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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
24 de agosto de 2010

Vídeo: Cáceres a la luz de las velas

A principios de junio tuvo lugar en Cáceres una iniciativa cuanto menos curiosa. Unas 40.000 velas iluminaron la noche de la ciudad monumental. Los propios cacereños y los turistas fueron los principales actores de este evento, encendiendo y colocando personalmente todas y cada una de las velas. Por desgracia fue una noche con un poco de viento que deslució un poco el espectáculo. Esta iniciativa está dentro del programa NETUR de potenciación del turismo en la zona de cooperación transfronteriza bautizada como Triurbir (Castelo Branco, Cáceres, Portalegre, Plasencia y se negocia la entrada de Béjar) y financiada con fondos FEDER.

Allí estaba yo con mi cámara para fotografiarlo y filmarlo. El resultado (a falta de que podáis ver las fotos) es este vídeo corto, de menos de dos minutos, con algunas de las mejores secuencias de aquella noche del 4 de junio pasado. Lo que váis a ver es sólo una pequeña muestra de lo que se pudo contemplar aquel día:

23 de agosto de 2010

Dudas y preguntas sin respuesta sobre WikiLeaks

No tenía claro como debía titular este artículo sin que sonara demasiado sensacionalista… El caso es que al final la palabra duda es que la define mi posición respecto a WikiLeaks. Supongo que todos vosotros ya conocéis que WikiLeaks es una web dedicada a filtrar documentos secretos de los diferentes gobiernos (principalmente el norteamericano y el británico) y colgarlos para que cualquiera pueda acceder a ellos. Su nombre apareció en todos los medios de comunicación cuando, el 26 de julio, la web publicó 90.000 documentos del ejército estadounidense sobre operaciones militares en Afganistán. La administración Obama ha acusado al australiano Julian Assange, el responsable de la web, de espionaje y revelación de secretos. Las cosas se enturbiaron un poco más cuando Assange fue acusado este mismo sábado por la fiscalía sueca de un delito de violación. A las pocas horas, y sorprendentemente, fue retirada. Aunque teóricamente no hay relación directa entre estos dos hechos, es complicado no establecer una causa y efecto.

Como en las películas de espías, las cosas no son lo que parecen. O eso, o nuestras mentes peliculeras ven más de lo que hay. Siguiendo con el símil, los espías nunca son ni totalmente malos ni absolutamente buenos. Se mantienen en un punto entre la heroicidad y la traición. Quién sabe si en el caso del ex-hacker Assange también hay una dosis de narcisismo. ¿Qué necesidad tenía de dar la cara en un asunto tan espinoso? Con dejar ver su trabajo en WikiLeaks hubiera sido suficiente. Mucho se ha escrito estos días sobre su persona. No hay duda que detrás de todo pirata informático hay algo de orgullo. El personaje es sin duda controvertido y su biografía tiene bastantes zonas oscuras. Por no saber, no se sabe ni la fecha ni el lugar exacto de su nacimiento.

Pero hablemos de WikiLeaks. La web fue montada y es mantenida mediante donaciones particulares (igual que la Wikipedia). Según su página principal:

Por el momento hemos recibido más de 1,2 millones de documentos provenientes de sociedades con regímenes críticos y de fuentes anónimas.[…] Estamos convencidos de que un gobierno basado en la transparencia tiene como objetivo la reducción de la corrupción y una democracia estable. Tanto los gobiernos como sus respectivos ciudadanos se beneficiarían de un mayor control a través de la comunidad global. Estos controles requieren sobre todo de información, la cual ha podido ser hasta ahora suministrada pagando un alto precio por ello, esto es, a costa de la violación de los derechos esenciales y de vidas humanas. Wikileaks hará posible la seguridad necesaria en el ejercicio de un «leaking» ético.

Echando un vistazo rápido a la web y buscando documentos (puede hacerse por países) de España, la mayoría de ellos me resultan a simple vista irrelevantes y no aportan nada realmente nuevo. Ni siquiera los tan publicitados papeles sobre Afganistán proporcionan información cien por cien nueva ni actual. Probablemente, el único documento que saltó a la prensa mundial y con cierto valor informativo es el vídeo en el que el ejército norteamericano dispara contra periodistas en Irak. Supuso un escándalo, pero muchos reporteros que cubrían informaciones de guerra en el país árabe ya lo sabían. Y nosotros también. Algunos tristemente no lo han podido contar, como es el caso del cámara de Telecinco José Couso.

