rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
28 de agosto de 2009

‘Bajo el Nombre de Norma’

Lo primero que he de decir, y de esta forma hacer honor a la verdad, es que no he tenido tiempo de terminar ‘Bajo el Nombre de Norma’ (451 Editores) a lo largo de estos quince días de vacaciones. He tenido que devolverlo a la Biblioteca después de haber pasado apenas cien páginas. Aquí en Cáceres no lo tienen, así que me parece que me voy a quedar con las ganas. En cualquier caso, me apetecía hacer, aunque solo sea, una pequeña reseña de este libro que marcó una época en la narrativa alemana contemporánea. Su autora es Brigitte Burmeister, una entusiasta representante de lo que se ha llamado la nouveau roman o «nueva novela».

El grueso del libro es la crónica cotidiana de una comunidad de vecinos del antiguo Berlín Oriental en 1992, tres años después de la caída del Muro y de la teórica reunificación. El recelo, el miedo, la esperanza y la nostalgia se dan cita en las conversaciones de los moradores del Mitte berlinés, una zona en tierra de nadie a la sombra de los restos de hormigón de lo que fue la barrera entre dos mundos, o mejor dicho entre dos formas de ver el mundo. La novela también desmitifica la alegría de la noche del jueves 9 de noviembre de 1989, cuando se abrió la frontera este-oeste por primera vez en varias décadas y de cómo pronto se transformó en temor a ser marginados por los habitantes occidentales.

El diario Público hizo una interesante entrevista a Burmeister con motivo del lanzamiento en España del libro. En ella se terminan de descifrar las claves del ambiente que se vivía en el Berlín de entonces y que forma parte de la novela.

27 de agosto de 2009

Music Go Music

Afortunadamente, de vez en cuando un nuevo grupo se cruza por sorpresa en nuestras vidas para alegrárnosla un poco, nos enamoramos irremediablemente de ellos y no podemos dejar de escuchar sus canciones. Music Go Music ha sido una de esas agradables sorpresas, ahora que termina el verano y que los ánimos no están todo lo álgidos que quisiéramos. El 14 de enero de este año, el diario británico The Guardian dedicaba un artículo de su sección New Band of the Day a estos californianos. En este texto las referencias y las etiquetas fluían sin reparos, pero una de ellas brillaba sobre las demás: ABBA. De hecho dicen que suenan más a ABBA que los propios suecos. Yo no estoy del todo de acuerdo, pero de eso hablaremos más adelante. El caso es que desde hace un tiempo, los chicos de Je Ne Sais Pop están haciendo un seguimiento de la banda, tan fascinados como yo.

A Music Go Music les gusta jugar hacerse los misteriosos. Hasta la fecha han publicado tres discos de vinilo (sí, sólo en vinilo) de 12 pulgadas con 6 temas en total, todos con portadas casi idénticas, para el sello Secretly Canadian. También se dice que detrás de las falsas identidades de los integrantes del grupo se esconden miembros de otras bandas indies norteamericanas. Muy conocidas no deben ser porque ellos dan la cara y hasta la fecha nadie los ha identificado. Se apuesta por que Gala Bell, la vocalista, es Meredith Metcalf de Bodies of Water (si no los conocéis os los recomiendo), pero a mi no se me parece tanto. Cualquiera sabe…

En octubre publicarán su primer largo (esta vez sí) en CD y LP bajo el título de ‘Expressions’, aunque yo ya he podido escuchar íntegramente los nueve cortes que contiene y es un auténtico bombazo. Comentaba antes lo que decía The Guardian sobre a qué sonaban Music Go Music. ABBA es la principal referencia. Estoy de acuerdo, pero hay mucho más: Blondie y las bandas de la new wave, la psicodelia sesentera de grupos como los primeros Pink Floyd, las guitarras y los teclados de la Electric Light Orchestra y guiños a muchos otros. El resultado es una música emocionante, adictiva, enérgica, melódica y brillante.

