nórdicos, sino del otro lado de los Pirineos. Los resultados han sido dispares. Leyes que fomenten la igualdad entre hombres y mujeres, matrimonio homosexual, reforma de la ley del aborto, la ley de dependencia o la de libertad religiosa son solo algunos ejemplos que han tenido sonada contestación en los sectores conservadores, muchos de ellos lastrados por un catolicismo que tiene mucha culpa de nuestro retraso social. Al hilo de esto, Noruega es uno de los países con menos apego a la religión del mundo, situándose en el cuarto lugar por detrás de Suecia, Vietnam y Dinamarca (apenas un 10% asiste regularmente a oficios religiosos) y las celebraciones de esta índole son eminentemente privadas.

Es posible que dentro de treinta, cuarenta o cincuenta años estemos preparados para adoptar medidas que realmente vayan en beneficio de la libertad de todos, del bienestar de ciudadanos y trabajadores y donde el sentido de comunidad y de solidaridad hagan de este un país algo mejor. ¿Una Utopía digna de Tomás Moro? Quizás, pero sin duda es la dirección que tenemos que seguir. Al menos mis ideales van por ahí.

13 de junio de 2010

‘Vacaciones de Ferragosto’

Ferragosto es una fiesta precristiana muy popular en Italia que se celebra el 15 de agosto. Aunque el sincretismo cristiano asumió la celebración como suya, representaba originalmente el fin de las tareas agrícolas. En este contexto, Gianni di Gregorio dirige y protagoniza ‘Vacaciones de Ferragosto’, una peculiar producción italiana de 2008 al más puro estilo del Nanni Moretti de ‘Caro Diario’. Tanto que a veces no me pregunto si no llega hasta el plagio. Lo cierto es que Di Gregorio no le llega a Moretti ni a la suela del zapato. El resultado es una historia amable e inofensiva, pero con la que es difícil empatizar, quizás por lo increíble de las situaciones que nos presenta y cuyo guión deja algunos cabos sueltos (¿Por qué bebe tanto el protagonista y por qué se muestra tan insistentemente a lo largo de la película? o ¿Para qué el médico detecta en Gianni una angina de pecho estable, qué aporta eso a la historia?). En fin.

En el Trastevere romano, Gianni, un parado solterón que vive junto a su madre viuda, se disponen a pasar una tranquila festividad de ferragosto. Pero las cosas se complicarán cuando el administrador del edificio le pide, a cambio de hacer la vista gorda sobre algunas facturas de la luz impagadas y otros gastos, dejar a su madre y a su tía en casa hasta que pasen las fiestas. Tras algunas dudas, Gianni accede. El médico también le propone lo mismo. Al final se encontrará con cuatro ancianas en casa por las que se desvivirá, dando lugar a situaciones kafkianas y divertidas.

La película, tal y como dije antes, tiene un aire morettiniano que tira para atrás, pero también parece deudor a veces del gran Fellini (¡sacrilegio!), aunque se queda por el camino. ‘Vacaciones de Ferragosto’ es un film algo soso, al que le falta ingenio, situaciones verdaderamente brillantes. Tal vez el personaje que más juego da sea, junto con la propia madre de Gianni, su amigo, llamado El Vikingo, que protagonizan alguna de las mejores escenas de la película. En conclusión, una película inocua y amable a la que se le echa de menos un poco más de mala leche.

12 de junio de 2010

El Principado de Seborga

Como aficionado a los países imaginarios, micronaciones y demás hierbas, siempre he seguido las andanzas de esos territorios, bien físicos o bien ideales, que proliferan en internet. Hay una categoría dentro de este submundo que me parece especialmente curioso. Se trata de las micronaciones o microestados. Se trata de países con territorio real ubicado en un determinado lugar del planeta que han proclamado su independencia de facto aunque sin el reconocimiento de la comunidad internacional y, probablemente, de algunos de sus conciudadanos.

El caso del Principado de Seborga es uno de los más particulares, ya que cuenta con una larguísima historia que avala sus pretensiones de independencia. Seborga es un pueblecito italiano situado en la región de Liguria, en la costa mediterránea, muy cerca de la frontera francesa y de otro principado (exitoso en este caso) como es el de Mónaco. Tiene una población de algo más de 300 habitantes y un territorio cercano a los cuatro kilómetros cuadrados. Los antecedentes de Seborga no son muy diferentes de otros microestados como San Marino, el micropaís independiente en el interior de la península italiana.