Y yo no puedo dejar de preguntarme: ¿Quién gana con todo esto? ¿De verdad esto es transparencia? ¿Gana la democracia? ¿Es internet un nuevo poder que controlará la acción de los poderosos? Para algunos (los más conspiranoicos) WikiLeaks es más bien una enorme herramienta de propaganda de los gobiernos, especialmente los más poderosos, para tapar aquellos asuntos verdaderamente espinosos y polémicos y que, en cierto modo, justifican sus acciones. Para ellos (insisto, no es mi opinión) todo es una operación de maquillaje y Assange es un títere, un tonto útil, que da verosimilitud a una filtración casi provocada por los «grandes poderes».

Por mi parte (y esto sí que es mi opinión) y sin llegar a los niveles conspirativos, creo que hay que tomarse todo esto con cautela. Nadie se va a leer los 90.000 folios filtrados ni van a cambiar el curso de nada. Tampoco los gobiernos serán más transparentes ni internet será el contrapeso a los excesos del poder. Nada de eso ocurrirá. La opinión pública olvidará, con o sin filtraciones, las barbaridades ilegales de la guerra (sea cual sea) y mirará hacia sus problemas cotidianos. Por otra parte, la figura de Assange me merece todas las reservas del mundo. No sabemos cuales son sus intenciones. Si él aboga por la transparencia para los demás, no parece querer lo mismo para él y para su web. Algo sospechoso como mínimo… Esperaremos nuevos acontecimientos con interés sobre el caso.

22 de agosto de 2010

‘Mammoth’

Vivimos en un mundo global. Cualquiera puede viajar a cualquier parte del mundo en cuestión de horas, las costumbres se mezclan y el intercambio de información a través de internet hacen de nuestro planeta un lugar más pequeño. Del mismo modo la multiculturalidad que tímidamente se asoma a nuestras grandes ciudades es una tendencia que seguirá incrementándose. El cine no es ajeno a este fenómeno que está marcando el siglo XX y podríamos decir que ya existe un subgénero de películas que tratan este y otros asuntos, en mi opinión hasta la fecha sin demasiada fortuna. Los intentos de, por ejemplo, ‘Babel’, se quedaron en eso, en intentos, que más tenía que ver con una parodia de la realidad que con otra cosa. En el caso de ‘Mammoth’ (2009), una producción sueca dirigida por el gran realizador Lukas Moodysson, el intento está algo más conseguido.

Leo Vidales (Gael García Bernal) es un geek que se ha hecho millonario gracias a su empresa de videojuegos por internet que ha de viajar hasta Tailandia para firmar la inversión de un grupo local en su compañía. Está casado con Ellen (Michelle Williams), una cirujano que trabaja en un hospital de Nueva York. La hija de ambos está cuidada por una asistenta filipina, Gloria. Esta historia principal se entrelazará con la de los hijos de Gloria en Filipinas, la del infierno personal y laboral de Ellen, que tiene que enfrentarse a diario a la barbarie de la violencia humana en el hospital y a la de su hija Jackie, despierta, inteligente y con una curiosidad desbordante por conocer todo cuanto le rodea. Diversos incidentes harán que el mundo aparentemente sólido en el que vive la familia se tambalee.

Moodysson no nos ofrece nada nuevo en ‘Mammoth’. En este sentido, la película del director de ‘Lilja 4-Ever’ (recordemos que fue mi película favorita de la pasada década) no está a la altura de las circunstancias. No reconozco al sueco en los planos y en las historias, que parece usar una estética estándar americanizada y repleta de tópicos en los que nunca pensé que caería. Si bien el guión es complejo, está correctamente resuelto y es sólido, esta complejidad le supone un alto coste artístico. La cinta, de tan milimetrada pierde en frescura y originalidad y gana en convencionalidad. Los discursos que maneja están ya muy vistos en los últimos tiempos y se echa de menos otra visión menos maniquea, menos idealizada. Me gusta la banda sonora, con temas de Ladytron entre otros, aunque a veces suena fuera de contexto. Es una opinión personal, claro. A pesar de todo, ‘Mammoth’ es una película entretenida que agradará sobre todo a los bienpensantes de salón. Esperemos que Moodysson vuelva pronto a Suecia después de este pinchazo. Es comprensible que a veces a uno le tiente la megalomanía…

