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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
10 de enero de 2012

Curiosidades que vimos en Londres (II): La calavera de cristal del British Museum

Cuando entramos en la sala 24 del Museo Británico desconocíamos por completo que en un rincón, casi apartada de la ruta que siguen los turistas, estaba uno de los objetos más interesantes, controvertidos y populares de los últimos tiempos: Una calavera de cristal. Casi con toda seguridad, esta pieza sea la más importante de su género junto con la de Mitchell-Hedges. En aquel momento sólo conocía muy vagamente la historia de esta calavera.

En 1897, el British Museum la compró por 120 libras de la época a Tiffany & Co. suponiendo, por supuesto, que se trataba de un objeto precolombino procedente de la cultura maya. Así que estuvo expuesta, en la sala 27 dedicada al arte mexicano. Según la historia, la calavera había sido adquirida por Tiffany & Co. a un tal George H. Sisson de Nueva York. Sisson se la compró a su vez a un anticuario francés de nombre Eugène Boban en 1881. Lo que nunca quedó claro es cómo la había conseguido. La historia es bastante vaga e imprecisa, incluso con oficiales militares españoles de por medio.

La cuestión es que durante 99 años, la calavera de cristal fue considerada por los expertos del museo como auténtica. En el año 1996 se decidió estudiar la pieza a fondo con medios modernos que incluía principalmente dos aspectos: el material (cristal de roca) y el modo de tallado. Analizado las impurezas del cuarzo se llegó a la conclusión de que su procedencia no era norteamericana, sino probablemente brasileña. A finales del siglo XIX el comercio del cuarzo de roca entre Brasil y Europa estaba en pleno auge. En cuanto al tallado, se comparó al microscopio la calavera con objetos precolombinos de cuarzo de autenticidad contrastada. Quedó claro que la precisión de los detalles y su perfecta pulimentación sólo podía conseguirse con tornos modernos. En la web del Museo Británico dedican una página a detallar con bastante precisión los estudios realizados.

Al final se retiró de la sala en la que se encontraba para trasladarla a un rincón de ese cajón desastre que es la sala 24. Vista «en persona», la calavera sorprende por la perfección de sus detalles. Al contrario de la Mitchell-Hedges, no tiene la mandíbula articulada, pero eso poco importa. No hace falta mucho para sentirse atraído por su presencia. Nosotros permanecimos un momento sentados en un banco justo al lado de la vitrina, mirándola casi hipnotizados y tirando fotos y grabando vídeos. Por suerte o por desgracia, muy pocos visitantes se percatan de esta presencia tan interesante.

3 de enero de 2012

Curiosidades que vimos en Londres (I): St. Helen’s Bishopsgate

Con esta entrega comenzamos la serie de algunas de las curiosidades que vimos en Londres. Algunas de ellas ya las conocíamos y otras nos las encontramos por casualidad. En el caso de la iglesia de St. Helen’s Bishopsgate fue de las segundas. Era ya noche cerrada, nos habíamos bajado del autobús en las inmediaciones del «gherkin» (el «pepinillo»), que es como popularmente se conoce el edificio diseñado en 2004 por Norman Foster y situado en el 30 de la calle St. Mary Axe, en plena City londinense. Nuestra intención era fotografiarlo con la iluminación nocturna. Lo que no esperábamos es que la zona fuera tan laberíntica como resultó ser. Callejeamos bastante buscando las mejores vistas. Entre las grandes torres de cristal encontramos muchos rincones con edificaciones que nos parecían anacrónicas en aquel entorno.

Uno de esos lugares que parecían haber sido «copiados y pegados» desde el pasado era la iglesia de St. Helen’s. En aquel momento simplemente nos pareció una simple curiosidad. De hecho ya nos había sorprendido nuestro encuentro previo con la iglesia de St. Andrew Undershaft. Como averiguaríamos después, muchos de los edificios construidos antes del siglo XVII que se conservan en esta parte de Londres han tenido una historia bastante ajetreada como luego veremos. St. Helen’s no es una excepción.

