El pasado fin de semana tuve la oportunidad de ver unas cuantas películas que tenía ganas de ver. Hay un poco de todo: cine europeo, de Hollywood, español… Este es el resultado de tan maratoniana sesión de visionado.
‘Grupo 7’
Una de las cintas españolas del año (pasado). Dirigida por Alberto Rodríguez narra la historia de un grupo de policías que reciben el encargo de «limpiar» de yonquis y camellos las calles de la Sevilla pre-Expo 92. Trabajo de actores correcto, guión algo confuso… y la parte técnica en general bastante buena. Aunque la idea de la película es interesante y original, creo que no se ha aprovechado todo su potencial. Resulta bastante monótona y previsible. En algunos momentos (en los mejores) recuerda a la ‘Gomorra’ de Matteo Garrone y en otras a ‘Brigada Central’. A pesar de todo se deja ver.
‘Super 8’
La nostalgia de aquellos que hicieron sus primeros pinitos cinematográficos con el super 8 sirve a J. J. Abrams como excusa para realizar este pastiche ochentero que intenta en vano recuperar el espíritu de películas como ‘Los Goonies‘ o ‘Exploradores’. Sin pies ni cabeza, la película parece más un homenaje personal a ese cine que un verdadero y nuevo largometraje. La recreación de ese ambiente es perfecta, pero los personajes –típicos hasta decir basta– carecen de la empatía del espectador. Si viste en su día las «originales», te la puedes ahorrar.
‘Prometheus’
Parece que Ridley Scott lleva mucho tiempo sin levantar cabeza. ‘Prometheus’ pretende ser la película predecente a ‘Alien’. Esa sola idea, treinta y cuatro años después de su estreno, ya parece un sacrilegio. A lo largo del metraje vemos unos cuantos guiños –cuando no directamente autoplagios– al clásico de la ciencia-ficción. De hecho, exceptuando la escena inicial, la estructura del guión es muy similar. Y tampoco aporta nada significativamente nuevo. Scott tiene mucho oficio, y por eso la cinta es entretenida y divertida.
‘Habemus Papam’
Sin duda la mejor de la sesión es esta producción italiana de Nanni Moretti. No es una obra maestra, pero su originalidad, su sobriedad, su fino sentido del humor y su desarrollo hacen que la película sea notable. El que un Papa se cuestione su propio puesto, y por extensión, la de la institución que representa nada más ser elegido puede parecer a priori provocativa. Pero Moretti –ateo confeso– se encarga de que todo transcurra sin exabruptos anticlericales, dotando a todo el conjunto de una sólida pátina de verosimilitud. Se cuida mucho de no caer en la crítica fácil, lo que quizás sea uno de los grandes aciertos de la película. Recomendable para católicos y no católicos.
Cuando el estudiante de medicina Richard Bracquemont decidió ocupar la habitación número siete del pequeño hotel Stevens, situado en el número 6 de la rue Alfred Stevens, tres personas se habían ahorcado en esa misma habitación colgándose del dintel de la ventana en tres viernes sucesivos.
Así comienza el relato ‘La Araña’ (1908) del escritor alemán Hanns Heinz Ewers. Cuando lo leí, hace ahora casi veinte años, se convirtió de inmediato en uno de mis textos favoritos. Esa mezcla de suspense, terror (horror quizás) y rutina cotidiana me pareció en su momento muy original. Sobre su autor apenas supe nada, pero ha resultado ser un personaje bastante interesante. Vivió en una de las más turbulentas etapas que ha vivido Europa, concretamente entre 1871 y 1943. Su estilo sigue la corriente del terror romántico gótico, ya muy tardío, junto con otros autores como H. P. Lovecraft.
Aparte de los clásicos componentes de todo relato gótico, Ewers incluyó ciertos elementos ocultistas tan de moda en la época de la Golden Dawn de Aleister Crowley. No llegó a conocer en persona al mago británico pero sí mantuvieron cierto contacto epistolar. La polémica siempre acompañó a Ewers. Su relación con la Sociedad Thule, una de las oscuras bases ideológicas del nazismo, hizo que muchos lo acusaran de apoyar el movimiento nacionalsocialista alemán. Lo cierto es que fueron los propios nazis quienes calificaron al autor y a su obra de «decadente» y «depravada». Para colmo estudió los ritos ocultistas judíos e incluso su mujer era judía. Aún así nunca renunció a sus ideales arios, aunque entendidos de manera un tanto peculiar. Nadie sabe a ciencia cierta si Ewers realmente apoyó al movimiento nazi hasta el final o fue un nazi descarriado que al final no comulgaba totalmente con esas ideas. Murió sumido en la pobreza en Berlín en 1943.