21 de agosto de 2010

Publicidad clásica de televisores (1952-1967)

Como ya he dicho en muchas ocasiones, el mundo de la tecnología y de la electrónica de consumo es uno de los más cambiantes y donde los cambios se producen con mayor rapidez. Por eso siempre me gusta echar un vistazo a las hemerotecas y ojear la publicidad que llevaba los periódicos de hace cuarenta, cincuenta o sesenta años y darse cuenta no sólo del avance la tecnología, sino también de las técnicas publicitarias y, en general, de la sociedad a la que iba dirigida.

En esta ocasión se me ha ocurrido dedicar esta entrada a la publicidad en prensa sobre televisores. El mundo de los aparatos de televisión lleva unos seis o siete años sufriendo una revolución con la popularización de los paneles TFT, los LCD, los LED y los OLED. Al mismo tiempo, las emisiones en alta definición se van convirtiendo poco a poco en habituales. La última tecnología en llegar es la de la estereoscopía, y aún no sabemos si ha venido para quedarse o será una moda pasajera más. Es en esta coyuntura que no está de más echar la vista atrás y retrotraernos a los años sesenta, a esos anuncios de marcas que hoy ya no conocemos y que eran la tecnología punta en aquellos tiempos. Vamos a hacer un pequeño repaso.

Comenzamos en 1952. Curiosamente, este primer anuncio no es sobre televisores sino de galletas, pero es la primera referencia televisiva que he encontrado. Era prácticamente ciencia-ficción en una España en la que aún faltaban cuatro años para que TVE iniciara sus emisiones en pruebas. Decía: «Cuando tengamos televisión podremos presentar con imágenes vivas la intensidad del consumo de las Galletas María Artiach en la intimidad de los hogares españoles». Enodyne fue un fabricante de televisores hoy desconocido. En un anuncio de 1960 nos prometía ofrecer imágenes sin vibraciones en las películas, sin saber muy bien en qué consistían esas vibraciones ni cómo las solucionaba: «Enodyne lanza al mercado el primer televisor de imagen cinematográfica».

El segundo bloque lo forma este anuncio de Invicta (otra marca desaparecida) de 1962. Un prodigio de la tecnología de la época con pantalla «superplana» de 23 pulgadas y «superautomático», con un ángulo de visión de 110 grados y «equipado con pantalla tamizada VIDEORAMA». El anuncio de la derecha lo forma una curiosidad. Era 1963. El primer televisor portátil que se comercializó en España, o al menos así lo parecía. Era de la marca Visón y, aunque vista la tecnología de hoy, de portátil tenía poco, era meritorio conseguir un tamaño tan reducido.

Turmix nos suena más a batidoras que a televisores, pero en 1964 presentó Turmix Visión, una televisión que, como característica de reclamo, anunciaba que tenía «circuitos de plata», suponiendo que aquello era muy bueno, aunque un receptor de televisor no era una cubertería. Otra marca ignota era Inter, con su modelo Trilux, que contaba con la característica curiosa de tener pantallas intercambiables sin saber muy bien para qué. Por cierto, es un anunció también de 1964.

A finales de los sesenta, la estética y la semiótica de la publicidad cambió radicalmente hacia un estilo más fresco, más desenfadado y, por supuesto, innovador y rompedor con todo lo anterior. El punto de inflexión habría que buscarlo quizás en 1966, un año de transición que desembocó en una publicidad más moderna, casi tal y como hoy la conocemos. Este anuncio de televisores de 1967 no es más que un ejemplo más. General Electric anunciaba un televisor cuya pantalla llevaba un tratamiento antirreflejos. Y para terminar este breve periplo por esta publicidad añeja tenemos Sylvania, otra marca extraña que anuncia un aparato que dura (qué dirían los ideólogos de la obsolescencia planificada).

