rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
16 de noviembre de 2013

Vídeo: Una Semana en París (Quinta Parte)

Terminamos esta serie de vídeos sobre París con la quinta entrega. Esta vez nos vamos al barrio de Montmartre, con su Moulin Rouge, sus calles empinadas y sus plazas llenas de pintores. También el espectacular Sacre Coeur, desde donde se tienen unas vistas únicas de la ciudad. Y como final, la Basílica de Saint-Denis, situada fuera de la ciudad, pero que en su cripta se hallan enterrados todos los restos de los reyes franceses desde tiempos de los merovingios. Después de la Revolución Francesa y tras el saqueo de las tumbas, y ante la imposibilidad de determinar qué restos eran de quién, fueron enterrados en un lugar común dentro de la Basílica. La música en este caso es de Michel Legrand, ‘Moulin Rouge’, ‘Rex Karole, Johannis Genite’ de la Early Music Consort of London & David Munrow y ‘Vintage’ de Beaumont.

15 de noviembre de 2013

Redescubriendo las aceñas de Gijón y su entorno

«En el pago de Gijón se hallan situadas las aceñas de aquel nombre sobre la margen derecha del río Duero, aguas abajo de Zamora.
Estas aceñas de sólida construcción, forman un edificio separado en su base por cuatro canales.
El acceso a estas aceñas se halla establecido por medio de una calzada de corta línea con su correspondiente desagüe.
Parte la presa de estas aceñas de la orilla izquierda del río y lo cruza en sentido oblícuo hasta llegar al punto de emplazamiento de dichos edificios.
En la margen derecha tiene también una corta línea de presa que contiene las aguas que las dirige a su destino.»

Con estas palabras describía Eduardo J. Pérez en su curiosa ‘Guía del Viajero en Zamora’ (1895) las aceñas de Gijón. Eran tiempos en los que aún se usaban estos edificios como molinos, aprovechando la fuerza del agua del río. Décadas después se abandonaron por métodos más modernos y las aceñas se dejaron a su suerte. Hasta los años noventa del siglo pasado no se recuperaron en Zamora estos peculiares edificios. De los cuatro grupos existentes en la capital, tres fueron restaurados para darles diferentes usos, convirtiéndose así en establecimientos de hostelería o pequeños museos para locales y visitantes. Pero las aceñas de Gijón permanecieron ajenas a este renacimiento.

Este pasado verano me acerqué hasta allí por el camino –casi invisible– que lleva hasta allí bordeando el río. Ciertamente lleva un rato encontrar la entrada que parte bajo el puente nuevo. Finalmente la encontré con la ayuda inestimable de Google Maps en modo satélite. Tras caminar algo más de diez minutos (un kilómetro aproximadamente), di con el pequeño cruce entre el camino y la carretera de acceso a las fincas cercanas. Una cadena cierra el paso a vehículos, pero no a las personas.

Las aceñas se encuentran en un estado lamentable. Algunas ya desmoronadas, cubiertas por la maleza y con pintadas. Es posible caminar por la represa hasta prácticamente la mitad del río. Desde aquí se puede contemplar una vista curiosa. Mientras recorría con cuidado todo el paraje me preguntaba si alguna vez se recuperarían o si las dejarían definitivamente a su suerte. Sería un magnífico lugar para finalizar el paseo del Duero que comienza en el Parque de La Aldehuela y que también debería ser una pieza más de la recuperación y rehabilitación de esta zona –parte de lo que fuera antaño el Campo de la Verdad— que engloba también la iglesia de Santiago de los Caballeros, hoy rodeado de un paisaje lamentable de casuchas, ruinas y descampados.

11 de noviembre de 2013

‘Mongolia’ y la exploración de los límites

Muchas veces, y tras ver la cantidad de injusticias que se cometen a sabiendas diariamente por parte del poder con la excusa de la crisis, la única vía de escape que nos queda es el humor. Y dentro del humor la sátira. Quizás por eso los artífices de la revista ‘Mongolia’ se lanzaron en marzo de 2012 a una piscina en la que no se sabía si habría agua. Afortunadamente estos kamikazes han salido ilesos hasta el momento, publicando mensualmente desde entonces en papel, en pleno retroceso de este formato. La razón la desconozco, pero ‘Mongolia’ no es sólo una especie de ‘El Jueves’ de nuestra generación, sino una forma de protesta contundente que en papel se hace mucho más visible hacia los demás. Es una «revista-pancarta» si se me permite el híbrido, como lo fue en su momento ‘El Papus’ o mejor ‘Hermano Lobo’, salvando las distancias. Es más, el uso de colores vivos, de grandes cuerpos para las tipografías de la portada y el uso subversivo de la manipulación gráfica de marcas conocidas abundan en esa sensación. Por cierto, estupendo trabajo de maquetación y diseño.

