rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
19 de noviembre de 2009

25 años de Rockdelux con lo mejor de la década

En mi cita mensual con la Rockdelux en mi kiosko favorito me encuentro con que noviembre era el mes en que celebraban los 25 años de su primer número. Y evidentemente, tan magno evento necesitaba una edición especial. Un edición que por otra parte no trae su CD correspondiente, pero sin embargo cuesta 9,50 euros. Cuestiones económicas aparte, buena parte de sus 200 páginas a todo color se dedican a las listas. Y no precisamente a las de 1984 hasta 2009, sino a las de la década que ahora concluye. Eso ya lo hicieron en otros especiales anteriores. Por tanto, aunque suene paradójico, el especial vigésimo quinto aniversario trata sobre los últimos diez años.

La revista cuenta con varios artículos interesantes donde reflexiona sobre asuntos que ya he tratado aquí alguna vez: la evidente decadencia de la industria del disco y el creciente auge de la red como nuevo negocio y fenómeno social, un mapa con los nuevos sonidos que nos dejan estos años, otro artículo sobre la industria musical española, sobre el fenómeno de las series de televisión, con ranking de las mejores de la década y alguna cosa más. Todo ello salpicado por las consabidas listas con las que nadie estará de acuerdo. En esta ocasión han sido de los mejores libros, los mejores cómics, las mejores películas, los mejores sencillos (con ilustraciones a toda página para cada uno de ellos) y los mejores discos internacionales y nacionales.

En realidad, para tanta revista, tampoco tiene mucha chicha, pero abre la veda de las listas de lo mejor del año y la década con que vamos a ser bombardeados (y os bombardearé) a lo largo del mes de diciembre. De hecho, ya han salido las primeras, las de los medios clásicos de la prensa musical. Pero eso será objeto de otro artículo…

17 de noviembre de 2009

Bloqueo concertado de un servidor: ¿Manifestación o mala fe?

Leo antentamente un artículo en el Diario de Burgos (encontrado a través de Barrapunto.com). En él se plantea un asunto interesante. A saber: la Asociación para el Avance de la Informática y la Computación (AAIC) ha convocado la que es la primera (supuesta) «manifestación virtual», que tendrá lugar en el «ciberespacio» español el próximo jueves día 19. Esta protesta consistirá en la descarga simultánea por aquellos internautas que deseen participar del archivo de un documento determinado a una hora determinada y de una web determinada con el objetivo de bloquear o «tirar» el servidor que lo aloja. En concreto, en el comunicado se alude a tres sitios web oficiales: el Ministerio de Educación, el de Industria y el de Economía y Hacienda. Lo que esta asociación pretende conseguir con esta protesta es, básicamente, promover una mayor regulación de la profesión de informático y evitar el intrusismo.

Después de la preceptiva comunicación a la Delegación o Subdelegación del Gobierno correspondiente (en este caso fue a la Delegación del Gobierno en Madrid), la contestación que obtuvieron ha sido bastante discutida, aunque desde mi punto de vista lógica. En el escrito [PDF] se explica que el acto comunicado no entra dentro de los supuestos contemplados en la Ley Orgánica que regula el derecho de reunión (la 9/1983 de 15 de julio, modificada por la 9/1999), no teniendo esta ni ninguna otra Delegación o Subdelegación competencia sobre el tema. Por contra, considera que puede existir mala fe bajo el derecho fundamental de reunión al pretender cobijar un «bloqueo» encubierto de servidores oficiales con el objeto de provocar un perjuicio al usuario de este servicio público. Eso significa que estos actos concertados y planificados pueden ser objeto de responsabilidades penales. A su vez, la respuesta de la AAIC hace referencia al símil entre un bloqueo de una vía pública y de un servidor, ya que ambos provocan trastornos al ciudadano, sin que exista mala fe en esa obstrucción.

Desde luego el asunto no es sencillo, ya que ambas partes tienen razón. Si tuviera que decantarme por un lado, lo haría en favor de los argumentos de la Delegación del Gobierno. No creo que pueda considerarse como un acto de protesta sin más el convocar actos concertados para provocar la caída de un servidor. Además de ser una medida de dudosa eficacia (aún cuando se consiga el objetivo), ya que los usuarios que intenten acceder al servidor caído no serán conscientes del motivo que lo provocó. No existen «pancartas virtuales», ni «pasquines virtuales» con los que informar al perjudicado y quizás unirse a su causa. Por otra parte, evitar el sabotaje sería sencillo, retirando esos enlaces por tiempo limitado que durara la protesta o modificando la página ofreciendo cinco o seis enlaces alternativos al servidor principal, distribuyendo así la carga y evitando su bloqueo.