La historia dice que las primeras referencias a Seborga datan del 954, fecha de su fundación, tras ceder el terreno hasta entonces pertenenciente al condado de Ventimiglia, a unos monjes que allí fundaron un monasterio. El abad convirtió el lugar en principado independiente (estado feudal) en 1079. El estado continua hasta 1729, cuando el principado es vendido al Reino de Piamonte-Cerdeña. Los actuales responsables de Seborga aducen que no existe ningún documento que avale esta transacción, con lo que no puede asegurarse que se realizó la venta. La situación es, acorde con el derecho internacional, curiosa y puede calificarse casi de vacío legal. Tampoco en el acta de unificación del Reino de Italia en 1861 se hace mención al Principado de Seborga.

La reivindicación moderna de la soberanía de este territorio data de los años 60, cuando Giorgio Carbone, un empresario local, tras investigar la historia de Seborga decide proclamar unilateralmente la independencia del principado. En 1963 se proclama el Principado de Seborga y sube al «trono» como Giorgio I, quien estuvo gobernando hasta su muerte en 2009. Le sucedió un regente, Alberto Romano, hasta que Marcello I fue coronado el 25 de abril de este mismo año. En contra de lo que pudiera parecer, los seborgianos se han tomado muy en serio su estatus. La prueba fue el referendo popular que tuvo lugar en 1995. 305 de sus habitantes votaron a favor de la independencia de Italia y sólo 4 en contra. Tienen sus propias matrículas en los vehículos (aparte de la italiana oficial, claro), su propia moneda, el luigino (aunque el euro es el de curso legal), sus sellos y su cadena de televisión. Pero esto no es obstáculo para que Seborga cumpla con las leyes italianas igual que cualquier otro municipio. Tiene la misma organización local que otros lugares y, más allá de sus peculiaridades, pagan los mismos impuestos y participan en las elecciones regionales y nacionales.

La presencia del Principado de Seborga en internet es bastante extensa e interesante. Aparte de las entradas en la Wikipedia (recomendable la entrada en inglés, mucho más completa que en castellano), el principado cuenta con varias webs. La del «Ministerio de Asuntos Exteriores» tiene bastante información. Seborga Times es un blog con algunas de las noticias más importantes que suceden en el lugar y también otra web del departamento de turismo de la localidad.

Para terminar, un pequeño reportaje sobre Seborga realizado en 2007, antes de la muerte del príncipe Giorgio I:


First Prince of SeborgaThe funniest bloopers are right here

11 de junio de 2010

‘Mapa Sonoro’: Aún hay esperanza

Descubrimientos como ‘Mapa Sonoro’ me hacen tener esperanza aún en la televisión, al menos en una televisión que se salga de lo típico, de la telebasura y de los programas simples y facilones. Y si el espacio es sobre cultura musical, se dedica al panorama independiente, y se hace con criterio, con talento y con seriedad, ya es el colmo. Hace unos pocos días descubrí este atípico programa que comenzó a emitirse en junio del año pasado en Cultural.es, el canal temático de Televisión Española destinado a las plataformas de pago recientemente cerrado, y que ahora está emitiéndose en La 2 los lunes a las 19.30 de la tarde.

No he visto todavía más que cuatro de estas emisiones, y contiene momentos impagables, como la visita a la redacción de Rockdelux, ver a Juan de Pablos corriendo por los pasillos del metro de Madrid, a Francisco Nixon tocando ‘Inditex’ delante de una tienda de Zara, a Kiko Amat buscando discos en una tienda de Barcelona o a Los Planetas y Antonio Arias de Lagartija Nick de bares por Granada. El formato del programa también me ha gustado, con una realización en primer plano cámara en mano, sin presentador (sólo una voz en off), y donde se destaca el concepto de viaje como parte del propio programa, un poco en plan road movie. De ahí el nombre de ‘Mapa Sonoro’. Todo ello con un excelente buen gusto y una estética muy cuidada, al estilo de otros programas culturales de TVE como ‘Página 2’.

