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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
23 de junio de 2008

La semana musical (I): El triunfo nada fácil de Duffy

NOTA: He tenido la idea de última hora de dedicar esta semana, o por lo menos parte de ella a escribir sólo sobre asuntos musicales. Espero que los que no os interesan mis gustos o no os interesa la música no os aburráis 🙂

Es bastante complicado hoy día poner de acuerdo crítica, ventas y radiofórmulas. Y mucho menos en España, donde la cultura de la música pop es casi inexistente. Por eso siempre es reconfortante encontrar sonando en los 40 Principales o en otras emisoras «comerciales» el sencillo ‘Mercy’ de la galesa Duffy. Supe por primera vez de ella en marzo, en un anuncio en la Rockdelux de ese mes. Decidí echarle un oído y me gustó. Si recordáis la incorporé en el post sobre mi particular banda sonora Cáceres-Zamora y elegía su primer sencillo ‘Rockferry’ para ilustrarlo. Hasta la Cadena SER utilizó el magnífico ‘Distant dreamer’ como fondo musical para su autopromoción de las audiencias del EGM

2008 se está revelando como el de la renovación del soul con sabor clásico (desafortunadamente llamado por algunos «neo soul»), con nuevas y jóvenes divas que escriben sus propios temas como Amy Winehouse o la propia Duffy y que despiertan halagos en las críticas. Al contrario que la Winehouse, Duffy tiene en la sencillez y la discrección algunas de sus principales virtudes. Su álbum de debut ‘Rockferry’ cuenta con la producción del ex-Suede Bernard Butler y ya es sin duda una de las sorpresas del 2008. O por lo menos es uno de mis discos favoritos de la temporada.

En definitiva, Duffy es quizás el último ejemplo de que si se quiere (o más bien si se ficha por una multi como Universal) pueden aunarse las buenas canciones con la comercialidad, y además sonar en todas las radios del país.

22 de junio de 2008

Federico Acosta Noriega

De vez en cuando uno se encuentra con cosas inesperadas mientras navega sin rumbo por internet, o buscando otros asuntos bien diferentes. Este es el caso de mi encuentro virtual con Federico Acosta Noriega (1908-1985), todo un personaje de la Zamora de su tiempo. Aunque jienense de nacimiento, su trabajo de juez le trajo en los años cuarenta a Piedrahita de Castro y posteriormente, en 1952, a Zamora donde participó activamente en los eventos culturales más arraigados de la ciudad. Fue poeta, historiador, colaborador en prensa y radio y pregonero de la Semana Santa zamorana en 1976.

Pero evidentemente no son estos los motivos por los que lo traigo a colación en esta entrada. Entre sus muchas aficiones también estaba la de investigar los fenómenos OVNI que se producían en la provincia, llegando a participar en congresos nacionales de ufología. Supongo que por su trabajo de juez rural en diferentes demarcaciones tuvo ocasión de conocer multitud de casos extraños. Esta afición le convirtió en el delegado en Zamora del Centro de Estudios Interplanetarios, una organización a nivel nacional que se dedica(ba) a estudiar desde un punto de vista científico los objetos volantes no identificados.

Estos «expedientes X» zamoranos quedaron guardados durante años. En el año 2003, su hija decide recopilarlos y publicarlos en un libro llamado ‘OVNIS sobre Zamora’ donde además se recoge su ponencia en el Congreso de Ufología de Barcelona de 1977. Algunos de esos casos tienen títulos tan interesantes como ‘El humanoide de Granja de Moreruela’, ‘El OVNI de Alcañices’ o ‘El OVNI de Villaester’. En este trabajo se incluyen también muchas fotografías, mapas y dibujos. Curioso descubrimiento ¿no creéis?.

21 de junio de 2008

‘Picnic en Hanging Rock’

La sensación después de haber visto ‘Picnic en Hanging Rock‘ es similar a la que me produjo en su día ‘Walkabout’. Ambas se desarrollan en el ambiente salvaje de una Australia llena de misterios, donde la naturaleza fascina y asusta a partes iguales a los pobres anglosajones que se adentraban en la isla continente.

En este caso que nos ocupa, la acción se desarrolla en el año 1900. Un internado de señoritas decide organizar el día de San Valentín una excursión a un paraje llamado Hanging Rock, una enigmática formación volcánica. En el transcurso del picnic «algo» llama a varias de las chicas que deciden adentrarse en las entrañas de la roca. Tres de ellas desaparecen inexplicablemente después de un extraño sueño sin dejar prácticamente ningún rastro.

Esta sugerente historia está basada en la novela homónoma de Joan Lindsay, que a su vez está inspirada en hechos reales. El realizador australiano Peter Weir, antes de caer rendido ante los oropeles de Hollywood, dirigió en 1974 esta versión cinematográfica, que es más que interesante. A un argumento que atrapa se une una dirección magnética, un tratamiento muy acertado de la fotografía de exteriores que acentúa el aspecto onírico y una capacidad poco vista de mantener la tensión necesaria para que la película funcione. A esto hay que unirle la selección musical clásica de Bach, Beethoven y Mozart.