La naturaleza extraordinariamente compleja del personaje y sus poliédrica personalidad hacen que siga despertando polémicas. Su gusto por la vida bohemia y decadente, por el ocultismo, por los ritos judíos y a la vez, por la defensa de la raza aria y de la Gran Alemania, tienen difícil casamiento. Quizás eso hace de Ewers un autor tan atractivo para los estudiosos.
Durante la segunda mitad de los años noventa y los primeros del siglo XXI, el pop independiente francés experimentó una explosión casi sin precedentes. Decenas de bandas interesantes empezaron a publicar discos frescos. Gente como Diabologum, Experience, Dominique A, Katerine, Benjamin Biolay, Keren Ann, Françoiz Breut, Coralie Clement, Bertrand Betsch, A.S Dragon y muchos otros llegaron a España gracias al sello sevillano Green Ufos. Durante los años siguientes –salvo algunas y muy buenas excepciones (Françoiz Breut o Dominique A)– sólo hubo silencio. Hasta hoy.
Probablemente desde aquellos tiempos no había escuchado un nuevo grupo de más allá de los Pirineos realmente bueno. La Femme, que así se llaman, lo tienen todo: juventud, buenas –aunque todavía pocas– canciones, actitud, ideas y ganas. Tal y como dicen en la crítica de su primer EP homónimo en Les Inrockuptibles, la banda ha sentado la cabeza después de algunos temas algo extravagantes. De algún modo han sabido encauzar toda la creatividad desbordante en cuatro temas vibrantes y hacen que la promesa que fueron durante los dos últimos años se concrete en algo.
Ahora sólo nos queda esperar que los de Biarritz publiquen su primer larga duración. Esperemos que sea pronto. Mientras tanto, os dejo con unos videoclips para que os hagáis una idea de por dónde va su sonido y su estética:
Nuestra nueva cita con Muestra Musical, la primera del año, es la edición 97. Eso significa que posiblemente durante este año se cumplan las 100 ediciones de mi recopilatorio. Todavía no hay nada pensado para las celebraciones, pero hay tiempo hasta el otoño o comienzos del invierno, que es cuando previsiblemente salga esta edición.
Pero nos quedamos en la 97. Recojo todas las novedades que me han interesado en los últimos dos meses, con lo que incluyo algunos de mis primeros favoritos publicados en 2013. Esta vez he dividido el disco en tres bloques: el francés, con La Femme, Mademoiselle Nineteen y Françoiz Breut; el español, con Souvenir, Klaus & Kinski, Dorian, Grises, Los Bonsáis, Alfacrepus, The Bright y Reina Republicana y el anglosajón, con Suede, Guards, The Strokes y Ocean Colour Scene.
15 nuevos temas y 6 videoclips con los que os dejo:
La que según mi parecer es la mejor serie de los últimos años, ‘Black Mirror’, regresó a las pantallas británicas del Channel 4 el pasado lunes con un nuevo episodio. Con el título de ‘Be Right Back’ (algo así como ‘Ya Vuelvo’) se nos ofrece una visión de un futuro muy cercano perfectamente realista, lleno de teléfonos móviles y portátiles ultraplanos y coches inteligentes. También el software ha avanzado mucho, hasta tal punto de resultar siniestro y macabro. No quiero contar más para no destripar el argumento a los posibles espectadores. Lo que a priori puede resultar una ayuda para determinadas personas, pronto se convierte en una especie de pesadilla tecnológica factible dentro de unos pocos años.
Como ocurre siempre en ‘Black Mirror’, hasta el último detalle está perfectamente estudiado y cuidado. Pero sin duda lo mejor de todo es que es realista. Eso es lo más inquietante. El trabajo de los actores es muy sólido y el guión de Charlie Brooker, como siempre, perfecto. La serie sigue manteniendo en esta segunda temporada toda la calidad de la primera. Veremos los otros dos episodios qué es lo que nos ofrece… Por cierto, aquí en España, será la TNT quien la emita.
