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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
27 de febrero de 2010

Limpiando mis marcadores

Llega un nuevo post ómnibus, de esos que surgen casi sin querer al echar un vistazo a los marcadores que uno va acumulando a lo largo del tiempo y que, por una razón u otra, finalmente no cuajan en artículos porque por sí mismos no dan mucho de sí. Encontraréis un poco de todo, pero siempre cosas curiosas. Al menos a mí me lo han parecido. Vamos allá:

  • Mi afición por Google Street View me hizo llegar hasta esta web donde nos enseñan paso a paso (incluso con un manual en PDF) a construir una plataforma de cámaras como la que usa Google, pero de mentira, puro cartón, para montarla sobre un coche y darnos unas vueltas por ahí para, básicamente, hacer el gamberro. La ocurrencia es de los chicos de F.A.T. (Free Art & Technology) que, además, han grabado algunos vídeos que yo no sé si considerar vandalismo o una acción de net art del bueno. Juzgad vosotros mismos:

  • Vamos con un poco de música. ‘Synth Britannia’ es un documental producido por la BBC donde se narra la historia del tecnopop desde sus orígenes en los sententa hasta su eclosión en los ochenta. Cuenta con los testimonios de los más importantes personajes del movimiento, como Wolfgang Flür de Kraftwerk, Bernard Sumner de New Order o Neil Tennant de Pet Shop Boys. Un impresionante documento para todos los amantes de la música electrónica. Interesantísimo. En YouTube lo han dividido en nueve partes de diez minutos cada una. Aquí está la primera:

  • Un poco relacionado con el anterior nos encontramos con una muestra más de como el ingenio y el lema «do it yourself» que propugnaban los punks. En este caso un tipo manitas ha conseguido manipular un radiocassette de los de toda la vida para poder hacer scratch con cintas. El resultado es asombroso. A este hombre deberían hacerle un monumento. Su nombre es Alexis Malbert (Tapetronic para el mundillo DJ). Echad un vistazo al post de Papel Continuo y sabréis de lo que estoy hablando…
  • Pasamos al mundo de la fotografía. Hace un tiempo hablé sobre los objetivos descentrables o tilt-shift. Con ellos se podía manipular la profundidad de campo creando la ilusión de que un paisaje real parecía ser una maqueta. Ahora os presento lo contrario. Michael Paul Smith es un fotógrafo que ha reconstruido su pueblo natal, en el que vivió de niño, tal y como era en los años cincuenta. La escala es 1:24, más o menos la que utiliza Scalextric para sus coches. El resultado es prácticamente indistinguible de la realidad y pasaría por una foto auténtica de la época. Todos los detalles han sido cuidados hasta el límite. Podéis leerlo en un artículo de Xatakafoto.
  • Para terminar, cambiamos nuevamente de tema. Nos movemos ahora al mundo del videojuego, a veces tan bizarro. Para muestra un botón. El lunes 23 de febrero se cumplieron 29 años desde que el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero entró en el Congreso de los Diputados como avanzadilla de lo que sería una asonada militar que afortunadamente se quedó en nada. Aquel día leí una curiosa entrada en el blog ANAIT Games donde comentaban que en 1983 se lanzó un videojuego llamado ‘El Golpe’ y que estaba inspirado en estos acontecimientos. En realidad no era más que un comecocos con algunos accesorios (bigote y tricornio en el caso de nuestro personaje «pacman tejero») pero que no deja de tener hasta cierto valor antropológico. Aquí un vídeo:

25 de febrero de 2010

Mis bandas de los noventa (II): Kula Shaker

Recuerdo perfectamente la primera vez que escuché a Kula Shaker. Fue en la radio. Concretamente en Cadena 100 en el verano de 1996, probablemente en agosto. Aquel tema fue ‘Tattva’, su primer sencillo y una carta de presentación perfecta. Aquellos eran los tiempos de máximo apogeo del britpop. Aún coleaba la batalla Blur contra Oasis del verano anterior y las islas británicas eran un continuo bullir de nuevas bandas. Pero Kula Shaker tenían algo diferente: incorporaban a su música pop un atractivo barniz pseudomístico hinduista, psicodélico (la psicodelia que nos recordaba bastante a Pink Floyd) y soul con letras que mezclaban también la ciencia-ficción.