Desde el principio se ha caracterizado mostrar en sus portadas criticas brutales, centrándose casi siempre en los muchos tabúes políticos y sociales que aún quedan en España. El Rey, Franco, las Infantas, ETA, las religiones, los políticos de turno… Todos han sido diana y objeto de burla y crítica sin piedad. Hasta la fecha ninguno de sus números ha sido secuestrado, pero sí ha sido vetado en muchos quioscos, en El Corte Inglés y hasta en Facebook. En los quioscos y grandes superficies donde se vende suele estar bastante escondido. Una de las novedades que aporta la revista y que otras publicaciones del mismo género no tienen es que cuenta con una sección de investigación «seria» que ha ofrecido exclusivas, como los correos electrónicos de Urdangarin, prohibidos judicialmente.

Está claro que uno de los objetivos de ‘Mongolia’ es explorar los límites de la libertad de expresión, entrar en esas zonas grises que las generaciones anteriores han convenido en no tratar. Pero esas generaciones no son la nuestra y comienza a despuntar otra forma de hacer las cosas y otro modo de enfocar los temas de siempre. Ahí están Jordi Évole con ‘Salvados’ o Javier Gallego y su ‘Carne Cruda’. ‘Mongolia’ también aportan su granito de arena a esta necesaria e inevitable Segunda Transición, no sólo política, sino también social y cultural.

7 de noviembre de 2013

Vídeo: Una Semana en París (Cuarta Parte)

Cuarta entrega de los vídeos sobre París que grabé este verano. Es la penúltima. Para esta ocasión he elegido como motivos el Museo del Louvre y el Palacio de Versalles, ambos fueron en su día palacios reales que ocuparon –insignes unos y tiranos otros– gobernantes de Francia a lo largo de los siglos. Respecto a la música que acompaña a las imágenes, se trata de ‘Paris in the spring’ de Michel Legrand, ‘Outro’ de M83 y ‘Prelude des trompettes et autres instruments pour Mars’ de Jean-Baptiste Lully.

4 de noviembre de 2013

‘Lovecraft: Fear of the Unknown’

Ya era hora de que alguien se dignara a recuperar la figura del escritor norteamericano Howard Phillips Lovecraft (1890-1937). Quizás desde hace una década más o menos viene reivindicándose su figura a raíz de la popularización de los relatos fantásticos de corte gótico. Se ha reeditado la obra de un autor que durante mucho tiempo ha sido despreciada por la crítica literaria. Por eso ha sido no hace mucho que se ha valorado en su justa medida la herencia y la influencia que ha tenido en creadores del género del terror y la ciencia-ficción. No en vano, hoy es considerado el padre de la ciencia-ficción moderna junto tal vez con Julio Verne o Ray Bradbury. Es creador, igual que algunos que vendrían después, de una mitología propia. Y es esta quizás su gran aportación. Luego vendría Tolkien con su Tierra Media…

El documental ‘Lovecraft: Fear of the Unknown’, realizado en 2008, desgrana su biografía, casi tan interesante como su obra, a lo largo de hora y media. Lo mejor tal vez sean los testimonios de directores de cine o escritores claramente influidos por el autor de Providence como Guillermo del Toro o John Carpenter. Se aportan muchas de las claves que fueron constantes en su vida y que son imprescindibles para entender completamente el por qué de sus temas favoritos: Los monstruos, el pasado, la mitología, el esoterismo o el caos. Su vida, repleta de miedos enfermizos, le impedía llevar una existencia normal y su feroz defensa de las tradiciones le llevó hacia una xenofobia que en sus últimos años se atenuó. Añoraba el pasado y hubiera deseado vivir un par de siglos atrás, tal vez en la Inglaterra de sus antepasados, y no en una provinciana ciudad de Nueva Inglaterra que ya comenzaba a notar los cambios que traía la modernidad.

En lo que a mi respecta, no he leído aún nada de Lovecraft, aunque es posible que después de ver este documental me ponga con su obra completa, no muy extensa. Por si os interesan, en este enlace hay algunos de los mejores: ‘El Horror de Dunwich‘, ‘Él’, ‘En la Cripta’, ‘En los Muros de Erix’, ‘La Poesía y los Dioses’, ‘Lo Innombrable’, ‘Los Otros Dioses’, ‘Azathoth’ y ‘Polaris’.

29 de octubre de 2013

‘Searching for Sugar Man’

Muchas veces, cuando veo un documental bien hecho, tengo la sensación de que tanta perfección sólo puede venir de un argumento pactado, unos actores como protagonistas y un guionista talentoso que teja toda la trama. Vamos, lo que se llama un falso documental. Esa fue la sensación que tuve al ver ‘Searching for Sugar Man’, la de ver algo tan redondo y bien acabado que parecía imposible que fuera real y basado en investigaciones y casualidades.

