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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
7 de marzo de 2009

La América profunda en Google Street View

Desde que apareció, Google Street View se ha convertido en una de mis herramientas de Google favoritas y una manera estupenda de pasar horas y horas delante del ordenador. Mientras esperamos a que nuestras ciudades reciban la visita del coche negro y nos fotografíe o que procesen las fotos ya hechas, merece la pena echar una ojeada a lo mucho que ya ha registrado el ojo múltiple que todo lo ve. En el caso de los Estados Unidos, ya podemos visitar prácticamente la totalidad del territorio, y no sólo las ciudades. Desde las grandes metrópolis como Nueva York o Los Ángeles hasta ignotos caminos sin asfaltar en algún lugar de Nuevo México o las tortuosas carreteras que bordean el Río Grande y separan Estados Unidos de México.

El otro día pasé un buen rato brujuleando por aquí y por allá, a la búsqueda de cosas curiosas. Pasé por las áreas restringidas militares de los desiertos del centro del país, donde las imágenes de Street View se cortan, supongo que por cuestiones de seguridad nacional, por Roswell, donde hay platillos volantes de pega aparcados junto a los coches y enormes vallas publicitarias del famoso McDonald’s en forma de OVNI, así como muchas otras referencias al célebre acontecimiento ufológico. La América profunda, que se mezcla con los mitos y leyendas modernas, que nacieron aquí y que después de han exportado a todo el mundo a través del cine y la televisión.

Si no lo habéis hecho, os recomiendo al menos perder una tarde para sumergirse en las enormes llanuras de los desiertos, curiosear por las pequeñas ciudades, pueblos, moteles, autopistas… porque uno siempre se puede encontrar cosas chocantes o interesantes, y de paso hacer turismo cibernético sin movernos de casa.

6 de marzo de 2009

‘Guitarras y Tambores’, el regreso de Cola Jet Set

Conozco a Cola Jet Set desde los tiempos de su EP de debut ‘Cosas que no se Olvidan’, allá por 2002, cuando escuché por primera vez ‘Ay, amor’, uno de sus primeros temas (que fue mi tercera canción favorita de aquel año). La banda se formó a partir de Los Fresones Rebeldes y de La Monja Enana. Al igual que con sus predecesores, siempre he seguido su carrera. En 2004 publican su largo de debut, ‘Contando Historias’, el que es sin duda uno de mis discos de pop nacional preferidos de la década. Han pasado cinco años y un EP en 2007 (‘Suena el Teléfono’) y ya tenemos aquí su segundo álbum.

‘Guitarras y Tambores’ (Elefant, 2009) se publicó el pasado 16 de febrero y supone una continuación de su predecesor sólo hasta cierto punto. El sonido está mucho más pulido y técnicamente es mejor, pero a la vez ha perdido el brillo que tienen las producciones de Guille Milkyway. El disco tiene grandes temas como la titular ‘Guitarras y tambores’, ‘El sueño de mi vida’ (que presentaron para Eurovision el año pasado), ‘Suena el teléfono’ o ‘Nadie nos va a parar’, pero no llegan al nivel de canciones chispeantes como ‘Ay, amor’, ‘El amor mejora’ o ‘Quiéreme’. Al menos no en las primeras escuchas. Aunque claro, siendo Cola Jet Set, se merecen todas las oportunidades del mundo…

5 de marzo de 2009

¿Es el universo un holograma?

He escrito ya unas cuantas veces sobre aquellas teorías físicas que desafían la razón y la física y nos hacen replantear lo que conocemos del mundo que nos rodea. El otro día escuché algo sobre una teoría del universo holográfico en la radio, así que me puse a buscar información sobre ella. Y encontré un par de artículos. El primero es ‘The Universe as a Hologram’, una magífica aproximación a los rudimentos de esta hipótesis que tiene algo del mito de la caverna platónico.

En 1982, el físico de la Universidad de París Alain Aspect y su equipo realizaron un experimento que haría cambiar por completo la visión del universo. Descubrieron que bajo ciertas circunstancias las partículas subatómicas se «comunicaban» entre sí sin importar la distancia que los separaba. De algún modo, estas partículas «sabían lo que hacían» otras partículas que se encontraban a decenas, cientos, miles o millones de kilómetros. Esta «comunicación» sería instantánea, violando también el principio de que nada puede viajar más rápido que la velocidad de la luz. Aunque quizás no sea comunicación, sino que ambas partículas separadas por distancias tan colosales sean una misma entidad, de la que estamos viendo dos de sus caras (o también podemos llamarlas «manifestaciones»), pero que no somos capaces de ver en su totalidad. Al igual que un holograma impreso en dos dimensiones puede recrear un mundo tridimensional, las manifestaciones de partículas aparentemente independientes entre sí podrían ser dos caras de una misma realidad que ni siquiera intuimos. Esta conclusión la realizó el físico David Bohm a partir de las investigaciones de Aspect.

