rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
28 de junio de 2008

Páginas personales en la web 2.0

¿Tienen sentido ya las webs personales clásicas en la internet de las aplicaciones y de las redes sociales? Esta pregunta me la he hecho estos días a menudo con motivo de la próxima reforma de rmweb, mi sitio personal. Lo digo porque hoy día, con la proliferación de fenómenos como el de Facebook, Flickr, YouTube o Tuenti, parece que las tradicionales páginas artesanales están pasadas de moda. Máxime cuando surgen día sí y día también nuevas herramientas que facilitan enormemente el trabajo de diseño y programación de una nueva web. Eso por no hablar de las plataformas de contenidos como Mambo o Drupal.

Entonces, ¿Cómo deben ser las webs personales 2.0? Ante todo han de ser sencillas y usables. Esta es la primera conclusión a la que he llegado. La información ha de ser clara y concisa y mostrada de una manera muy visual. A diferencia de un blog, donde lo que prima es el texto, un sitio con información personal tiene que ser fácil de leer, moderadamente informal y distendida y sobre todo centralizadora. Me refiero a que una función que me parece elemental en una web personal es la de concentrar en un sólo lugar todos los servicios que tenemos desperdigados por ahí. Cualquier adicto a Facebook, por ejemplo, tiene también sus fotos subidas a Flickr puede que un blog en Blogger, una cuenta en YouTube, lee sus suscripciones RSS favoritas en Bloglines o tiene sus gustos musicales en Last.fm. ¿Por qué no integrarlo todo en un sólo lugar? Por lo general, todas estas webs poseen herramientas para integrarlos fácilmente en nuestro sitio y que todo el mundo sepa los contenidos que generamos, nuestros gustos, los blogs que leemos, los lugares donde hemos estado en nuestro último viaje o la música que escuchamos.

Como todo, tener una web personal hoy día tiene ciertas ventajas. La más evidente es la libertad de diseño. Una web personal es, además de una manera de comunicación de nuestras aficiones y gustos, una ventana de nuestra personalidad. Cada uno diseñamos según nuestro sentido estético. Y por qué no, el diseño también es una manera de comunicación. Otra ventaja importante es que somos independientes de cualquier plataforma externa. Derivada de esta, tenemos libertad de contenidos y no hemos de ajustarnos a ningún formato predeterminado.

Y también hay inconvenientes: Necesitamos un nombre de dominio, quizás un alojamiento web, lo que supone unos cuantos euros de gastos al año (tampoco muchos). También requiere ciertos conocimientos de HTML y de programación en cualquier lenguaje que admita nuestro servidor. Y por supuesto, necesitamos tiempo y ganas para programarlo, diseñarlo y sobre todo actualizarlo, casi lo más importante y lo que generalmente más se descuida. Una buena idea es crear contenidos «atemporales» e ir añadiendo nuevas cosas poco a poco. Más o menos es lo que yo hago en rmweb.

27 de junio de 2008

La semana musical (y V): Grandes decepciones de 2008

Es pronto aún para hacer un balance de lo bueno y lo malo del año. Pero me parece que al cumplirse los seis primeros meses de la temporada es un buen momento para recopilar algunas de las muchas decepciones que me llevado este año. Se suele decir que cuando algo es muy esperado, siempre decepciona. Hemos tenido muchos retornos excepcionales, pero también otros que se han quedado en humo. Ahí va la lista:

  • ‘Songs in A&E’ de Spiritualized. Jason Pierce y los suyos vuelven a recrearse en las mismas fórmulas que le dieron tan buen resultado en ‘Ladies and Gentlemen we are Floating in Space’ (1997). Pero por supuesto repetir fórmulas y mucho más si lo hacen si la brillantez necesaria, el fiasco está asegurado. Ya pincharon en su día con ‘Amazing Grace’ (2003) y en menor medida con ‘Let It Come Down’ (2001). Una pena.
  • ‘Magic Monsters’ de April March. La norteamericana que quería ser francesa nos entregó varios trabajos memorables, especialmente ‘Triggers’ (2003), que elegí como mi disco favorito internacional del año. Elinor Blake ha ido perdiendo fuelle y cayendo en una sofisticación elegante muy interesante, pero que en ‘Magic Mosters’ suena plano y aburrido. ¡Quién lo diría en los tiempos de ‘Mignonette’!.
  • ‘Cronolánea’ de Lori Meyers. Quizás esta haya sido la mayor decepción de todas. Los de Granada lanzaron esa maravilla llamada ‘Hostal Pimodán’ hace tres años. Su éxito fue inmediato y se convirtieron en uno de los grupos punteros de indie nacional. Al escuchar el excelente primer sencillo de ‘Cronolánea’ ‘Luces de neón’ pensé que los chicos seguirían en forma. Pero la decepción ha sido mayúscula al escuchar todos los temas. Me parece loable su empeño en avanzar, en explorar nuevos terrenos, en dejarse llevar por la psicodelia, pero quizás aún no estén preparados, porque para mi gusto se quedan a medio camino. ‘Cronolánea’ es un disco muy irregular.