El origen de este templo hemos de buscarlo en el siglo XII. En el siglo siguiente se refundó como monasterio benedictino. Durante los siglos siguientes, diferentes órdenes religiosas ocuparon el monasterio hasta que en 1799 se demolió parte del edificio. A finales del siglo XIX sufrió una severa reforma para adaptarla a los usos y costumbres de la época. Una de las peculiaridades de St. Helen’s Bishopsgate es que ha sobrevivido a diferentes eventos de gran magnitud. El primero de ellos fue el Gran Incendio de Londres de 1666, que devastó buena parte de la City. Posteriormente, ya en el siglo XX sufrió los bombardeos nazis en el famoso Blitz de la segunda guerra mundial. En los atentados del IRA perpetrados en 1992 y 1993 sufrió también graves desperfectos en los que perdió el tejado y las vidrieras del siglo XVII. En los años noventa del siglo XX recuperó parte de su esplendor gracias a una minuciosa restauración. Frente a su fachada, y a pesar de que estaba envuelta en una siniestra penumbra, pudimos distinguir un pequeño patio con lápidas funerarias repletas de inscripciones.

Sin duda merece la pena echar un vistazo por aquí, lejos de las rutas turísticas, para conocer un pedazo importante de la historia de Londres que normalmente pasa desapercibido.

30 de diciembre de 2011

Los vídeos de Muestra Musical 92

El último Muestra Musical del año llega. En esta edición número 92 y quinta entrega de 2011 os ofrezco una colección de canciones bastante heterogénea, pero siempre intentado mostrar mis últimos descubrimientos musicales junto con, como suelo decir siempre, clásicos que siempre han formado parte de mis recopilaciones. Así encontramos a los debutantes «muestra-musicaleros» Guatafán, Mina Tindle, Lüger, Butcher Boy, Los Lagos de Hinault o Alela Diane con otros que ya habían aparecido antes. A saber, Nacho Vegas, Girls, La Casa Azul, Maga, Manos de Topo, The Pipettes, The Pepper Pots o Cooper. En definitiva, un poco de todo para poner punto y final a la temporada anual.

24 de diciembre de 2011

Guía rápida con algunos lugares que visitar en Londres

Durante nuestro viaje a Londres pudimos visitar un montón de lugares, entre museos, templos y rincones interesantes. A pesar de todo, no nos dio tiempo a ver lo que teníamos pendiente. Al margen quedaron, sólo por poner algunos ejemplos, la Tate Gallery, el Museum of London, el Sir John Soane’s Museum (que puede visitarse el primer martes de mes a la luz de las velas), el Victoria & Albert Museum o el Design Museum por poner algunos ejemplos. Pero para una visita de seis días no podemos quejarnos.

He aquí la lista de todo lo que visitamos con una indicación del coste de la entrada (€ hasta 8 euros, €€ entre 8 y 16 euros, €€€ más de 16 euros), la duración estimada de la visita y una valoración puramente personal sobre 5. He añadido también una indicación para fotógrafos sobre la posibilidad o no de tomar imágenes.

The Houses of Parliament (visita guiada).

Es la sede del poder legislativo británico. Cuenta con más de mil oficias y estancias y en él trabajan más de diez mil funcionarios. La visita sólo incluye alguna de las estancias más importantes entre las que están las cámaras de los Lores y de los Comunes. Los guías están bien preparados y se trata de una visita imprescindible y poco conocida. Coste: €€. Duración: 90 minutos. Valoración: 5/5. Fotos: No, salvo en el Westminster Hall, la única parte que se conserva del antiguo edificio medieval y lugar que sirve de recepción a los visitantes.

Westminster Abbey.

