rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
24 de julio de 2009

‘Journal for Plague Lovers’

Hace dos años comentaba con un escepticismo previo que se volvería en alabanzas el retorno de los Manic Street Preachers, una de las bandas más irregulares de los últimos tiempos. Adorada y también odiada, acusados de falsas poses, de politiqueo de cartón-piedra, en aquella entrada repasaba su carrera de manera superficial con motivo del lanzamiento de su entonces último disco ‘Send Away the Tigers’ (2007). Si entonces yo apuntaba a un resurgimiento de los galeses y la crítica aún dudaba, ahora ya no hay duda: Manic Street Preachers han publicado su mejor disco desde el impresionante ‘Everything Must Go’ (1996), lo que ya es mucho decir. El trabajo del que estoy hablando tiene por título ‘Journal for Plague Lovers’ (2009).

El tan manido concepto de «vuelta a los orígenes» cobra aquí sentido. Es como si el fantasma de ‘The Holy Bible’ (1993) rondara por todo el disco, pero con una crudeza necesariamente más matizada por el tiempo. Son trece cortes en 39 minutos, lo que significa tres minutos y algo por tema. Es evidente que la vuelta la inmediatez ha sido una de las prioridades del grupo. Al igual que en ‘The Holy Bible’, las letras son casi en su totalidad del desaparecido (y dado por muerto) miembro Richey Edwards. Temas como ‘Jackie Collins existential question time’ (el primer sencillo), ‘All is vanity’ o la misma titular evidencian que la banda ha recuperado el toque que perdieron el discos anteriores. En definitiva, un digno retorno que ha recibido buenas críticas incluso de aquellos que a principios de la década los machacaban (por ejemplo la Rockdelux sin ir más lejos).

Ahora os dejo con el vídeo de ‘Jackie Collins existential question time’, en cuya letra alude explícitamente a Jackie y Joan Collins (novelista y actriz respectivamente). El clip no es nada del otro mundo:

23 de julio de 2009

Jugando a SimCity 4

Lo primero que he de decir es que la saga de juegos de SimCity nunca han conseguido engancharme hasta ahora. Pero por alguna extraña razón, la cuarta entrega la serie, SimCity 4 Deluxe con la expansión Rush Hour me está manteniendo pegado a la pantalla del ordenador más de lo habitual (que normalmente es mucho menos tiempo del que os imagináis). Todo comenzó hace un par de semanas cuando cayó en mis manos por misterios del destino la versión para Mac. Llevaba algún tiempo queriendo probarlo, por simple curiosidad o por ver si me enganchaba. Hace años (el juego es de 2004) probé la versión para PC y creo que no duré ni cinco minutos con él. Siempre comparé el SimCity con su «hermano pequeño», el Transport Tycoon, mucho más jugable, más simple, menos «estresante» y con el que sí que he pasado muchísimas horas jugando.

SimCity es un videojuego que nació de la privilegiada cabeza del programador norteamericano Will Wright, un apasionado de la simulación. La primera versión de SimCity fue publicada en 1989 por su propia empresa, Maxis, aunque el desarrollo original data de 1985 y se realizó sobre un ordenador Commodore. El éxito les llevó a publicar una nueva versión, SimCity 2000 (1993), más compleja y con un escenario tridimensional. La tercera secuela llegaría en 1999. SimCity 3000 mejoraba notablemente a sus anteriores tanto en jugabilidad, complejidad y por supuesto, en gráficos. El resto es historia…

Dudo mucho que a estas alturas de la jugada, alguien no sepa de qué va SimCity. En cualquier caso lo comentaré a grandes rasgos. Encarnamos a un alcalde que ha de gestionar una ciudad en todos sus aspectos, desde los suministros básicos de agua y electricidad, el control del presupuesto y los impuestos, las relaciones de vencidad con las ciudades limítrofes hasta la gestión del medio ambiente. No es, desde luego, un videojuego sencillo. Requiere un tiempo hacerse con todas las opciones y es casi obligatorio seguir algunos de los tutoriales con que cuenta el juego. Cuanto más grande sea nuestra ciudad, más problemas tendremos, más difícil será mantener la seguridad ciudadana o evitar las zonas degradadas con nuestro limitado presupuesto. Para hacer más fácil la tarea contamos con varios asesores que nos aconsejarán sobre lo que podemos hacer para mejorar o solucionar los problemas que se nos van presentando.