Tras este primer «encuentro» comencé a conocer nuevas canciones gracias a ‘Viaje a los Sueños Polares’ (qué hubiera sido de nosotros sin este programa en unos tiempos en que no había internet). A ‘Tattva’ le seguirían otras como ‘Hey dude’ o ‘Govinda’ y, por fin, pude acceder al disco. Aquel ‘K’ fue mi álbum más buscado y esperado del año. Lo conseguí y me lo grabé en cassette. Lo escuché muchísimas veces y aún hoy es uno de mis discos favoritos de siempre. Es complicado destacar unos temas sobre otros. Toda la obra forma un conjunto casi indisoluble que asombra corte tras corte. Tiempo después conseguí los sencillos originales de ‘Tattva’ y de ‘Hey dude’ y, por supuesto, ‘K’.

En 1997 hicieron una gran versión del tema ‘Hush’ de Deep Purple. Pero después de todo apogeo viene la decadencia. Tres años después de su disco de debut, Kula Shaker publicaron en 1999 ‘Peasants, Pigs & Astronauts’. Era muy difícil mantener el nivel y la banda nos entregó una obra que decepcionó bastante. De la brillantez melódica y la imaginación se pasó a una excesiva complejidad, a unos temas espesos y de difícil digestión. Ya nada era lo mismo. No digo que fuera un mal disco, pero definitivamente no fue un digno sucesor de ‘K’. A partir de aquí les perdí la pista y el interés. Tras la separación de la banda en 2001, Crispian Mills, el vocalista, montó The Jeevas, una banda decente que nos recordaba algo a los viejos Kula Shaker… En 2007 la banda retornó de manera tan discreta que yo apenas me enteré. Ya no me importaban. Kula Shaker eran y siguen siendo para mí los que descubrí aquel verano del 96.

Vamos con algunos vídeos. Empezamos con ‘Tattva’:

‘Hey dude’ (1996):

‘Govinda’ (1996):


Kula Shaker Govinda
Cargado por ronaldmacdonald33. – Mira más vídeos divertidos.

‘Grateful when you’re dead’ (1996):

‘Mystical machine gun’ (1999):

‘Shower your love’ (1999):

22 de febrero de 2010

‘El Ojo Izquierdo’

Ayer domingo, leí en el diario El País que el veterano periodista José María Izquierdo había creado un blog con un fin muy particular y al que yo también –en mi afán masoquista– soy algo aficionado. Me refiero a adentrarse en la caverna y desmontar sus machacones argumentos o al menos reirse de ellos. En general, en los medios de comunicación de la (extrema) derecha se mezclan tan torpemente unas materias primas tan exiguas o nulas (inventando si hay que inventar) y unos razonamientos tan simples e infantiles que no resulta difícil –como hemos visto aquí algunas veces– ponerlos en evidencia. En este artículo de presentación de ‘El Ojo Izquierdo’ que el propio autor escribe en el diario madrileño define claramente su misión:

«Casi nadie se atreve – gran mérito el de alguno que ya lo hace, incluso a diario- a afearles conducta, sacarle los colores, ponerles en evidencia, devolverles el mandoble o el vómito. […] Así sabrán cómo sermonea y manipula Pedro J. Ramírez, reza Juan Manuel de Prada o fascistea Alfonso Ussía. Y si algún día hay tiempo y fuerzas, a lo mejor también alcanzamos a transcribir a Jiménez Losantos o a César Vidal, e incluso a algún minino de la tele digital o alguna rata del subsuelo bloguero ultraderechista.»

