El viernes pasado se publicó el último trabajo de los gallegos Triángulo de Amor Bizarro. Poco a poco, estos muchachos se han ido haciendo un sitio importante dentro del mundo del pop-rock independiente nacional. Su carrera hasta la fecha ha sido coherente, progresiva y modelando su personalidad, dándole forma. Desde su debut homónimo en 2007 hasta ‘Salve Discordia’ en 2016 hemos asistido a la conformación de un sonido y de unas letras cada vez con más empaque.
‘Salve Discordia’, aunque apenas lo he escuchado dos o tres veces completo, es un trabajo brutal, muy inspirado, sugerente en sus letras medio apocalípticas, medio poéticas, posiblemente algo autobiográficas, y con tantos matices que sería complicado analizarlas aquí en unas pocas líneas. La voz de Isa está más presente que nunca y se apropia de los temas más melódicos mientras que Rodrigo se queda con los más «arrastrados» (la versión de Triángulo de Amor Bizarro a la que más acostumbrados estábamos).
Posiblemente nos encontremos ante uno de los discos nacionales del año –o el disco del año, aunque es pronto– y, sin dudarlo, el mejor de la banda. Escribí en 2007 que el debut me pareció un «bluf» de tantos, una decepción. Mi opinión ha variado teniendo en cuenta su trayectoria posterior. En el artículo dedicado a lo mejor de 2013 dije que, después de darle el segundo puesto de los mejores discos, eran la «eterna promesa» del pop-rock independiente nacional y que estaban a punto de convertirse en la confirmación definitiva. ¿Lo será en 2016? Es posible. 8,5/10
El panorama nacional en cuanto a música independiente se refiere ha estado marcado –y esto empieza a ser ya un tópico– por nuevos grupos. Muchos de ellos aún sin un larga duración publicado, hemos de conformarnos con EPs. Pero eso no significa que no nos haya parecido muy interesante la cosecha autóctona de 2015. Bandas como Sierra, Mujeres, Señores, Viva Suecia o –los zamoranos– El Lado Oscuro de la Broca son debutantes en larga duración o sólo tienen sencillos rondando por ahí. Muchos son los que se han quedado fuera y seguro que hubieran merecido estar en una de las dos listas (recuerdo especial para Grushenka, Hinds, Vacaciones, Tigres Leones, Pablo und Destruktion, Exnovios y tantos y tantos), pero las reglas son las reglas. Y hablando de reglas, las hemos llevado al límite en el caso de Sierra. Su genial EP ‘Tiene Mucha Fuerza’ se publicó el 1 de diciembre de 2014, justo el día en el comienzan a entrar en el bombo los temas y discos que formarán parte de mis favoritos de 2015.
Discos nacionales favoritos de 2015
Les Sueques ‘Educació Física’. Si Sleater-Kinney, Elastica o similares hubieran nacido en Cataluña se llamarían Les Sueques. Estos chicos y chicas han lanzado un segundo trabajo potente, pero sensible, Contundente pero con clase. Un equilibro complicado entre lo inocente y lo perverso. Son 13 temas imaginativos que enganchan por su facilidad para la melodía inmediata. Es verdad que el hecho de estar cantado en catalán puede dificultar su entendimiento, pero también es este uno de sus encantos. Pop-rock-punk-garaje de altura.
Cola Jet Set ‘El Fin del Mundo’. Seguimos en Cataluña con una formación veterana. Felipe Fresón y compañía han reestructurado su banda y, a juzgar por los resultados, también su planteamiento y su sonido, mucho más pulido. Y además siguen siendo reconocibles. Cierto que la brillantez de su debut allá por 2004 es imposible de repetir, pero este tercer trabajo es dignísimo. Y antes de hablar de madurez, prefiero hablar de crecimiento… Gran disco.
