rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
13 de julio de 2007

Juana de Arco, un símbolo del nacionalismo francés

No pretendo ponerme ahora a escribir sobre historia. Es una materia que me gusta mucho, pero sobre la cual no tengo tantos conocimientos como quisiera. El tema es que anoche estuve viendo ‘Santa Juana’ (1957) de Otto Preminger con la siempre increíble Jean Seberg en el papel de Juana de Arco. La película está basada en la obra que Bernard Shaw escribió en 1923 y en la que cuenta la historia clásica de la heroína católica francesa desde un punto de vista humano.

No voy a contar aquí la historia de Juana de Arco. Apenas unos pocos apuntes. Vivió en el siglo XV, una época muy convulsa para Francia. Juana de Arco aparece en escena en plena guerra de los Cien Años. Los ingleses mantienen parte los territorios franceses bajo su dominio y aprovechan con maestría la debilidad del rey galo Carlos VII. A los 17 años, Juana recibe el «encargo divino» de dirigir las tropas contra el enemigo y expulsarlos de territorio francés. Se le atribuyen varios milagros que favorecieron el fin de la guerra y la huida del ejército inglés. Pero antes del final, Juana es vendida por sus propios compatriotas y acusada de brujería. Es entregada a los ingleses que la queman en la plaza del mercado de Ruán tras un proceso inquisitorial. Póstumamente se anularía este juicio para ser beatificada en 1909 y santificada en 1920.

Muchos consideran, quizás con razón, a Juana de Arco como un símbolo del nacionalismo francés más rancio, católico, monárquico y reaccionario. Incluso hay quien la ha emparentado con todo el tinglado de la Sangre Real. Pero en mi opinión también tiene otra lectura. La de una muchacha campesina que hoy aún no sería mayor de edad que se rebela contra el orden establecido, contra la discriminación de la mujer y contra el poder corrupto de la iglesia católica. Mención aparte merece la faceta más «sobrenatural» de su biografía. Afirmaba oír voces de santas que le indicaban lo que debía hacer y le infundían el valor para enfrentarse a las batallas. Posiblemente padecía alguna enfermedad mental. Tuvo la suerte de aparecer en el momento y en el lugar adecuado. El pueblo y el ejército necesitaban creer en alguien que les indicara como vencer a un enemigo que les tenía asediados. Juana de Arco quizás despertó las conciencias de los pueblos franceses para unirse bajo un símbolo común. Tal vez fuera esta la clave de su éxito.

Volviendo al siglo XXI y a la era de internet, Juana de Arco sigue levantando pasiones. A través de la Wikipedia he encontrado la web de una fanática de este personaje. Se trata de una chica alemana de 18 años que se define como «católica y muy religiosa». En su sitio pueden consultarse poemas, dibujos, libros, películas y otro material relacionado con Juana de Arco. Pero esta web sólo es una más de las muchas que hay dedicadas a la heroína de Orleans, la mayoría de ellas personales, que consideran a Juana de Arco como algo más que un personaje histórico.

12 de julio de 2007

Imprenta a la antigua usanza

Desde siempre me ha llamado la atención el tema de las artes gráficas. Las imprentas, tipografías, la maquetación son un mundo que me resulta muy interesante y a la vez complejo. En los últimos años con la aparición de los ordenadores y las modernas técnicas de impresión, el trabajo se ha simplificado increíblemente. Esa simplificación es buena para quienes trabajan en el sector, pero no para la riqueza cultural. El lenguaje del impresor cuenta con infinidad de vocablos específicos para nombrar cada uno de los elementos y que, con la modernización, desaparecerán.

No hay más que ver estos dos vídeos que he encontrado por Google Video para comprobar lo ingenioso de algunos de estos pesados artilugios empleados en las pequeñas imprentas. Ambos documentos están realizados por la productora oscense Pyrene con la ayuda del Gobierno de Aragón.


11 de julio de 2007

Diseño Fiat

El nuevo logo de Fiat

Fiat es el paradigma de cómo una compañía de éxito puede venirse a menos. En general toda la industria del automóvil italiana ha pasado, en apenas quince años, de tener un éxito notable con, por ejemplo, el Fiat Uno o el Tipo, a desaparecer del mapa. Buscad un coche Fiat en vuestras ciudades. Antes encontraréis un Hyundai o cualquier otra marca «nueva».

Conscientes de su decadencia, el fabricante de Turín se ha echado a los brazos de la renovación radical y ha emprendido la árdua tarea de resucitar y volver a ser quienes fueron. Parte de esta estrategia es el rediseño de toda su imagen. El logo ha pasado, en poco tiempo, de ser horrible (esas cuatro rayitas inclinadas) de los años ochenta y noventa a volver a sus orígenes con el comienzo del siglo. Hace un año nos sorprendieron con un nuevo rediseño, similar al anterior, aunque más refinado.

