rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
11 de abril de 2010

La estafa estereoscópica

La idea de que el cine es una industria y, en general, considerar sistemática el arte como un negocio siempre me ha parecido un gran error. Es muy complicado compatibilizar una actividad económica rentable con una actividad artística completamente libre, original e independiente de las corrientes sociales predominantes. El cine, como arte que es, es un medio de comunicación del artista (en este caso un conjunto más o menos grande de ellos) para expresar una idea. Hollywood hace décadas que perdió el rumbo y anda como pollo sin cabeza buscando el filón más rentable y dejando a un lado la parte creativa. La cartelera se llena de refritos de clásicos, de argumentos manidos y, últimamente, de películas tridimensionales, en 3D o estereoscópicas (que cada uno elija el nombre que más le guste).

Hace unos meses probé el invento yendo al cine a ver la última producción de Pixar, ‘Up’ (por cierto, pagando un plus sustancioso por la entrada). Me divertí y la sensación de relieve estaba bastante conseguida pero me surgió una duda, ¿Sería igual de atractiva la película en dos dimensiones? Bueno, quizás este caso no sea el mejor. No estuvo nada mal. Pero, ¿esto es cine o queremos convertirlo en un simple espectáculo donde las formas valen mucho más que el fondo? De un año para acá todo lo que sea imagen tridimensional se ha puesto de moda. No sólo el cine. Ahora nos quieren vender televisores 3D, el mundial de fútbol se emitirá en 3D. ¿De verdad tendrá éxito o será algo pasajero? Yo soy de los que piensan que todo pasará y que ni se venderán televisores tridimensionales ni el cine estereoscópico se quedará mucho tiempo. De momento la gente está pasando por el aro, pero veremos si el fenómeno aguantará el impacto de la novedad.

El otro día, el diario El País publicaba un reportaje precisamente sobre un aspecto de este tema. Bajo el título de «El timo de la estampita en 3D», se comenta que los estudios de Hollywood «convierten» a 3D películas ya estrenadas y que inicialmente no estaban ideadas para ello con el sólo objetivo de servir de reclamo para los espectadores y, de paso, subir el precio de las entradas. ¿Qué no harán para mantener intacto su pedazo de la tarta?

10 de abril de 2010

Canon EOS 550D: Primeras impresiones

Llevo apenas 24 horas probando mi nueva cámara y ya estoy en disposición de comentar al menos las primeras impresiones. Tras tres años con mi Nikon D40, de la que estoy muy contento, me he pasado al otro lado. La elegida ha sido la Canon EOS 550D, con características muy superiores (lógicamente) a la D40. A saber: sensor de 18 megapíxeles, idéntico al de la 7D, grabación de vídeo a 1080p y 24, 25 o 30 fotogramas, controles manuales en modo vídeo, etc. En cuanto al objetivo, elegí el popular Tamron 18-270mm.

Nada más cogerla, la primera idea que se me pasó por la mente es que los acabados de Canon (al menos en la gama media) son peores que en mi antigua Nikon. Los materiales dan la sensación de ser de peor calidad y algunos elementos parecen «desajustados». Sobre todo me refiero al botón de disparo y al dial, que me han resultado algo endebles. No cabe duda de que sólo era una sensación. En cuanto la puse en marcha y comencé a hacer fotos con ella cambié de opinión y se me olvidó todo lo demás. La EOS 550D le da veinte mil vueltas a la Nikon D40, sobre todo en cuanto a rapidez de funcionamiento. Todos los controles responden de forma inmediata y la sensación general es la de estar ante una máquina muy rápida y muy potente en todos los sentidos. El sonido de disparo es muy diferente al de la Nikon, y (aunque esto parezca una tontería) da sensación de calidad. El disparo en ráfaga también resulta muy rápido.