La Abadía de Westminster es el lugar en el que son coronados todos los reyes ingleses desde el siglo XIV. También es la tumba de algunos de ellos y de otros personajes de la cultura y la ciencia británica como Darwin o Newton. Se conserva la llamada Coronation Chair o trono de madera en el que son coronados todos los reyes desde hace siete siglos, aunque ya sin la famosa piedra escocesa (la Stone of Scone), que fue devuelta hace pocos años. También puede verse la autodenominada «puerta más antigua de Inglaterra», que data de 1050. Coste: €€€. Duración: 60 minutos. Valoración: 2/5. Fotos: No, excepto en el claustro y salas adyacentes. Son un poco pesados en ese sentido.

Paseo en barco por el Támesis (City Cruises).

Existen muchas compañías que se dedican a organizar paseos en barco por el Támesis, pero en el momento de mi visita sólo City Cruises permitía utilizar los cupones 2×1 del National Rail. Los barcos son de varios tipos, algunos de dos pisos, con el superior descubierto y otros de base más grande con techo corredizo. En nuestro caso teníamos total libertad para salir fuera del habitáculo a tomar fotografías o sentarnos en cualquier sitio. Coste: €€. Duración: 90 minutos. Valoración: 5/5. Fotos: Sí.

London Eye (noria).

Perfectamente organizado, se trata de una de las atracciones turísticas más importantes de la capital. No es barato pero la experiencia merece mucho la pena. Coste: €€€. Duración: 45 minutos. Valoración: 5/5. Fotos: Sí.

The National Gallery.

Una de las principales pinacotecas del mundo, cabe destacar su colección de Rubens, de artistas flamencos y españoles e impresionistas. Uno de los principales «ganchos» de la galería es el famoso cuadro de Los Girasoles de Van Gogh. Coste: GRATIS. Duración: 3 horas pasando por alto muchas obras. Valoración: 3/5. Fotos: No.

Hyde Park.

El principal parque de Londres es una fuente inagotable de experiencias interesantes. Se puede alquilar una barca de remos en el lago Serpentine, dar de comer a las ardillas o a los cisnes o simplemente pasear y disfrutar de este enorme espacio verde alejado del ruido del tráfico. Coste: GRATIS. Duración: 30-45 minutos para cruzarlo sin prisa pero sin pausa. Valoración: 3/5. Fotos: Sí.

Central Market de Covent Garden.

Uno de los mercados más populares de la ciudad, contiene tiendas de ropa, de comida para llevar de todo el mundo y restaurantes cosmopolitas, todo ello sin perder el encanto de lo tradicional. También puede disfrutarse de algún artista callejero haciendo magia o cantando. Coste: GRATIS. Duración: 45 minutos paseando sin detenerse mucho en las tiendas. Valoración: 2/5. Fotos: Sí, excepto en algunos establecimientos donde lo indique.

Cleopatra’s Needle.

Este enorme obelisco egipcio fue donado a comienzos del siglo XIX a Inglaterra. Se instaló a orillas de Támesis con dos esfinges esculpidas para la ocasión. Los pedestales que las sustentas mantienen huellas de los bombardeos alemanas durante la segunda guerra mundial. Verlo de noche no es una buena opción porque no está iluminado. Coste: GRATIS. Duración: 30 minutos. Valoración: 3/5. Fotos: Sí.

The Monument.

Fue construido en el siglo XVIII en conmemoración del Gran Incendio de Londres de 1666 que destruyó buena parte de la City. Hay que ir plano en mano para encontrarla porque está encajonada entre edificios y no es visible desde la distancia. Por una módica cantidad es posible subir a lo más alto. Coste: GRATIS, € si se sube. Duración: 20 minutos o 45 minutos si se sube. Valoración: 3/5. Fotos: Sí.

British Museum.

