Esta es la historia de cómo una simple pregunta en apariencia sencilla puede llevar, tirando del hilo, a algo tan complejo que aún no tenemos una respuesta segura. Por lo que he podido comprobar en algún otro blog, la idea de que el desvío del cauce del río Valderaduey en su tramo final a su paso por Zamora era una obra del hombre y datada en tiempos recientes está en muchos zamoranos que ya se hicieron la pregunta en el pasado. Precisamente fue a raíz de la lectura del curioso artículo del blog ‘El Dardo en la Palabra’ sobre este tema me puso en la pista de algo de lo que no tenía ni idea.
Resumiendo, lo que viene a decir es que aquel encauzamiento del río que creíamos cercano pudo ocurrir al final de la Alta Edad Media, en el siglo X. A juzgar por los hechos debió ser muy importante en la historia de la ciudad zamorana. A los seguidores de rmbit este siglo les puede resultar familiar. En el artículo que escribí sobre el viejo puente romano sobre el Duero y su destrucción aludía a aquel evento catastrófico (¿Terremoto, maremoto, tsunami, volcanes?) que tuvo lugar en aquel siglo. Sobre la fecha exacta, parece que los historiadores hablan del 949 –en mi artículo comenté que ocurrió en el 939, quién lo sabe–.
Lo que sí sucedió en el año 939 fue la famosa Batalla del Foso de Zamora, en la que las tropas musulmanas asediaron la ciudad. En la crónica de ese evento se hace referencia al río Aratoi (luego Araduey y posteriormente Val de Araduey para dar finalmente con el hidrónimo actual de Valderaduey) como uno de los que rodeaban la inexpugnable plaza. Vista la actual orografía del terreno cercano a la muralla en la zona de la Avenida de la Feria y Trascastillo, no es difícil imaginarlo como el cauce de un río. Se trata de una depresión en el terreno claramente visible que nos lleva desde la vía del tren en Vista Alegre, la estación de ferrocarril, el instituto de La Vaguada, la Puerta de la Feria, la Avenida de la Feria y el barrio de Olivares en las inmediaciones de la iglesia de Santiago el Viejo para desembocar no muy lejos de las Aceñas. Y a ambos lados, zonas elevadas, que a veces son bastante pronunciadas (el barrio de San Lázaro por ejemplo).
En la revista ‘La Ilustración Española y Americana’ del 15 de diciembre de 1882, el historiador Cesáreo Fernández Duro escribía lo siguiente al respecto:
«El estudio del terreno en que brota el manantial hace patente que el río Valderaduey corría antiguamente por el sitio en que hoy se halla la Estación del ferrocarril y los bajos de San Lázaro, desembocando en las inmediaciones de Olivares. […] El Valderaduey se vio obligado á torcer á la izquierda, buscando desnivel para arrojarse en el Duero; éste sintió hundir su lecho por el lado de la ciudad, y se acercó á ella hasta tocar las peñas de Santa Marta, que vinieron á servirle de dique.»
Pero todo son especulaciones. No encontramos más que brevísimos testimonios indirectos y confusos de los que deducimos estos datos…