20 de agosto de 2010

La teoría del «valle extraño»

A veces las reacciones humanas cuando se enfrentan a la tecnología son de lo más curiosas. Tal vez uno de los más desconcertantes y también más estudiados en las últimas décadas sea el ha sido bautizado como «valle extraño», «valle inquietante» o «valle inexplicable» («uncanny valley» en inglés). Quien acuñó este concepto fue el robotista japonés Masahiro Mori en 1970. Lo hizo en alusión a una ya famosa gráfica que expresaba la familiaridad (o la aceptación) frente al parecido humano. Intuitivamente podríamos pensar que a mayor parecido humano del objeto o robot en cuestión, mayor familiaridad o confianza tenemos en él. Pero llegado un punto, ya cercano a la apariencia humana, en el que la familiaridad se desploma hasta índices más propios del terror o la desconfianza que de otra cosa. Si seguimos avanzando en el parecido humano, la familiaridad se dispara cuando nos encontramos con un humano real. En todos los casos, esta respuesta emocional se multiplica si el objeto es animado.

En realidad Mori no se basa en casos empíricos, sino en la pura intuición. Y creo que tiene razón. A pesar de ello sus críticos le han achacado esta falta de experimentación. Lo cierto es que todos nosotros podemos pensar en casos de robots con un conseguido parecido humano, incluso en sus movimientos, que nos provocan más rechazo que otra cosa. Yendo más allá, simplemente observando una máquina con movimientos «excesivamente humanos» (o animales) ya nos produce una extraña sensación. Recuerdo aquel vídeo de la «mula de carga» robótica –de nombre Big Dog— que había diseñado Boston Dynamics para el ejército norteamericano para transportar material por lugares escarpados. Era una especia de burra sin cabeza bastante siniestra.

Puede parecer una tontería, pero los diseñadores actuales de robots comerciales evitan que sus creaciones se parezcan o se comporten de manera demasiado humana. Es una carrera perdida, porque mediante la mecánica y la electrónica nunca se llegará a un nivel de apariencia cien por cien humano. Antes se conseguirá por métodos biotecnológicos. Por eso los robots tienen formas simpáticas, antropomorfas, pero que evitan copiarlos. Claro, salvo algunos experimentos que no hacen sino confirmar que Mori tenía razón. Y si no, ved estos vídeos:


Y para terminar, aquí está Big Dog en acción:

19 de agosto de 2010

I-Dosing, la última tontería de internet

Hace unos meses descubrí que uno podía drogarse sólo con escuchar determinados sonidos en una determinada frecuencia. ¡Gran descubrimiento! Una avalancha de noticias sobre el i-dosing (que así se llama la cosa) saltaron en múltiples medios (sobre todo de la órbita anglosajona) de internet, casi todos de corte sensacionalista y muchos de ellos (¿casualidad?) pertenencientes al entramado mediático del magnate Murdoch (News Corporation). Se ha creado en vano una alarma social sin base científica sobre los efectos reales de estos sonidos que «drogan» más allá de quedarse sordo si se pone a mucho volumen.

Es verdad que esto del i-dosing y crear estados alterados de conciencia mediante sonidos no es nada nuevo, pero están muy lejos de ser sustitutivo o puerta de entrada a las drogas «de verdad». Ya a mediados del siglo XIX, el físico prusiano Heinrich Wilhelm Dove descubrió las propiedades de suministrar sonidos con una frecuencia ligeramente diferente para cada uno de los oídos. El cerebro las procesa de modo peculiar. Se denominó «efecto de pulsos binaurales». Pero dista mucho de ser lo que algunos, como la web i-doser.com, dicen que es. Y es que han surgido algunos listillos que están haciéndose de oro a costa de la ignorancia de los jóvenes que buscan nuevas sensaciones sin moverse del sofá. También en YouTube pueden verse diferentes vídeos sobre algunos de estos individuos bajos los supuestos efectos de las «drogas digitales».

No existe mucha información en castellano sobre el tema, pero si sabéis inglés os recomiendo uno de los pocos artículos serios que se han escrito sobre el i-dosing. Fue publicado bajo el título de «Some call i-dosing a drug substitute, while others say binaural beats fall flat» («Algunos llaman al i-dosing un sustituto de las drogas, mientras otros dicen que los pulsos binaurales no tienen ningún efecto») por el Washington Post el pasado 3 de agosto. Aporta bastantes datos con criterio, algo muy necesario si queremos desentrañar de verdad otra de las mentiras y bulos de internet.