Para terminar vamos con los dos videoclips que han publicado hasta la fecha. El asunto también tiene miga porque ambos están rodados a modo de una actuación televisiva de los setenta en el primer vídeo y los primeros ochenta en el segundo. De hecho, este programa imaginario tiene nombre, ‘Face Time’, y presentadores (un tipo que parece sacado de una peli de Aki Kaurismaki y una señorita oriental con unas gafas enormes). Empezamos con mi favorito, el vídeo del tema ‘Warm in the shadows’:

Ahora vamos con ‘Just me’:

26 de agosto de 2009

Flickr: decepción y alternativas

Desde hace unos meses me ronda en la cabeza reformar profundamente mi web de fotos Cromavista para transformarla en una web de fotos de viajes más que en la «cosa» indefinida medio experimental que es ahora. Este cambio iría desde el logo hasta en el concepto general. Mi intención es añadir muchas más fotos de muchos más lugares que ahora permanecen inéditas y que merecen la pena ser vistas. Como tampoco tengo ganas de dedicarle demasiado tiempo programando o reformando el código del Cromavista actual, lo primero que pensé fue en usar uno de los servicios de fotos que nos ofrece internet.

Flickr es la primera opción. Lo tenía todo: un software para Mac que permite subir cómodamente las imágenes, posibilidad de crear carpetas, comentarios para las fotos y, por qué no, formar parte de la mayor comunidad fotográfica de toda la red. Pero claro, para un usuario básico, el límite está en 200 fotos. Si queremos eliminar estas limitaciones tenemos que actualizarnos a usuario Pro. No es que sea caro (unos 2 dólares al mes), pero teniendo espacio en servidor propio de sobra (me quedan unos 300 Mb libres) para almacenar unas cuantas fotos, me parece una tontería pagar por otro servicio.

Otra opción era usar una de las muchas aplicaciones escritas en PHP y MySQL para gestionar álbumes de fotografías digitales. Hace unos años investigué algo Coppermine, sin duda el más popular. Pero también existen otras opciones menos conocidas y dignas de ser investigadas. El principal inconveniente de estas aplicaciones es su dificultad para ser adaptadas a las necesidades de cada usuario. Hace falta invertir unas cuantas horas trabajando con la plantilla para conseguir unos resultados medianamente aceptables, que es justo lo que no quiero hacer.

La última y más drástica alternativa es crear una web «a la vieja usanza» con HTML estático. De esta forma modificar los álbumes sería más engorroso, pero su desarrollo sería más rápido si se consigue automatizar lo suficiente (me refiero al copiar+pegar). Ahora mismo estoy investigando esta opción, pero todavía no tengo nada concretado ni en cuanto a estructura ni en cuanto a estética. Sólo me queda ponerme manos a la obra cuando tenga tiempo y ganas. Puede ser mañana o dentro de un mes. Ya se verá.

25 de agosto de 2009

‘Cuentos de Tokio’

Enfrentarse a un clásico del cine japonés como es ‘Cuentos de Tokio’ es siempre un reto, mucho más si viene de un realizador tan particular, venerado y «japonesista» como es Yasujirō Ozu. Ozu es autor de más de una cincuentena de películas a lo largo de sus treinta y cinco años de carrera artística. También es una referencia para las generaciones que han venido después, tanto dentro como fuera del país nipón. Parte de la obra de Ozu es muda. De hecho, Japón fue uno de los últimos países del mundo en incorporarse al cine sonoro, hacia mediados de los años treinta. ‘Cuentos de Tokio’ (1953) es un auténtico clásico del cine japonés y quizás uno de sus mejores exponentes.

La película cuenta la historia de un matrimonio de ancianos que deciden ir a visitar a sus hijos, que viven en Tokio y Osaka. Pero pronto se darán cuenta de que la gran ciudad les es algo tan ajeno que no terminan de comprender. Lo mismo ocurrirá con la vida de sus hijos, a los que ya no reconocen. Sus padres son un estorbo para su rutina diaria, así que deciden enviarlos a una residencia durante unos días. Los padres, siempre comprensivos, deciden abandonar la residencia para volver a su ciudad de origen.