Aunque es muy bueno, SimCity 4 tiene muchas cosas que no me gustan. La principal de ellas es que está orientado hacia ciudades norteamericanas, con lo que el aspecto y la filosofía general que se le imprime a la gestión a las ciudades nos son muy poco familiares. También se echa de menos alguna opción para poder negociar, por ejemplo, con el coste de los terrenos y ganar así un dinero extra o una mejor gestión de la relación con los vecinos… En fin. Son detalles que no impiden disfrutar horas y horas…

22 de julio de 2009

Gibraltar, los patriotas y un poco de historia

Hay algunos temas que cada cierto tiempo vuelven a la actualidad impulsada por algún acontecimiento. Eso es lo que ocurre con el llamado contencioso de Gibraltar. En este caso las noticias y los gestos se tiñen de cierto patriotismo obligatorio que nos conmina a muchos a defender que el peñón es español. Ese patriotismo de mala gana se convierte en patrioterismo de garrafón para algunos (todos sabemos quiénes) y que les sirve, además de para llenar programas de radio y televisión y páginas de la prensa y para erigirse en jueces de la españolidad y decidir los que son buenos patriotas y los que no. Pero lo cierto es que, más allá de todo esto, Gibraltar es una tierra vecina, y estamos obligados a llevarnos lo mejor posible con ellos, más que nada por el bien de todas las poblaciones circundantes. El aislamiento jamás conduce a nada bueno. Por eso la visita del Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Miguel Ángel Moratinos no sólo es oportuna, sino necesaria. «Cooperación» pone en su cartera ministerial. Pues cooperemos.

Ya que estamos con Gibraltar, nunca está de más recordar la historia reciente de este pedazo de tierra. Nos tenemos que remontar hasta 1704, en plena guerra de sucesión española, por la que entraron en litigio dos bandos, uno favorable a Felipe V (Borbón) y otro partidario del Archiduque Carlos de Austria. En este contexto, fuerzas navales inglesas y holandesas desembarcan y conquistan el peñón. Ambos ejércitos luchaban a favor del Archiduque, y en su nombre tomaron la roca. Los habitantes locales, fieles a Felipe V, huyeron hacia otras poblaciones cercanas. Años después, en el Tratado de Utrecht (1713), Gibraltar pasó definitivamente a ser una posesión inglesa. En su artículo X se dice:

El Rey Católico, por sí y por sus herederos y sucesores, cede por este Tratado a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno.

A cambio, todos los países firmantes reconocían la legitimidad de Felipe V como rey de España. Se firmó el Tratado. Gibraltar y Menorca permanecerían como colonias británicas y, mientras Menorca fue cedida por los ingleses en 1802, con Gibraltar no ocurrió así. Pero desde luego fue una firma voluntaria que, aunque legitimó una conquista por la fuerza (como por otra parte ha habido muchas en la historia), quedó ratificada sobre el papel. Los británicos fueron más listos que nosotros y supieron jugar muy bien sus bazas y sus alianzas internacionales. Ni más ni menos. En cuanto al futuro de la colonia, soy muy escéptico. Creo que la posición ventajosa y los privilegios que disfrutan los gibraltareños les hace (con razón) no querer oír ni una palabra sobre su anexión a España. Quizás llegue un día en que la metrópoli deje vía libre y Gibraltar se convierta en un estado plenamente independiente.

21 de julio de 2009

Las cámaras del Apollo 11

El otro día escribí una entrada dedicada en parte a los documentales del Discovery Channel ‘When We Left Earth. The NASA Missions’. Como dije, en el capítulo 3 se muestran secuencias espectaculares sobre la llegada del hombre a la Luna. De entre esas secuencias me llamó la atención especialmente una toma alternativa del descenso de Neil Armstrong del módulo a la que hemos visto siempre. Se trata de una secuencia en color, de mucha más calidad que la retransmitida por televisión, tomada desde el interior de la nave por Buzz Aldrin. Esto despertó mi curiosidad sobre la equipación tanto fotográfica como cinematográfica que llevaban los astronautas en la misión Apollo 11. Buscando información por internet he encontrado varias fuentes, alguna de ellas muy buena, pero siempre incompletas. Así que, a grandes rasgos, estas son las cámaras que llevaban los primeros seres humanos que pisaron la Luna:

