rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
1 de marzo de 2008

Las ventanitas de instalación

Una de las cosas que diferencian a un PC de un Mac es la forma en que se instalan los programas. Para los que veníamos de Windows se nos hacía un poco raro el método de instalación de las aplicaciones. Nos parecía demasiado «sencillo» abrir el .dmg y arrastrar el archivo a la carpeta de aplicaciones sin que salieran una cantidad interminable de ventanas y de botones de «siguiente». Pero lo que me ha parecido especialmente curioso son los dibujitos que tienen las carpetas de algunos .dmg. He hecho una selección de algunos:

Disco, un programa de grabación de CDs y DVDs bastante vistoso:

iBackup, una aplicación para hacer copias de seguridad sencillas:

Adium, el sustituto del Messenger para el Mac:

Firefox, el navegador alternativo por excelencia, aunque en Mac uso Safari:

Skype, para comunicarnos por internet o por teléfono:

1 de marzo de 2008

‘Amarcord’

Mi incursión por el cine italiano sigue adelante. Después de dar un buen repaso a la filmografía de Pier Paolo Pasolini, ahora tocaba el turno de Federico Fellini. El grandísimo realizador (posiblemente el más grande de aquel país) ha marcado a generaciones de espectadores y también de profesionales. Pertenece a esa generación (la misma de nuestro Luis García Berlanga) que no necesitó de artificios para crear un cine crítico, mordaz, esperpéntico, pura comedia costumbrista. Quizás en el caso de Fellini haya que añadirle unas gotas oníricas y nostálgicas como sólo los italianos saben hacer.

Sólo nombrar ‘Amarcord’ (1973) es nombrar una parte importante de la historia del cine. Sus escenas y sus personajes son iconos del séptimo arte incluso antes de haberla visto. Al menos eso me ocurrió a mi. Lo más conocido posiblemente sea la banda sonora de Nino Rota y la asfixiante escena de la estanquera pechugona. Pero eso sería quedarse en la mera anécdota.

‘Amarcord’ cuenta la historia de los habitantes de una pequeña localidad de la Italia profunda durante el régimen de Musolini. El punto de vista para contar esta historia será la de un joven que se inicia en los secretos de la vida y verá atónito como se desarrolla el loco mundo que lo rodea. Podría nombrar muchas escenas increíbles, pero me voy a quedar con dos: la de la nevada y todos los tópicos que se dicen («Nah, esto no cuaja») y la del pariente que sacan del manicomio para dar una vuelta y acaba subido a un árbol pidiendo desesperadamente una mujer. Al final, una enigmática monja enana (sí, una monja enana) consigue que baje.

Aunque iba preparado para ver una obra maestra, las expectativas han sobrepasado lo que esperaba y se refuerza mi idea de que los años setenta fueron del cine italiano.

29 de febrero de 2008

‘El Viaje de Argos’

Los que seguimos desde hace unos cuantos años el programa de Onda Cero ‘La Rosa de los Vientos’ estamos de enhorabuena. Lo necesitábamos después de la irreparable pérdida de Juan Antonio Cebrián hace unos meses. Paradójicamente, el espacio radiofónico está ahora más vivo que nunca. A las páginas web de Carlos Canales y Jesús Callejo, el blog de Bruno Cardeñosa y a otras iniciativas como el Boletín de las 4C con los temás tratados en las tertulias de los domingos, viene a sumarse ahora ‘El Viaje de Argos’.

Se trata de una idea de Carlos y Jesús junto con Alejandro Polanco (autor de ‘La Cartoteca’ y ‘Tecnología Obsoleta’) y viene a ser una revista digital mensual y gratuita que contendrá todos los temas que habitualmente se tratan en el programa. Asuntos que a menudo son desconocidos y no por ello menos interesantes. En febrero se ha lanzado el número 0 de prueba con algunos asuntos que despiertan nuestra curiosidad y aportan otro punto de vista sobre cuestiones que quizás ya conocíamos. Curioso es, por ejemplo, el reportaje dedicado al uso militar de los aerostatos, un extenso artículo sobre el atractivo tema del cronovisor o un repaso por los primeros intentos de crear vehículos autopropulsados.

Me parece una excelente idea que parte de estas mentes inquietas que nunca dejan de sorprendernos con sus ideas y trabajos. Ojalá hubiera más gente como ellos.

28 de febrero de 2008

‘The IT Crowd’

Mi serie del momento ahora mismo es ‘The IT Crowd’ (aquí discutiblemente traducido como ‘Los Informáticos’). La descubrí el otro día brujuleando por la web de Canal+ en busca de nuevas series que llevarme a los ojos. ‘The IT Crowd’ es una comedia de situación británica producida para el Channel 4. Hasta el momento se han emitido dos temporadas en 2006 y 2007. Si no me equivoco Canal+ está pasando ahora la segunda.

La serie tiene todos los ingredientes típicos de toda sitcom que se precie. O sea, personajes chocantes y muy diferentes entre ellos para que den el juego necesario para un argumento jugoso y humor inglés a veces negrísimo, irreverente, deslenguado y siempre genial que tiene como uno de sus referentes a los genios Monty Python. La verdad es que el primer episodio que vi me dejó un poco frío, pero en seguida me acostumbré y ahora me parece una de las mejores telecomedias que he visto.

