Entre el 29 de agosto y el 8 de septiembre tuvimos la oportunidad de visitar Irlanda. Después de posponerlo varios años por problemas de logística y de encontrar una organización adecuada, finalmente este año pudo ser. Un recorrido dentro de lo que once días permite. Han sido tres «centros de operaciones»: Dublín (visitando además las ruinas de Glendalough), Galway (con excursiones a los acantilados de Moher y a las islas Aran) y Cork (con visita al castillo de Blarney y su Piedra de la Elocuencia). El periplo nos demostró que aún queda mucho de británico en sus edificios y en sus habitantes y costumbres, que la fiesta es casi continua en Dublín y en Cork, que el alcohol hace estragos entre los locales a pesar de su venta muy restrictiva, y que el clima irlandés es… el clima irlandés. Como dirían Crowded House, cuatro estaciones en el mismo día. Excepto nieve y huracanes, vivimos todo tipo de inclemencias en muy corto periodo de tiempo. La comida no es el fuerte de la Isla Esmeralda, los fish and chips británicos omnipresentes, la patata y el beicon (realmente filetes de cerdo cocido de un grosor considerable). Y, a pesar de la cantidad de ganado ovino, ausencia casi absoluta de quesos locales.
Todos estos días de viaje por tierra en tren y bus y por mar en barco quedan reflejados en 234 fotografías repartidas en las 17 galerías dedicadas a Irlanda que acabo de colgar en Cromavista. Espero que os gusten.
Al ver en el calendario la fecha, me he visto en la obligación de escribir aunque sea una breve reseña sobre el tema. Es precisamente hoy cuando se cumple un cuarto de siglo desde que colgué mi primera web. Rmweb –ricardomartin por entonces– fue una pionera. Todavía tenía muy poco contenido pero la vocación de comunicar y establecer comunidad ya estaba ahí. Necesitaba saber que no era el único que tenía determinados gustos y aficiones. Lo que ahora es normal y que cualquier red social proporciona, en aquel momento era lanzar una botella a un mar donde aún había muy pocos naufragos. Hoy lo que no hay es mar, es un terreno perfectamente urbanizado donde cada uno tiene su sitio y se ofrecen soluciones prefabricadas que compranos sin rechistar.
Por eso mantengo con empeño el lema punk del «do it yourself». A lo largo de todo este tiempo no he dejado de aprender sobre tecnologías aplicadas a la web. Primeramente sobre los ladrillos con los que construir los sitios web, el HTML, el CSS, PHP, MySQL, etc. En julio de 2005 me lancé a contratar un servicio de hosting y di de alta el dominio que mantengo actualmente. ricardomartin.info llegaría el día de San Fermín de 2005 junto con la publicación de mis webs ya completamente diferenciadas. Rmweb (la pionera), Zamora en Imágenes (creada en 2001), Cromavista (en 2002) y Rmbit (en 2004) tenían su propio espacio con un subdominio, el mismo que se mantiene hasta hoy. En 2020, durante la pandemia, llegaría Cromavideo.
Siguiendo esta filosofía de independencia y después de años de planificación y búsqueda de información, me lancé a mi último proyecto. En abril de este 2025 abandoné los servidores web de pago para montar mi propio alojamiento web. Un proceso que me ha llevado de nuevo a aprender más aún sobre la web y cómo funciona técnicamente internet en la actualidad. Porque no sólo se trata de configurar un servidor, sino de abrirlo al mundo con certificados SSL autorenovables y control total sobre los subdominios, tráfico y espacio ilimitado y libertad para poder aplicar nuevos lenguajes de programación.
