rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
7 de enero de 2008

Barack Obama, ¿un candidato diferente?

En noviembre de este año se celebran elecciones en los Estados Unidos. De ellas saldrá el mandatario más influyente y con más poder del planeta. Un presidente que, queramos o no, nos afectará a todos. Pensemos en las políticas económicas, medioambientales o de derechos humanos. Aún faltan muchos meses, pero la maquinaria electoral republicana y demócrata ya se ha puesto en marcha con las elecciones primarias territoriales. Por suerte, el actual presidente George W. Bush ha agotado sus dos mandatos, por lo que no puede volver a presentarse. Sus posibles sucesores y actuales candidatos republicanos son casi todos más moderados que él.

Y en el campo de los demócratas (no nos engañemos, los demócratas no son homologables con la izquierda europea) la lucha parece más intensa entre Hillary Clinton, John Edwards y Barack Obama. Los dos primeros me resultan, al menos a primera vista, los típicos candidatos de toda la vida, como ya lo fueron Al Gore o John Kerry en su momento. Sin embargo hay algo en Obama que lo hace ser diferente. Por lo menos eso es lo que creo. Vale que su discurso no es muy diferente al de los otros demócratas, pero quizás lo que cambie sean las formas. Lo primero, claro está, salta a vista. Obama es negro, lo que, de ser proclamado presidente, sería el primer afroamericano en llegar a la Casa Blanca.

Barack Hussein Obama nació en Hawaii hace 46 años y es hijo de un keniano. Posteriormente vivió unos años en Indonesia (país musulmán) para establecerse primero en Nueva York y luego en Chicago. Cuento todo esto porque no son datos muy comunes en las biografías de otros ex presidentes norteamericanos. Esta infancia tan cosmopolita quizás haya dado a Obama una visión del mundo diferente a la de sus antecesores. Se han dicho de él muchas cosas: que es un brillante orador, que se desenvuelve de maravilla en los medios y también que aún no está preparado para afrontar el reto de ser presidente.

No lo sé, pero si yo viviera en los Estados Unidos y tuviera que elegir el candidato «menos malo», mi voto iría para Obama. Por el bien del mundo entero.

6 de enero de 2008

Un país llamado «a»

Logo del país de a

El blogger Héctor Milla con la ayuda de Joan Jiménez ha creado un país virtual (de momento) al que ha llamado provisionalmente «a». ¿Y qué es eso de un país virtual? Bueno, de lo que se trata es de utilizar todas las herramientas de comunicación que nos brinda internet para establecer una comunidad, y darle forma de Estado convencional, con su Constitución, su órgano de gobierno, su bandera (la actual es provisional) y su himno. Para ser ciudadano de este peculiar país sólo hace falta unirse al grupo que han creado en Facebook y aportar ideas.

Para terminar de conformar lo que serán las señas de identidad de «a», se ha establecido un calendario. En marzo la Asamblea Constituyente elaborará la Constitución de «a». Los primeros habitantes (o «abitantes» según su argot) formarán parte del órgano de decisión, llamado Consejo de Gobierno. Una vez que la Asamblea haya constituído todas las herramientas y órganos de gobierno, habrá finalizado la primera parte del proyecto. A partir de aquí, los fundadores no se ponen límites, llegando incluso a plantear la idea de establecerse como un territorio físico.

Me parece un proyecto muy interesante y le seguiré la pista de cerca como aficionado al tema de los países inventados y virtuales. Pondría unas cuantas pegas. Me planteo si internet dispone de los medios y las herramientas necesarias para controlar un país de, pongamos, unos pocos miles de habitantes. Aunque claro, si no hay dinero que fluya, los problemas se reducen notablemente. No hay que recaudar impuestos, no hay que defender intereses económicos, ya que el país «a» no produce nada ni consume nada (físicamente hablando, claro). Lo que sí creo es que debería tener una lingua franca, un idioma neutral que aglutine a personas de varias nacionalidades (¿el esperanto? ¿un idioma construido ex profeso?) y que acentúe una personalidad propia.

Si queréis saber más sobre este curioso experimento podéis leer la Carta Fundacional y el Manifiesto en el blog de Héctor Milla o pasaros por el grupo del país de «a» en Facebook o conocer las últimas novedades a través de su cuenta en Twitter.

5 de enero de 2008

La involución de la Iglesia católica

Desgraciadamente, a lo largo de esta legislatura hemos visto muchas cosas insólitas, impensables hace tan sólo una década. Lo más chocante ha sido la beligerancia de los jerarcas de la Iglesia católica contra el Ejecutivo. Sería injusto meter a toda la Iglesia en el mismo saco, así que comencemos por distinguir unos de otros. Parece bastante claro que la Conferencia Episcopal quiere aglutinar a todos los fieles en torno a sí valiéndose para ello de la crítica política al Gobierno. Desde luego no son tontos, y saben perfectamente que muchos de los votantes de la derecha tradicional son católicos y beligerantes contra Rodríguez Zapatero. Por lo general suelen ser personas manipulables, con información limitada, sesgada y muy mediatizada que encuentra en el PSOE su particular Satanás, la explicación para todos los males de la sociedad española. Son muchos, no nos engañemos. La COPE, la radio de los obispos, tiene unos dos millones de oyentes según el EGM y posiblemente esta sea sólo la punta de iceberg de la base social que tiene la derecha católica.