‘Picnic en Hanging Rock‘ está repleta de matices, de historias paralelas soterradas que salen a relucir con la desaparición de las muchachas y en la que se refleja como en un espejo la sociedad reprimida de la época. Si hay que buscarle algún pero, quizás vendría de su excesiva teatralidad, aunque claro, esto puede ser también una virtud. Depende de los gustos.

20 de junio de 2008

Sarkozy contra el p2p

Por si alguien todavía no lo sabe, el ejecutivo francés pretende proteger la «creación artística» (más bien diría yo la industria) sancionando a los internautas que descarguen contenido protegido a través de p2p con el corte de su conexión y en última instancia con una multa. Me asaltan muchas dudas al respecto. La primera y más importante es cómo se las van a ingeniar las operadoras (que imagino que serán quienes hagan de «centinelas») para discernir si se descargan archivos con copyright o no. La segunda es cómo van a analizar el increíble volumen de descargas de millones de usuarios diferentes y si las empresas proveedoras de internet están dispuestas a hacer un desembolso en los recursos materiales y humanos necesarios para una tarea tan titánica.

En cualquier caso me da la impresión de que esta ley tiene más de ruido disuasorio que de poder efectivo. Al menos yo lo veo así. Las declaraciones de los responsables de redactar la norma afirman que al recibir el primer aviso vía correo electrónico, entre el 80 y el 90 por ciento de los «infractores» dejarán de descargarse contenidos. Estoy impaciente por ver como evolucionan los acontecimientos y si realmente será una medida efectiva o si sólo se quedará en humo.

¿Qué ocurriría si en España se promulgara una ley similar a la que aprobó el gobierno de Sarkozy? Pensándolo bien, yo replantería la pregunta hacia un ¿Es posible en España una medida así? A bote pronto la respuesta es no. Un contundente no. No puede haber sanción si no hay falta ni delito. Hasta la fecha, y como he repetido alguna vez, la descarga de contenidos, sea cual sea, no es delito si no media ánimo de lucro. Y cada vez hay más sentencias al respecto. Por eso tengo la impresión de que aquí no se correrá el riesgo de establecer una medida tan injusta e impopular. El Gobierno que la implante se juega la pérdida de confianza de millones de internautas.

19 de junio de 2008

¿Rastros sospechosos en el cielo?

Aunque ya había oído hablar de los chemtrails en alguna ocasión, ha sido ahora cuando me he decidido a buscar algo de información sobre este curioso ¿fenómeno? ¿anomalía? ¿paranoia conspirativa?. Los chemtrails son una derivación de la expresión inglesa contrail (condensation trail), que es como se denomina la estela de vapor de agua que dejan los aviones y que se produce por la condensación del agua de la atmósfera al recibir el calor de los motores a reacción. Todos los hemos visto como pequeñas (a veces no tan pequeñas) líneas en el cielo. Suelen ser muy visibles al atardecer y desaparecen en unos minutos.

Por contra, los chemtrails (chemical trails) serían (según los que defienden su existencia) la prueba de que estamos siendo «fumigados» con sustancias químicas. La finalidad no está del todo clara. Hay muchas versiones: disolución de nubes de lluvia, provocación de efecto invernadero artificial (me pregunto para qué), drogas que permiten el control mental (¿delirante, no?), favorecer/perjudicar las telecomunicaciones y todo lo que nos podamos imaginar. A simple vista, siempre según sus defensores, se diferencian de los contrails o estelas normales de los aviones en que aquellas son mucho más persistentes, llegando a permanecer visibles durante horas en el cielo.

A medio camino entre la paranoia y la leyenda urbana, los chemtrails tienen su origen en 1997. Ese año el «fenómeno» fue descrito por primera vez por el periodista Richard Finke. Los chemtrails, al igual que otras leyendas similares, han tenido una enorme difusión gracias a internet.

En mi opinión no creo que el fenómeno exista realmente, pero no por eso deja de ser curioso. Consultando la abundante información que hay sobre el tema me doy cuenta de la habilidad, no sé si intencionada, de mezclar realidades constatadas con fantasía. Me refiero a que es absolutamente cierto que existen técnicas de fumigación para precipitar o auyentar la lluvia. También pienso que existirá su parte experimental, bombardeando el cielo con diferentes sustancias. Incluso puedo llegar a admitir que alguno de esos proyectos sea reservado, pero… ¿algo tan visible como esas enormes estelas en el cielo pueden obedecer a un plan secreto? Si es así, desde luego sería un fracaso absoluto, porque ya muchos nos hemos enterado…

18 de junio de 2008

Libertad y responsabilidad en internet

Cada vez que veo o leo una barbaridad en internet me asalta la misma reflexión: ¿Internet ha de tener límites? ¿Quién ha de establecerlos? ¿Cómo protegemos a los menores y a los más vulnerables? Desde que internet está al alcance de cualquiera, se han planteado estas y otras cuestiones que no tienen fácil solución. Yo siempre he abogado por la libertad absoluta y que cada uno sea responsable que los contenidos que genera. Pero para que esta libertad sea efectiva y a la vez se proteja de posibles abusos a los demás, es necesario articular medidas que permitan aplicar las leyes penales al ciberespacio. Esto es algo que poco a poco (muy poco a poco) se va consiguiendo. No es nada fácil aplicar una legislación pensada para el «mundo real» a un ente global y omnipresente. Aún así, existen abundantes lagunas legales ¿Qué ocurre cuando se utiliza una red pública WiFi o un cibercafé para cometer un delito? No estoy muy al tanto de si hay jurisprudencia o se han dictado sentencias al respecto.