Yasujirō Ozu hace gala de una estética férreamente controlada, con paisajes de una belleza muy austera, peculiar y recurrente a lo largo de la película (las chimeneas de la fábrica o el campo con la esquina de un tejado). Una belleza que, en cualquier caso, no sólo está en el aspecto formal. Ozu pone mucho cuidado en ofrecer una obra coral, donde ningún personaje destaque sobre el resto. De este modo, aunque el eje de la historia son la pareja de ancianos, están suficientemente arropados por los demás personajes como para que su presencia se difumine lo suficiente. ‘Cuentos de Tokio’ es una de esas películas que, si queremos analizarla con minuciosidad nos llevaría mucho, muchísimo, tiempo y muchas palabras. Y siempre sería un punto de vista parcial, el mío. Por eso os recomiendo que la veáis y saquéis vuestras propias conclusiones. Ah, y por favor, vedla en versión original subtitulada.

24 de agosto de 2009

Congelación salarial

Estas palabras, a las que podemos sumarles la de «funcionarios», consiguen captar la atención de todos los que somos empleados públicos. Si se lleva a cabo, será la primera que sufro en mi vida. Lo cierto es que, tras un par de años de subidas notables (por diferentes razones), mi nómina se estancará. Lamentablemente, hablar del sueldo de los funcionarios siempre es polémico. La demagogia suele apoderarse de aquellos que no son empleados públicos. Piensan que somos demasiados, que trabajamos poco y que cobramos más de lo que nos merecemos. También lo piensa determinado sector liberal a los que la palabra «Estado» les provoca sarpullidos y su meta es reducirlo a la mínima expresión en favor de la empresa privada. Pero curiosamente, en vez de aplaudir la propuesta del Gobierno para contener el gasto, la han criticado.

Evidentemente yo no estoy de acuerdo con ninguna congelación. No queremos oír hablar de nada que no sea aumentos. Lógico. Pero también hemos de tener en cuenta la situación económica que vivimos, con un IPC en mínimos históricos. En estas circunstancias, una congelación (o una subida inferior al 1%) apenas tendría repercusión en el poder adquisitivo de los empleados públicos. Si hay que congelar, quizás este sea el momento idóneo. Y si hay que congelar, que se comience por los de la parte alta del escalafón. Esto es una obviedad. Por una parte, su situación es mucho más desahogada y por otra, porcentualmente, supone una cantidad mayor. En cualquier caso, está por ver si finalmente se lleva a cabo y cómo se realizará.

19 de agosto de 2009

La reforma del castillo

Por lo que estoy viendo estos días, uno de los temas del verano aquí en Zamora, si no el Tema, es la apertura del recinto del castillo después de mucho tiempo de reformas, sorpresas e incertidumbres sobre su fecha de inauguración. Quedan ya lejos aquellos posts que escribí en 2006, uno el 20 de febrero sobre el inicio de las obras y otro el 15 de junio sobre los inesperados descubrimientos durante esas obras. Por fin llegó el momento. Tres años y pico después ya tenemos la fortaleza remozada para las futuras generaciones.

Me he pasado creo que en tres ocasiones para echar una ojeada a todos los rincones y tomar fotografías y vídeos. Es fácil dar una opinión precipitada y casi seguro que errónea, por eso he tardado unos días en escribir esta entrada, y aún así tengo sensaciones contradictorias. Por una parte, la reforma era imperiosa, necesaria y urgente y por otro, por mucho Moneo que esté detrás de la restauración la sombra de Somoza es alargada y me trae infaustos recuerdos sobre otras obras de la ciudad (la Plaza de la Constitución o la de Castilla y León por ejemplo) a base de granito y madera. Todo demasiado lineal, demasiado diáfano, nada de vegetación, nada de color. Esta sensación se acentúa todavía más en los jardines, donde se han dejado grandes extensiones de césped (menos mal) y muy pocos árboles, lo que lo convierte en una obra más para el catálogo de lugares desangelados de la ciudad. Ni fuente ni flores, como había antes. En su lugar, unas pasarelas de madera comunican los jardines con algunos lugares estratégicos de la muralla por donde el personal puede asomarse.