Fue en septiembre de 2007, concretamente el día 17, cuando cambié mi PC, un AMD Athlon de 2003 que me había construido en un barebone bastante pequeño y que por aquel entonces montaba un Windows Vista (sí, aún no había salido Windows 7). Lo cambié por un Apple iMac de 21 pulgadas. En seguida me adapté y se convirtió en uno de los mejores ordenadores que he tenido nunca. Pero en el verano de 2013 empezó a fallar la tarjeta gráfica y el disco duro, así que lo reemplacé por otro iMac, un 27 pulgadas, que he ido ampliando a lo largo del tiempo. De hecho es y va a seguir siendo mi ordenador principal para todo tipo de uso a pesar de que va a cumplir doce años.
¿Y entonces, por qué me compro un PC? Básicamente porque quería experimentar con algunos aspectos que con mi iMac no puedo: juegos de última generación, inteligencia artificial generativa con Stable Diffusion (hay una compilación especialmente diseñada para el procesador de IA Blackwell con que cuenta mi Nvidia RTX 5070 TI) y también para editar mis vídeos con Da Vinci Resolve. La pantalla por supuesto tiene que estar a la altura, y se trata de un monitor ultra ancho de 3440×1440 píxeles de resolución nativa con una frecuencia de actualización de 180 Hz.
Como ya he dicho no va a ser mi ordenador principal y de hecho si se me averiara y tuviera que reemplazar mi iMac, su sucesor posiblemente será un Mac Mini. Espero que eso ocurra dentro de mucho tiempo.
Terminamos la serie de vídeos sobre nuestro viaje a Polonia con el imprescindible de todo visitante que se acerce al país. Cracovia es, sin duda, su punto turístico más importante, así como su centro cultural y religioso. El casco antiguo, reconocido dentro de los lugares patrimonio de la humanidad de la UNESCO, está rodeado por un anillo verde en el lugar en el que anteriormente estaban las murallas. Desde la plaza del Mercado con la basílica de Santa María y la torre del ayuntamiento hasta la colina de Wawel, con su castillo y su catedral, pasando por la Universidad Jaguelónica, una de las más antiguas de toda Europa. Todo esto aparece en el vídeo que he montado y que espero que os guste…
Continuamos la serie de vídeos sobre nuestro viaje a Polonia con una atracción a la que llevan siglos entrando los viajeros. Es posiblemente uno de los puntos turísticos más antiguos de Europa. Se trata de la Mina de Sal de la localidad de Wieliczka, a pocos kilómetros de Cracovia. Desde tiempos medievales se extrae halita o sal de roca de sus entrañas, formando cavernas fantásticas y pasadizos laberínticos. Actualmente aún sigue en activo, obteniendo sal de mesa del desecado de la salmuera. Desde el siglo XVI, personajes famosos de la historia la han visitado. Copérnico, Chopin o Juan Pablo II son solo algunos ejemplos. La zona visitable sólo se adentra un tercio de la profundidad máxima (unos 125 metros) y una longitud de 3,5 kilómetros. Desde 1978 forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
El solo hecho de nombrar Auschwitz supone nombrar el horror, el exterminio y el recuerdo. En nuestro viaje por Polonia no podíamos olvidarnos el visitar uno de los campos de concentación más conocidos del mundo. Y eso que estuvimos a punto de no poder ir debido a problemas con el autobús desde Cracovia, aunque finalmente pudimos solucionarlo en el último momento. A través de un recorrido de unas tres o cuatro horas bastante apuradas con guía en castellano pudimos ver tanto el campo de Auschwitz I como Auschwitz II-Birkenau. El vídeo es fiel reflejo de lo que pudimos ver aquel once de septiembre. Como nos comentaban, una vez que somos testimonios de lo que allí ocurrió tenemos la obligación de transmitirlo a los demás para que no se vuelva a repetir.
Comentaba en el post dedicado a mis favoritos nacionales de 2024 el fenómeno de la fragmentación en el panorama musical actual. Muchas bandas, muchos intérpretes con no tanto público como antes. Por eso resulta complicado ir más allá de las preferencias personales. Bucear por los miles de discos que se publican anualmente a nivel mundial es imposible. A los medios especializados sólo llegan algunos de ellos, que son al final lo que escuchamos y juzgamos.