Uno de los buques insignia de la cultura londinense y el museo más antiguo del mundo. Contiene piezas importantes de las grandes civilizaciones de la humanidad. A destacar la piedra de Rosetta, los frisos griegos o los relieves asirios. También su colección de sarcófagos y momias del antiguo Egipto son dignos de ser vistos. Coste: GRATIS. Duración: 5 horas la visita completa. Valoración: 5/5. Fotos: Sí.

St. Paul’s Cathedral.

Para mi gusto, lo mejor de la catedral de Londres son las vistas que pueden contemplarse desde lo alto de su cúpula. El ascenso es mediante escaleras de caracol, amplias a principio y angostas al final. Por suerte hay zonas para descansar durante la subida. Coste: €€€. Duración: 2 horas. Valoración: 4/5. Fotos: Sólo en los balcones exteriores de la cúpula.

Tower of London.

Se trata de uno de los edificios más antiguos que se conservan en Londres, aunque la entrada es algo cara, la visita es imprescindible. Lo mejor de todo es la sala en la que se muestran las Joyas de la Corona. Coste: €€€. Duración: 2,5 horas. Valoración: 5/5. Fotos: Sí, excepto en algunas salas.

Natural History Museum.

El paraíso de los geólogos y los zoólogos. El museo de historia natural contiene una gran colección de animales disecados y fósiles, algunos de ellos ya extintos, así como minerales y piedras preciosas que merece la pena visitar. Coste: GRATIS. Duración: 3 horas. Valoración: 4/5. Fotos: Sí.

Science Museum.

Probablemente uno de los grandes olvidados de las visitas londinenses. Sin embargo contiene grandes tesoros de la historia de los inventos, como la locomotora de Stephenson, un teléfono de Graham Bell o una bombilla de Edison. Pero sin duda la gran joya es el módulo de mando del Apolo 10, la segunda en aproximarse a la Luna y previa al primer e historico paseo lunar. También cuenta con una zona para que los pequeños (bueno, y también los mayores) experimenten la ciencia por sí mismos. Coste: GRATIS. Duración: 3 horas. Valoración: 5/5. Fotos: Sí.

Harrods.

Son los grandes almacenes londinenses y sinónimo de lujo, aunque tienen artículos para todos los bolsillos, incluyendo una amplia sección de souvenirs donde pueden comprarse todo tipo de recuerdos, desde bolsas con el logotipo de Harrods a galletas o chocolatinas de la marca. Cada planta cuenta con una zona de artículos exclusivos, para ver pero no comprar.Coste: GRATIS. Duración: 2 horas. Valoración: 2/5. Fotos: No.

Greenwich National Maritime Museum.

Se trata de un museo no muy grande que cuenta con una amplia sección experimental y para que sobre todo los más jóvenes toquen cuanto quieran e incluso se disfracen de capitán de navío o de pirata. Coste: GRATIS. Duración: 60 minutos. Valoración: 2/5. Fotos: Sí.

Greenwich Royal Observatory.

El observatorio real británico es mundialmente conocido por haber establecido el meridiano cero, a partir del cual se miden las longitudes este y oeste y el tiempo oficial del planeta, el famoso GMT (Greenwich Mean Time). En su interior puede visitarse una colección de relojes, algunos muy antiguos y otros modernos, como uno de los primeros relojes atómicos. Coste: €. Duración: 90 minutos. Valoración: 5/5. Fotos: Sí, excepto en algunas salas.

Paso de cebra y estudios de Abbey Road.

Junto con The Cavern, la calle Penny Lane o el parque Strawberry Fieds (los tres en Liverpool), Abbey Road es una de las mecas de los aficionados a la música y especialmente a The Beatles. En el comienzo de esta calle se encuentra el paso de cebra más famoso del mundo y también los estudios donde los fab four (y otras bandas como Pink Floyd u Oasis) grabaron muchos de sus legendarios discos. Conviene ir cuando no haya mucho tráfico porque puede resultar hasta peligroso hacerse la consabida fotografía cruzando el paso. Vayas a la hora que vayas siempre encontrarás a gente con sus cámaras. A los estudios no se puede entrar, puesto que siguen funcionando como estudios de grabación de música clásica. Coste: GRATIS. Duración: 30 minutos. Valoración: Sólo para beatlemaníacos. Fotos: Sí.