Aunque salió a la luz ayer mismo, en el blog ya hay escritas entradas desde el día 16. Comentarios jugosos que no dejarán a nadie indiferente, siempre con la lengua afilada. Izquierdo no se corta un pelo a la hora de devolver el golpe de manera mucho más inteligente y sarcástica (el sarcasmo es la única forma digerible y una de las más eficaces de acercarse a algunos de estos despropósitos mediáticos, y si no que se lo digan al Gran Wyoming). No sabemos si esto tendrá una contrarréplica por parte de los cavernarios, pero estaría bien. No sé si verdaderamente el silencio les hace crecerse, pero tal y como él mismo dice, ahora alguien le va a dar la réplica. Y menuda réplica. Le deseo toda la suerte del mundo.

21 de febrero de 2010

‘SER Historia’

Esto de las nuevas tecnologías es una maravilla. Internet ha revolucionado, entre otras muchas cosas, el mundo de las emisiones radiofónicas. La aparición de los podcasts nos ha permitido escuchar nuestros programas favoritos o encontrar programas que de otro modo jamás conoceríamos. Más o menos es el caso de ‘SER Historia’, el programa de la Cadena SER dedicado a la historia que lleva en antena desde octubre del año pasado. Su presentador es el bueno de Nacho Ares, historiador y experto egiptólogo autor de numerosos ensayos. Un hombre de mente abierta e inquieta que siempre busca ir un poco más allá.

No sé si este programa es una especie de «escisión» de Milenio 3, pero desde luego si no lo es lo parece. No sólo por los contenidos (que también, porque muchos de los temas podrían ser tratados en el espacio de Iker Jiménez) sino por las formas y por el equipo de producción. Incluso las músicas que suenan de fondo durante la emisión se parecen. En cuanto a la temática, está clara: la historia contada de forma sencilla, entretenida y que consiga despertar el interés en el oyente. El programa es muy viajero y nos lleva por prácticamente todos los escenarios del mundo que han sido testigos de la presencia de las grandes civilizaciones clásicas, personajes destacables, libros sobre historia… Todo ello tratado con rigurosidad y con invitados de primer nivel.

He comenzado hace poco a escucharlos (sólo llevo unos cuatro o cinco), pero ya me ha enganchado y forma parte de los podcasts que escucho regularmente. Ojalá en televisión pudiéramos ver programas de este calibre. Sé que no es fácil y que a la cultura no se le dedica demasiado tiempo, y también que si se quiere hacer bien suelen ser producciones caras que ninguna cadena está dispuesta a llevar a cabo. Menos mal que siempre nos quedará la radio… La única pega: se emite los sábados entre las 5 y las 6 de la madrugada. Bueno, para eso tenemos internet, ¿no?

17 de febrero de 2010

Una caverna muy oscura

Creo que no soy el único que piensa que la proliferación de organizaciones como Manos Limpias es un fenómeno en alza y que hace diez o quince años hubieran sido imposibles. La repercusión que este tipo de grupúsculos, apoyados o difundidos por medios de comunicación afines –que también han cobrando determinados tintes ultras en los últimos tiempos– es creciente y muy preocupante. ¿De qué es síntoma esto? ¿Por qué el terreno está abonado a estas asociaciones?

Yo tengo una teoría para todo esto. Nuestra sociedad, por lo general para bien, se está homologando con las de nuestro entorno, adoptando sus tics, vicios y virtudes. Los medios de comunicación son cada vez más similares a los de nuestros colegas europeos y, a la vez, son más y reflejan ideas que se han convertido en universales. Las comparaciones con nuestros vecinos se han convertido en algo normal. Aún conservamos (y conservaremos) nuestras propias idiosincrasias (dependiendo del territorio del que hablemos) pero añadiendo inquietudes y conceptos nuevos. Una de esas ideas es la que fomenta el odio hacia todo político «tradicional», en pos de una nueva estirpe más «cercana al pueblo» y que dice «lo que el pueblo quiere oír», que busca una supuesta justicia auténtica y la defensa de un nacionalismo con tintes racistas entre otros muchos rasgos. Es lo que simplificando se suele llamar populismo, que ha prendido en las últimas dos o tres décadas en la Europa occidental. Y también ha llegado a España. Es síntoma de que ya somos una sociedad moderna, rica, egoísta y, en consecuencia, conservadora. Es el intento vano de mantener la «esencia tradicional española» en el peor de los sentidos.

