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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
9 de marzo de 2012

Toki Pona, el idioma minimalista

La búsqueda de un idioma universal, una lengua en la que todos nos podamos entender sin que importe nuestro origen, ha sido siempre uno de los grandes intereses del ser humano. Hoy día parece un asunto superado y el inglés se ha impuesto como la lengua universal de facto. Loables intentos como el esperanto se han quedado tan solo en interesantes experimentos que, por supuesto, tienen sus adeptos en todos los rincones del planeta, pero que no llegan a la extensión del idioma de Shakespeare.

Aún así, lingüistas, filósofos, literatos y aficionados han seguido elaborando nuevas lenguas artificiales con el propósito de ser utilizadas o bien como simple concepto experimental e, incluso, como herramienta para entender la comunicación entre humanos. Uno de los casos más curiosos es el del Toki Pona. Esta lengua construida creada por Sonja Elen Kisa en 2001, una joven lingüista canadiense. El Toki Pona se basa en dos principios. Por un lado, el minimalismo. Su vocabulario lo componen tan sólo 123 palabras que combinándose pueden formar ideas y conceptos más complejos. Por otro, esa sencillez evita los rodeos en el lenguaje, los eufemismo y, en cierto modo, promueve la honestidad lingüística.

Ese vocabulario está compuesto por palabras también sencillas. Los verbos no tienen tiempos, sino que todo es presente (o más bien infinitivo). Por eso, el secreto del Toki Pona es la combinación de elementos, pudiendo conseguir muchos significados diferentes y sorprendentes. Aquí os dejo un manual en castellano para poder aprenderlo.

7 de marzo de 2012

‘Misfits’: Superhéroes normales

Me gusta mucho descubrir series sobre las que no había oído hablar nunca y, que al final, supongan un gran descubrimiento. Últimamente cuando me pongo a buscar nuevas series que ver suelo acertar de pleno. Salvo ‘The Walking Dead’, que me ha parecido entretenida aunque bastante floja, el resto son pequeñas (o grandes) obras maestras. La última de ellas ha sido ‘Misfits’, una producción británica de Channel 4 para su canal E4 que en breve estrenará su cuarta temporada con gran éxito. Aunque su calidad es bastante homogénea, la primera tanda de 6 capítulos son sencillamente geniales (soy muy poco dado a utilizar este adjetivo). Los personajes son creíbles a pesar de sus superpoderes, los guiones son prodigiosos y muy originales y todo encaja de una manera que pocas veces he visto antes en la televisión.

‘Misfits’, que puede traducirse como ‘Inadaptados’, cuenta la historia de cinco jóvenes condenados por diversos delitos a realizar trabajos comunitarios en un centro. Todo cambia cuando un rayo de una extraña tormenta cae sobre ellos dotándoles de poderes especiales, relacionados quizás con su personalidad. Simon, un tímido metódico e inteligente, es capaz de volverse invisible. Kelly, una «choni» a la inglesa, puede leer el pensamiento de los que le rodean. Alisha puede atraer a cualquier hombre con tan sólo tocarlos. Curtis, un exatleta condenado por tráfico de drogas, puede «deshacer» los hechos traumáticos que ocurran en su entorno y Nathan, el graciosillo,… mejor lo comprobáis vosotros mismos al final de la primera temporada.

Sin embargo la serie está más pegada a la calle de lo que en un principio pudiera parecer. Creo que el retrato que hace de los jóvenes marginados es bastante certera y cercana a la realidad. Lo curioso es que consiguen que siempre estemos de su lado aunque roben, mientan o incluso asesinen. Todos ellos tienen fuertes contradicciones internas y nada es blanco o negro, pero en el fondo siempre unos se protegen a los otros. La parte humorística tampoco es demasiado ortodoxa. El humor que cultiva la serie es profundamente negro y dispara en todas las direcciones. Su fuente es casi siempre fruto de situaciones absolutamente rocambolescas que ellos provocan o que soportan.