Para concluir sólo puedo decir que, aunque comparto los motivos de la protesta de mis colegas de profesión, no creo que sea la forma más adecuada ni la más efectiva… Quizás por eso, la AAIC también ha convocado dos concentraciones «físicas» en Madrid y Salamanca para ese mismo día.

14 de noviembre de 2009

Llega Go: ¿Necesitamos más lenguajes de programación?

Google ha presentado recientemente su lenguaje de programación llamado Go, un lenguaje que según aseguran tiene la eficiencia de un lenguaje de medio nivel como C o C++ junto con la rapidez de compilación y ejecución de los lenguajes interpretados, como Python. A simple vista tiene el aspecto clásico de C++, Java o PHP. A nivel de sintaxis sus estructuras de datos, de control, etc son aparentemente muy similares y no hay nada que me haga pensar que a nivel interno (gestión de memoria, de I/O..) sea muy diferente de C/C++. Si alguien conoce alguna característica bien diferenciada de otros lenguajes por el estilo, por favor que me la diga. Pero no he podido evitar descargármelo e instalarlo. De momento sólo está disponible para Linux y Mac OS X. Para que os hagáis una idea, este es el código del «Hola Mundo» copiado de la página oficial de Go:

package main
import "fmt"

func main() 
{
	fmt.Printf("Hola Mundon")
}

Una vez dicho esto, me viene una pregunta a la cabeza: ¿Para qué queremos otro lenguaje de programación? ¿No existen ya demasiados? Existen otros «lenguajes de moda» que pasaron por aquí, como Ruby, mucho más revolucionario que Go, pero que tengo la impresión de que ha pasado sin pena ni gloria. Lo mismo pienso de C#, la gran apuesta de Microsoft de hace unos años y que muy poca gente utiliza. Lo único que se consigue con esta diversificación tan gratuita es que los desarrolladores se vuelvan locos, no profundicen en todas sus posibilidades o que sea complicado especializarse en un lenguaje de programación con dudoso seguimiento. Aún así, bienvenido al mundo de la programación.

13 de noviembre de 2009

Zamora en La Sexta

A pesar de que en los últimos años el mundo audiovisual ha crecido y el número de nuevos canales se ha multiplicado, aún es complicado escuchar algo sobre Zamora en alguno de ellos. Por eso cuando nos vemos reflejados en un programa de televisión se nos levantan las orejas, se hace el silencio en casa y nos quedamos mirando fijamente a la pantalla. Esta vez me he enterado a través de un enlace enviado por correo electrónico de que La Sexta emitió hace un tiempo un espacio sobre nuestra ciudad. Concretamente ha sido dentro de ‘Historias con Denominación de Origen’.

Pero no esperéis otro aburrido programa sobre Zamora, sobre el románico y todos los tópicos de siempre. Su principal virtud es precisamente todo lo contrario. Nada de tópicos. Es verdad que hay románico y gastronomía, pero también la otra cara de la ciudad, aquella que incluso para los que vivimos (o vivíamos) allí no conocíamos (raperos, travestis o un emigrante en Argentina que vuelve a su tierra). Recomendable. Aquí os lo dejo dividido en tres partes:



12 de noviembre de 2009

Sobre SITEL y nuestra privacidad

Ahora mismo están de actualidad los sistemas de interceptación de las comunicaciones. Lo estuvieron en su día cuando se habló por primera vez de Echelon, después con Carnivore, y ahora a nivel nacional con SITEL. Algunos han querido relacionar este sistema de escucha elaborado por la compañía sueca Ericsson en 2000 con los recientes casos de corrupción en el PP. No digo que esto no sea así, pero determinados medios de comunicación conservadores y ultraconservadores llevan algunas semanas sembrando dudas y sospechas sobre el correcto uso de este sistema. El tema es complejo porque entran en juego asuntos jurídicos y técnicos de gran calado. Esa complejidad se agrava cuando SITEL es un sistema más o menos secreto en su funcionamiento y alcance por razones evidentes. La información oficial sobre él, imagino, es clasificada. Pero sobre lo que yo quería hablar se escapa a las trifulcas partidistas a las que estamos acostumbrados.