Hoy día, al contrario de lo que ocurriera hace treinta años, la Iglesia española está dirigida por una cúpula más conservadora que entonces. Nada tiene que ver la actual dirección con, por ejemplo, la de Tarancón, que tuvo el valor de enfrentarse a Franco y a los ultras durante la transición. Pero esto no sólo ocurre en España. El papa Benedicto XVI nada tiene que ver con Juan XXIII y la modernización de la Iglesia que trajo en los años sesenta el Concilio Vaticano II.

Lamentablemente asistimos al enterramiento de todas estas pequeñas revoluciones. Vuelven las misas en latín, la doctrina rancia, se cierran las iglesias que ayudan a los más desfavorecidos e incluso la Teología de la Liberación está condenada. Los grupos integristas católicos proliferan gracias a internet y cada día tienen más poder y cuota en los medios de difusión. Curiosamente, a la par de esta vuelta a lo rancio del stablishment religioso, también hay un mayor desapego de la religión, que ya no ofrece respuestas a la gente corriente. Incluso las peticiones para abandonar la Iglesia mediante la apostasía son cada vez mayores. Si durante los años sesenta y setenta, el izquierdismo (incluso el comunismo) no estaba reñido con el catolicismo, hoy día son (desgraciadamente) irreconciliables salvo algunos grupos minoritarios dignos de elogio.

Así que, por el bien de la Iglesia católica, por favor, que no se metan en política y que se adapten a los problemas de los ciudadanos, si no quieren verse desaparecer en pocas décadas víctimas de su propia cerrazón. No es ninguna tontería, el catolicismo retrocede en sus tradicionales feudos de América latina y África en favor de las iglesias evangélicas y en Asia a causa del Islam.

3 de enero de 2008

Los nuevos bolívares venezolanos

La economía de América latina nunca ha sido de las más estables del mundo. Todos recordamos los reajustes de la moneda a causa de la inflación galopante en países como Argentina, que pasó del peso al austral y después otra vez al peso. Algo así está ocurriendo ahora en Venezuela. Todo lo que hace actualmente el gobierno de Hugo Chávez es polémica y la revalorización de la moneda no iba a ser menos. Desde el pasado 1 de enero, el bolívar, la moneda de curso legal en aquel país, se ha rebautizado como bolívar fuerte y se le han quitado tres ceros.

Pero no es eso de lo que quería hablar, sino del diseño de sus billetes. Sinceramente, los billetes de banco de latinoamérica son en general bastante feos. Por eso me han sorprendido que los de Venezuela sean una excepción. Para muestra un botón:

Billetes de bolívares fuertes

2 de enero de 2008

Año nuevo, Telediario nuevo

Tal y como anuncié en su día, Televisión Española ha vuelto a cambiar su imagen. Aunque entonces dije que sería una «ruptura total», la cosa no ha sido para tanto (de momento). Esta vez le tocaba el «lavado de cara» al Telediario, uno de los clásicos de nuestra televisión pública. Y es que desde septiembre de 2004 no había cambios significativos. A cargo de las nuevas cabeceras, rótulos y demás grafismos están Zelig Studio, que ya se encargaron de diseñar las nuevas cortinillas estrenadas el pasado mes de octubre. Creo que con el nuevo Telediario, TVE se quita de encima casi por completo la imagen de chapuzas o de no rematar bien su imagen.

Uno de los puntos débiles que en mi opinión tenían hasta ahora los informativos era la tipografía. No sé si yo soy demasiado maniático con este tema, pero los tipos usados hasta la fecha nunca me había convencido. Por fin ahora se han atrevido con la ¡Helvetica!, combinando más o menos con fortuna mayúsculas y minúsculas. Ahora recuerda a los informativos de la France 2 y también ligeramente a los de la CNN, aunque no tan atrevidos.

Por lo que he leído en los foros, la cabecera del nuevo Telediario no ha gustado mucho entre los «expertos», tachándola de simple o que parece estar hecha por principiantes. Personalmente no creo que sea simpleza, sino sencillez y elegancia. Me parece mucho más bonita que la anterior, más rápida (y más corta) y menos solemne, con cierto toque hi-tech pero sin pasarse. Gráficos 3D pero planos y sin texturas. Un acierto. Otro de los blancos de las críticas de los foreros era la sintonía. Yo digo lo mismo que con el trabajo gráfico. Es sencilla, directa e impactante.