Pero no sólo son delitos lo que nos podemos encontrar en internet. Existen aspectos de internet, que sin infringir ninguna norma, son negativos para el internauta. Sin ir más lejos, el otro día entré en una de esas webs que permiten almacenar imágenes para colocar en blogs y foros. Allí había de todo, pero me llamó especialmente la atención fotos de cadáveres desfigurados supongo que por accidentes y similares. Esta información puede ser interesante para forenses o estudiantes de medicina (imagino que las imágenes provendrían de alguna web de ese tipo, no voy a pensar en otras perversiones). Dejando todo el tema de los menores aparte (por descontado que un niño o una niña de menos de 13-15 años debe navegar siempre por internet en compañía de algún familiar mayor de edad), puede ser muy desagrable y molesto para cualquier persona encontrarse por sorpresa con alguna cosa de estas o con lo que yo llamo «pornografía intrusiva», esos banners sexualmente explícitos que aparecen en webs que nada tienen que ver con el tema, normalmente de descargas, enlaces de eMule o parecidos y que es muy sencillo acceder a ellos.

Internet es la ley de la selva. Hace falta tiempo y experiencia para separar la basura de los contenidos que merecen la pena. El anonimato hace que la red de redes sea el reflejo de una sociedad occidental que hacia afuera reprime sus deseos, perversiones y frustraciones, y que los termina volcando en la web. Las posibilidades de internet son casi infinitas y ha cambiado nuestra forma de ver el mundo y nuestra propia vida. Siempre he defendido este lado positivo frente a los agoreros sensacionalistas de determinados programas de televisión, pero también la libertad total conlleva una responsabilidad que muchas veces se obvia.

17 de junio de 2008

Firefox 3 y el triunfo del software libre

Hoy es el gran día del lanzamiento de Firefox 3, la última versión del navegador web que le hizo sombra al todopoderoso Internet Explorer. La historia de Firefox es la de la superación, el crecimiento silencioso, hasta el punto de que con la versión 2.0 se ha hecho con más de una cuarta parte del mercado. Contra viento y marea, el proyecto Phoenix, surgido en 2002 de las cenizas de un moribundo Netscape, que valientemente decidió liberar su código fuente, ha ido evolucionando y mutando de nombre (después de Phoenix fue Firebird) hasta lo que es hoy día. Quién iba a decir que Firefox sería noticia no sólo a nivel de internet, sino que diarios de papel de todo el mundo dedican hoy artículos a esta maravilla del software libre.

Pero con la aparición de una alternativa a Internet Explorer también surgió un nuevo problema para los que por entonces éramos desarrolladores web: la compatibilidad. Hasta la fecha, Internet Explorer era el navegador de referencia y el que usaban el 95% (o más) de los internautas. Con la irrupción de una alternativa, las reglas cambiaron. Comenzó el «infierno de la incompatibilidad». Explorer interpretaba las instrucciones CSS y tenía un modelo DOM «muy suyo», que variaba sensiblemente con lo que eran los estándares dictados por la W3C. Por el contrario, Firefox sí que los cumplía.

A lo largo de los últimos meses he seguido el lanzamiento de las versiones Beta y Release Candidate de Firefox 3. En entorno Mac la mejora con respecto a la versión 2 es más que notable y es evidente que la comunidad Mozilla se lo ha currado mucho y bien para que este navegador sea casi tan rápido en la carga que Safari (que es decir mucho) y bastante más ágil en la descarga de páginas web. Algo inaudito. Imaginad que en Windows, Firefox fuera más rápido que Internet Explorer. Pues algo así es lo que sucede. Además, una de las mayores pegas que le veía al navegador del zorro era la falta de sentido estético y la poca integración con los elementos visuales de Leopard. Esta nueva versión subsana en buena medida esa carencia.

El proyecto Firefox es sin lugar a dudas la más exitosa de todas las iniciativas de código abierto que se han llevado a cabo, pero no la única. Ahí tenemos aplicaciones como eMule o sistemas operativos como Ubuntu, que demuestran que el software colaborativo funciona, y no sólo funciona, sino que puede plantarle cara a cualquier aplicación cerrada de pago.

Actualización de las 20:18: Parece que todas las webs que distribuyen Firefox 3 están caídas, con lo que el exitazo de descargas está asegurado. ¿Cómo es que no habían tenido en cuenta que esto podía pasar? Se me olvidó decir que hoy se pretendía batir el récord Guiness de descargas de software en un sólo día. Como las webs no funcionen durante mucho tiempo me parece que no lo van a conseguir…



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