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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
12 de abril de 2010

La sábana santa

Debió ser hacia 1988 cuando asistí junto a mis padres a una conferencia acerca de los últimos descubrimientos científicos sobre la sábana santa. Deduzco que fue por entonces porque aquel año se realizaron algunos de los análisis más exhaustivos que se han hecho nunca sobre la síndone de Turín. La principal de ellas fue la datación por carbono 14 realizada por tres laboratorios independientes (en el Reino Unido, en Suiza y en Estados Unidos), que arrojó resultados más que polémicos, ya que fue datada entre los años 1280 y 1360, o sea, por lo menos 1250 años menos de la antiguedad que se le supone. Incluso, después de consultar algunos artículos de prensa en la hemeroteca de El País, la Iglesia reconoció oficialmente la falsedad de la reliquia.

Sin embargo, en 2005, un químico norteamericano lanzó la hipótesis de que los análisis de datación no habían sido realizados sobre fragmentos originales del lienzo, sino sobre uno de los numerosos parches. Otros métodos realizados en aquellos tiempos y posteriores nos proporcionan datos contradictorios y no concluyentes. La historia del sudario de Turín es para una película. Os recomiendo que leáis el artículo que le dedica la Wikipedia. Es un resumen bastante bueno de las pistas reales que nos sirven para seguir sus pasos en el espacio y en el tiempo. En cualquier caso, sea lo que sea, y venga de donde venga, falsificación o realidad, se trata de un objeto que ejerce una gran atracción a quien ve una imagen suya, sobre todo la versión «positivada». Digo esto porque, una de las peculiaridades de la sábana santa, es que la «impregnación» es un negativo. Lo descubrió un fotógrafo italiano a finales del siglo XIX y añadió aún más misterio acerca de su origen.

Del mismo modo, mucho se ha comentado sobre su origen medieval. Todas esas teorías surgieron a partir de la famosa datación de 1988 e incluso se atribuyó su autoría ni más ni menos que a Leonardo Da Vinci sin darse cuenta de que el genio renacentista era eso, renacentista, y por tanto del siglo XV o XVI… En definitiva, yo no me atrevo a pronunciarme sobre la naturaleza de la sábana santa. No creo que sea lo que dice ser, pero para ser una obra del siglo XIII/XIV me resulta demasiado perfecta. ¿Solucionaremos alguna vez este enigma?

Por cierto, si estáis por Turín, podréis acercaros hasta su catedral, donde se expone la reliquia por primera vez en diez años y sólo hasta el próximo 23 de mayo tras la restauración a la que fue sometida en 2002. Para más información os recomiendo que escuchéis el programa del sábado de Milenio 3, dedicado íntegramente a este tema.

8 de abril de 2010

La teoría de los «cisnes negros»

La historia de la humanidad es un cúmulo de contradicciones, situaciones imprevistas, equivocaciones o parámetros imposibles de tener en cuenta. Nada que ver una sucesión de hechos ordenados. Es a posteriori cuando decidimos qué es importante y qué no y cuando calibramos si realmente un hecho es trascendente para los posteriores o no. Existe una disciplina llamada prospectiva que se dedica a intentar averiguar por dónde irán los tiros en el futuro. Pero indefectiblemente siempre se equivocan cuando se ha de concretar demasiado o incluso a veces en las generalidades. Esto ocurre cuando entran en juego los llamados «cisnes negros».

¿Y qué es un «cisne negro»? Según la definición más aceptada se trata de un acontecimiento imprevisible (bueno o malo) y de gran impacto que cambia por completo el curso de la historia. Una característica que se da siempre es que, a toro pasado, se intentará dar una explicación para que el hecho resulte menos azaroso. Este concepto lo debemos al anglo-libanés Nassim Nicholas Taleb, un economista, escritor y científico (ha estudiado la aleatoriedad matemática) que acuñó este término en su libro ‘The Black Swan’ (‘El Cisne Negro’) publicado en 2007.

La idea la tomó de los clásicos, concretamente del poeta satírico latino Juvenal, quien dijo que «rara avis in terris nigroque simillima cygno», en referencia a la rareza de encontrar un cisne negro. Desde entonces se ha venido utilizando como un popular proverbio en toda Europa en referencia a hechos imposibles o altamente improbables. A finales del siglo XVII, un explorador holandés divisó por primera vez en la historia cisnes negros en Australia. Desde entonces se utiliza la metáfora del «cisne negro» en referencia a aquellos acontecimientos que ocurren a pesar de que a priori son poco probables.