A pesar de todo, veo algunas cosas que no me gustan. Por ejemplo el logo de «TD» no encaja con el resto de la imagen, destaca demasiado, tanto cuando aparece en la cabecera como cuando forma parte de un rótulo. Otra cosa que en teoría debía quedar bien pero que en la práctica no es muy acertado es la trama de puntitos azul oscuro que sirve de fondo a los rótulos. Al menos con una televisión CRT se produce un molesto parpadeo cuando aparece sobre una imagen muy clara. Tampoco me gusta el tono intermedio de azul que han elegido para el «cursor», ese cuadradito que aparece liderando todos los textos sobreimpresionados y que también utilizan como fondo para rotular los lugares donde se produce la noticia. Quizás un poco más oscuro habría quedado mejor.

Por último quería hablar del plató. Por fin han eliminado ese tono de madera que quedaba tan mal. Lo han sustituido por un blanco inmaculado. La mesa quizás demasiado llamativa y espectacular y el reloj digital podría estar colocado en otra parte, o incluso sobreimpresionado discretamente durante todo el Telediario. Las pantallas del fondo han mejorado y ya no se ven los haces de luz de los proyectores, que a veces llegaba a ser un poco molesto y cutre.


28 de diciembre de 2007

Un nuevo periódico gratuito para Zamora

Portada del número 3 de La Voz de Zamora

Parece que los periódicos gratuitos están de moda. Y ya no sólo los grandes a nivel nacional (20 Minutos, ADN, Metro), sino los que recogen información local. Con la excusa informar, estas publicaciones meten su buena dosis de publicidad. Al fin y al cabo es lo que los sustenta. Y no me parece mal. Después de que hace ya más de un año se lanzara la versión zamorana de la exitosa iniciativa salmantina DGratis nos llega La Voz de Zamora. Lleva ya tres números, aunque esta mañana ha sido la primera vez que he tenido oportunidad de hojearlo.

No me voy a parar mucho describiéndolo. A primera vista, su diseño no se diferencia demasiado de otros trabajos gráficos locales: mal uso de la tipografía, logotipo como mínimo «discreto», por no decir feo y maquetación caótica. El uso de diferentes variantes de la Franklin Gothic no se aprovecha como se merece una fuente tan bonita. No luce cuando se combina con una ramplona (cuando se utiliza mal) Times Roman o una sobredimensionada y sobrecargada de efectos Impact. No es por faltar al respeto, pero parece que el equipo de maquetación no ha visto un diario de verdad en su vida o al menos no se han fijado en su diseño.

En cuanto a los contenidos, para mi gusto sobran las noticias regionales y nacionales. En esta última sólo ofrece un reportaje sobre el UPD, el partido de Rosa Díez. Por otra parte las noticias locales me parecen interesantes (entrevista con Carlos Hernández y las luchas internas en los partidos para salir en las listas del 9-M). También me ha gustado el reportaje denuncia sobre el estado de la iglesia de Santiago del Burgo. El resto de periódico se va entre deportes, editoriales, las consabidas tres páginas de la programación televisiva, las dos de anuncios y contactos, una raquítica página sobre salud y secciones sobre empresa y cultura con contenidos que, al menos para mí, no tienen demasiado interés. La última página se dedica a la «sociedad», o sea cotilleos, famoseos y demás rumores.

Bien está que salga un nuevo medio de información gratuito, siempre que este medio sea realmente nuevo y no sea más papel tirado por las aceras de la ciudad.

27 de diciembre de 2007

Salamanca tiene lo que votó

Suena duro, pero la subida salvaje de algunas tasas e impuestos municipales sobre servicios básicos es la consecuencia directa del poder absoluto (de mayoría absoluta, se entiende) que el grupo municipal del PP con el alcalde «de los papeles del archivo» Julián Lanzarote a la cabeza obtuvo de las pasadas elecciones de mayo. Posiblemente Lanzarote renovó su mayoría gracias al irresponsable populismo anticatalanista, que fue su particular opio para el pueblo, su clavo ardiendo al que agarrarse en un momento de horas bajas. Y le funcionó, ya lo creo. El ayuntamiento salmantino volvió a ser del Partido Popular una vez más con mayoría absoluta, mientras los ayuntamientos de las provincias vecinas veían como caía la hegemonía de la derecha.

Que conste que no estoy en contra de la subida de las tasas y de los impuestos. Es más, me parece muy necesario porque veo que los servicios municipales muchas veces dejan bastante que desear. Pero quizás debería llevarse a cabo de manera más gradual y racional y no de golpe y porrazo como se ha hecho. No menos graves han sido las formas pseudodictatoriales. Vale que tengan mayoría absoluta, pero intentar ponerse de acuerdo minímamente con los otros grupos municipales nunca viene mal.

Una vez pasada toda esta marejada, los salmantinos se olvidarán de la subida y a las próximas elecciones volverán a votar a Lanzarote. Allá ellos. Ese es su problema…



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