La actual imagen corporativa de Fiat es obra de la agencia Robilant Associati, que también se ha encargado de devolver la gloria perdida a los grandes símbolos italianos del siglo XX como Martini o Lancia. Me parece un lavado de cara bastante acertado que combina una imagen muy moderna con un aire «retro» que evoca a la estética de los años cincuenta, principalmente por esa tipografía tan característica.

Aprovechando la coyuntura, aprovecho para decir que el pasado día 4 de julio se presentó, 50 años después, el nuevo Fiat 500. Con una línea muy diferente a cualquier otro utilitario, me parece un pequeño milagro del diseño industrial. Mantiene los rasgos que hicieron famoso al modelo original, pero con una puesta al día. Casi podría considerarse una obra de arte.

10 de julio de 2007

Candie Payne

Candie Payne en una foto promocional

Uno de mis últimos descubrimientos musicales viene de Liverpool. Se llama Candie Payne y lo escuché por pura casualidad tras leer una referencia suya en el foro de la web oficial de Broadcast. Candie Payne se ha criado con la música. La afición le viene de familia, sobre todo de sus hermanos, Howie, líder de la desaparecida banda The Stands (una canción suya formó parte de mi recopilatorio Muestra Musical 46) y Sean, batería de The Zutons.

Hasta la fecha, Candie ha publicado desde julio de 2006 cuatro sencillos y un álbum que fue lanzado en mayo de este año. Su carta de presentación oficial ha sido ‘I wish I could have loved you more’, un tema que recuerda un poco a la música de las bandas sonoras de Morricone. Su primer larga duración deja buen sabor de boca, pero da la impresión de que las canciones podrían haberse aprovechado un poco más. Quizás en futuros trabajos podamos ver a Candie en todo su esplendor. De momento aquí tenemos este debut que es más que apreciable. Ojalá todos los debuts fueran como este.

9 de julio de 2007

21 de Messidor de CCXV

Una de las mayores curiosidades (por llamarlo de alguna manera) de la Revolución Francesa fue sin duda la del Calendario Revolucionario. Fue implantado en 1793, aunque su fecha de inicio como tal hay que remontarlo al 22 de septiembre de 1792. Por tanto se comenzó a usar un año después de su implantación. Su principal objetivo era prescindir de todas las referencias religiosas que contenía el calendario gregoriano y que no eran acordes con los nuevos valores de la Razón y la Revolución. En su elaboración participaron eminentes intelectuales (matemáticos, literatos, políticos).

La distribución de los días era peculiar. Al igual que nuestro calendario, contaba con 12 meses, pero todos eran de 30 días y comenzaban dependiendo de las estaciones. Así el primer mes de cada estación comenzaba un 22, 23 o 24, coincidiendo siempre con un solsticio o un equinoccio. Los nombres de los meses hacían referencia al clima o las características de cada uno de ellos (vendimiario, brumario, frimario, nivoso, pluvioso, ventoso, germinal, floreal, pradeal, mesidor, termidor y fructidor). Otra peculiaridad es que el primer mes del año no era en invierno, sino en septiembre, coincidiendo con el equinoccio de otoño. La primera parte del mes de julio sería Messidor. Los cinco días restantes para completar el año se usaban para fiestas y solían ser a final de los meses. Las semanas pasaban de tener 7 días a tener 10.

Otra cosa muy curiosa es que cada día del año tenía su propio nombre, al igual que los santos del calendario gregoriano. La diferencia es que en el Calendario Revolucionario, cada día se bautizaba con el nombre de un objeto. En cada estación del año los días de los tres meses correspondientes tenían nombres de frutos, plantas, animales y otros conceptos relacionados con esa estación. Sin ir más lejos, hoy 9 de julio, es «menta».

Por supuesto, los años comenzaban a contabilizarse a partir de la implantación del calendario. Con lo que 1792 era el año 1, 1793 el año 2 y así sucesivamente, con lo que se cayó en el mismo error que en calendario juliano, porque no se incluyó el año 0. En cualquier caso, el Calendario Revolucionario no fue todo lo longevo que sus creadores hubieran deseado. El 31 de diciembre de 1805, el emperador Napoleón Bonaparte abolió el uso del calendario, retornando al antiguo calendario gregoriano. Aún volvería a utilizarse fugazmente para perderse en el olvido hace ya más de un siglo y medio.

8 de julio de 2007

‘Código Desconocido’, buscando la armonía del mundo

Michael Haneke (Múnich, 1942) es uno de los realizadores más personales dentro del cine europeo, ya de por sí muy heterogéneo. Por aquí ya comenté obras suyas como la inquietante ‘El Tiempo del Lobo’ (2004) o ‘Escondido’ (2006) y ninguna de ellas me ha defraudado. Haneke utilizó en todas estas películas la misma técnica que en ‘Código Desconocido’ (2000). El cine del realizador alemán odia lo obvio y se mueve entre la sugerencia, la elipsis y la urdimbre implícita de los argumentos con resultados más que atractivos.

