Butō en las calles de Cáceres
Dice la Wikipedia sobre el butō:
[…] es el nombre utilizado para referirse al distinto abanico de técnicas de danza creadas en 1950 por Kazuo Ohno y Tatsumi Hijikata, que, conmovidos por el fatídico bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, comienzan con la búsqueda de un nuevo cuerpo, el cuerpo de la postguerra. Cabe aclarar que durante esa década, las imágenes de algunos sobrevivientes llenaban las calles. Estos caminaban con sus cuerpos quemados y con los globos oculares reventados y colgando sobre sus mejillas. Así nació el Butō, la danza hacia la oscuridad. […] Normalmente involucra movimientos lentos, expresivos e imaginativos. […] El Butō es una reflexión del cuerpo sobre el cuerpo y el lugar que este ocupa en el Cosmos. No hay decorado o vestuario determinado; es habitual que los intérpretes actúen desnudos o pintados de blanco. La improvisación es parte fundamental de este estilo de danza.
A lo largo de este último fin de semana hemos podido ver en algunas calles de Cáceres este peculiar tipo de acciones con motivo de Foro Sur, la Feria Iberoamericana de Arte Contemporáneo. Las encargadas de interpretarlo son Cranämour, una compañía de danza butō formada por Nazaret Laso y Tania Garrido, que han contado con la colaboración de los cacereños Karlik Danza Teatro. Sin duda ha sido uno de los eventos callejeros más impresionantes y cautivadores que haya visto nunca. Como os podéis imaginar cuando veáis el vídeo, los transeúntes que pasaban por el lugar tuvieron las más variopintas reacciones, pero la mayoría quedaron clavados en esas dos figuras blancas que hacían «cosas raras» encima de unas pequeñas mesitas. Tan clavados que se llegó a obstruir el paso en la calle de San Pedro, una vía no muy ancha pero muy céntrica.
Por mi parte, aquella era una oportunidad única de filmar y fotografiar un evento único y de una fuerza plástica innegable. Por eso el viernes a las siete y media de la tarde me planté con mi cámara en el lugar. Y no fui el único. Con gran rapidez las primeras filas se cubrieron con una media docena de fotógrafos profesionales y aficionados. Realmente no era difícil hacer un buen vídeo partiendo de este material tan interesante. Se me ocurrió además que una manera de realzar el dramatismo era pasar todas las secuencias a blanco y negro y ralentizarlas hasta menos de la mitad de su velocidad original. Dudé mucho sobre si debía añadirle música o no. Pensé que podría traicionar el espíritu de la acción e incluso del título (la pieza se llama ‘Desde el silencio’), pero finalmente me decanté por usar un par de temas, ‘Tehellet’ de Johnny Greenwood y ‘What do yo go home to?’ de Explosions in the Sky, que realzan las imágenes. Que me perdonen los puristas del butō…
Cuestiones técnicas
Siempre me gusta comentar algunos aspectos técnicos de las grabaciones que realizo. Pienso que pueden servir de ayuda a otros aficionados. No tengo secretos y procuro compartir con todo el mundo mis pequeños descubrimientos. Desde un primer momento tuve claro que filmaría a 720p y 60 fotogramas por segundo, que es la máxima velocidad que permite la Canon EOS 550D. Los ajustes que usé fueron en todo momento manuales. La hora del día a la que tuvo lugar la grabación no ayudaba en nada. A última hora de la tarde la luminosidad es muy cambiante y tuve que revisar la velocidad y la sensibilidad ISO con frecuencia (que osciló entre 100 y 400 dependiendo del momento). En cuanto a la apertura, siempre use la máxima (entre 3.5 y 6.3 dependiendo de la distancia focal), en parte para capturar toda la luz posible y usar velocidades altas (no me gustan los fotogramas borrosos).
Con una gran cantidad de clips me metí a elaborar el montaje. Por primera vez en mucho volví a usar Adobe Premiere. Lo tenía un poco olvidado, pero me apetecía reencontrarme con un viejo amigo que tantas satisfacciones me había dado en el pasado. En esta ocasión fue Adobe Premiere Pro CS4 para Mac. Creé un proyecto AVCHD 720p24p y me puse manos a la obra. Durante el proceso cambié la duración de las secuencias, reduciéndolo hasta un 40% del original. ¿Por qué un 40%? Muy sencillo: Si 60 fps es un 100%, 24 fps es un 40%. De este modo no tendremos efectos extraños con el movimiento, ni saltos entre fotogramas. También lo pasé a blanco y negro. Por un motivo que aún no he descubierto, no pude añadir fundidos a negro ni fade out en audio, así que tuve que encajar la música casi al fotograma para que no quedara colgando.
La exportación para subirlo a Vimeo (no quise subirlo a YouTube por miedo a la censura) no fue muy complicada. Los parámetros fueron los mismos que el proyecto. Formato 720×1280 pixeles, 23,97 fps, compresión con el códec H.264 VBR 8-10 Mbps y audio AAC a 160 Kbps. El resultado fue un peso de 475 MB para una duración de 7 minutos y 44 segundos.