Ejemplos de «cisnes negros» en la historia hay muchísimos, y siempre son trascendentales para el curso de la historia. El 11-S, la primera guerra mundial, el ordenador personal o el teléfono móvil nos han cambiado a vida a todos en mayor o menor medida y nadie supo predecir. Con la mente racional de cada época, jamás hubiéramos pensado que el PC se extendería a todos los hogares, o que internet tendría tanto éxito. ¿Quién apostaba por el teléfono móvil en 1990?

6 de abril de 2010

San Pedro y Miquelón

Los que me seguís desde hace mucho tiempo sabréis de mi gusto por los lugares peculiares, países extraños o chocantes. Ya he hablado aquí, por ejemplo, de las islas Diómedes en el estrecho de Bering, entre Estados Unidos y Rusia. También son unas islas este enclave francés en norteamérica, la única colonia que existe en norteamérica. Su nombre nos puede resultar casi de chiste: San Pedro y Miquelón (Saint Pierre et Miquelon). Hacen referencia a las dos islas principales que forman el archipiélago. Su situación, como digo en América del Norte, es tal vez una de las peculiaridades de este lugar.

Buscando información me encuentro con que, según la Wikipedia, se trata de uno de los territorios americanos más tempranamente poblado por occidentales. Hacia el siglo XVI Se convirtió en una base temporal para marineros y pescadores (sobre todo balleneros) franceses y vasco-franceses (Miquelon proviene del euskera antiguo Mikeleune). Ya en el siglo XVII se tienen noticias de asentamientos fijos de población en el lugar. Recordemos que por aquellos tiempos la mayoría de norteamérica estaba aún inexplorada y virgen para los pioneros holandeses, ingleses, franceses y españoles. El XVIII sería un siglo de luchas entre británicos y franceses. Los primeros consiguieron hacerse con las islas en varias ocasiones, aunque finalmente fue devuelta definitivamente hacia la segunda década del siglo XIX.

Es curioso pensar que, durante la segunda guerra mundial, San Pedro y Miquelón se mantuvo fiel a la Francia ocupada de Vichy, con lo que canadienses y estadounidenses tenían al enemigo nazi casi a las puertas. Los primeros incluso barajaron la posibilidad de invadir las islas para neutralizar su apoyo en caso de un ataque alemán, aunque finalmente no ocurrió. En la actualidad forma parte de los territorios franceses de ultramar junto a otros cinco.

Una curiosidad más. En la bandera no oficial de San Pedro y Miquelón aparece, entre otros símbolos, la ikurriña, en referencia y homenaje a los pescadores vascos que cofundaron la colonia pionera.

30 de marzo de 2010

OVNIs y Ejército del Aire: La IG-40-5

Como ya sabéis, mi postura ante el fenómeno OVNI es, sobre todo, desmitificadora. Esto no significa que no me interese o me resulte una temática atractiva, sino que evito siempre darle un enfoque sensacionalista o, como muchos hacen, «peliculero». Uno de esos aspectos que hacen que el fenómeno me atraiga es la existencia de documentos como el que hoy os presento. Se trata de la Instrucción General 40-5, emitida por el MOA (Mando Operativo Aéreo) del Cuartel General del Estado Mayor del Ejército del Aire el 31 de marzo de 1992. Teóricamente se trata de un documento clasificado, pero en la práctica se han publicado numerosos expedientes que contienen como base alguno de los formularios contenidos en esta Instrucción General.

La IG-40-5 establece las normas a seguir, el protocolo, ante un encuentro con un fenómeno extraño. Más concretamente su título oficial es «Normas a Seguir Tras la Notificación de Avistamientos de Fenómenos Extraños en el Espacio Aéreo Nacional». Resulta de lo más curioso echar un vistazo a las 28 páginas de que consta. En la primera de esas páginas define su misión:

Establecer las normas que determinen los cauces de recepción de información, sea cual fuere su procedencia, relativa a avistamientos de fenómenos extraños dentro del Espacio Aéreo Nacional, nombramiento de Oficial Informador, procedimiento de elaboración de los Informes, y clasificación, tramitación y custodia de los mismos.

Es interesante lo que puede leerse en la tercera página acerca de la colaboración de los ciudadanos particulares y del resto de fuerzas del Estado, incluyendo incluso la remisión de una nota a los medios de comunicación para promover que cualquiera que observe fenómenos anómalos lo comunique a la autoridad más cercana (Policía Local, Guardia Civil, Policía Nacional, etc). En las sucesivas describe el protocolo a seguir, las instrucciones internas que han de cumplir para obtener toda la información necesaria para abrir un expediente y, por tanto una investigación. Esos datos recopilados, según la Instrucción, tendrán inicialmente carácter confidencial.

