rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
16 de enero de 2009

Sinfonía para un Berlín que ya no existe

Mi primer contacto con ‘Berlín, Sinfonía de una Ciudad’ fue curiosamente a través de la banda sonora de Timothy Brock, añadida en 1993 al metraje mudo original. Uno de los temas venía en un disco sampler de (creo) la revista Factory sobre K Records. Lo cierto es que el título de la película me sonaba un montón, pero no ha sido hasta hace apenas unos días que he podido verla. Y me ha gustado mucho.

‘Berlín, Sinfonía de una Ciudad’ fue dirigida en 1927 por Walter Ruttman (1887-1941). Ruttman fue, más que cineasta, un artista de vanguardia. De esas vanguardias de principios del siglo XX que posteriormente tanto influyeron en la cultura de nuestro tiempo. Su pasión era experimentar con la pintura y con la imagen en movimiento siguiendo los postulados de su maestro Dziga Vertov (autor del clásico ‘El Hombre con la Cámara’) en un tiempo en que los medios técnicos eran muy limitados.

Aparte de la apabullante y sorprendentemente moderna estética, una de las cosas que más me gusta de ‘Berlín, Sinfonía de una Ciudad’ es que retrata una ciudad que ya no existe. El viejo Berlín fue bombardeado y reducido a cenizas por los aliados durante la segunda guerra mundial década y media después. Por eso, la película es además un documento excepcional de cómo era la vida en una ciudad bulliciosa, alegre, industrial y muy tecnificada para la época. Todavía faltaban seis años para la llegada al poder del nazismo y once para el estallido de la guerra…

La película puede verse y descargarse libremente puesto que ya hace tiempo que pasó al dominio público. Aquí la tenéis íntegra sacada del Internet Archive:

15 de enero de 2009

‘Pura Anarquía’

Estoy terminando de leer ‘Pura Anarquía’ (2007), el libro de relatos cortos y disparatados escrito por Woody Allen. En él se recogen dieciocho historias a cada cual más estrafalario y genial y donde podemos reconocer al Allen más genial. A menudo los relatos están levemente inspirados en historias reales, pero llevadas al extremo más absurdo.

Sólo él podría escribir una historia sobre un detective de comida, o sobre el intercambio epistolar entre un airado padre y el dueño de un campamento de verano de iniciación a la cinematografía, un escritor de poca monta que noveliza películas infantiles y un largo etcétera. Algunos de los relatos me recuerdan a películas suyas como ‘Broadway Danny Rose’ o a la etapa anterior a ‘Annie Hall’, cuando el genio de Manhattan daba rienda suelta a sus fantasías humorísticas más surrealistas.

Así que si Woody Allen te gusta como director, también te reirás con estos dieciocho relatos, escritos con un lenguaje intencionadamente barroco e ingenioso.

14 de enero de 2009

D: Más allá de C/C++

Aunque en los últimos años estoy un poco desconectado de la programación, siempre me gusta estar al día de lo que se cuece. Hacía ya tiempo que sabía de la existencia de un lenguaje de programación todavía poco conocido llamado D. Para todos aquellos que saben algo de estos temas podrán deducir que tiene algún parentesco con C y C++. Así es. D lleva desarrollándose ni más ni menos que desde 1995 y su artífice es Walter Bright. A través de una anotación en Barrapunto recupero este tema para traerlo hasta vosotros.

A simple vista, echando una ojeada al código fuente de un programa escrito en D, podría pasar por C++ salvo en algunos detalles. Con esto quiero decir que no es un cambio radical. De hecho, D es una evolución de su predecesor hacia mejor. En su día muchos nos quejábamos de lo complejo que podían llegar a ser algunos aspectos de un programa en C++. Por ejemplo en lo tocante a control de memoria dinámica y punteros, a la portabilidad entre compiladores y plataformas o al acceso al bajo nivel del sistema operativo mediante bloques de ensamblador. D mejora muchas de estas cosas (sobre todo el primero) y las simplifica.

Desarrollar un lenguaje de programación no es ni sencillo ni rápido. Por eso queda mucho tiempo aún para que D sea un lenguaje de programación masivo. Ya se han dado los primeros pasos, con conferencias de expertos y varias ramas en desarrollo (Digital Mars, GDC y LDC) pero el camino que queda por delante es muy largo.