16 de diciembre de 2011

Mis favoritos nacionales de 2011

2011 ha sido una temporada interesante (como siempre) para el indie nacional. Al retorno de bandas como El Columpio Asesino, Parade, La Casa Azul, Souvenir o La Bien Querida, hemos de añadir otras menos conocidas que han obtenido su merecida consagración este año. Manel, que han dado el salto al mundo no catalanoparlante con un disco deslumbrante que, además, ha hecho coincidir a crítica y público mayoritario, algo tan complicado últimamente. El de Manel es precisamente mi segundo disco favorito de esta temporada. ’10 Milles per Veure una Bona Armadura’ se sitúa en el segundo escalón del podio y mi canción nacional favorita de 2011 con ‘Benvolgut’. El particular universo de la banda barcelonesa, a medio camino entre el surrealismo y el costumbrismo, hace que sus letras sean de lo mejor que hemos escuchado en bastante tiempo. Si a esto le añadimos una base musical interesante y hasta innovadora se consigue el cierre perfecto a un disco memorable.

Pero por encima de Manel llega la consagración definitiva de los navarros El Columpio Asesino. Si bien otros años han ocupado puestos importantes en mis listas de favoritos –quinta en canciones de 2008 y tercero en 2006–, nunca habían entrado entre los cinco mejores discos del año. Esta vez sí, esta vez se llevan el oro. Su disco ‘Diamantes’ es una colección de canciones deslumbrante, con letras más maduras e inteligentes, pero con la misma fuerza de siempre. Sin duda están en estado de gracia. Su tema ‘Toro’ se cuela en el tercer puesto de mis canciones favoritas. Si bajamos hasta el tercer puesto de álbumes nos encontramos con Ana Fernández-Villaverde y David Rodríguez, o lo que es lo mismo La Bien Querida. Su segundo trabajo ‘Fiesta’ asienta la herencia de su predecesor y la moldea hasta hacerla evolucionar sin traicionar la esencia del folclore-pop y esas letras que tanto dan que pensar. ‘Monte de Piedad’ es un tema sencillamente imprescindible y es sólo una muestra de lo que La Bien Querida nos puede ofrecer. Ocupa el segundo puesto de canciones. Cierran los «cinco magníficos» los ya clásicos Souvenir con un gran disco, ‘Travelogues’, que por esta vez no colocan –por muy poco– ningún tema suyo entre las mejores canciones y Parade con su ‘Materia Oscura’, un disco en el que se nos muestra un mundo de tinieblas, personajes peculiares y robots. ‘No más rocanrol’ es uno de los hits del año y se coloca en la séptima posición de canciones.

En mi lista de canciones favoritas de 2011 hay también muestras de bandas nuevas, los futuros grandes grupos del indie nacional. Ahí están los interesantes Odio París con ‘Cuando nadie pone un disco’ en el quinto puesto o Doble Pletina con su ‘Música para cerrar las discotecas’ en el sexto. Sin embargo, a pesar de que ‘La Polinesia Meridional’ de La Casa Azul no consigue entrar en los cinco mejores discos, cumple con las expectativas, y coloca ‘Los chicos hoy saltarán a la pista’ como cuarta mejor canción del 2011. Sr. Chinarro con la simpática ‘Una llamada a la acción’, la algo relamida Russian Red con ‘Fuerteventura’ y el siempre eficaz Nacho Vegas con ‘El mercado de Sonora’ ocupan respectivamente el octavo, noveno y décimo puesto.