Hazte Lapón ‘No Son Tu Marido’. Me atrevería a decir que son una de las parejas musicales más interesantes del pop independiente nacional (con permiso de Klaus & Kinski o Souvenir). Un talento emergente que este 2015 publicaron su segundo álbum. Un disco que, como se ha dicho por ahí, es por lo menos ecléctico y no aburrirá a nadie. Pero por supuesto ‘No Son Tu Marido’ es mucho más. Las letras son brillantes, irónicas y con mala leche, con crítica social sutil y a veces no tan sutil. Y la música le debe mucho a los «gloriosos» indies nacionales de los noventa, con una instrumentación aparentemente inmediata y descuidada. Hasta que empiezan a meter instrumentos de viento… Una pequeña joya.
Joaquín Pascual ‘Una Nueva Psicodelia’. La carrera en solitario del veterano músico albaceteño (Surfin’ Bichos, Mercromina, Travolta) siempre me ha parecido irregular. Buenos temas en discos regulares, buenos discos con canciones discretas… Hasta que llegó ‘Una Nueva Psicodelia’. Su personalísimo sonido se ve aquí estremecido por una ola de space-rock, sintetizadores por doquier y programaciones que visten muy bien su voz. Nueve temas bastante redondos, algunos justificadamente largos, que forman un conjunto bastante original y diferente dentro del mundo del pop-rock independiente nacional.
La Bien Querida ‘Premeditación, Nocturnidad y Alevosía’. Poco podemos decir ya de Ana Fernández-Villaverde a estas alturas. Baste indicar que todos sus trabajos han estado entre mis discos favoritos de sus respectivos años. Y dos de ellos en la primera posición (con este tres). La evolución de La Bien Querida ha sido constante sin apenas pasos en falso. Apoyándose siempre en buenas letras, una voz inimitable y una música que siempre ha ido un poco más allá, cada nuevo álbum ha sido subir un peldaño. No es ‘Romancero’, pero de lo que no tengo duda es de que es mi favorito de este año.
Mis canciones nacionales favoritas de 2015
Sierra – Golpes
La Bien Querida – Carretera secundaria
Joaquín Pascual – Rick y Rachael
Señores – Verbena en la plaza del pueblo
Mujeres – Vivir sin ti
Viva Suecia – Los años
Nudozurdo – El grito
El Lado Oscuro de la Broca – Los líderes africanos
Wild Honey – Parque temático de patrones abstractos
Cola Jet Set – Me levantaré
Para terminar, los videoclips que he encontrado, en orden inverso:
Ya ha transcurrido otro año más, doce meses más de música, de discos y canciones que nos han acompañado constantemente, en invierno, en verano o durante los largos viajes. Muchas horas de escucha y un centenar y medio o dos centenares –es difícil precisar– de trabajos que han pasado por mis oídos, tanto de factura nacional como de artistas internacionales. Y es precisamente con estos últimos con quienes nos vamos a quedar. Cuando llega este repaso anual en los últimos tiempos suelo decir que la cosecha de discos y temas de fuera ha sido escasa para mi gusto, y que me ha costado encontrar cosas interesantes. Esta vez la cosa no ha sido tan mala. Aunque muchos de los que forman parte de mis favoritos internacionales de 2015 son viejos conocidos o, como mínimo, repetidores, también ha habido una buena ración de sorpresas agradables.
Evidentemente el panorama internacional del pop-rock independiente es tan amplio que no puede abarcarse. Estoy convencido que en los recovecos más insospechados hay discos interesantísimos que jamás llegarán a mis manos. Pero con eso hemos de contar. Aún así, creo que la lista de mis favoritos internacionales es, por lo menos, diga. Vamos con ella en sentido inverso:
Discos internacionales favoritos de 2015
Julia Holter ‘Have you in My Wilderness’. El cuarto trabajo de la californiana sigue la única línea del buen gusto, mezclando con sabiduría el pop clásico, la música orquestal de los años sesenta, el jazz melódico, el clasicismo barroco y algunos toques que nos recuerdan mucho a Kate Bush o a Joanna Newsom. El disco crea un ambiente onírico que hace que todos los temas que lo forman tengan una extraña armonía que atrapa.