‘Searching for Sugar Man’ es un largometraje documental de producción sueca dirigido por Malik Bendjelloul en 2012. Trata la historia de un desconocido cantautor estadounidense de origen mexicano llamado Rodríguez. A pesar de que unánimemente la crítica alabó sus canciones y lo calificó de un fenómeno superior incluso a Bob Dylan, sus dos discos publicados en 1970 y 1971 pasaron completamente desapercibidos… en su país natal. Pero en un lugar tan lejano y exótico como Suráfrica y, a pesa de la censura ejercida por el gobierno segregacionista, se convirtió en un éxito que lo equiparó (e incluso superó) a los Rolling Stones y otras leyendas de la época, aunque él jamás llegó a saberlo. Y de pronto desapareció. Unos dijeron que se había prendido fuego en el escenario, otros que se había disparado con una pistola…

No me gustaría destripar completamente el desenlace porque, en mi opinión, mucha de la gracia y la salsa del documental la tiene el giro en la investigación que tiene lugar más o menos hacia la mitad del metraje. No soy muy aficionado a alabar algo si realmente no creo que lo merece, pero es que Bendjelloul dosifica los testimonios, las secuencias, las canciones de Rodríguez, de forma magistralmente hipnótica. Tanto que cuesta mucho apartar la vista de la pantalla. También es cierto que esa segunda parte no tiene la intensidad de la primera, pero es algo perfectamente lógico.

Todo un descubrimiento que recomiendo y recomendaré ver a todo el mundo que tenga una mínima sensibilidad hacia la música y hacia la condición humana. En los premios Oscar de este año recibió el galardón al mejor documental largo. Y creo que muy merecido.

28 de octubre de 2013

Recuerdos de Lou Reed

La semana pasada escuché después de bastante tiempo –tal vez años– ‘Perfect Day’ de Lou Reed. Es una de mis canciones favoritas de siempre desde que la oí por primera vez en la película ‘Trainspotting’. En aquellos años –mediados y finales de los noventa– la escuché bastante. Tenía la banda sonora de la película y ese era uno de mis momentos favoritos. Pero mi primer recuerdo de Lou Reed no fue musical, sino aterrador. Era 1986 y desafortunadamente vi en la tele un videoclip que me dio bastante miedo. Yo tenía nueve años y, a pesar de que sabía que aquello era un animatronic, la sensación de ver al bueno de Lou arrancándose la carne se me quedó grabado. Mucho tiempo después descubrí que se trataba del tema ‘No money down’ del olvidable disco ‘Mistrial’.

Fue en 1997 cuando de verdad descubrí al Lou Reed que me entusiasmó. Y, como me suele ocurrir, fueron sus primeras composiciones las que más atrajeron mi atención. El disco ‘The Velvet Underground & Nico’ estaba compuesto casi en su totalidad por Reed. Más que una banda, «la Velvet» fue un colectivo de artistas metidos a hacer música, a veces delicada, a veces ruidista, pero siempre llena de poesía y vanguardia y donde las ideas y las ganas de innovar eran mucho más importantes que la pericia con los instrumentos. Como muchos sabréis, en este colectivo estaba Andy Warhol, que diseñó la famosa portada del plátano. Se publicó en 1967. Aquel año, pasar a la historia de la música no debía de ser nada fácil. Los Beach Boys habían publicado hace poco ‘Pet Sounds’ y sus Buenas Vibraciones estaban revolucionando el pop, los Beatles se habían transformado en el Sargento Pimienta y la Banda de los Corazones Solitarios, y los Rolling Stones también se habían transmutado en Sus Majestades Satánicas. A pesar de la dura competencia, ‘The Velvet Underground & Nico’ está considerado uno de los mejores discos de pop-rock de todos los tiempos y su sonido sigue estando muy vigente.

Del Lou Reed en solitario, ‘Transformer’, con su cara A prácticamente perfecta es un monumento enorme a la música. Sólo por ‘Walk on the wild side’ y ‘Perfect day’ ya merece la pena, pero ‘Vicious’ o ‘Andy’s chest’ no son precisamente relleno. La cara B, menos evidente, también cuenta con temas notables como ‘Satellite of love’… Una discografía extensa no se resume en unas pocas líneas. Lo mejor es que cada uno escuche y recuerde, rememore sus temas favoritos.

Pero vamos con unos clips. Primero con composiciones de Reed para la Velvet Underground. Esto es ‘Femme fatale’ en una grabación de 1967 y canta Nico con Lou a la guitarra:

‘Venus in furs’, también del mismo disco:

Otro excelente tema de Lou Reed para la Velvet. La genial ‘All tomorrow’s parties’. De nuevo con la voz de Nico:

‘Perfect Day’ (1973), ya en solitario, en la versión que hizo junto a otros conocidos intérpretes en 1997 para una iniciativa benéfica de la BBC:

Para terminar, una vuelta por el lado salvaje. ‘Walk on the wild side’ (1973):

Y no me resisto a poner la versión que hizo Albert Pla, muy a su manera:



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