Dentro del castillo lo primero que llama la atención es la extrema austeridad de la obra. Tan sólo un lecho de gravilla cubre el suelo de piedra viva sobre el que se asientan las losetas de granito y los travesaños de madera que hacen las veces de pasadizos para que los visitantes puedan pasear. Lo mismo si nos acercamos hacia el centro de la construcción. Un patio de gravilla en plan jardín zen japonés con alguna piedra que otra y escoltado por los muros descarnados de lo que fue en su día la Escuela Oficial de Idiomas. Unos muros donde se ve el cemento, los restos de baldosas y algún ladrillo que otro. Humildemente y como profano en la materia, me pregunto que valor histórico puede tener semejante cosa. Confundiéndose con estos muros encontramos restos de lo que se adivinan estancias con seguridad mucho más antiguas. Supongo que en la visita guiada (ha sido imposible apuntarme por la gran demanda que había) explicarán algo más que en los escuetísimos letreros que jalonan algunos de los puntos principales del castillo.

Pero sin duda el principal atractivo para zamoranos y turistas es la posibilidad de pasear por la parte alta del recinto, incluyendo todas las torres. Se accede a esta ruta elevada por unas estrechas y empinadas escaleras metálicas que a mí me parecieron un poco precarias a juzgar por los chirridos que soltaba a cada paso del ascenso. Una vez arriba la vista es tan impresionante como inédita. Mucho más si nos subimos a la torre principal, desde donde obtendremos una de las panorámicas más bonitas y originales de la ciudad.

Como conclusión puedo decir que el castillo se ha convertido en una cáscara de algo que no existe. Lo que se pretendía que fuera el museo del gran escultor Baltasar Lobo está muy lejos de lo que esperábamos. Desconozco si en el futuro se aprovechará algo de las estructura interna de castillo para construir un museo como se merece. O si no que trasladen el Centro de Interpretación de las Ciudades Medievales del edificio de la cuesta de Pizarro hasta el castillo, que parece ser un lugar mucho más acorde.

16 de agosto de 2009

‘De Latir mi Corazón se ha Parado’

La historia del cine está repleta de personajes oscuros, siniestros, que sin embargo cultivan algún noble arte. Todos recordamos, por ejemplo, al protagonista de ‘La Naranja Mecánica’ y su obsesión por Beethoven. El caso de ‘De Latir Mi Corazón se ha Parado’ es la enésima versión de las dos caras del ser humano y de cómo a través del arte puede atenuarse la negativa para sacar a relucir en una especie de redención la positiva. En esta producción francesa dirigida en 2005 por Jacques Audiard, el protagonista vive al límite, en el filo entre la legalidad y la ilegalidad, en un mundo donde todo se compra y todo se vende. Todo menos las ilusiones.

Tom se dedica al dudoso negocio familiar de la especulación inmobiliaria. Siguiendo técnicas pseudomafiosas son contratados para realizar las tareas más sucias del sector echando mano de bates de béisbol, incendios provocados y otros ardides. Pero tiene otra inquietud: tocar el piano. Recupera el gusto por tocar tras encontrarse con el representante de su madre, una concertista ya fallecida, y le convoca para una audición. A partir de aquí, Tom vivirá por y para el piano. Se convertirá en su principal ilusión.

‘De Latir Mi Corazón se ha Parado’ es una magnífica película que adolece de algunos defectos que podrían haber sido perfectamente evitados. El principal es formal. Audiard recurre a una realización y una puesta en escena que se ha convertido en un estándar del cine, sobre todo en los Estados Unidos. Planos cámara en mano, juegos de luces, la noche (siempre tan fotogénica) o esos primeros planos del protagonista cariacontecido, discutiblemente interpretado por Romain Duris. Una amalgama de recursos efectistas que no favorecen la sinceridad de una historia que nada contracorriente y en la que la maldad más ruín no está reñida con la belleza, con la ilusión o con la sensibilidad artística. Este es quizás el principal mensaje que transmite la película, que por otra parte cuenta con un desarrollo casi perfecto gracias a un guión impecable. Recomendable para los que no les va eso de «los buenos y los malos».



rmbit está bajo una licencia de Creative Commons.
Plantilla de diseño propio en constante evolución.
Página servida en 0,050 segundos.
Gestionado con WordPress