  • Cámara de cine Maurer 16mm DAC (Data Acquisition Camera). Se trata de la única cámara de cine que llevaban. Era capaz de filmar a 6, 12 y 24 fotogramas por segundo, además de poder tomar imágenes fijas. Estaba preparada para ser anclada a diversas partes del módulo lunar o bien ser utilizada «a mano».
  • Cámara de televisión ¡en blanco y negro! Westinghouse Apollo Lunar Television Camera. Era una «caja» de 28x15x8 centímetros y, con casi toda seguridad, la cámara de televisión más pequeña fabricada hasta el momento. Iba montada en el exterior del módulo en una de sus patas. Junto a ella dos objetivos: un gran angular y otro para tomas del «día lunar», un trípode, un cable de unos treinta metros que la conectaba con el Eagle, la antena y los circuitos de transmisión. Las imágenes que todos conocemos del momento histórico fueron transmitidas a la tierra a través de esta cámara. Después, la cámara fue colocada en un trípode a cierta distancia (está claro que no más de treinta metros) para seguir retransmitiendo imágenes en directo de los astronautas.
  • Cámara fotográfica Hasselblad 70mm EDC. Con esta cámara se tomaron las fotos de la superficie lunar, del módulo posado y de diversos detalles geológicos. Es una modificación que la compañía Hasselblad hizo del modelo comercial 500 EL. Utilizaba chasis de película de 70 mm. Carecían de visor, por lo que los astronautas debían fotografíar «a ojo» y necesitaron gran entrenamiento para obtener unos buenos resultados. En el documental del Discovery Channel se ve a Armstrong con esta y otras cámaras haciendo pruebas durante ese entrenamiento. Con motivo del 40º aniversario, la compañía ha colgado en su web un especial conmemorativo con promociones para quienes compren las cámaras herederas de aquellas. Hoy día son digitales y pueden llegar a los 60 megapíxeles en el caso de la H3DII-60.
  • Cámara fotográfica estereoscópica ALSEP (Apollo Lunar Surface Close-up Camera). Esta cámara estuvo destinada a tomar imágenes en relieve de la superficie lunar para ser estudiadas posteriormente.

Y paremos de contar. Sorprende que en una misión que cambiaría la historia de la humanidad sólo se utilizara una cámara de televisión para transmitir las imágenes, una sola cámara fotográfica y otra de cine (y sólo de 16mm). Hemos de tener en cuenta que el peso que soportaba el módulo Eagle era muy limitado y estaba muy estudiado. De hecho, para evitar problemas de sobrecarga a causa de las muestras lunares que se trajeron, tuvieron que dejar en nuestro satélite algunas de estas cámaras… Qué pena.

El vídeo de las imágenes de las que hablaba al principio, pero en versión sin restaurar, tomadas con la Maurer DAC:

20 de julio de 2009

Plaid en Cáceres

Llevo unas semanas viendo unos carteles pegados en una calle cercana a donde yo vivo. Me llamó a atención su diseño, muy diferente a los típicos carteles de conciertos o de otros eventos similares que, por otra parte, hay para dar y tomar últimamente. Me acercé a echarle un vistazo y vi que anunciaba el Festival de Creación Electrónica de Cáceres. De entre todos los nombres que aparecían sólo me sonaba uno, y mucho: Plaid. Está previsto que toquen este jueves día 23 en la Plaza de San Jorge de la capital cacereña a eso de las 23.30.

Para quien no lo sepa, los británicos Plaid son una de las bandas de música electrónica avanzada, de vanguardia o como queramos llamarlo, más importantes del mundo. Son uno de los buques insignia del sello Warp y en su ya dilatada carrera (empezaron en 1991) han publicado diez discos (once con el que están a punto de lanzar) incluyendo álbumes de remixes para gente tan ilustre como Björk, Goldfrapp, Portishead o UNKLE. Su estilo, lejos de la aridez a la que nos tienen acostumbrados algunos artistas electrónicos, resulta muy accesible, algo que siempre es de agradecer.

Plaid han compuesto dos bandas sonoras para el director Michael Arias (un anime llamado ‘Tekkon Kinkreet’ y un largometraje de título ‘Heaven’s Door’). De hecho, el duo londinense siempre han hecho gala de una especial predilección por el mundo de lo audiovisual, algo que han materializado de la mano del videoartista Bob Jaroc. Hace cosa de tres años publicaron un DVD de videoclips basados en sus temas llamado ‘Greedy Baby’ y que fue presentado a todo trapo y en formato IMAX en varios cines. Tal y como se anuncia en la web del festival, el concierto de Plaid contará con la proyección de muchos de estos vídeos, con lo que el espectáculo promete ser bueno.

