rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
23 de diciembre de 2009

‘Das Weisse Band’

No puedo disimular la simpatía que desde siempre tengo por Michael Haneke. He visto prácticamente toda su filmografía. Esa simpatía sin duda se la ha ganado a pulso con obras incuestionables como ‘El Tiempo del Lobo’ (2003), ‘Código Desconocido’ (2000) o ‘Caché’ (2005). La última película del realizador austro-germano me llega precedida de, ni más ni menos, la Palma de Oro del Festival de Cine de Cannes de este año. Se trata de ‘Das Weisse Band’ (‘La Cinta Blanca’), una producción austríaca de 2009 que ha servido para consagrar definitivamente a Haneke como (ya lo sabíamos) uno de los grandes cineastas europeos vivos del momento.

El tema elegido para esta obra magna es complejo y muy poco habitual, como suele ocurrir en todos sus films. Haneke se retrotrae a la Austria rural de 1913-1914 para rodar un retrato severo, tenebrista, apocalíptico y muy crítico de aquella sociedad decadente que tocaría a su fin con el estallido de la primera guerra mundial y el desmembramiento del Imperio Austro-Húngaro. Y lo que hay detrás de esa impresionante fotografía en blanco y negro es algo que da miedo de verdad: el mal sin paliativos. El mal en su peor vertiente, el enraizado en una comunidad, el inculcado desde pequeños por sus mayores, el que sirve para mantener a rajatabla absurdas normas y reglas en pos de una pureza y una rectitud que no puede ser más vacía. Pero no es más que un decorado; detrás está la hipocresía, la envidia, conservar las apariencias cuando ya todos saben que es lo único que pueden mantener.

El largometraje es extremadamente tenso y uno piensa que en cualquier momento esas costuras que se agrietan y supuran la basura contenida durante años se van a romper y todo saltará por los aires. Por eso, el comportamiento anómalo de esa sociedad es preludio de algo mucho peor: el caldo de cultivo de la intolerancia y la condescendencia para con los poderosos.

Como digo, Haneke elige para la puesta en escena un acertadísimo blanco y negro, fotografía unos paisajes y unos rostros como ya no se ven en el cine y que nos recuerdan al mejor Bergman. La severidad, el miedo, la inquietud… todo está en esas caras, en esos campos de cultivo. La película está compuesta, salvo determinadas secuencias que podríamos calificar de «alegres» (como la del baile o la de la comida tras la recolección), de planos fijos que ayudan a reforzar esa idea de inmovilismo y de osquedad. Un film Imprescindible.

13 de diciembre de 2009

‘Frygtelig Lykkelig’

Conocemos el cine danés gracias a Lars Von Trier, su más ilustre representante y sus acólitos. Pero más allá de esto, poco sabemos del cine que se realiza por aquellas latitudes. De vez en cuando se nos cuela un largometraje laureado aquí y allá. Ese es el caso de ‘Fyrgtelig Lykkelig’ (‘Terribly Happy’ en inglés), una extraña producción de 2008 dirigida por Henrik Ruben Genz que cruza varios géneros cinematográficos. En ella podemos encontrar una narración policíaca de cine negro, suspense, comedia y ciertos toques de un surrealismo costumbrista un poco al estilo de ‘Twin Peaks’. Aunque en general, este popurrí de géneros se digiere bastante bien y funciona, hay momentos en que quizás se fuerce demasiado.

La historia de ‘Frygtelig Lykkelig’ es la de un policía al que sus superiores le dan una segunda oportunidad tras un asunto turbio. Lo destierran a un ignoto pueblo de la Dinamarca profunda (si es que tal cosa existe) donde sustituirá al anterior jefe. Pronto se dará cuenta de que el ambiente en aquel lugar está enrarecido y sus habitantes viven cerrados en sí mismos y parece que todos tienen algo que esconder. Cierto día una mujer casa llega a su despacho y será el comienzo de un camino que lo llevará a enfrentarse a todos sus demonios interiores a la vez que atisbará los terribles secretos que ocultan sus moradores.

Se establece una interesante metáfora entre la ciénaga, otro de los protagonistas implícitos de la película, y la actitud de los habitantes del lugar. Al igual que la ciénaga, son capaces de esconder y de guardar hasta los más oscuros secretos. Genz dirige con buena mano un film hermético, muy parco, donde el trabajo de los actores es de vital importancia, sólo por detrás del excelente guión. Un guión adaptado por el propio realizador a partir de la novela del mismo nombre, escrita por Erling Jepsen y a su vez basada en hechos reales. En definitiva, no es fácil definir una obra como esta dentro de un sólo género, pero lo que está claro es que es chocante, perturbadora y, salvo algunos detalles, bastante lograda. Recomendable.