Otra cosa que me ha gustado bastante de la 550D ha sido la cantidad de botones de acceso directo a funciones que tiene. A pesar de llevar poco tiempo con ella, ya me he hecho con prácticamente todos los controles manuales posibles (apertura, velocidad, sensibilidad ISO, enfoque, etc) gracias a un sistema muy intuitivo que ha conseguido que no haya consultado ni una sola vez el manual. Se accede a cualquier parámetro de forma inmediata y cómoda. Mucho mejor que con mi Nikon. El tema del vídeo merece un capítulo aparte. Yo, que vengo de la Toshiba Camileo S10, acostumbrado a tener todos los controles automáticos, cuesta un poco hacerse con ella en modo manual. El enfoque automático es prácticamente inutilizable, por lo que, o bien se usa el modo manual o bien el viejo truco del «enfoque al infinito» y usando aperturas máximas de diafragma. En cuanto a la calidad, en general es excepcionalmente buena si se usan los parámetros adecuados. Aún no he podido ver los vídeos en un televisor, pero en el ordenador son impresionantes.

En definitiva, y como primera conclusión (a lo mejor precipitada) tengo que decir varias cosas: En cuanto a calidad de materiales y construcción gana Nikon, pero en funcionamiento, ergonomía, usabilidad y mecánica Canon triunfa de lejos.

9 de abril de 2010

15 años de música independiente

Fue en abril de 1995 cuando, por azares de la vida, sintonicé Radio 3 conscientemente por primera vez. Realmente no era la primera vez que me ponía en contacto con esa cosa abstracta llamada «música independiente». Dos años atrás, en 1993, Suede y sus temas ‘Animal nitrate’ y ‘So young’ me habían causado gran impresión. Sabía de sobra que aquello era un sonido diferente. En el 94 surgieron Beck, Oasis, se dio a conocer Blur y otras bandas que por entonces eran más o menos independientes, o que por lo menos sonaban muy distinto de todo lo que había escuchado hasta entonces.

Pero la independencia de verdad –el subsuelo maquetero que llamaría nuestro amigo Julio Ruiz– y, sobre todo, la independencia en el pop español era algo nuevo. Había unas cuantas bandas que estaban rompiendo silenciosamente con todo lo anterior. Ahí estaban Los Planetas (a los que escuché por primera vez aquel abril mágico y que tocaron en Zamora en mayo o junio del 95 si no recuerdo mal), Australian Blonde (el ‘Chup chup’ fue uno de los primeros himnos indies y hasta los escuché en Los 40 Principales a raíz de aparecer en la banda sonora de la película ‘Historias del Kronen’), Cancer Moon (tenían un disco suyo en el Eroski ¿qué extraño, no?), El Inquilino Comunista o Penélope Trip. Por encima de ellos, mi gran descubrimiento (o redescubrimiento, mejor dicho) fue Lagartija Nick. Las canciones de su disco ‘Su’ abrieron aquella cassette de 90 minutos que grabé de Radio 3 y en la que luego entrarían otros muchos –la mayoría todavía sólo maquetas– como Manta Ray, Nosoträsh, Doctor Explosion, Sex Museum y una lista larguísima de hasta 50 canciones por cinta. Al final fueron tres volúmenes (tres cintas) que grabé entre abril y junio de 1995 y que titulé ‘Panorama Actual de la Música Independiente Nacional’.

Desde entonces ya no he podido renunciar a la causa indie, una causa romántica e imposible (a veces quizás no tanto) que ha marcado mis gustos musicales, cinematográficos (todavía recuerdo aquellos ciclos de Caja España de cinematografías raras) y, en general, una forma de entender la vida al margen del «mundo real». Para muchos seré un incomprendido… pero cada vez menos. Lo independiente va ganando terreno poco a poco en el mundo «comercial». Y ojalá que siga siendo así. Ya es hora de que las buenas bandas independientes nacionales se conozcan a gran escala. Se lo merecen.

8 de abril de 2010

La teoría de los «cisnes negros»

La historia de la humanidad es un cúmulo de contradicciones, situaciones imprevistas, equivocaciones o parámetros imposibles de tener en cuenta. Nada que ver una sucesión de hechos ordenados. Es a posteriori cuando decidimos qué es importante y qué no y cuando calibramos si realmente un hecho es trascendente para los posteriores o no. Existe una disciplina llamada prospectiva que se dedica a intentar averiguar por dónde irán los tiros en el futuro. Pero indefectiblemente siempre se equivocan cuando se ha de concretar demasiado o incluso a veces en las generalidades. Esto ocurre cuando entran en juego los llamados «cisnes negros».