El mundo de los documentales ha experimentado un gran empuje con el surgimiento de internet y el abaratamiento de los medios necesarios para producirlos. También han cambiado los conceptos sobre los derechos de autor. Por ejemplo, el documental ‘The Pirate Bay. Away From Keyboard’, dedicado a la famosa página de intercambio de enlaces torrent, se distribuye bajo la licencia Creative Commons. Se puede comprar, sí, pero también ver o descargar gratis a cualquier resolución.
Su director, Simon Klose, siguió a los chicos desde el anuncio de la demanda de la industria norteamericana por violación de copyright en 2008 hasta la sentencia definitiva de 2012. Bajo una estética cámara en mano, mezclando diferentes resoluciones y fuentes, Klose cuenta el calvario de los cuatro suecos fundadores de The Pirate Bay (Carl Lundström, Gottfrid Svartholm, Fredrik Neij y Peter Sunde) a lo largo de ese tiempo. Se intercalan además «flashbacks» con imágenes de la redada realizada por la policía en 2006, donde fueron confiscados los servidores. Aunque no resulta aburrido en ningún momento, se centra excesivamente en la parte judicial, en fragmentos de los testimonios ante el tribunal, frente a la vida personal y la repercusión del proceso a lo largo del mundo. Precisamente por eso el resultado no ha convencido ni a los propios protagonistas.
Para mi gusto, efectivamente, los mejores momentos del documental están fuera de las salas de la Corte Suprema sueca. Por ejemplo en su entorno. The Pirate Bureau y su autobús, la manifestación antiracista, las falsas conexiones de The Pirate Bay con la extrema derecha del país nórdico o el momento en que se muestra el rack con los servidores donde se aloja la web, situada en un lugar secreto de Suecia para evitar su desconexión. De hecho, a día de hoy, la web está operativa al mismo tiempo que fuera de la ley.
Un documental muy recomendable e interesante tanto para aquellos interesados en la informática e internet como para aquellos que creen en la libertad de internet por encima de las grandes corporaciones audiovisuales. Os dejo con el vídeo subtitulado en castellano:
Según el diccionario de la RAE, la telequinesia o telekinesia es el «Desplazamiento de objetos sin causa física, motivada por una fuerza psíquica o mental.». Claro está que para la física es algo aún por demostrar de manera científica. Los casos clásicos, los soviéticos de los años sesenta y setenta arrojan muchas sombras sobre los métodos de trabajo de los expertos rusos. Las imágenes filmadas en su día de Nina Kulagina son sin duda las más conocidas y aparentemente muestran el fenómeno tal cual y de forma muy clara. Pero a pesar de todo, no pudo verificarse su veracidad o falsedad. También el los setenta, el israelí Uri Geller utilizó la televisión como canal para convertirse en una celebridad doblando cucharas. También sobre él se cierne la duda. James Randi, el famoso «escéptico», dijo haber encontrado el truco.
Pero esta larga introducción sólo era para poner en antecedentes sobre el polémico fenómeno de la telequinesia. El caso de Mónica Nieto Tejada es algo diferente a los demás. Primero porque tal vez sea el más investigado de la historia –no sólo a nivel español sino mundial– y porque, a pesar de ese escrutinio, no se consiguió desenmascarar ningún fraude. Mónica, una joven cacereña de 15 años en el momento de los experimentos, era absolutamente normal. Nada de misticismo ni de «adornos» en torno a sus «poderes». Simplemente lo hacía. En 1987 un grupo multidisciplinar de investigadores –entre los que había un médico, un físico, un psicólogo y un neurofisiólogo– realizaron en el Hospital General de Cáceres cientos de pruebas y ensayos que fueron anotados minuciosamente.
En este artículo se detallan pormenorizadamente todos y cada uno de los resultados de doblar varillas de todo tipo de metales sin tocarlos, algunos incluso encerrados en envases. Las experiencias dieron más de un 80% de éxito. Evidentemente nos queda la duda de si realmente las cosas fueron como nos las cuentan…
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