29 de noviembre de 2009

’24 Hours Party People’

Hay un tipo de cine que aquí en España sería impensable. ¿Alguien se puede imaginar un largometraje de ficción, pero rodada como un falso documental acerca de, pongamos, Joaquín Luqui o Jesús Ordovás? Suena raro ¿verdad? Bien es cierto que ningún personaje de la historia musical española tiene la trascendencia de Tony Wilson, padre y artífice de la escena musical de Manchester. Probablemente en nuestro querido país ésta sea una película sin interés alguno porque aquí no existe ese culto hacia la historia musical. Una pena.

Michael Winterbottom dirigió en 2001 esta especie de biopic alocado, fresco, irónico e inteligente sobre Wilson, fallecido en 2007. Para que nos hagamos una idea de quién fue (para quien no lo sepa), fundó en 1978 el sello Factory Records, donde grabaron Joy Division, New Order o los Happy Mondays. También llevó a gala haber sido el primero que sacó a los Sex Pistols por la televisión. Fue el 28 de agosto de 1976 en el programa musical ‘So It Goes’ de Granada TV (emisora del norte de Inglaterra con sede en Manchester y hoy desaparecida) que él presentaba. En 1982 fundó el Haçienda, local que sería clave en el desarrollo de la escena musical de Manchester durante la segunda mitad de los ochenta.

En realidad, ’24 Hours Party People’ pivota entre el propio Wilson, el productor Martin Harnett y sus dos bandas Joy Division/New Order y los Happy Mondays, que son presentados en la película como una panda de gamberros incapaces de cumplir un contrato y buscando bronca a la mínima (quizás era lo que realmente eran). Winterbottom consigue que el espectador se empape de la locura de sexo, drogas, pop y acid house y firma una obra coherente y muy sólida que entretendrá a los no iniciados y fascinará a los que consideramos esa etapa de la música popular como una de las más interesantes.

25 de noviembre de 2009

Cine español contra cine español

Bruselas ha decidido paralizar la Orden del Ministerio de Cultura que desarrolla la Ley del Cine, aprobada en 2007, en lo que a temas de ayudas económicas se refiere. La Comisión Europea lo ha hecho para escuchar al sector crítico, agrupados en el colectivo Cineastas contra la Orden, formado por 205 profesionales del gremio (entre los que están el «oscarizado» Fernando Trueba entre otros), tanto técnicos como artísticos. Antes que nada, decir que es un tema muy farragoso y por cuestiones de tiempo y de espacio no he podido estudiarlo a fondo. Por eso, el contenido de esta entrada pretende poner sobre la mesa los datos, para que cada uno saque sus conclusiones o profundice en el asunto por su cuenta.

La polémica Orden es la CUL/2834/2009, de 19 de octubre [PDF], por la que se dictan normas de aplicación del Real Decreto 2062/2008, de 12 de diciembre, por el que se desarrolla la Ley 55/2007, de 28 de diciembre, del Cine, en las materias de reconocimiento del coste de una película e inversión del productor, establecimiento de las bases reguladoras de las ayudas estatales y estructura del Registro Administrativo de Empresas Cinematográficas y Audiovisuales. Según Cineastas contra la Orden, esta norma ahora paralizada en la Comisión Europea discrimina a los pequeños productores en detrimento de las cintas de gran presupuesto y previsible rentabilidad en taquilla. De este modo se «premia» el mercantilismo en el arte y la cultura (no hace falta decir que el cine lo es) frente a las propuestas quizás más arriesgadas o más «personales». Desconozco si esto es así exactamente o si se desprende de una lectura sesgada del texto de la Orden. De momento lo que hay es un intenso cruce de declaraciones y acusaciones que no favorece a nadie.