Courtney Barnett ‘Sometimes I Sit and Think, and Sometimes I Just Sit’. Otra solista. Esta vez australiana. Con una voz potente, unas letras irónicas y una instrumentación folk-pop-rock alegre y despreocupada, el trabajo de Courtney y su banda es aparentemente inofensivo, pero esa desastrada forma de cantar implica un espíritu de guerrilla difícilmente disimulable. Un debut prometedor e interesante dentro del panorama mundial.
Beach House ‘Thank Your Lucky Stars’. El disco «sorpresa» de Beach House para este año. Todos esperábamos ‘Depression Cherry’, pero los de Baltimore dejaron lo mejor para ‘Thank Your Lucky Stars’, el segundo trabajo que publicaban en 2015. Y sin avisar. Mucho se ha escrito sobre las razones de por qué dos álbumes y no uno doble, pero ninguna certeza. Sólo que –en mi humilde opinión– este que comento es notablemente mejor y está casi a la altura de sus mejores obras. Un sonido mucho más reconocible para los aficionados…
Belle and Sebastian ‘Girls in Peacetime Want to Dance’. Posiblemente la banda escocesa sea la que más veces ha aparecido en lo mejor del año desde que empecé con esto en 1997. Unos clásicos modernos que pincharon con su anterior disco –hace ya cinco años que se publicó–. La verdad es que yo no daba un duro por ellos cuando se anunció que a comienzos de este 2015 publicarían un nuevo trabajo. Los avances no prometían nada bueno y las primeras escuchas fueron escépticas. Pero finalmente tuve que reconocer –sin problema– que los de Stuart Murdoch habían sufrido una evolución en su sonido pero no en su esencia. Sus melodías atemporales, deudoras del mejor pop sesentero, seguían ahí. Sus letras ingeniosas, algo críticas y costumbristas, también estaban ahí, intactas.
Gwenno ‘Y Dydd Olaf’. Extraño título para un extraño disco. Su artífice es Gwenno, excomponente de The Pipettes y desde hace unos cuantos años, activista musical y política. Este es su debut en largo, editado originalmente en 2014 y reeditado este año. Para mí, la auténtica sorpresa musical internacional del año, y la primera vez que un disco cantado en galés y córnico (dialecto céltico de Cornualles) se cuela en mis listas de discos. Lo que encontramos son diez temas resueltos con experiencia y soltura, a pesar de su complejidad y variedad. Siempre moviéndose dentro del krautrock, el electro-pop y el sonido retrofuturista. Una especie de Trish Keenan –siempre la recordaremos– galesa. Si piensas que esto es una marcianada, es mejor que lo escuches. El disco imprescindible del año.
Canciones internacionales favoritas de 2015
Belle and Sebastian – Enter Sylvia Plath
Gwenno – Calon peiriant
Lusts – Temptation
Courtney Barnett – Nobody really cares if you don’t go to the party
Hace nada he terminado de leer ‘Principiantes’ (‘Absolute Beginners’) de Colin MacInnes, una novela que hacía años que quería conseguir sin éxito. Pero ha sido por fin ahora cuando he podido hacerlo. Escrita por un entonces chico de la clase alta londinense aficionado a perderse por los bajos fondos de la capital del Támesis a finales de los cincuenta, la novela de 1958 supuso la revelación al mundo de toda una generación de adolescentes británicos que comenzaban a tener cierto poder adquisitivo después de las estrecheces de la posguerra y no se sentían identificados con los jóvenes «mainstream» de la época, los teddy boys. Jugaban a ser sofisticados, cosmopolitas, amantes de la ropa italiana y del jazz moderno. Cultos y defensores de la multiculturalidad.