Como todos los años, las listas pueden consultarse ya en mi web personal rmweb. Para terminar os dejo con los videoclips de algunos de estos temas:

15 de diciembre de 2011

Mis favoritos internacionales de 2011

Como es tradición desde tiempos inmemoriales ha llegado el momento de hacer balance musical del año 2011. Una temporada que ha pasado con una rapidez increíble y donde las cosas estaban básicamente cantadas desde el primer trimestre. A nivel internacional, que es lo que nos ocupa hoy, los dos mejores discos del año llegaron muy pronto. Esos dos puestos de privilegio lo ocupan en primer lugar el debut de Cat’s Eyes, que es el proyecto paralelo del vocalista de The Horrors, el británico Faris Badwan y la soprano y multiinstrumentista canadiense Rachel Zeffira. Su disco homónimo se alza sin lugar a dudas como merecedor del oro por su mezcla de instrumentación clásica y rock, dando lugar a algunos de los momentos más intensos de la música de los últimos tiempos. Su tema ‘I knew it was over’ también se alza con el primer puesto de canciones internacionales. Su clip filmado en el Vaticano es imprescindible.

Descendiendo un escalón, en el segundo puesto encontramos a The Go! Team y ‘Rolling Blackouts’, unos veteranos en esto de las listas de lo mejor del año. Los británicos reyes del mash-up entregan un disco más melódico y reposado (que no pausado), ganando muchos enteros respecto a sus trabajos predecesores sin perder su identidad (cuarto mejor tema de 2011 con ‘Ready to go steady’). Para completar el podio, el tercero en discordia lo ocupa el proyecto del ex-Oasis Liam Gallagher Beady Eye con un trabajo notable y claramente superior al de su hermano Liam. El resto de los cinco magníficos son el tercer trabajo de los californianos Girls, algo irregular pero con un puñado de temas memorables (no en vano, ‘Vomit’ es mi segunda canción favorita de 2011 y el videoclip también es de lo mejorcito) y otros clásicos de mis listas, Explosions in the Sky, con su post-rock de siempre, tan conmovedor como cargado de fuerza instrumental.

Si nos vamos a la lista de canciones nos encontraremos a la ex de The Fiery Furnaces, Eleanor Friedberger, con un tema de su interesante trabajo personal. El corte, de título ‘The inn of seventh ray’, es una auténtica maravilla que no conviene perderse. Bajando un poco más está Ladytron, otros clásicos, y ‘White elephant’, un tema resultón en la línea del sonido de discos anteriores. Completan la selecta lista el supuesto último hype de los «modernillos» Lana del Rey con su estimable ‘Blue jeans’. Falta por ver en qué queda la carrera de esta chica… The Pipettes, tras el resbalón de su último disco vuelven a los orígenes publicando un sólo sencillo de impacto seguro, la nostálgica y pegadiza ‘Boo shuffle’. Y si hablamos de nostalgia, ¿A qué os suena ‘The beat goes on’ además de a la antigua banda de Liam Gallagher? Pues eso. Thurston Moore deja el ruido eléctrico de un lado para concentrarse en su carrera personal. De ese afortunado disco surge como un diamante ‘Circulation’, un tema que tiene algo indefinible que hace que sea difícil olvidarse de él. Y cerrando la lista Battles. Lo que se ha llamado math-rock vuelve cantando en español. Los neoyorkinos retornan y se sueltan la melena con un disco más digerible y un tema, ‘Ice cream’, que merece la pena tanto como su videoclip. Si hubiera lista de los mejores clips del año estaría en primera posición.

Y como siempre, para terminar, los clips de lo mejor del año en sentido inverso:

12 de diciembre de 2011

Londres para fotógrafos aficionados

La semana pasada hemos estado en Londres. Era mi primera visita a la capital británica y he vuelto encantado. Es posible que muchos de vosotros también queráis visitarla, así que me he decidido a dedicar una serie de artículos temáticos con información mezclada con mi opinión personal sobre diversos aspectos de la capital, tales como transporte, lugares que visitar, cómo comer ultrabarato, curiosidades, etc. No se trata de sentar cátedra ni de dar consejos, sino tan solo de expresar lo que es estrictamente una opinión personal.