Si hay algo que yo aprecio en el cine, ya sea español, turco o birmano, es que sea variado, poder encontrar películas de todo tipo, desde las más comerciales que todo el mundo irá a ver al cine hasta aquellas destinadas a un público más exigente, cine documental, etc. Como siempre (y este tema ha sido siempre uno de los caballos de batalla de la derecha y de los defensores del liberalismo económico) esta paralización se ha politizado, de momento soterradamente, y ha vuelto a salir a relucir el asunto de las subvenciones del cine español y demás. Algo que por otra parte me aburre increíblemente. Ya lo he dicho alguna vez, y si no lo digo ahora, que las subvenciones, al igual que la cuota de pantalla en cines, son necesarias, imprescindibles, para que nuestro cine pueda competir dignamente (no ya en igualdad de condiciones, porque esto es imposible) con las superproducciones norteamericanas. Pero también pienso que esas ayudas han de ser equitativas y no basarse en criterios de rentabilidad. Estoy convencido de que hay decenas de buenos profesionales (o amateurs, que también tienen derecho) esperando su oportunidad. El espectador (e incluso puede que hasta la taquilla) seguro que agradecen la variedad. El cine es industria, de acuerdo, pero por encima está el arte y la expresión cultural.

22 de noviembre de 2009

‘Vratné Lahve’

Hay películas que parecen destinadas especialmente a gustar al público de los festivales. Quizás porque sus personajes tocan la fibra del respetable o porque tratan temas (no importa si son verosímiles o no) con los que todos podemos sentirnos identificados. Ambas cosas se unen en la producción checa ‘Vratné Lahve’ (2007), una de las películas que más simpatías han despertado en aquellos festivales donde se ha estrenado. Curioso es el asunto de su título. Mientras que la traducción literal del checo es algo así como ‘Botellas Retornables’, en inglés se ha retitulado como ‘Empties’ y en castellano por el cursi y manido ‘Sueños de Juventud’. Su director es Jan Svěrák, uno de los más populares realizadores checos de todos los tiempos. No es casualidad que ‘Vratné Lahve’ sea la película de aquel país más vista de la historia y probablemente con mayor proyección internacional. Con esta cinta, Svěrák cierra una trilogía que forma junto a ‘Obecná Skola’ (‘Escuela Primaria’) (1991) y ‘Kolya’ (1996), con la que obtuvo el Oscar de Hollywood a la mejor película de habla no inglesa. Las tres están protagonizadas por el mismo actor, el veterano Zdenek Svěrák, que como habréis podido imaginar es el padre de Jan.

Josef es un profesor de instituto harto de su trabajo. No hace más que perder los nervios con sus alumnos. Finalmente decide dejar la enseñanza y vivir la vida, hacer todo aquello que siempre quiso hacer. El problema es que el mundo ha cambiado. Ahora su lucha ha de ser con la tecnología y contra sí mismo y su cuerpo. Pero mientras ofrece una imagen amable, simpática y se desvive por hacer favores a amigos y extraños. Tras varios intentos de trabajo, es contratado para recoger el vidrio retornable de las botellas de cerveza en un supermercado. Allí conocerá a personajes variopintos… Mientras tanto la relación con su mujer, que ya dura cuarenta años, se va enfriando por momentos.

Svěrák trata a su personaje principal con amabilidad y ternura (no podía ser de otra manera tratándose de quien es), intentando comprender su mundo interior, por cierto bastante intenso, y no exento de angustia vital, ya que se ve atrapado en un cuerpo que no se corresponde con un espíritu joven y activo. Tampoco su entorno se corresponde con lo que el personaje de Josef espera. Y de ahí vendrán todos sus problemas. Todos los papeles están bastante bien interpretados y consiguen meterse al espectador en el bolsillo a la primera de cambio. Se huye intencionadamente de todo lo desagradable, tomándose las escenas más angustiosas con esa ironía tan clásica en el cine centroeuropeo. Es por esto y por otras muchas cosas que ‘Vratné Lahve’ es una cinta tan amable como inocua, con algunos toques de surrealismo y sin el más mínimo atisbo de tenebrismo o de maldad. En definitiva, una de esas películas que gustará a todos.

15 de noviembre de 2009

‘La Belle Personne’

La cinematografía de cada país tiene que aguantar una cruz, justa o injustamente asignada. La del cine español todos la sabemos, también hablamos de «americanada» y, por supuesto, un cine típica e inconfundiblemente francés. Quizás sea algo más sutil, pero los franceses han sabido explotar hasta la saciedad la herencia de la nouvelle vague, algunas veces con fortuna y otras no tanto. El caso que nos ocupa es ‘La Belle Personne’, una producción de 2008 realizada por Christophe Honoré. Es el clásico ejemplo de cómo una buena película puede llegar a estropearse (por poco, eso sí) por culpa de un exceso de «pretenciosidad intelectual» tan corriente en el cine galo de los sesenta, los setenta e incluso los primeros ochenta. Pero no hay que quitarle el mérito a Honoré al adaptar una novela de época (ni más ni menos que el hito de la literatura francesa ‘La Princesse de Clèves’ de Madame de La Fayette) a un instituto de hoy día.