Para ilustrar su teoría, Bohm puso un ejemplo: imaginemos una pecera, un pez en su interior y dos cámaras de vídeo conectadas a dos monitores. La primera cámara se colocaría en el frontal de la pecera y la segunda en un lateral, de forma que tenemos dos vistas diferentes y simultáneas del pez. Imaginemos también que el espectador no conoce la existencia de la pecera real, sino que todo su conocimiento se basa en las imágenes de los monitores. La primera idea sería que se trata de dos peces diferentes, pero una observación más detallada lo llevaría a la conclusión de que sus movimientos están relacionados de algún modo misterioso. Bohm aplicó este principio también a la mente humana, acercándose así a otras teorías límite como la de los campos morfogenéticos.

El segundo artículo del que quería hablar lo publicó la revista New Scientist. En él se hacen eco de los descubrimientos realizados en Alemania, en el detector de ondas gravitacionales, el GEO600. Si bien hasta la fecha no se ha logrado dar con ninguna de estas hipotéticas ondas espacio-temporales, sí que se ha descubierto un desconcertante fenómeno que puede tener consecuencias para la física teórica. Según Craig Hogan, físico del Fermilab de Chicago, se ha logrado llegar a la frontera última que separa el espacio-tiempo. Según la teoría de la relatividad de Einstein, el espacio-tiempo es un contínuo. Esto se contradice con los descubrimientos del GEO600, que ha detectado cuantos de espacio-tiempo a niveles subatómicos, como cuando ampliamos una foto que nos parece perfecta y vemos los píxeles. Si esto se confirma, se han descubierto los «píxeles» que forman el espacio-tiempo, valga el símil.

Hogan ha llegado a la conclusión de que, si las evidencias están siendo correctamente interpretadas, el universo podría ser un gigantesco holograma. Para llegar a este punto, Hogan ha tenido en cuenta los estudios de físicos de vanguardia como Leonard Susskind o el premio Nobel Gerardus ‘t Hooft, que en los años noventa conjeturaron sobre el universo holográfico, que a su vez continuaron los trabajos de Jacob Bekenstein en los años setenta sobre los agujeros negros.

Después de leer estos textos e interesarme un poco por el tema, yo, con mi limitada mente, sólo puedo llegar a una conclusión: en realidad sabemos muy poco o nada sobre el mundo que nos rodea, sobre la naturaleza de la materia de la que está construido el universo, ni de lo que hay ahí fuera… A estas teorías, apoyadas en algunas pruebas reales, quizás las desbanquen otras más osadas, o de espíritu totalmente opuesto. Quién sabe. La cuestión es que seguimos siendo unos ignorantes.

4 de marzo de 2009

Razonar

Una serie de hechos recientes me han llevado a la reflexión y después a escribir este post. No hay duda de que nuestra sociedad -la sociedad occidental, me refiero- es cada vez más compleja. Cuenta con un gran número de factores novedosos que antes no existían. Por contra, a través de los medios, televisión principalmente aunque no sólo, se nos envía una información cada vez más simplificada, más estandarizada. Como consecuencia de esto, aumenta alarmantemente la «pereza intelectual» (valga la expresión). Todo aquello que requiera un análisis detallado, un esfuerzo adicional, un estudio pormenorizado o algo parecido se tacha de «rollo» o se huye directamente de ello.

Los mensajes políticos se simplifican, los programas televisivos no invitan a razonar, el sistema educativo está obsoleto… Pocos ya se hacen preguntas, pocos sienten curiosidad por lo que les rodea. Y eso que hoy día con internet tenemos más información a nuestro alcance de lo que nunca pudimos imaginar (sí, internet sirve para algo más que chatear, ver vídeos chorras en YouTube y hacer otras cosas menos confesables). Pero claro, es tan fácil dejarse llevar con la tele encendida… Y no entiendo como nadie hace nada contra determinados engendros que son un verdadero insulto a la inteligencia y muestran modelos de conducta perjudiciales y poco o nada éticos. Bueno, en realidad sí que lo entiendo: dinero. La ecuación es sencilla: Simplismo, morbo y sensacionalismo equivale a más audiencia y más audiencia es más publicidad, o sea más dinero. Lo de siempre.

En fin, este sermón se puede resumir en muy pocas palabras: razonemos, tengamos criterio propio y sepamos analizar la realidad, ver un poquito más allá de lo que en primera instancia nos enseñan. No es difícil si sabemos utilizar la enorme cantidad de información de la que disponemos en beneficio propio, contrastarla y saber diferenciar realmente lo que nos interesa o lo que es útil de lo que no. Ah, y olvidémonos de los prejuicios, que no sirven para nada. Para aquellos que no se han enterado de nada, en este artículo creo que explican más o menos lo que quiero decir, pero mejor dicho.

3 de marzo de 2009

Aliados incómodos

Ya sabéis que por primera vez en la historia del País Vasco, el espectro político se inclina levemente hacia los no nacionalistas. Es sólo un escaño, pero se trata de un hecho histórico. Los 24 del PSE podrían ser 25 en los próximos días cuando se añadan los votos de los vascos en el extranjero, porque ese preciado escaño está a poco más de doscientos votos. Si finalmente se consigue, Patxi López no dependerá del voto de UPD para la investidura. Serían suficientes con los del Partido Popular.