¿Y qué es un «cisne negro»? Según la definición más aceptada se trata de un acontecimiento imprevisible (bueno o malo) y de gran impacto que cambia por completo el curso de la historia. Una característica que se da siempre es que, a toro pasado, se intentará dar una explicación para que el hecho resulte menos azaroso. Este concepto lo debemos al anglo-libanés Nassim Nicholas Taleb, un economista, escritor y científico (ha estudiado la aleatoriedad matemática) que acuñó este término en su libro ‘The Black Swan’ (‘El Cisne Negro’) publicado en 2007.

La idea la tomó de los clásicos, concretamente del poeta satírico latino Juvenal, quien dijo que «rara avis in terris nigroque simillima cygno», en referencia a la rareza de encontrar un cisne negro. Desde entonces se ha venido utilizando como un popular proverbio en toda Europa en referencia a hechos imposibles o altamente improbables. A finales del siglo XVII, un explorador holandés divisó por primera vez en la historia cisnes negros en Australia. Desde entonces se utiliza la metáfora del «cisne negro» en referencia a aquellos acontecimientos que ocurren a pesar de que a priori son poco probables.

Ejemplos de «cisnes negros» en la historia hay muchísimos, y siempre son trascendentales para el curso de la historia. El 11-S, la primera guerra mundial, el ordenador personal o el teléfono móvil nos han cambiado a vida a todos en mayor o menor medida y nadie supo predecir. Con la mente racional de cada época, jamás hubiéramos pensado que el PC se extendería a todos los hogares, o que internet tendría tanto éxito. ¿Quién apostaba por el teléfono móvil en 1990?

7 de abril de 2010

Klaus & Kinski vuelven con ‘Tierra, Trágalos’

Hasta ahora nunca había dedicado un post a Klaus & Kinski y me resulta extraño. Lo digo porque ya han publicado un par de discos largos merecedores de todos los honores. El primero se lanzó a finales de 2008 bajo el título de ‘Tu Hoguera está Ardiendo’ y el segundo, ‘Tierra, Trágalos’ se ha publicado este mismo lunes. Este dúo formado por Marina y Alejandro ha conseguido hacerse un hueco en el ya de por sí interesante panorama indie de los últimos dos o tres años. También tienen su lugar en mis listas, ya que ‘Tu Hoguera está Ardiendo’ se coló en el quinto puestos de mis discos favoritos de aquel año y también el quinto lugar en canciones con ‘Crucifixión, la solución’. Porque todo lo que han conseguido se lo han ganado y lo ha hecho a base de esfuerzo, de conciertos por todas partes, de buenas canciones y de cuidar a sus creciente número de fans.

Como digo, acaban de lanzar un nuevo álbum repleto de temas interesantes, de estilos muy dispares pero con un denominador común que planea sobre todos ellos. Esas letras irónicas y repletas de juegos de palabras y sobre todo esa voz de Marina (que cada vez canta mejor). A pesar de tanta variedad, la personalidad peculiar de Klaus & Kinski sigue intacta. Encontraremos nuevas referencias a la religión, a la política y, por supuesto, al amor y al desamor. Tras varias escuchas ya tengo mis temas favoritos, algunos realmente sorprendentes como ‘El Rey del Mambo y la Reina de Saba’. Me quedo también con cortes como ‘Forma, sentido y realidad’, ‘Ley y moral’ o ‘Dar cera, pulir cera’ entro otros. Lo cierto es que es complicado, porque son 15 temas…

También han lanzado un sencillo, que es ‘Ley y moral’, con un videoclip que a mí no me dice mucho. Pero lo mejor es que juzguéis vosotros mismos:

6 de abril de 2010

San Pedro y Miquelón

Los que me seguís desde hace mucho tiempo sabréis de mi gusto por los lugares peculiares, países extraños o chocantes. Ya he hablado aquí, por ejemplo, de las islas Diómedes en el estrecho de Bering, entre Estados Unidos y Rusia. También son unas islas este enclave francés en norteamérica, la única colonia que existe en norteamérica. Su nombre nos puede resultar casi de chiste: San Pedro y Miquelón (Saint Pierre et Miquelon). Hacen referencia a las dos islas principales que forman el archipiélago. Su situación, como digo en América del Norte, es tal vez una de las peculiaridades de este lugar.