La lista podría ser mucho más larga, pero con tres ejemplos es suficiente. En otra ocasión hablaré de los retornos gloriosos, que afortunadamente han sido muchos.

25 de junio de 2008

La semana musical (III): Una de rock sinfónico

De vez en cuando viene bien sacudir el polvo a las viejas canciones, a los clásicos que, aunque no pertenezcan a nuestra generación, también nos han marcado. Hacía años (casi una década) que no escuchaba a The Moody Blues y a Procol Harum. Si no recuerdo mal, la última vez que las oí fue cuando hice mi recopilación de la historia del pop-rock en 12 CDs. Me llevó dos años en unos tiempos en los que internet y las redes de intercambio de ficheros casi ni existían. Todo a golpe de biblioteca, de discos prestados y también de bolsillo.

En el CD dedicado al período 1967-1970 estaban entre otros ‘Nights in White Satin’ de The Moody Blues, un tema muy famoso que se ha utilizado de banda sonora en películas, en anuncios de televisión y en recopilatorios de música «romántica», uno de ellos llevaba precisamente el título de ‘Noches de Blanco Satén’ en alusión a este tema. The Moody Blues se formaron en Birmingham en 1964 con la intención de convertirse en una banda británica más a rebufo de los Beatles, tocando temas norteamericanos sin mayores pretensiones.

Pero en 1967 se cruzó en su vida la Decca, el sello discográfico de los Rolling Stones, con la idea que una banda de rock grabara un disco de música clásica junto con la London Festival Ochestra. En principio se optó por Dvořák y la ‘Sinfonía del Nuevo Mundo’. A The Moody Blues le pareció buena idea. Aceptarían sólo si en vez de usar una sinfonía clásica se les dejara grabar sus propios temas con arreglos orquestales. No olvidemos que hasta la fecha muy pocos grupos pop-rock habían grabado con orquestas clásicas y siempre habían sido temas puntuales.

Fue así como nació ‘Days of Future Passed’ (1967) y con él un nuevo subgénero, el rock sinfónico, un término que se degradaría a lo largo de los años setenta hasta convertirse en un insulto con la llegada de la new wave. El disco es notable, pero cometieron el error de incluir en él un tema tan sobresaliente que eclipsó por completo el resto del contenido. Si tenéis oportunidad escuchad la versión larga de ‘Nights in White Satin’ de casi ocho minutos, aunque la del sencillo, de cuatro minutos y medio tampoco está nada mal:

La otra banda es Procol Harum, un grupo formado en Londres en 1967 y casi «hermano» de The Moody Blues. Fueron los dos arietes que levantaron el género del rock sinfónico desde el sello de ambos, Deram Records. Procol Harum también tuvieron su éxito incontestable con ‘A Whiter Shade of Pale’ y su ya legendaria melodía de órgano Hammond, muchas veces copiada después. El extraño título casi intraducible y la críptica letra del tema es una velada referencia al romanticismo literario del siglo XIX:

Y como «bonus» no previsto voy a hablar de Barry Ryan. A Ryan podemos encajarlo también dentro de estos «pioneros sinfónicos». En 1968, el de Leeds obtuvo sus mayores éxitos con temas compuestos por su hermano Paul, el cerebro pensante, siempre en un discreto segundo plano por problemas médicos. El principal legado que nos deja el tándem de los hermanos Ryan es ‘Eloise’ (aquí se conoce por la apoteósica versión que hizo Tino Casal en 1988):