‘Código Desconocido’ es una película aparentemente deshilachada, con cortes radicales entre un fragmento y otro, pero que en conjunto cobra sentido y consigue transmitir una idea básica. La idea de la complejidad de la sociedad europea actual sirve de punto de partida para contar una historia principal, la de una actriz (interpretada por Juliette Binoche) y sus relaciones con un fotógrafo de guerra y su padre granjero. Los tentáculos argumentales nos llevan muy lejos: hacia Rumanía y hacia el África negra para relatar el drama de la inmigración en crudo, sin compadecerse, sin mártires ni héroes. ‘Código Desconocido’ es prácticamente una obra coral, donde los personajes tienen un protagonismo compartido y extienden sus lazos hacia miles de kilómetros en un mundo globalizado. Haneke utiliza varios idiomas, en realidad códigos desconocidos para la mayoría de nosotros, incluido el lenguaje de los sordos, que enfatizan la sensación de falta de comunicación.

La incomprensión, el choque de culturas, de formas de ver la vida, de clases, la incomunicación y otros factores forman una amalgama caótica que el propio espectador debe interpretar y descifrar. El otro pilar de la película quizás sea, a mi modo de ver, el de lo real y lo falso, muy evidente en la doble vida real y simulada de la actriz y que es un símil de la vida occidental europea. A la vez ella busca, sin saberlo, un sentido a ese caos, una armonía que rija un mundo extremadamente complejo.

Formalmente ‘Código Desconocido’ tal vez sea algo más difícil que ‘El Tiempo del Lobo’ y similar en su factura a ‘Escondido’. Durante todo el metraje hay algo enigmático que flota en el aire, acentuado por la utilización de una cámara neutra, prácticamente sin connotaciones subjetivas.

7 de julio de 2007

Dos años después: conclusiones y consejos

Justo hoy hace dos años que me reenganché a esto del mundo de las bitácoras tras el intento de la primera versión de rmbit, que tuvo una vida bastante azarosa e irregular. Aquella web se mantuvo actualizada algunos meses entre septiembre de 2004 y enero de 2005, después la abandoné. Pero fue el 7 de julio de 2005 cuando me tomé esto más en serio con el propósito de no dejar de actualizarlo mientras me fuera posible.

Voy a aprovechar este aniversario para contar un poco mi experiencia hasta la fecha al frente de rmbit. Sé que es mirarse un poco al ombligo, pero tal vez sirva para otras personas que quieran comenzar un blog.

Lo primero, como en todo, es establecer unas líneas generales sobre el tema o temas que queremos tratar y cómo lo queremos hacer. En mi caso lo tenía fácil, porque por suerte soy curioso, hay multitud de asuntos diferentes que me interesan y tengo muchas aficiones. No me importa tratar temas rebuscados o farragosos si se cuentan bien. Precisamente mi intención inicial era escribir sobre asuntos de los que no hubiera mucha información, justo lo contrario de lo que hacen la mayoría de bitácoras, que se copian entre ellos. No busco tener X visitas porque el alojamiento lo pago yo, no la publicidad. Lo importante es estar satisfecho con lo que se escribe cada día, y si dejáis comentarios, mucho mejor.

En segundo lugar hay que considerar la forma en que vamos a contarlo. Esta parte es quizás la que peor se me dé, pero la experiencia y la constancia va corrigiendo los errores. Lo de las cinco preguntas del periodismo (qué, cuándo, dónde, cómo y por qué) son muy útiles para estructurar un artículo y que no se quede «cojo». Personalmente me gusta empezar una entrada dando una visión general para entrar después en materia. Finalmente un último párrafo de conclusiones. Si os dáis cuenta, normalmente las entradas cortas tienen dos o tres párrafos como mínimo, uno a modo de introducción, un nudo y un desenlace con las conclusiones.

Tercero: la frecuencia de actualización. Es de lo más importante para mí. Una bitácora está diseñada para albergar texto clasificado cronológicamente, como un diario de papel. Pierde todo su sentido cuando se escribe una o dos veces al mes. Los blogs que más leo son los que me ofrecen cosas diferentes cada día. Si no es así, da la impresión de estar abandonado. Quizás sea el punto más complicado de seguir. Estoy convencido de que la inmensa mayoría de los blogs que existen en estos momentos llevan un mes o más sin actualizar. No hay más que darse una vuelta por Blogger para comprobarlo. Yo intento imponerme la disciplina de escribir todos los días. Algunas veces es fácil, porque tengo una lista de ideas para entradas, pero también hay otras de sequía, donde hay que mirar hasta debajo de las piedras para encontrar un tema convincente. Otras veces sencillamente no tengo ganas de escribir o estoy muy ocupado y no tengo tiempo. Por suerte casi siempre he podido superar estos obstáculos y mantener rmbit con cosas nuevas todos los días.

Por supuesto puedo estar equivocado con estos consejos y conclusiones, pero son los que he seguido yo para mantener una bitácora «decente», una más de los miles o millones que pueblan la red.



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