Nunca antes en la historia política nacional, los dos principales partidos a nivel estatal están a un paso de pactar, aunque sólo sea para que López sea el nuevo Lehendakari. Me ha sorprendido mucho, muchísimo la disposición de Basagoiti para ofrecer sus escaños al líder socialista. Siempre se dice que la política vasca no tiene nada que ver con la del resto del estado, y está claro que es verdad. Si se llega a un pacto estable, ¿se entendería esa maniobra a nivel estatal? ¿cómo afectaría al PSOE y al PP a nivel nacional? ¿sería un pacto duradero?

Me surgen todas estas preguntas porque, si recordáis, no hace tanto tiempo que Patxi López se sentó en el banquillo por reunirse en 2006 con miembros de Batasuna. Y aunque en la acusación no estaba directamente el Partido Popular, sino el Foro de Ermua y Dignidad y Justicia, la alentaba y la defendía. El apoyo del PP, aunque sólo sea para la investidura, puede atar de pies y manos la acción de gobierno del hipotético Lehendakari socialista. Vamos, un regalo envenenado.

2 de marzo de 2009

‘Twelve’

La precocidad en el arte, y especialmente en la literatura, siempre me ha llamado mucho la atención. Uno de los últimos casos de «niños prodigio» es el del neoyorkino Nick McDonell, que en 2002 publicó con tan sólo diecisiete años su primera novela, titulada ‘Twelve’ (Anagrama, 2003). El libro es un retrato sincero, cercano y cotidiano de los jóvenes de clase alta de la ciudad de los rascacielos. Unos niñatos no siempre tontos que sólo se mezclan con las clases bajas para conseguir droga para sus fiestas salvajes. Salvando muchísimas distancias, ‘Twelve’ tiene algo de ‘Historias del Kronen’ a la americana, pero tampoco me hagáis mucho caso.

White Mike es un chico burgués de diecisiete años que ha decidido tomarse un año de vacaciones antes de ir a la universidad. Su principal trabajo durante este tiempo es el de ser el camello que proporciona las drogas a otros jóvenes como él. Al contrario de todos ellos, White Mike es un tipo culto, sensible, solitario, observador y taciturno. Vende una nueva droga llamada twelve y sus clientes se la piden con desesperación a pesar de ser la más cara. Harán cualquier cosa por conseguirla…

McDonell es despiadado tanto en sus descripciones de los niños pijos norteamericanos y de su modo de vida frívolo y descerebrado como en la de su entorno, sobre todo de los despreocupados padres. La novela está escrita de forma curiosa, a través de capítulos, algunos de una sola línea y otros de algunas páginas, que convierte la narración es algo fragmentario. Al final, todos estos fragmentos confluyen en una sola trama. Lo único que no me ha gustado son las últimas páginas, que no me han parecido que estén a la altura del resto del libro, pero en general me parece una obra más que digna. Recomendable.

1 de marzo de 2009

‘La Escafandra y la Mariposa’

Pocas veces una película tiene unos minutos iniciales tan angustiosos como ‘La Escafandra y la Mariposa’ (2007). El protagonista sufre síndrome de cautiverio: sólo puede mover los ojos, no puede hablar ni comunicarse con el exterior, pero está perfectamente consciente y sabe lo que ocurre a su alrededor. La cinta es una producción francesa dirigida por Julian Schnabel, un realizador bastante interesante que se llevó el galardón al mejor director del Festival de Cannes por este trabajo. Los dos conceptos centrales de la cinta son, como indica su título, la escafandra, una metáfora de la situación de aislamiento del personaje principal, y la mariposa, el contrapunto positivo, la imaginación, la capacidad intacta de creación y recuerdo.

Jean-Dominique Bauby es un fotógrafo de moda juerguista y mujeriego que sufre una embolia que lo lleva a quedar postrado en una cama, aislado del mundo exterior. No puede comer ni respirar por sí mismo. Esta nueva vida lo sumirá en el desánimo y en sus deseos de morir. Pero pronto se dará cuenta de que aún tiene muchas de sus facultades en perfecto estado y que utilizará para luchar por mejorar su estado, por hacer de esa reclusión forzada un lugar mejor. Durante esa pugna descubrirá nuevas facetas de su personalidad.

‘La Escafandra y la Mariposa’ destaca por su tratamiento visual, para mí algo gratuito, pero que no deja de ser soprender: planos descuadrados, desenfocados, distorsionados, cámaras flotantes… Pero sin duda lo mejor de la película es su guión, sólido y coherente, que sabe mezclar con habilidad y talento sueños, anhelos y fantasías con la realidad de forma que nada chirríe ni parezca forzado. Además, los toques de humor aportan distensión y refrescan una historia bastante desasosegante (impagable el episodio sobre la peregrinación a Lourdes). Y claro, el guión no es nada sin el buen trabajo de los actores, que también es sensacional, sobre todo los papeles del protagonista, Mathieu Amairic. Para terminar, en su banda sonora podemos escuchar temas de U2, Tom Waits, Velvet Underground o Joe Strummer. En definitiva, una película más que interesante.



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