Otro aspecto muy importante en la serie es la música. La excepcional banda sonora impregna todas las vivencias de estos chicos. De hecho hay quien incluso ha hecho listas de reproducción para Spotify con los temas que aparecen. Algunos son muy reconocibles por todos los que hemos seguido la escena indie británica de los noventa (UNKLE, Underworld, The Chemical Brothers, Prodigy, Massive Attack o Blur entre otros) y los clásicos del pop y del rock o cosas más actuales (The Rapture, The Fratellis, The Horrors, LCD Soundsystem, Kasabian, Klaxons, Justice o Hot Chip). Además, y como curiosidad, Howard Overman (el director de la serie), ha basado el personaje de Simon en la personalidad y estética de Ian Curtis, el malogrado líder de Joy Division. Es algo que se ve claramente. Incluso en la música que escucha están bandas como Kraftwerk o The Cure.

3 de marzo de 2012

Los vídeos de Muestra Musical 93

La primera edición del año de mi recopilación musical, Muestra Musical 93, está inusualmente repleta de bandas nacionales, tanto como 12 de 17 pistas son producto nacional. Y muchas de ellas aparecen por primera vez en Muestra Musical. Tal es el caso de Los Evangelistas, Granit, Lorena Álvarez y Su Banda Municipal, La Estrella de David y Dulce Pájara de Juventud. Sangre nueva para el 2012. Entre los que ya han aparecido tenemos a Joe Crepúsculo, McEnroe, Guatafán, Klaus & Kinski, Band à Part, Reina Republicana, Kokoshca y Pegasvs. En el apartado internacional contamos con la presencia de M83, Modular, The Shins y Dominique A.

En cuanto a los clips, lo cierto es que no he encontrado muchos, tan solo cuatro. Aquí os los dejo:

2 de marzo de 2012

¿Camera Raw o Digital Photo Professional?

Desde que tengo la 60D (y antes con la 550D) siempre he procesado mis fotografías RAW con Adobe Camera Raw sin que existiese una razón clara para esta elección. El otro día dediqué un tiempo a probar el software que viene con las réflex Canon después de leer algunas opiniones al respecto. Parece ser que los archivos RAW están codificados (o cifrados) con unas claves que no son públicas, sino propiedad del fabricante, en este caso Canon. Adobe consigue «saltarse» este cifrado mediante complejos algoritmos de aproximación creados a través de ingeniería inversa, pero nunca con la «auténtica».

La filosofía a la hora de trabajar con el DPP es muy diferente a la de Camera Raw. Cuesta un poco hacerse a la idea de que, por ejemplo, la «receta» o ajustes personalizados para revelar cada RAW quedan incrustados en el propio archivos, al contrario que el XMP que genera el software de Adobe. Por otro lado, el DPP cuenta con un potente sistema de clasificación de fotografías, que además es bastante práctico. Por último decir que, evidentemente, el software de Canon viene gratuitamente incluido en un CD cuando compramos nuestras cámaras, por el contrario si queremos ser «legales», tenemos que comprar al menos Adobe Photoshop, ya que Camera Raw es un plugin que necesita de aquel para funcionar.

Pero al final lo que realmente importa son los resultados. Y lo cierto es que DPP me ha sorprendido con los resultados. He hecho una prueba procesando una misma imagen con ambas aplicaciones. DPP ofrece mucho menos ruido y unos tonos más alegres. Camera Raw genera grano incluso a ISO bajo y los tonos son más apagados. En cuanto a la nitidez y la corrección de objetivo, ambos cuentas con mecanismos para conseguir buenos resultados. Tal vez si hablamos de nitidez, el DPP gana por cantidad de parámetros que podemos controlar, aunque a la hora de corregir los errores de nuestros objetivos hay que tener en cuenta que DPP sólo lo hará con los objetivos de la casa, dejando de un lado el resto de marcas.

Os dejo un ejemplo de recorte de fotografía al 100% procesada con los parámetros estándar. La de la izquierda está obtenida con Adobe Camera Raw y la de la derecha con Digital Photo Professional. Como véis, el cielo en la primera está más «sucio» y los tonos son, en general, más oscuros. El ruido también es notable en la primera.

29 de febrero de 2012

Lorena Álvarez y Su Banda Municipal, indie pop de aires tradicionales

Uno de mis últimos descubrimientos musicales ha sido una sorpresa bastante grande. Lorena Álvarez y Su Banda Municipal, que así se llaman, son uno de los motivos por los que eso tan inclasificable que llamamos indie sigue mereciendo la pena. Tras este curioso nombre se esconde la titular y otros dos componentes que, sin ánimo de romper, ha roto todos los esquemas de los indie kids nacionales con sencillas canciones ¿folk? ¿pop? de aires ¿joteros?. Sé que suena extraño, pero así es. Lo mejor es que esa rara simbiosis funciona, y funciona muy bien. Los asturianos tienen, además el beneplácito de la Rockdelux, que les ha dedicado una reseña en su web.