¿Y de qué va? Pues como su propio nombre indica, los tres protagonistas principales trabajan en el departamento de informática de una empresa llamada Industrias Reynholm. A cada uno más peculiar. Moss, es el típico nerd con dificultades para relacionarse con los demás, Roy es el vago y el desastre. Hace todo lo posible para trabajar lo menos posible. El punto femenino lo pone Jen y en teoría no debería estar ahí porque no tiene conocimientos de informática. El resto de los personajes protagonistas tampoco tienen desperdicio.

Y ahora tres videos para ilustrar:

Opiniones de los abonados de Canal+ sobre la serie:

Algunos momentos:

La parodia sobre los anuncios antipiratería:

27 de febrero de 2008

Sobre ‘Perdidos’

Es increíble la cantidad de fans y de sitios web que mueve ‘Perdidos’. La exitosa serie de la ABC sobre los supervivientes de un accidente aéreo ha encandilado a millones de espectadores en todo el mundo con sus tramas extrañas y enigmáticas. La técnica para enganchar es muy vieja y básicamente consiste en dejar un nuevo enigma abierto al final de cada episodio, a veces más trascendente para la trama y a veces menos. El entorno que no es lo que parece es un tema ya muy utilizado en otras series como ‘Twin Peaks’, donde un tranquilo pueblo resulta ser un verdadero nido de fenómenos sobrenaturales y asesinatos.

‘Perdidos’ tiene un tratamiento de los argumentos y los personajes bastante tradicionales y a veces demasiado simple. La gran mayoría de los protagonistas son difíciles de creer y sólo un par de excepciones (Hurley y John Locke) son realmente interesantes. Eso por no hablar del tremendo pasado que tienen todos, con unas vidas de lo más interesantes.

Si simplificamos al máximo, encontramos que ‘Perdidos’ es básicamente un tratado sobre el liderazgo, sobre el poder de dirigir a un grupo en un entorno difícil y sobre la toma de decisiones. Pero quizás esto sea alejarse mucho del simple cometido de entretener y ofrecer el máximo espectáculo posible. Otra cosa que me ha llamado la atención es el manejo del tiempo que tienen los guionistas. Me voy a explicar: todos los capítulos tienen flashbacks donde se cuenta la vida pasada (o futura) de los protagonistas que a menudo se entrecruzan, se retrocede en el tiempo o se avanza. Lo mismo ocurre en la isla, donde se mezclan habilidosamente acontecimientos pasados con presentes, imprescindibles para entender la serie.

Todo aficionado a ‘Perdidos’ que se precie tiene su teoría sobre qué es lo que ocurre en la isla y que van evolucionando según avanza la serie y se desgranan los acontecimientos. Extraterrestres, experimentos farmaceúticos, sectas, viajes en el tiempo, que los protagonistas esten muertos o soñando, experimentos mentales y un etcétera inacabable. Tendremos que esperar al menos un par de temporadas para que conozcamos la solución al enigma. Mientras tanto seguiré enganchado…

26 de febrero de 2008

El debate

Hoy no se habla de otra cosa. Por todas partes se oye «Zapatero» o «Rajoy» tal y cual. Yo tenía cierto interés en ver el primer debate electoral entre los dos candidatos a la Presidencia del Gobierno desde 1993, aunque la verdad es que más por la parafernalia que lo rodeaba que por el hecho en sí. Especiales informativos por doquier, metadebates, análisis pormenorizados de cada detalle y muchas palabras gastadas para llenar todas esas horas en los medios. Tal vez demasiada expectación. Y a las diez llegó la hora de la verdad. (Seré sincero: sólo vi los primeros veinte minutos antes de marcharme a hacer otras cosas. El resto del debate lo he visto en diferido esta tarde en Google Video.)

El «combate» estaba organizado en plan bocadillo. Al comienzo y al final dos pequeños mítines de cada uno de los candidatos mirando a cámara muy serios. Y en medio el meollo de la cuestión. No hace falta decir que ni Rajoy ni Zapatero son buenos oradores y a veces era penoso verlos discutir, pero tampoco ayudó la estructura del debate, demasiado fragmentaria en aras de una mayor agilidad. El resultado fue que me llevé una visión bastante mediocre de los dos candidatos.

Rajoy exhibiendo sus dotes para repetir una y otra vez todo lo que ha venido diciendo a lo largo de la legislatura y Zapatero un poco a la defensiva, aunque con más datos para ilustrar, pero que tampoco estuvo demasiado acertado. El líder del PSOE ganó por los tópicos y las malas formas de Rajoy. No fue mérito del presidente. Incluso en la última parte pareció que a Mariano se le acababan las pilas y quedó a merced de su contrincante. Estos últimos minutos son los que calaron en la opinión pública y que posteriormente quedaron reflejados en las encuestas que todas las cadenas se apresuraron a publicar y que daban como ganador a Zapatero.

El próximo lunes otra ración de duelo ante las cámaras…

25 de febrero de 2008

Los mariachis amigos de Obama

Los Estados Unidos están cambiando:

Visto en ALT1040.



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