Buscando información me encuentro con que, según la Wikipedia, se trata de uno de los territorios americanos más tempranamente poblado por occidentales. Hacia el siglo XVI Se convirtió en una base temporal para marineros y pescadores (sobre todo balleneros) franceses y vasco-franceses (Miquelon proviene del euskera antiguo Mikeleune). Ya en el siglo XVII se tienen noticias de asentamientos fijos de población en el lugar. Recordemos que por aquellos tiempos la mayoría de norteamérica estaba aún inexplorada y virgen para los pioneros holandeses, ingleses, franceses y españoles. El XVIII sería un siglo de luchas entre británicos y franceses. Los primeros consiguieron hacerse con las islas en varias ocasiones, aunque finalmente fue devuelta definitivamente hacia la segunda década del siglo XIX.

Es curioso pensar que, durante la segunda guerra mundial, San Pedro y Miquelón se mantuvo fiel a la Francia ocupada de Vichy, con lo que canadienses y estadounidenses tenían al enemigo nazi casi a las puertas. Los primeros incluso barajaron la posibilidad de invadir las islas para neutralizar su apoyo en caso de un ataque alemán, aunque finalmente no ocurrió. En la actualidad forma parte de los territorios franceses de ultramar junto a otros cinco.

Una curiosidad más. En la bandera no oficial de San Pedro y Miquelón aparece, entre otros símbolos, la ikurriña, en referencia y homenaje a los pescadores vascos que cofundaron la colonia pionera.

5 de abril de 2010

El incidente de la Mezquita de Córdoba

Hay determinado tipo de noticias que nacen envenenadas y crecen, se amplifican y se hinchan por intereses ajenos a los propios hechos. Son fácilmente identificables y se caracterizan principalmente por lo insustancial y olvidable del asunto en cuestión, por la necesidad por parte de algunos de buscar culpables y, también por parte de los mismos, de incluir la noticia dentro de un hipotético supuesto mayor y generalmente catastrofista. La gran mayoría de las veces, la política está detrás. La política de las dos partes (izquierda o derecha, dependiendo del caso).

Me voy a ocupar del ya famoso incidente de la Mezquita-Catedral de Córdoba del pasado miércoles. Un grupo de seis jóvenes musulmanes austríacos intentaron rezar dentro del recinto del monumento. La seguridad privada les llamó la atención y se lo impidió. Hasta ahí los hechos probados. La noticia cambia notablemente dependiendo de los medios que consultemos. Desde unos que dicen que uno de ellos llevaba una navaja y agredió a uno de los guardas hasta que eran un «comando organizado» dispuesto a sabotear los actos católicos, pasando por matices de todo tipo y color. La organización que organizaba la excursión a España (con 118 participantes) es la Asociación de Jóvenes Musulmanes de Austria y ya ha pedido disculpas y ha lamentado lo ocurrido.

Más allá del hecho puntual y anecdótico, los de siempre han sacado punta a sus lápices y han arremetido por el mismo precio contra la próxima Ley de Libertad Religiosa, contra la Alianza de Civilizaciones y, por extensión, contra Zapatero. Lanzan la voz de alarma agitando el falso fantasma de la «islamización» y la «permisividad» con estos hechos en España. Todo eso aunque los musulmanes de la noticia sean austríacos. Sobre todo a pie de calle se suele argumentar que en los países islámicos no es posible rezar al dios católico en una mezquita. Además de demostrar el poco conocimiento que tienen de los países islámicos (en la mayoría de ellos hay libertad religiosa), tampoco tendría mucho sentido… Está claro que en estados radicales como Arabia Saudí, Siria o similares no se puede hacer algo así. Recordemos que son países teocráticos, dictaduras religiosas donde la ley imperante es la de dios y no la del ciudadano. Es decir, el Estado ideal (en versión católica) para aquellos que tanto vociferan y critican de los demás. Si por ellos fuera…



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