Pero en este 2024 ha ocurrido un fenómeno curioso en mi historia como oyente y aficionado a hacer listas anuales. Maustetytöt, la banda finlandesa de las hermanas Karjalainen (y que aparecen en la última película de Aki Kaurismaki) sería la indiscutible triunfadora con su último trabajo… si no fuera porque se publicó a mediados de 2023. Así que he decidido añadir un “bonus” a la lista de discos del año para incluir a su ‘Maailman onnellisin kansa’ como mención especial aunque fuera del listado.
Al margen de esto, mis favoritos internacionales de 2024 están repletos de rock y de punk… y algo de blues y de pop clasicista. Muchas guitarras para un año convulso. Os dejo con las listas y sin olvidarme de recordar que mis favoritos de 2024 están en rmweb junto con las listas de años pasados.
Discos internacionales favoritos de 2024
The Libertines – All Quiet on the Eastern Esplanade. Muchos se preguntaron lo mismo que yo: ¿Pete Doherty sigue vivo? El líder de la banda tras años de escándalos y excesos vuelve a publicar con The Libertines nueve años después el sucesor de aquel discreto ‘Anthems For Doomed Youth’. Sin dejar de ser un álbum irregular, en este nuevo disco hallamos algunas de sus mejores canciones, como ‘Run run run’ o ‘I have a friend’.
The Decemberists – As It Ever Was, So It Will Be Again. A menudo clasifico a esta y otras bandas como REM o Death Cab for Cutie de pop-rock clasicista, esto es, seguir la ortodoxia de las canciones construidas según las estructuras clásicas de pop y del rock y también en el sentido de una instrumentación clásica, como de orquesta, a veces barroca y abigarrada. Ambas cosas tienen los de Portland, y este trabajo que llega a casi los setenta minutos, pone a prueba al oyente cada vez más impaciente por el impacto inmediato. Un disco que crece en cada escucha.
Jack White – No Name. El ex White Stripes nos entrega una de sus rarezas, publicando gratuitamente un disco sin nombre (inicialmente tampoco lo tenían las canciones que lo componen). Dentro, mucho y bueno del rock garajero de sonido crudo al que nos tiene acostumbrado dejando de un lado la experimentación de sus últimos trabajos.
Amyl and the Sniffers – Cartoon Darkness. Seguimos con el punk de guitarras de estos australianos que están siendo la sensación en todos los festivales con un directo (he visto algunos conciertos grabados) demoledor. Temas con melodías fácilmente convertibles en himnos y letras provocadoras. ¿No es eso el punk?
Twisted Teens – Twisted Teens. Este ignoto duo de Nueva Orleans del que apenas hay información me sorprendió con un disco de debut recomendado por un tuitero melómano y que ha sido todo un acierto. Una demoledora mezcla de blues, punk, rock, country, folk, con letras salvajes, instrumentación destartalada y una producción calculadamente descuidada. Brutal.
BONUS: Maustetytöt – Maailman Onnellisin Kansa. El dúo de “chicas picantes” (traducción de su nombre) Anna y Kaisa Karjalainen lanzaron en 2023 su tercer larga duración. En la parte musical encontramos muchos sintetizadores, sonidos ochenteros, interpretaciones secas y sin concesiones con letras sobre temas sociales que invitan a la reflexión, pero también repleto de humor negro e ironía finlandesa. Eso es lo que hay detrás de su lacónica y desaliñada puesta en escena, como una parodia postmoderna del iskelmä.
Mis canciones internacionales favoritas de 2024
Twisted Teens – Twisted teen
La Luz – Poppies
Astral Bakers – Beautiful everything
Bill Ryder-Jones – It’s today again
Juniore – Amour fou
MGMT – Nothing to declare
Mogwai – Lion Rumpus
Amyl and the Sniffers – Chewing gum
The Libertines – I have a friend
La Femme – Love is over
Para terminar, los videoclips y video lyrics que he encontrado, en orden inverso:
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