Parece que la música de «raíces» españolas ha calado mucho en el panorama independiente y probablemente estos chicos abran (ojalá) una nueva vía de renovación mirando hacia otros horizontes. Lorena Álvarez y su Banda Municipal sólo han publicado un trabajo hasta la fecha, en el sello barcelonés Sones. Se trata de un EP llamado ‘La Cinta’ que primeramente fue lanzado en casete en edición limitada de 150 ejemplares (acompañado de un merchandising imposible) y ahora ya disponible en CD. El disco puede escucharse gratuitamente gracias a Soundcloud:

La colección de videoclips que tienen colgados en internet tampoco tiene desperdicio. Es imposible resistirse a esa inmediatez y ese amateurismo. Sólo un ejemplo:

28 de febrero de 2012

Vídeo: Londres (Cuarta parte)

La penúltima entrega de los vídeos dedicados a Londres está dedicado al paso de cebra más famoso de la historia: Abbey Road. Un paseo con música de ‘Come together’ de los Beatles. Después nos vamos hasta el mercado de Covent Garden, un lugar donde puestos de comida se mezclan con tiendas de té, de perfumes, ropa y casi cualquier cosa. La decoración navideña, con ese Rudolf de hierba y esas enormes bolas colgando del techo no tiene desperdicio. Por último, un paseo por dos museos, primero por el Natural History Museum y su impresionante edificio y, por supuesto, la joya de la corona de los museos londinenses, el British Museum, prestando especial atención a las salas egipcias y al de tesoros del mundo precolombino.

La banda sonora de este capítulo es muy variada. Aparte del tema de los Beatles antes mencionado, incorporo a bandas como Pan Sonic, Tortoise, Sufjan Stevens o The Cinematic Orchestra. Respecto a la introducción que, como estáis viendo, en cada episodio es diferente, he utilizado una técnica especial para conseguir esa cámara superlenta tan espectacular. Se trata del plugin Twixtor para Adobe CS5, que hace maravillas cuando lo usamos en los clips adecuados…

27 de febrero de 2012

‘The Artist’, diferente pero dentro de los cánones

‘The Artist’ es la película del momento y si no la has visto estás fuera del mundo. Por eso yo la vi el sábado pasado, aprovechando la previsible lluvia de estatuillas doradas de anoche. Muchos se podría comentar sobre esta película, pero desgraciadamente poco sobre la película en sí. El hecho de ser una película prácticamente muda se ha convertido en una especie de marchamo de autenticidad, en un experimento arriesgado en un mundo, como es el cine de Hollywood, donde todo es sota, caballo y rey. El espectador de cine convencional busca desesperadamente nuevos lenguajes, nuevas formas de contar las mismas historias de siempre, pero sin salirse del mainstream de la gran industria. Y han tenido que venir los franceses para ofrecerlo.

A Michel Hazanavicius, su director, hay que reconocerle muchos méritos. El primero tener la vista de apostar por una película hecha a la vieja usanza (bueno, quizás no tanto, ya que los planos y el montaje en general son de estilo bastante moderno). El segundo, la originalidad y, me atrevería a decir, la maestría en el aspecto visual, con especial atención a la prodigiosa iluminación, que en la película da muchísimo juego. Y el tercero, contarle a Hollywood una historia que quiere escuchar, la de su mítica etapa fundacional, la transición entre el cine mudo y el sonoro.

No es difícil imaginar a ‘The Artist’ como una película de dibujos animados. Es más, a veces lo parece. El personaje principal (claro homenaje a Douglas Fairbanks) parece más un cliché, una imagen construida, un arquetipo del cine mudo, que uno real. Evidentemente se ha hecho a propósito. Todas y cada una de las secuencias de su sencillo argumento están envueltas de una irrealidad agradable, una magia en la que la banda sonora y el poder del blanco y negro son aliados inestimables. El trabajo de los actores es bueno, y se adapta bien a la historia, pero tampoco pasará a la historia.

‘The Artist’ es una película recomendable para pasar un buen rato con un cine diferente y sin salirse de los cánones.



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