Antes de ir procuré documentarme bien acerca de informaciones prácticas para el día a día en la ciudad del Támesis y conseguir aprovechar el tiempo al máximo. La realidad que uno se encuentra siempre es algo diferente a lo que se espera, pero esa también es parte de la emoción de viajar. Este primer artículo quería dedicarlo a aquellos que visiten Londres con una cámara de fotos dispuestos a retratar cada rincón, especialmente aquellos aficionados como yo que tengan una réflex.

La luz

Lo que sorprende de viajar a Londres en diciembre son las pocas horas de luz y lo peculiar de ésta. Para un fotógrafo esto es un arma de doble filo. Por un lado se trata de una luz prácticamente de atardecer permanente que baña todo de una luz lateral un poco anaranjada que alarga enormemente todas las sombras, produciendo zonas de penumbra intensa. Si sabemos jugar con ella puede dar resultados espectaculares. El riesgo, como siempre, es dar con un día nublado. Por suerte nosotros no tuvimos más que uno. En cualquier caso, también se le puede sacar partido si sabemos manejar bien nuestra cámara.

Cuando llega la noche se abre un nuevo filón. A pesar de que Londres no es una ciudad excesivamente iluminada y muchos de sus monumentos no tienen luz, podemos conseguir grandes fotos si nos acercamos hasta el Támesis y tomamos imágenes de larga exposición apoyándonos, por ejemplo, en la barandilla de un puente (que suelen ser muy anchas). Se pueden conseguir muy buenos resultados.

¿Desde dónde y qué fotografiar?

Londres es, sin duda, una de las ciudades más fotogénicas de las que he estado (si no la que más). Todo es cuestión de gustos, eso está claro, pero si queréis sacar estampas inolvidables daos una vuelta por Hyde Park, por el entorno del Big Ben (mi encuadre favorito es desde la parte de abajo de las escaleras que conducen al embarcadero y desde el puente de Westminster), desde el London Eye (la noria), The Mall (entre el palacio de Buckingham y Trafalgar Square) o fotografiar Whitehall con el Big Ben al fondo desde lo alto de los escalones que conducen a la National Gallery. Para obtener buenas panorámicas de Canary Wharf y la City acercaos hasta el monte del Observatorio de Greenwich. Hay un mirador con algunas de las mejores vistas de la ciudad.

Otro de los aspectos interesantes de Londres es el poder hacer fotografías en los museos (excepto en los de pintura). Tanto el British Museum como los Museos de Historia Natural y de Ciencia lo permiten. Os recomiendo el uso del macro o a intentar composiciones arriesgadas con detalles de las grandes obras de las principales civilizaciones de la humanidad, de las curiosidades del mundo animal o científico o simplemente observar la reacción de los visitantes. Yo os aseguro que me pasaría días fotografiando en ellos. Son una fuente inagotable de buenas fotos.

En todas las calles del centro hay detalles que normalmente pasan desapercibidos y que pueden ser motivo de una buena fotografía. Tal es el caso de placas en las fachadas o en el pavimento, nombres de calles, a la puerta de las casas, en los callejones o en los legendarios autobuses de dos pisos. Mirad bien a todas partes, sobre todo si pasáis por los barrios más antiguos como Covent Garden o la City. Os llevaréis muchas sorpresas y veréis cosas que la mayoría no ve.

Conclusión

Ah, lo último. Si tenéis un gran angular potente no os lo dejéis en casa como me pasó a mí. En zonas como la City se hace casi imprescindible para fotografiar determinados monumentos por que están encajonados entre bloques de oficinas gigantescas (es el caso, por ejemplo, del Monument). Espero que esta miniguía os haya servido de ayuda a la hora de planificar vuestras excursiones fotográficas londinenses.



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