23 de junio de 2008

La semana musical (I): El triunfo nada fácil de Duffy

NOTA: He tenido la idea de última hora de dedicar esta semana, o por lo menos parte de ella a escribir sólo sobre asuntos musicales. Espero que los que no os interesan mis gustos o no os interesa la música no os aburráis 🙂

Es bastante complicado hoy día poner de acuerdo crítica, ventas y radiofórmulas. Y mucho menos en España, donde la cultura de la música pop es casi inexistente. Por eso siempre es reconfortante encontrar sonando en los 40 Principales o en otras emisoras «comerciales» el sencillo ‘Mercy’ de la galesa Duffy. Supe por primera vez de ella en marzo, en un anuncio en la Rockdelux de ese mes. Decidí echarle un oído y me gustó. Si recordáis la incorporé en el post sobre mi particular banda sonora Cáceres-Zamora y elegía su primer sencillo ‘Rockferry’ para ilustrarlo. Hasta la Cadena SER utilizó el magnífico ‘Distant dreamer’ como fondo musical para su autopromoción de las audiencias del EGM

2008 se está revelando como el de la renovación del soul con sabor clásico (desafortunadamente llamado por algunos «neo soul»), con nuevas y jóvenes divas que escriben sus propios temas como Amy Winehouse o la propia Duffy y que despiertan halagos en las críticas. Al contrario que la Winehouse, Duffy tiene en la sencillez y la discrección algunas de sus principales virtudes. Su álbum de debut ‘Rockferry’ cuenta con la producción del ex-Suede Bernard Butler y ya es sin duda una de las sorpresas del 2008. O por lo menos es uno de mis discos favoritos de la temporada.

En definitiva, Duffy es quizás el último ejemplo de que si se quiere (o más bien si se ficha por una multi como Universal) pueden aunarse las buenas canciones con la comercialidad, y además sonar en todas las radios del país.

20 de junio de 2008

Sarkozy contra el p2p

Por si alguien todavía no lo sabe, el ejecutivo francés pretende proteger la «creación artística» (más bien diría yo la industria) sancionando a los internautas que descarguen contenido protegido a través de p2p con el corte de su conexión y en última instancia con una multa. Me asaltan muchas dudas al respecto. La primera y más importante es cómo se las van a ingeniar las operadoras (que imagino que serán quienes hagan de «centinelas») para discernir si se descargan archivos con copyright o no. La segunda es cómo van a analizar el increíble volumen de descargas de millones de usuarios diferentes y si las empresas proveedoras de internet están dispuestas a hacer un desembolso en los recursos materiales y humanos necesarios para una tarea tan titánica.

En cualquier caso me da la impresión de que esta ley tiene más de ruido disuasorio que de poder efectivo. Al menos yo lo veo así. Las declaraciones de los responsables de redactar la norma afirman que al recibir el primer aviso vía correo electrónico, entre el 80 y el 90 por ciento de los «infractores» dejarán de descargarse contenidos. Estoy impaciente por ver como evolucionan los acontecimientos y si realmente será una medida efectiva o si sólo se quedará en humo.

¿Qué ocurriría si en España se promulgara una ley similar a la que aprobó el gobierno de Sarkozy? Pensándolo bien, yo replantería la pregunta hacia un ¿Es posible en España una medida así? A bote pronto la respuesta es no. Un contundente no. No puede haber sanción si no hay falta ni delito. Hasta la fecha, y como he repetido alguna vez, la descarga de contenidos, sea cual sea, no es delito si no media ánimo de lucro. Y cada vez hay más sentencias al respecto. Por eso tengo la impresión de que aquí no se correrá el riesgo de establecer una medida tan injusta e impopular. El Gobierno que la implante se juega la pérdida de confianza de millones de internautas.

19 de junio de 2008

¿Rastros sospechosos en el cielo?

Aunque ya había oído hablar de los chemtrails en alguna ocasión, ha sido ahora cuando me he decidido a buscar algo de información sobre este curioso ¿fenómeno? ¿anomalía? ¿paranoia conspirativa?. Los chemtrails son una derivación de la expresión inglesa contrail (condensation trail), que es como se denomina la estela de vapor de agua que dejan los aviones y que se produce por la condensación del agua de la atmósfera al recibir el calor de los motores a reacción. Todos los hemos visto como pequeñas (a veces no tan pequeñas) líneas en el cielo. Suelen ser muy visibles al atardecer y desaparecen en unos minutos.