Hay mucha gente que es dada a exagerar. Ya he leído calificativos como «El Gran Hermano de Zapatero», «La oreja electrónica de Zapatero» y otros por el estilo. Es verdad que los ciudadanos de a pie tendemos a inquietarnos con todo lo que suene a espionaje, porque pensamos que nosotros podemos estar siendo espiados. ¿La razón? Nadie nos dará una respuesta, pero parece ser que al poder les interesa mucho nuestra vida, nuestras conversaciones y nuestros correos electrónicos (ironía, por supuesto). Apliquemos el sentido común. Me resulta complicado pensar que exista una capacidad de procesamiento tal (ni de almacenamiento) que permita «capturar» simultáneamente todo el tráfico que se genera mediante las comunicaciones electrónicas. Y en el supuesto caso de que se pudiera guardar todo, esa información de por sí no sería útil, habría que someterla a un proceso de clasificación y selección. Por tanto, eso de Gran Hermano quizás deberíamos dejarlo para alguna película.

Sin embargo, la perdida de privacidad es un hecho incuestionable. Y no por el SITEL, sino por el desarrollo de la electrónica en general. Somos vulnerables. Cualquiera puede romper la protección de una red inalámbrica si no está adecuadamente configurada, recuperar información borrada de un disco duro o una tarjeta de memoria, averiguar datos navegando por redes sociales o incluso llevando el ordenador a reparar a una tienda de informática poco profesional. Son «orejas» electrónicas menos sofisticadas pero que pueden poner en grave peligro nuestra privacidad. Son mucho más mundanas y también por eso más temibles que un SITEL, con el que digan lo que digan, es un sistema «oficial» y por tanto tenemos ciertas garantías ante la Justicia. Conclusión, hoy día la única forma de escapar a esto es volver al siglo XIX ¿Estamos dispuestos? Yo no.

11 de noviembre de 2009

Analizando Street View España

Ayer avanzaba que, contra todo pronóstico, Google había añadido una actualización mastodóntica a Maps Street View en cuanto a España se refiere. Desde que lo descubrí he dado muchas vueltas y me he metido por muchos rincones, a la búsqueda de lugares que he visitado o donde he vivido. También me ha sorprendido bastante que el coche de Google Maps haya pasado por muchos lugares con tal sigilo y rapidez que no haya quedado reflejado en la prensa local ni haya fotos en los foros especializados que se dedican a capturar estos avistamientos.

Un ejemplo es Zamora. Según el reloj del edificio de la Junta de Castilla y León, el coche pasó a eso de las diez y media de la mañana del 2 de octubre (del año pasado). Dio una vuelta por las calles, rondas y avenidas que rodean el último recinto amurallado (Trascastillo, avda del Mengue, avda de Portugal, Alfonso IX, La Vega, La Feria), la zona de entrepuentes y San Frontis y por otro lado Requejo, avda de Italia, Cardenal Cisneros, cuesta del Bolón, calle de Villalpando, avda de Galicia, etc. Las únicas incursiones en el centro fue para llegar a la plaza del Mercado. La cosa debió ser rápida, porque en la mayoría de las fotos, la imagen se ve algo torcida, como si las cámaras estuvieran desequilibradas.

En cuanto al resto de España, ahí va una lista de lo que hay y de lo que no hay en cuanto a ciudades importantes y capitales de provincia se refiere, porque a diferencia de hasta ahora, aparecen muchísimas localidades pequeñas, carreteras, autovías y autopistas. He clasificado esta lista en cuatro categorías: Completas: son aquellas que están fotografiadas al completo o casi al completo. Sólo las vías principales: en las que han sido fotografiadas algunas calles, quizás las más importantes. De pasada: aquellas en las que una vía cruza por ella y es esa vía la que ha sido fotografiada sin adentrarse en la ciudad. No: está claro, son las que no están en Street View.

  • Completas: A Coruña, Vigo, Lugo, Gijón, Oviedo, Bilbao, Pamplona, Zaragoza, Lleida, Madrid y área metropolitana, Barcelona y área metropolitana, Girona, Tarragona, Teruel, Burgos, Valladolid, Salamanca, Segovia, Cáceres, Toledo, Guadalajara, Cuenca, Castellón de la Plana, Valencia y área metropolitana, Albacete, Ciudad Real, Huelva, Sevilla, Córdoba, Jaén, Alicante, Murcia, Cartagena, Almería, Granada, Cádiz y Jerez de la Frontera
  • Sólo las vías principales: Vitoria, Logroño, Palencia, León, Zamora, Ávila, Badajoz y Málaga.
  • De pasada: Pontevedra, Santander, Huesca y Soria
  • No: Ourense y San Sebastián.
10 de noviembre de 2009

¡España entera (o casi) en Street View!

Ya podemos pasearnos por cualquier ciudad y pueblo español mediante la vista a nivel de calle de Google o Street View. Ha sido una sorpresa, ya que sólo Estados Unidos dispone de una vista tan completa… Es hora de ponerse manos a la obra…



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