En el punto 4 del Anexo A (Cometidos de los Oficiales Informadores e Investigadores) leo «Materiales/Restos Presuntamente Procedentes de OVNIs»:

Si existiesen restos o trazas materiales que se sospeche provienen de OVNIs, deberán ser manejados con extremo cuidado y protegidos de cualquier posible modificación o deterioro que pudiese reducir su valor en posteriores exámenes y análisis.

Antes de proceder a su manipulación se deberá, siempre que sea posible, registrar fotográficamente y anotar su posición, temperatura (si es anormal), signos de radioactividad y, en general, cualquier otro aspecto que se considere de interés.

La última parte está formada por el cuestionario de once páginas que ha de rellenar el testigo del avistamiento. Se trata de un conjunto de preguntas bastante exhaustivas en la que el individuo ha de contestar a cuestiones sobre el estado del terreno, posibles marcas, tipo de observación, tamaño, forma y detalles de todo tipo del objeto visto, trayectoria, hora de observación, olores, distancias, velocidades, lugar físico (interior de un vehículo, aire libre, etc). Y también algunas preguntas sobre el propio testigo (interés en parapsicología u ocultismo, familiaridad con fenómenos aéreos conocidos, problemas en la visión, efectos secundarios tras la observación, etc). El documento completo lo podéis consultar en la web de Juan José Benítez que, aunque no estoy de acuerdo con sus conclusiones, hay que reconocerle el mérito de ser el único sitio (que yo haya encontrado) que contiene la Instrucción íntegra.

En definitiva, de todo esto yo sacaría una conclusión: el fenómeno OVNI es algo que existe y que naturalmente preocupa a aquellos encargados de la protección de nuestro espacio aéreo. Ni más ni menos. Nadie se atreverá a dar una explicación. Eso sería otro tema, pero las Fuerzas Armadas están al tanto de todo aquello que ocurre en el cielo. Increíble, ¿no?

27 de marzo de 2010

Fronteras según Street View

El servicio de Google Maps Street View sigue sorprendiéndome a la vez que amplian poco a poco los países donde está presente. Y una de las cosas que más me gustan son las zonas fronterizas, los lugares de nadie, la señaléctica de estos puntos que, además de pura información, en muchas ocasiones suelen tener un cierto caracter político y reivindicativo. Pero lo cierto es que en la mayoría de las fronteras de la Unión Europea, las aduanas son edificios fantasmales abandonados hace ya tiempo. Los límites entre países incluso apenas están señalizados. Los carteles indicativos de países en muchas ocasiones han sido sustituidos por los regionales.

También resulta curioso ver la cartelería de las fronteras con países no comunitarios. Me ha gustado especialmente la de Suiza, por lo discreto. Tanto que casi pasa desapercibido. Solamente un rectángulo rojo con una pequeña cruz blanca. O el de Noruega, también un panel más bien pequeño sólo con las palabras Norge y Noreg (Noruega en noruego y en sueco) y el escudo nacional. Otros letreros peculiares son los de San Marino: «Bienvenido a la antigua tierra de la libertad» reza un enorme letrero sobre la carretera al entrar en el pequeño país itálico. O el de Mónaco. En el caso del principado encontramos un cartel más bien discreto escrito en francés y en monegasco, las dos lenguas oficiales de la ciudad-estado.

Si cruzamos el Atlántico encontramos también cosas bastante curiosas. En la frontera entre Estados Unidos y la provincia canadiense de Quebec, una señal nos advierte del cambio de medidas. Mientras en los EEUU se usan las millas por hora, en Quebec se aplica el sistema métrico (kilómetros por hora). En la foto que tenéis arriba he ido recopilando algunos de estos carteles según he ido recorriendo virtualmente esas tierras del mundo…

26 de marzo de 2010

‘Dinner for One’, una tradición televisiva navideña

Poco o nada sabemos de las tradiciones navideñas del resto de Europa más allá de los tópicos. Mucho menos en cuestiones televisivas. Aquí, muy a nuestro pesar, tenemos nuestro festival de Raphael, una tradición que retorna implacable todas las Navidades para adormecernos y que suele servir de fondo musical a los últimos coletazos de la cena de Nochebuena. De todos modos, por el poco respeto que se suele tener a la televisión por estos lares, no parece que nuestro país sea el más idóneo para tener tradiciones de este tipo.