Un programa «Hola mundo» en D tendría este aspecto más o menos:

#!/usr/bin/dmd -run
/* HOLA MUNDO EN D */
import std.stdio;

void main(string[] args) {
       writefln("HOLA MUNDO");
}

13 de enero de 2009

La Practicopedia

Hacía ya tiempo que no recomendaba una página web. De entre todo el maremagnum de sitios que están surgiendo últimamente, hay uno que me ha llamado la atención. Vale que no es de lo más original, pero es la versión española de uno de mis sitios favoritos. Me estoy refiriendo a la Practicopedia, una especie de VideoJug en castellano bastante bien hecha y con un montón de vídeos.

Para quien lo no sepa, este tipo de webs consisten en mostrar consejos sobre cómo realizar tareas cotidianas, desde cocina, bebida, deportes, finanzas, electrónica, relaciones personales y otros muchos campos de la vida. Me ha sorprendido la cantidad y la variedad de los vídeos. Por supuesto los propios usuarios pueden mandar sus consejos para así enriquecer la web y ofrecerlos a los demás. Junto a cada consejo se muestra su posible coste económico y su dificultad.

Y para terminar, uno de los vídeos que más gracia me han hecho. Un poco friki si que es: «Cómo ligar en el trabajo:» ¡Tomen nota!


Cómo ligar en el trabajo en Practicopedia

12 de enero de 2009

Sobre dos temas de actualidad

Dos son los temas sobre los que me gustaría opinar hoy. Son dos asuntos que ya llevan cierto recorrido en los medios y que izquierda y derecha utilizar a su antojo aunque exista una verdad al margen del partidismo. O al menos yo lo creo así.

Empezaré por comentar el archivo por parte del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco del caso de las reuniones del líder de la oposición vasca Patxi López y el lehendakari Juan José Ibarretxe con el entonces cabeza de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi. Lo cierto es que, por mucho que nos pueda asquear este personaje, una reunión política de estas características no creo que sea susceptible de ser juzgado. Desde luego el delito que pudiera haber detrás de estos hechos no tiene mucho sentido. Es más, no me entra en la cabeza que algo así pueda ser delito, mucho más cuando son reuniones movidas simplemente por la buena fe y la búsqueda de soluciones. Detrás de la acusación popular que impulsó esta causa están el Foro de Ermua y la asociación cercana a la derecha Dignidad y Justicia. Me alegro por este archivo, aunque quizás lo mejor hubiera sido que se celebrara el juicio y se fallara respecto al fondo del asunto. Digo esto porque el tribunal sólo se ha pronunciado sobre las formas. Por si alguien no lo sabe, se ha deliberado sobre si una causa promovida sólo por acusación popular y sin perjudicados identificables (la famosa «doctrina Botín») puede salir adelante.

El otro tema candente del que quería hablar era el de Gaza. La masacre provocada por el ataque israelí no tiene ni nombre ni justificación posible, por mucho que las autoridades de Israel lo intenten. Si el país hebreo actúa con el despotismo con el que actúa es porque tiene detrás a los Estados Unidos, el «primo de Zumosol» todopoderoso. Su apoyo es vital para la supervivencia del estado judío. Todo se ha dicho ya sobre este tema, pero a toro pasado, soy de los que piensan que la creación del estado de Israel en 1948 sobre una parte del territorio palestino (por entonces bajo mandato británico) fue un trágico error que a su vez fue el germen de la desestabilización que vivimos casi desde entonces. Ya no hay vuelta atrás, así que lo mejor es que la ONU tome cartas de verdad en el asunto y encabece una mediación sobre el terreno. En la carpeta de asuntos pendientes están, por ejemplo, la devolución de los territorios que Israel arrebató a los países limítrofes durante la guerra de los Seis Días en 1967. Pero mientras se siga mirando hacia otro lado, poniendo parches temporales o no hablando claro, las cosas no mejorarán. Es hora de que todo el mundo se ponga manos a la obra con voluntad y, si hace falta, firmeza.

11 de enero de 2009

Windows 7

Hoy tenía la intención de escribir sobre Windows 7 con conocimiento de causa, pero tras intentar varias veces descargar la beta pública de la web de Microsoft, al final me he dado por vencido. Además de curiosear un poco por el futuro nuevo Windows, quería probarlo bajo la última versión de Parallels, que viene ya preparada para soportarlo. Así que me he tenido que conformar con ver los vídeos oficiales de Microsoft y leer algo de información de lo muchísimo que se ha escrito ya sobre el sistema operativo.