La historia no es nueva. Junie es una chica que por circunstancias personales llega a un nuevo instituto. En un principio sólo conoce a su primo, pero su extraordinaria belleza revolucionará a sus alumnos masculinos e incluso a su profesor de italiano. A medida que avance la trama, las envidias, los celos y las intrigas conformarán un fresco de las miserias y los sentimientos humanos, tanto de los más bajos como de los más altos.

Pero como dije, el aire intelectualoide (esos alumnos de peinados imposibles con cara de póker o ese profesor de aspecto atractivamente taciturno…) y la pretenciosidad de lo que se adivina en algunas secuencias hace de esta una película un ejercicio de estilo que roza la pedantería en algunos momentos (no muchos, es verdad). Un aspecto que no parece culpa de los actores, cuyo trabajo es bastante bueno en general, con unas interpretaciones comedidas e incluso austeras. Esto ocurre en el caso de la chica protagonista (Léa Seydoux), que llena la pantalla con esa blanquísima belleza aunque aparezca en una esquina del plano. No necesita nada más para hacerse notar. Honoré lo sabe y ella siempre es el centro de la acción mientras esté en pantalla. En definitiva, una película interesante con alguna pega y en la que el espectador ha de poner bastante de su parte para sacarle todo el jugo.

8 de noviembre de 2009

‘Absolute Beginners’: Donde todo comenzó

Si hubiera que establecer un punto de partida de los movimientos juveniles en el Reino Unido, ese momento sería 1958. En ese año, Colin MacInnes publicó la novela ‘Absolute Beginners’. El libro relataba un mundo en ebullición y perfilaba lo que ya comenzaban a ser los mods tal y como los conocemos hoy. Fue cuando el jazz, el soul y el r’n’b se mezclaron con el rock que venía de los Estados Unidos, cuando los muchachos y muchachas dejaron de obedecer las normas y de comportarse como sus padres para crear un nuevo universo a su medida. Era un tiempo nuevo y turbulento donde los viejos valores victorianos empezaban a desmantelarse. Primero en los suburbios obreros y después en los centros de las ciudades, la incipiente multiculturalidad (indios, pakistaníes y sobre todo negros de Jamaica, colonia británica, que trajeron el reggae, origen del ska) comenzaban a abrirse paso. La novela rompió tabúes y provocó una pequeña gran revolución en los adolescentes británicos. Habían nacido las tribus urbanas juveniles… He dado muchas vueltas por internet y por bibliotecas a la busca y captura de ‘Absolute Beginners’, aunque fuera en inglés, sin que mis esfuerzos hayan dado resultado. Pero no pierdo la esperanza.

La novela fue adaptada al cine por Julien Temple con título homónimo, siendo estrenada en 1985. Por lo que he podido leer, la película no gustó a casi nadie, debido a graves errores de ambientación que traicionaban completamente el espíritu del libro de MacInnes. Su estética era excesivamente ochentera. En el reparto contó con David Bowie y Sade entre otros. Su banda sonora nos dejó interesantes temas, como la titular interpretada por el propio Bowie pero que, de nuevo, nada tiene que ver con el movimiento juvenil plasmado en el papel.

Y si de música hablamos, en el pop británico (e incluso en el español) tenemos más referencias a ‘Absolute Beginners’. Sin ir más lejos, The Jam (quiénes si no) publicaron un sencillo con este nombre con claras referencias. También la banda de twee-pop My Favourite titularon uno de sus temas ‘Absolute Beginners Again’. En España, Los Flechazos y su popular canción ‘Suzette’ hacen referencia al personaje de la promiscua ex-novia del fotógrafo adolescente y narrador de la novela, que tenía especial preferencia por los hombres negros… Estoy convencido de que buscando encontraríamos muchos más guiños.

Pasamos a los vídeos. Aquí os dejo los dos ‘Absolute Beginners’, el de The Jam y el de David Bowie y también el tema ‘Suzette’ (aunque no hay videoclip oficial) de Los Flechazos:





rmbit está bajo una licencia de Creative Commons.
Plantilla de diseño propio en constante evolución.
Página servida en 0,056 segundos.
Gestionado con WordPress