Al hilo de esto de las tradiciones, me ha sorprendido el rito que la televisión alemana NDR (Norddeutscher Rundfunk) cumple cada noche de San Silvestre ni más ni menos que desde 1963. Ese año se filmó ‘Dinner for One’, un corto de humor de casi once minutos escrito para el teatro en los años veinte por el británico Lauri Wylie. Es ya parte del imaginario colectivo de los alemanes. Siempre se ha emitido en versión original (en inglés) y sin subtitular. Toda la acción se sitúa en el comedor de una rancia mansión inglesa y sólo con dos personajes, el mayordomo James (Freddie Frinton) y la señora de la casa, Miss Sophie (May Warden). Ambos se reunen en torno a una mesa donde Miss Sophie celebra su 90º cumpleaños. Existen otros tres invitados, Mr. Pommeroy, Mr. Winterbottom, Sir Toby y al almirante Von Schneider. A pesar de tener plato y copa, no se encuentran en la sala. La razón: todos han fallecido ya. La celebración se reduce, por tanto, a la señora y al fiel criado. Según avanza la noche y James va bebiendo más y más, la cosa degenera a pasos agigantados. Tendrá sus más y sus menos con la alfombra de piel de tigre y repetirá cada vez con más dificultad una frase que está grabada en la mente de todos los alemanes: «The same procedure as last year, Miss Sophie?», a lo que Miss Sophie contestará: «The same procedure as every year, James!». Éste es el leit motiv del sketch y una expresión muy popular en Alemania por esas fechas.

Si buscáis por internet encontraréis muchas versiones de este corto, incluso alguna hecha en LEGO. Yo os dejo con la original, tal cual se emite todos los años:

¡Gracias a Marta por la información!…

25 de marzo de 2010

Craig Venter

Craig Venter es uno de esos personajes ambiguos y polémicos, al menos para mí. Esas dos caras de Venter, por un lado de la científico biólogo que ha conseguido grandes avances en el campo de la genética y por otro el hombre de negocios que pretende sacar beneficios de estos descubrimientos, es decir, que estos avances sólo sean aplicados a quienes puedan pagárselos. Saltó a la fama en 1999 cuando comenzó a secuenciar el genoma humano al margen del proyecto «oficial». Lo hizo a través de la empresa Celera Genomics, que él mismo había fundado. En 2002 concluyó este proceso y lo puso bajo el dominio público. Justo después fue despedido (según la Wikipedia) «después de quedar patente que vender los datos del genoma no sería rentable».

Fue en 2005 cuando participó en la creación de Synthetic Genomics. Esta empresa de biotecnología está centrada en la creación de microorganismos artificiales que permitan la creación de biocombustibles a partir de procesos bacterianos. En 2007 anunció que, por primera vez en la historia, se había conseguido crear un cromosoma artificial de una bacteria que permita utilizar como «comida» el dióxido de carbono y producir a su vez una sustancia que pueda ser usada como combustible. Este cromosoma fue insertado en una bacteria, la Mycoplasma Genitalium para crear un nueva nueva, a la que han llamado, Mycoplasma Laboratorium. La ExxonMobil, impresionado por estos avances de la ciencia, firmó en julio del año pasado un acuerdo con Synthetic Genomics por valor de 600 millones de dólares para la creación de biocombustibles.

Pero las cosas no se quedan aquí. Aunque de momento el proyecto está en una fase temprana, el objetivo último de Venter es la creación de vida artificial partiendo de elementos inertes, y posiblemente no vida microscópica, sino «seres» que sirvan al ser humano en sus tareas o incluso como mejora del propio ser humano. Esto supondría una revolución sin precedentes en la historia de la vida sobre la tierra. En algunos artículos califican a Venter como el nuevo doctor Frankenstein. En cierto modo razón no le falta. Nos acercamos peligrosamente al límite de la ciencia, de la biología, al secreto de la vida al que nunca pensamos que llegaríamos. Es verdad que aún faltan algunos pasos, pero sin duda llegaremos. La vida artificial y la nanotecnología cambiarán para siempre nuestras vida.

Pero también hay otra cara que me parece preocupante. Nos encaminamos hacia un mercantilismo cada vez mayor de cosas que son elementales para la mejora de la vida en nuestro mundo. Esas mejoras que podrían evitar grandes males están en manos de compañías. ¿Asistiremos en el futuro a una nueva élite genéticamente mejorada porque pueden pagárselo? ¿Será una nueva evolución humana condicionada por el dinero?



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