Y tanto hablar de vídeos, aquí os dejo con un par de ellos de los muchos que pueden encontrarse por YouTube. El primero es ‘Itsu’:

‘New family’:

Toques a lo Orbital en ‘Zeal’:

19 de julio de 2009

‘Los Limoneros’

La temática tanto del cine israelí como el (escaso) cine palestino están, desgraciadamente, marcados por el conflicto que dura ya demasiadas décadas. Películas recientes como la palestina ‘Paradise Now’, sobre un terrorista suicida, tratan el tema sin tapujos. Pero en el caso que nos ocupa, las cosas no son (aparentemente) tan desagradables. ‘Los Limoneros’ es una humilde película israelí dirigida por Eran Riklis en 2008. Aunque el film no trata explícitamente el conflicto, lo hace a través de situaciones cotidianas. Quizás el planteamiento general sea demasiado «políticamente correcto», mostrando una humanidad repartida por igual en los dos bandos. Ese es seguramente su principal defecto: no se escapa de la visión «oficial» europea del conflicto.

Salma es una viuda que cuida de su campo de limoneros, herencia de su familia, y que tiene la desgracia de estar justo en la frontera palestino-israelí. Los problemas se multiplican cuando en las proximidades se instala la familia del ministro de defensa israelí. En aras de su seguridad, el servicio secreto aconseja cortar los árboles para evitar que sea escondite y lugar de ataque de terroristas palestinos. Salma y su abogado lucharán en los tribunales y con pequeños gestos sobre el terreno para evitar que su único medio de vida sea eliminado.

Riklis lleva al campo de la cotidianeidad lo absurdo de un país administrativamente dividido en dos por razones políticas. Por una parte, la impunidad con la que actúan las autoridades hebreas y por otra el estigma que han de soportar las gentes pacíficas de Palestina por culpa de los actos terroristas. La película evita en todo momento cualquier acto de violencia, pero el hecho que de esta pequeña batalla sea incruenta y sorda no implica que su intensidad y simbolismo sea menor. En definitiva, un film que tiene mucho de simbólico, pero en el que se echa de menos algo más de riesgo y menos tópicos.

18 de julio de 2009

La NASA, la luna y cintas de vídeo

Estos días se celebra el 40º aniversario de la llegada del hombre a la Luna. Seguramente, aquel fue el clímax de la carrera espacial, el momento culminante tras el cual la fiebre espacial fue en un lento pero claro declive, sobre todo para el público. Coincidiendo con esta efeméride estoy repasando algunos documentales sobre la NASA y sus misiones. De entre ellos, el mejor sin duda es ‘When we Left Earth. The NASA Missions’, una serie documental de seis capítulos producida por Discovery Channel el año pasado coincidiendo con los cincuenta años de la agencia espacial norteamericana. Esta serie tiene dos particularidades: la primera, que está rodada en alta definición. Y la segunda, que contiene secuencias restauradas y digitalizadas para los nuevos tiempos, algunas de ellas nunca vistas o directamente olvidadas en algún cajón.

Aún no he podido ver el episodio dedicado al Apollo 11 y a la llegada a la Luna, pero estoy seguro de que será espectacular. Y eso que en él no se han incluido las imágenes restauradas y convertidas a alta definición a partir de las cintas que se conservan. El proceso está siendo muy lento y la NASA ha anunciado que podrán verse a partir de septiembre. Pero que nadie se llame a engaño, las cintas originales sobre los primeros astronautas caminando sobre la luna se borraron. Como ya recogí en su día en una entrada del blog, las famosas cintas que se perdieron y posteriormente se encontraron en 2006 tenían la banda desmagnetizada. Es decir, se habían borrado para ser regrabadas. Afortunadamente para la historia de la Humanidad, las retransmisiones televisivas sí que fueron grabadas con los medios de la época. Esto ha sido lo que se la restaurado. Menos es nada. Y la verdad es que los resultados son bastante mejores que el original. Algunos de estos fragmentos pueden verse en la web de la NASA.

Para terminar, aquí dejo algunos de estos vídeos que forman ya parte del imaginario popular del siglo XX. El primero de ellos es ‘Alcanzando la Luna’, un vídeo realizado por lainformacion.com en conmemoración de estos cuarenta años:

Ahora un fragmento del documental de Discovery Channel:

Por último, el histórico momento en la versión restaurada recientemente de las grabaciones de televisión:



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