Microsoft se está dando mucha prisa en lanzar su nuevo buque insignia. El fracaso de Vista ha precipitado los planes y ha devuelto a la companía de Redmond a la palestra de las críticas y de la mala imagen de la parecía haber salido con Windows XP. La nueva versión es realmente una mejora de Vista y ha incorporado (teóricamente) notables avances en cuanto a rendimiento en ordenadores poco potentes y gestión de dispositivos de hardware. Una de las grandes novedades de Windows 7 es la llamada «superbarra» de tareas, donde podremos colocar accesos directos a programas o documentos. Más o menos es como el dock de Mac OS X, pero con diez años de retraso.

Estéticamente es casi idéntico a su predecesor. Hereda de Windows Vista los iconos, las ventanas, los efectos visuales y otros elementos gráficos. A nivel personal he de reconocer que nunca me gustó esta estética y que prefiero, aunque tampoco me entusiasme, la de Windows XP. Microsoft tiene aún mucho que demostrar en este campo.

El lanzamiento de Windows 7, si nada lo impide, está previsto para el segundo semestre de este año, quizás en septiembre u octubre. Deseo sinceramente que el nuevo Windows sea un éxito. Los usuarios del sistema operativo de Microsoft se merecen entrar por fin en el siglo XXI. Ya estoy deseando ver los duelos de prestaciones con Snow Leopard… ¿Quién ganará?

10 de enero de 2009

Sesión triple: ‘Import/Export’, ‘No es País para Viejos’ y ‘Persépolis’

Tres películas, tres contextos diferentes, tres historias. Austria y Ucrania por un lado, Irán por otro y finalmente los Estados Unidos más fronterizos:

‘Import/Export’ (2007) es sin duda alguna uno de los largometrajes más descarnados, desesperanzados y crudos que he visto en mucho tiempo. Se trata de una pieza del realizador austríaco Ulrich Seidl y se encuentra a medio camino entre el documental y el drama social. De hecho, la mayoría de los personajes que aparecen en la cinta no son profesionales e incluso representan su propio papel. ‘Import/Export’ son dos historias paralelas. En la primera de ellas Olga, una joven madre ucraniana, decide emigrar sola a Austria para ganarse la vida como limpiadora, primero en una casa y después en una residencia de ancianos. En la segunda vemos a un padre y a un hijo en su negocio de reventa de máquinas tragaperras obsoletas a países como Eslovaquia y Ucrania.

La principal virtud de la película es su afán documentalista, que la despoja prácticamente de toda poesía para dejarla en el chasis, en lo imprescindible. Se trata de una obra sin concesiones y no para todos los públicos, con escenas escalofriantes y extremas que quizás otros directores hubieran cortado. De nuevo aparece la denuncia de la Europa rica y la Europa pobre y de los formidables desequilibrios existentes entre ambos lados del antiguo telón de acero.

‘No es País para Viejos’ (2007) ha estado en boca de todos a lo largo del pasado año. La culpa la tiene Javier Bardem y su Oscar. Para llegar completamente a la película hemos de abstraernos de todo este ruido mediático, sólo así se podrá apreciar el mensaje que los hermanos Joen y Ethan Coen han querido imprimir a esta historia. Una historia fronteriza, a caballo entre dos países pero también de dos tiempos, dos épocas: la actual, con asesinos que matan por matar, sin remordimientos y la pasada, con un policía a punto de retirarse que ya no comprende los locos tiempos actuales. Dos mundos enfrentados.

Además de la interpretación de Javier Bardem, es de justicia destacar el papel de Tommy Lee Jones. Un tercer personaje troncal son, sin duda, los paisajes. Los Coen han querido, muy acertadamente, que ‘No es País para Viejos’ sea una película tan visual como reflexiva, donde la cámara tiene mucho que decir.

‘Persépolis’ (2007) es una de esas películas que todo el mundo debería ver. Por una parte nos introduce en la compleja historia reciente de Irán (que romperá muchos tópicos sobre aquel país) y por otro también es la historia de una familia íntegra y fiel a sus ideas. Esa familia es la de la propia artífice de este film de animación, Marjane Satrapi. No en vano, ‘Persépolis’ puede considerarse un biopic de Satrapi. Entre los muchos puntos a favor de la película está un uso muy imaginativo de los recursos que la animación permite, convirtiendo una historia de desarraigo y de guerras casi en un cuento mágico. El contrapunto (siempre necesario) a esta posible dulcificación está en el desparpajo del personaje de Marjane, dotando a la cinta de ciertos toques de humor, a veces en forma de ironía y otras en forma de sarcasmo.



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