18 de agosto de 2010

Zamora en 1570 según Wyngaerde

El otro día me reencontré por obra y gracia de internet con el dibujo panorámico que de Zamora realizó el paisajista flamenco Anton van der Wyngaerde hacia el sexto decenio del siglo XVI. La primera vez que vi este emblemático grabado fue –si no recuerdo mal– en el Centro para la Interpretación de las Ciudades Medievales de Zamora hace ya algún tiempo. Los dibujos de Wyngaerde son muy populares, puesto que retrató 62 ciudades españolas por encargo del rey Felipe II, comenzando su trabajo en 1561. En parte gracias a este artista sabemos cómo eran muchas de nuestras urbes hace casi quinientos años, siendo un valioso documento para historiadores y curiosos. No me he podido resistir a dedicar un artículo a reflexionar en voz alta y compartir con vosotros algunas de las impresiones sobre esta panorámica.

El retrato de la ciudad fue realizado en el año 1570. Aunque es complicado establecer el lugar exacto de la vista –probablemente la perspectiva no se ajuste por completo a la realidad–, Wyngaerde debió colocarse con sus útiles de dibujo en las inmediaciones del actual campo de fútbol Ruta de la Plata o quizás más hacia el oeste. Podemos establecer esta localización si nos fijamos en el monasterio de San Jerónimo que aparece en un primer plano, justo delante del artista, que debió ver con mucho detalle, ya que dibujó a un personaje dando de comer a las gallinas en uno de los patios del recinto. Hoy apenas se conserva nada de este edificio, sólo algunas piedras y las marcas de los muros (ver imagen de la izquierda). El solar sigue sin edificar y tan sólo hay algunas naves industriales. A través de los mapas de Bing o de Google se pueden ver muy bien las ruinas. También podemos ver otros monasterios, como el de San Francisco (hoy convertido en la sede de la Fundación Rei Afonso-Henriques).

Otro de los elementos centrales del grabado es el puente de piedra con sus dos torres en sus extremos. Una de ellas parece estar en construcción. Si pasamos al otro lado del río nos atrae la atención la Catedral, perfectamente reconocible y aparentemente con pocos cambios respecto a como es en la actualidad. También la vieja Casa del Obispo, reformada en el siglo XVIII, y la puerta de entrada al recinto amurallado. El camino de acceso y toda la zona de las Peñas de Santa Marta está irreconocible y supongo que se trataba de un camino mal arreglado, quizás de tierra o piedras. Ese enorme terraplén servía de protección natural, al igual que la conocida como Peña Tajada. Justo al final (en lo que hoy son las primeras casas de la avenida de Vigo en dirección al puente de piedra –ver imagen a la izquierda–) la muralla descendía hasta el río, abriéndose una pequeña puerta, llamada de Santa Marta, para entrar en la ciudad.

El muro defensivo sigue bordeando el río a lo largo de toda la ciudad. No se adentra hasta llegar a lo que hoy conocemos como Puerta Nueva, en las inmediaciones de la iglesia de Santo Tomé, donde se conserva todavía buena parte de la muralla. Un detalle reconocible de la muralla en esta sección es la rampa de acceso al recinto desde el río y que aún se conserva (ver imagen de la izquierda). Según el dibujo de Wyngaerde, la plaza con soportales donde desembocaba (muy cerca de lo que hoy es la iglesia de La Horta y el colegio Jacinto Benavente) era destinada a la celebración de mercados.

Volviendo los ojos de nuevo al otro extremo nos encontramos con el castillo, otro de los edificios emblemáticos que son reconocibles en el dibujo. Vemos las dos torres que miran hacia la muralla y el Campo de la Verdad, de la que hoy se conserva una de ellas, aunque con las lógicas modificaciones. Lo mismo puede decirse de la torre principal. Adentrarse en el maremágnum de casas, torres, iglesias y plazas que el artista flamenco dibujó quizás sin mucha exactitud, puede ser una aventura casi imposible. La leyenda incluida para referenciar los edificios más destacables es a veces ilegible. A pesar de todo, con un poco de paciencia es posible reconocer muchos de los lugares de nuestra ciudad…



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