En la web de la cadena pública pueden verse los 15 capítulos emitidos hasta la fecha. Sin duda es la iniciativa musical en televisión más importante e interesante de los últimos quince o veinte años (quizás desde los tiempos de ‘Plàstic’) y me ha recordado a aquellos espacios que se realizaban en los ochenta, donde las formas eran pura creatividad y el fondo no lo era menos. Es una pena que yo, que más o menos me gusta estar al tanto de programas de este tipo, no me haya enterado hasta casi un año después del comienzo de su emisión. Una emisión por otro lado restringida hasta ahora a la televisión de pago. Hace falta más difusión…

10 de junio de 2010

Sobre la nueva temporada de ‘Doctor Who’

El pasado mes de abril se estrenó en la BBC británica la quinta temporada de la nueva etapa (conocida como la del 2005 frente a la antigua de 1963) de ‘Doctor Who’. A juzgar por lo que he visto, en la cadena pública de las islas ha tirado la casa por la ventana y se ha esmerado en esta andadura con nuevo Doctor incluido. Si bien una vez vistos los cinco primeros episodios no he encontrado a nivel argumental ninguna novedad destacable, estéticamente sí que ha habido cambios de cierta entidad. Pero vayamos por partes.

La elección del nuevo Doctor. Al final de la segunda parte del especial navideño ‘The End of Time’ ya vimos la rápida transformación del antiguo Señor del Tiempo (uno de los mejores doctores interpretado por David Tennant) en el nuevo (Matt Smith). Aún es pronto para tener una opinión clara, pero lo cierto es que este tercer Doctor de la nueva etapa es menos anárquico y alocado, ciertamente un poco más oscuro y de vestimenta más clásica, chaqueta de cuadros y pajarita incluido. Es curioso, pero hemos ido de la chaqueta de cuero de Christopher Ecclestone en la primera temporada a un atuendo cada vez más conservador. En cualquier caso sí que parece un digno sucesor que (esperemos) dé bastante que hablar. También me ha llamado la atención que su inseparable destornillador sónico haya cambiado su color del azul al verde ¿Algún significado oculto?

La nueva estética. No sólo el doctor es nuevo. La TARDIS también se ha regenerado. Su interior, y sobre todo sus mandos siguen siendo igual o más estrambóticos. Me ha gustado ese disparador de bolas en plan flipper o esa añeja máquina de escribir, o esos monitores «vintage». Exteriomente sigue igual que en primer episodio de 1963, aunque (quizás culpa de la alta definición) se ve más «nueva», más limpia. Los efectos especiales también parecen ahora mejores, aunque personalmente no me parece de lo más importante.

La nueva compañera. Amy Pond (Karen Gillian) es ni más ni menos que la compañera número 43 del Doctor y probablemente la mejor de la nueva etapa. Con esto no quiero desmerecer a Rose Tyler (Billie Pipper), a Martha Jones (Freema Agyeman) ni a la entrañable Donna Noble (Catherine Tate), pero Amy promete darnos muchos buenos momentos con las referencias reivindicativas hacia su Escocia natal, su inteligencia y, por supuesto, con su belleza deslumbrante (qué superficial soy).

Hay otros muchos temas de los que podría hablar, pero soy consciente de que la mayoría (espero que no todos) no habéis visto nunca un episodio de la serie y probablemente no os interese lo más mínimo. Así que para terminar os dejo con un vídeo de la nueva cabecera, mucho más bonita que la anterior.

9 de junio de 2010

Vídeo: Mi semana de vacaciones por Cádiz y Málaga

La última semana de mayo la he dedicado a desconectar del mundo rutinario. Es verdad que normalmente no me gusta salirme de ese cómodo carril que es la vida cotidiana, pero a veces viene bien hacerlo. Durante ese tiempo he visitado algunos de los lugares más interesantes de la provincia de Cádiz y un poco de la de Málaga. Concretamente he estado en Gibraltar y La Línea, Algeciras, Tarifa, los pueblos blancos y Castellar de la Frontera, Ronda, Marbella (un poco de pasada) y Cádiz capital. Es complicado quedarse sólo con un sitio, pero me ha sorprendido especialmente la ciudad de Cádiz. Pero en general fue una lástima disponer de tan poco tiempo para recorrer una zona para la que se necesita mucho más tiempo. Por eso muchos de los lugares emblemáticos de cada visita no están en el vídeo. Aunque claro, más vale una visita apresurada que no ir. En el tintero quedaron los viajes al otro lado del estrecho (Ceuta o Tánger) o la ciudad de Málaga, pero materialmente no había más tiempo.