El caso de Manos Limpias (y también de otras como Hazte Oír) se ajusta a estas características. Bajo la apariencia de sindicato de funcionarios públicos, han saltado a los medios en numerosas ocasiones como denunciantes de lo que ellos consideran «injusticias». La práctica totalidad de estas denuncias se interponen contra iniciativas, colectivos, personajes o instituciones centristas (recuerdo una contra Alberto Ruiz-Gallardón), progresistas o que permiten un avance social o cultural. Uno de los casos más recientes lo tengo bien cerca. Se trata del curso de educación sexual de la Junta de Extremadura dirigido a jóvenes que fue denunciado por Manos Limpias, acusando al ejecutivo presidido por Fernández Vara, de delitos contra la integridad moral, corrupción de menores y malversación de fondos públicos. Ayer mismo fue archivada. El otro asunto, este a nivel nacional, ha tenido (de momento) más éxito al conseguir que sea admitida a trámite la acusación contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por la causa contra el franquismo.

Pero, tal y como cuentan en el blog ‘Las Malas Lenguas’ (y también en la Wikipedia), Manos Limpias ha denunciado a seres vivos y también alguno de trapo: un cura homosexual, la Federación Española de Fútbol, el Athletic de Bilbao, Javier Balza, el tripartito catalán, EiTB, Javier Madrazo, Iñaki Anasagasti, un militar homosexual, los guardia civiles homosexuales, Jordi Pujol, Jesús Polanco, contra unos bomberos que protestaron en calzoncillos, contra la Ley de Parejas de Hecho, y (atención) contra ‘Los Lunnis’.

Es lamentable, pero vamos a tener que convivir con fenómenos de este tipo, en respeto, en silencio e intentando (a pesar de que existen numerosos grupos de presión) que ni una sola de sus denuncias tenga éxito. Otra cosa no podemos hacer. Bueno sí podemos: una intensa labor de educación para que cosas así no terminen por prender en nuestra sociedad. Cuando lo hagan y nos demos cuenta, quizás ya sea demasiado tarde. Lo mejor es no asomarse (aunque a veces los medios nos empujen) a esa caverna tan oscura que da miedo, a ese inmovilismo a ultranza que nos da escalofríos, porque nos cuesta entender cómo en 2010 puede haber todavía personas que piensen así.

16 de febrero de 2010

‘Elige tu Propia Aventura’

Como ya sabréis, uno de mis temas favoritos –y de los que proporcionalmente menos he hablado aquí– es el de la ficción interactiva. Desde hace unos años este concepto se aplica a los videojuegos de aventuras conversacionales. Pero el concepto existe desde hace mucho tiempo. Sin duda el ejemplo más popular es de los libritos de la colección ‘Elige tu Propia Aventura’. Como no podía ser de otra manera, esta afición me viene de pequeño. En la biblioteca del colegio donde iba tenían bastantes libros de esta colección. Eran fácilmente reconocibles por su color rojo intenso. Recuerdo haber pasado las tardes de los viernes en clase pasándolo de maravilla con aquellas lecturas. Si no me falla la memoria tiene que haber todavía por casa un par de esos libros. Incluso de uno de ellos –‘La Tumba de la Momia’– hice una versión para mi ordenador de entonces (un MSX2).

Y es que por la estructura de estos libros, se prestaban a ser convertidos en sencillos videojuegos. La mecánica –para quien todavía no los conozca– era muy sencilla. El lector comenzaba el libro normalmente. Al final del texto (normalmente un capítulo) debía elegir entre dos o tres acciones. Dependiendo de esa elección se dirigía a una u otra página donde la acción continuaba hasta encontrarse con una nueva disyuntiva. De este modo, el número de historias diferentes posibles era bastante amplia y la cantidad de finales distintos podía llegar hasta más de cuarenta.