La generación de los «principiantes absolutos» fue el embrión de lo que en la década posterior fue una de las piedras angulares (en mi opinión la más sólida y menos frívola) de los movimientos culturales juveniles: el movimiento mod. En ‘Principiantes’ encontraremos ya esa obsesión por la música y por la ropa y, no sabemos si accidentalmente, aparece ya la vespa, otro símbolo imperecedero…
La novela nos cuenta la historia de un chico de suburbio, desarraigado, pero que consigue salir adelante gracias a sus trabajos como fotógrafo. La relación con su familia, especialmente con su madre y su hermano, es mala. Se refugia en una troupe de amigos y amantes a cada cual más pintoresco de los bajos fondos. Se mezcla en los tugurios de jazz con negros (a los que siempre defenderá cuando las cosas se ponen feas), con prostitutas, travestis y demás fauna sin la más mínima maldad y con una candidez sorprendente.
La influencia que ‘Principiantes’ ha tenido en la cultura popular ha sido enorme. Hasta el punto de que posiblemente el imaginario de la juventud de los años sesenta no sería el mismo si este libro no hubiera sido escrito. En 1986, Julien Temple, dirigió una polémica adaptación cinematográfica más cercana al videoclip que a un reflejo fiel de la obra escrita. Contó, tanto en la banda sonora como delante de las cámaras con gente como David Bowie o Sade. También la banda Los Flechazos dedicó en 1991 una canción a la protagonista femenina, Suzette en un tema homónimo:
Cerramos la puerta musical del 2015 con el último recopilatorio musical del año. La 109 será la última Muestra Musical de la temporada. Para la ocasión hemos reunido un poco de todo. Bandas nuevas nacionales e internacionales. Retornos de grupos todavía jóvenes y algún veterano. Tendremos ocasión de comentar lo que nos han parecido estos doce meses de música. Como siempre, os dejo con los clips –esta vez bastante más escaso, sólo cuatro– de esta edición y con el listado de temas:
Vacaciones – Soy tu fan
Tigres Leones – Postales
Cola Jet Set – Me levantaré
Hazte Lapón – Odiar
The Bright – Aire
Aline – Promis juré craché
Summer Fiction – Dirty blonde
Eleanor Friedberger – He didn’t mention his mother
Julia Holter – Sea calls me home
Beach House – Majorette
The School – Love is anywhere you find it
Gwenno – Golau arall
Exnovios – Ha venido a por ti
Joaquín Pascual – Rick y Rachael
Pablo und Destruktion – A veces la vida es hermosa
Hace tiempo que no escribo crítica de un disco. Y no es por falta de material que comentar, sino más bien por pereza. Pero me he armado de valor y voy a hablaros de un trabajo que me ha entusiasmado últimamente. Se trata de ‘Y Dydd Olaf’ (sí, es galés, y significa más o menos ‘El Último Día’) de Gwenno. Esta chica es conocida básicamente por haber formado parte del grupo The Pipettes. Previamente a su paso por esta formación experimentó con la música electrónica cantando también en galés y publicando dos EPs y un álbum en un pequeñísimo sello llamado Peski Records. En realidad, ‘Y Dydd Olaf’ es una reedición de su segundo largo ahora publicado por Heavenly Records para todo el mundo.
Gwenno navega con soltura por un mar de ecos, electrónica retro, samplers y loops con mucha psicodelia. Algunos temas nos pueden recordar a Stereolab, a Broadcast o a bandas similares. También hay algun coqueteo lo-fi tan de moda en los noventa. Los diez cortes de que consta pasan rápido y nos queda una sensación de querer más.
Es complicado destacar algún tema, pero el sencillo que se la lanzado, ‘Chwyldro’, ‘Patriarchaeth’, ‘Calon peiriant’, ‘Gollau arall’ o la titular son fácilmente disfrutables. En definitiva, una de esas cosas agradables que uno descubre por casualidad. 8/10.
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