Por contra, los chemtrails (chemical trails) serían (según los que defienden su existencia) la prueba de que estamos siendo «fumigados» con sustancias químicas. La finalidad no está del todo clara. Hay muchas versiones: disolución de nubes de lluvia, provocación de efecto invernadero artificial (me pregunto para qué), drogas que permiten el control mental (¿delirante, no?), favorecer/perjudicar las telecomunicaciones y todo lo que nos podamos imaginar. A simple vista, siempre según sus defensores, se diferencian de los contrails o estelas normales de los aviones en que aquellas son mucho más persistentes, llegando a permanecer visibles durante horas en el cielo.

A medio camino entre la paranoia y la leyenda urbana, los chemtrails tienen su origen en 1997. Ese año el «fenómeno» fue descrito por primera vez por el periodista Richard Finke. Los chemtrails, al igual que otras leyendas similares, han tenido una enorme difusión gracias a internet.

En mi opinión no creo que el fenómeno exista realmente, pero no por eso deja de ser curioso. Consultando la abundante información que hay sobre el tema me doy cuenta de la habilidad, no sé si intencionada, de mezclar realidades constatadas con fantasía. Me refiero a que es absolutamente cierto que existen técnicas de fumigación para precipitar o auyentar la lluvia. También pienso que existirá su parte experimental, bombardeando el cielo con diferentes sustancias. Incluso puedo llegar a admitir que alguno de esos proyectos sea reservado, pero… ¿algo tan visible como esas enormes estelas en el cielo pueden obedecer a un plan secreto? Si es así, desde luego sería un fracaso absoluto, porque ya muchos nos hemos enterado…

18 de junio de 2008

Libertad y responsabilidad en internet

Cada vez que veo o leo una barbaridad en internet me asalta la misma reflexión: ¿Internet ha de tener límites? ¿Quién ha de establecerlos? ¿Cómo protegemos a los menores y a los más vulnerables? Desde que internet está al alcance de cualquiera, se han planteado estas y otras cuestiones que no tienen fácil solución. Yo siempre he abogado por la libertad absoluta y que cada uno sea responsable que los contenidos que genera. Pero para que esta libertad sea efectiva y a la vez se proteja de posibles abusos a los demás, es necesario articular medidas que permitan aplicar las leyes penales al ciberespacio. Esto es algo que poco a poco (muy poco a poco) se va consiguiendo. No es nada fácil aplicar una legislación pensada para el «mundo real» a un ente global y omnipresente. Aún así, existen abundantes lagunas legales ¿Qué ocurre cuando se utiliza una red pública WiFi o un cibercafé para cometer un delito? No estoy muy al tanto de si hay jurisprudencia o se han dictado sentencias al respecto.

Pero no sólo son delitos lo que nos podemos encontrar en internet. Existen aspectos de internet, que sin infringir ninguna norma, son negativos para el internauta. Sin ir más lejos, el otro día entré en una de esas webs que permiten almacenar imágenes para colocar en blogs y foros. Allí había de todo, pero me llamó especialmente la atención fotos de cadáveres desfigurados supongo que por accidentes y similares. Esta información puede ser interesante para forenses o estudiantes de medicina (imagino que las imágenes provendrían de alguna web de ese tipo, no voy a pensar en otras perversiones). Dejando todo el tema de los menores aparte (por descontado que un niño o una niña de menos de 13-15 años debe navegar siempre por internet en compañía de algún familiar mayor de edad), puede ser muy desagrable y molesto para cualquier persona encontrarse por sorpresa con alguna cosa de estas o con lo que yo llamo «pornografía intrusiva», esos banners sexualmente explícitos que aparecen en webs que nada tienen que ver con el tema, normalmente de descargas, enlaces de eMule o parecidos y que es muy sencillo acceder a ellos.

Internet es la ley de la selva. Hace falta tiempo y experiencia para separar la basura de los contenidos que merecen la pena. El anonimato hace que la red de redes sea el reflejo de una sociedad occidental que hacia afuera reprime sus deseos, perversiones y frustraciones, y que los termina volcando en la web. Las posibilidades de internet son casi infinitas y ha cambiado nuestra forma de ver el mundo y nuestra propia vida. Siempre he defendido este lado positivo frente a los agoreros sensacionalistas de determinados programas de televisión, pero también la libertad total conlleva una responsabilidad que muchas veces se obvia.



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