El origen de este tipo de libros hay que buscarlo en los Estados Unidos en el año 1969. La idea fue de Edward Packard, un novelista, ensayista, poeta y jurista neoyorkino y partió de los cuentos que contaba a sus hijos en la cama antes de dormir. Creó un tipo de historias que fueran más interactivos y divertidos para ellos. El primer fruto «serio» de esa idea fue ‘La Isla de la Caña de Azúcar’, publicada originalmente en 1976 por la editorial Bantam Books. En 1979 se convirtió en una colección propia bajo el nombre de ‘Choose your Own Adventure Series’. A lo largo de los años ochenta, el concepto se exportó a multitud de países y traducido a varios idiomas. Aquí en España fue Timún Mas quién editó y publicó las versiones en castellano con esas portadas rojas a las que antes me refería. La colección aquí constó de 90 volúmenes mientras que la original alcanzó ni más ni menos que los 185.

15 de febrero de 2010

Mis bandas de los noventa (I): Catatonia

Cuando uno llega a cierta edad casi sin darse cuenta se vuelve consciente de todo lo que queda atrás. Esta sensación la tengo cuando entro en YouTube para revisar videoclips de la música que escuchábamos cuando estábamos en el instituto o en la universidad. Ha pasado ya mucho tiempo desde entonces, pero las canciones ahí siguen, como si nada, capturando el momento y quizás viendo aquellos videos a los que nunca tuvimos acceso porque no los emitieron por televisión. Como mucho pudimos tener los CDs originales que escuchábamos sin parar una y otra vez (esto fue mucho antes de la sobreabundancia musical que nos trajo internet).

Estas entradas van a ser un pequeño homenaje –o más bien un recordatorio– de esos grupos, la mayoría no muy conocidos, que me acompañaron a lo largo de unos cuantos años (en mi caso entre 1994 y 2000). Los que ya los conozcáis recordaréis como yo sus canciones y los nuevos descubriréis un puñado de buenas bandas que tuvieron su momento de gloria pero que estuvieron la mayor parte del tiempo en un discreto segundo plano.

Los primeros en pasar por aquí van a ser Catatonia. Se trata de una banda galesa liderada por Cerys Matthews que descubrí allá por 1996 en el programa de Los 40 Principales ‘Viaje los Sueños Polares’ con el tema ‘Bleed’. Curiosamente, aunque es uno de los grupos que más he seguido a finales de los noventa, solamente tengo el sencillo original de esta canción. Eso no significa que por otros medios consiguiera en su día casi toda su discografía, grabándola en cassette primero y «ripeada» en mp3 después. ‘Bleed’ era uno de los sencillos de ‘Way Beyond Blue’ (1996), el disco largo de debut de Catatonia. También contaba con otros grandes temas como ‘Lost cat’, ‘You’ve got a lot to answer for’, ‘Sweet catatonia’ o ‘Dream on’. Es mi álbum favorito. En 1998 publicaron ‘International Velvet’ con el que se consagraron internacionalmente y saltaron en parte al gran público gracias a ‘Mulder and Scully’, otra de las grandes canciones de la banda. En este disco también podíamos encontrar ‘I am the mob’ o ‘Road rage’.

En mi opinión, el fin de década no les sentó nada bien. El brillo de Catatonia se iba apagando poco a poco. En 1999 lanzan ‘Equally Cursed and Blessed’, un trabajo más bien irregular que nunca acabó de convencerme. Fue aquí cuando empecé a perderles la pista. Sé que en 2001 publican ‘Paper Scissors Stone’ donde se acentúa aún más esa falta de ideas y de talento. Era el fin. En septiembre de aquel año la banda se separa. Cerys publicaría en 2003 su primer disco en solitario sin apenas repercusión… Pero lo mejor es quedarnos con aquellas brillantes canciones que nunca olvidaremos. Vamos con los vídeos:

‘Bleed’:

‘Lost cat’:

‘You’ve got a lot to answer for’:

‘Mulder and Scully’:

‘I am the mob’:



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