El vídeo, tal y como digo en la cabecera de apertura, es un resumen de todo ese material grabado con mi EOS 550D mientras tiraba fotos de todos aquellos lugares. Cada día al volver al hotel y revisar la información en el portátil me daba cuenta de que en muchas ocasiones había dedicado más tiempo a hacer vídeos que a fotografiar. No era algo previsto, pero al final surgió así. Lo que aquí os presento no son más que pequeños fragmentos para que el resultado final sea un poco más ágil y no aburra. Esa era la idea: que fuera un vídeo ameno y no muy largo. El montaje partió de casi 400 clips en formato 1080p a 24 fotogramas por segundo de diversas duraciones, luminosidades y calidades. Muchos tuvieron que ser descartados sobre todo por su inestabilidad. Es lo que tiene filmar con una cámara de fotos: requiere práctica, temple, tiempo y, si es posible, una barandilla, un mojón de piedra o un muro donde apoyarse. De todos modos, muchas de las secuencias grabadas cámara en mano no han salido tan bien como quisiera.

La música, como siempre me pasa, es el aspecto que más quebraderos de cabeza me ha dado. Como dije el otro día, desde el primer momento quise usar temas de Paco de Lucía, que era lo que mejor le iba. Pero, como ya sabréis los que seguís este blog, tuve algunos problemas con los derechos de autor en YouTube, así que cambié este servicio por el que me proporcionaba Vimeo. Reduciendo algo la calidad del vídeo conseguí que cupiera todo en un solo clip sin sobrepasar la limitación de 500 Mb que tiene. Por tanto el vídeo que vosotros veréis está reducido a 720p.

Así que ya sólo me queda ofreceros este clip de algo más de diez minutos y que ha sido mi desvelo en los últimos días. Espero que os guste. NOTA: No soy responsable de los saltos y los cortes de imagen que se producen a veces. Imagino que dependerá de la potencia del ordenador porque el archivo original antes de subirlo va perfectamente fluido.

8 de junio de 2010

Esperado fracaso

Todo apunta a que la huelga general que está teniendo hoy lugar entre los empleados públicos está haciendo aguas por todas partes. No hay ningún dato que indique que el paro haya sido no ya total ni masivo, sino simplemente que se haya notado en algo. Por aquí sólo algunos sindicalistas con banderas de sus diferentes organizaciones que a lo largo de la mañana han pululado de aquí para allá sin demasiado éxito. De hecho, a pesar del malestar que han provocado las medidas de recorte del Gobierno contra nuestros sueldos, no conozco a nadie que haya secundado el paro ni a nadie que conozca a alguien que hoy no haya ido a su puesto de trabajo.

Desde primera hora me estado preguntando sobre el por qué de esta baja afluencia. Las respuestas parecen bastante evidentes. Por un lado, la mayoría consideramos que la huelga es una medida inútil y que sólo sirve para perder un día de sueldo y complementos. Para alguien como yo eso supone más o menos dos meses de los futuros recortes. Pero, y esto ya no lo comparto, el principal motivo de que la huelga haya fracasado es la poca o nula confianza en los sindicatos. Las campañas que muchos medios de comunicación han vertido sobre ellos han hecho mella en mucha gente trabajadora que ya no considera a las organizaciones sindicales como sus legítimos representantes.

Por mi parte, ya sabéis que hay formas más inteligentes de protestar. La principal de ella es la huelga de consumo, que eso sí que afecta a los mercados, comprando sólo aquellos productos indispensables para la vida diaria. Adiós a los caprichos, a los gastos superficiales, a la compra de discos y libros y reducir al mínimo el gasto en ocio. Creo que si muchos siguieran como yo esta medida sería infinitamente más efectiva que una simple huelga. No es una idea mía, ya hay unos cuantos grupos en Facebook y gente como Attac ya apoya medidas de este tipo como la huelga de consumo convocada para el próximo 15 de junio o incluso un par de ellas dirigidas especificamente para que la secunden los empleados públicos. La más numerosa de ellas ya tiene más de 400 seguidores.



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