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La bitácora personal de Ricardo Martín
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8 de mayo de 2018

Cine de Primavera 2018: ‘Kimssi Pyoryugi’ y ‘Forushande’

Dos nuevas cintas de filmografías ignotas. Dos películas muy diferentes entre sí. ‘Kimssi Puoryugi’ (‘La Isla de Kim’) es una producción de Corea del Sur realizada en 2009 por Lee Hey-jun. Combina de forma casi perfecta las dosis justas de poesía, de humor y de drama. Hey-jun se ha revelado como un maestro en el arte de contar historias poco habituales y conseguir atrapar sin remedio a sus espectadores. Kim es un trabajador de una oficina que, incapaz de lidiar con la presión de la vida moderna, decide suicidarse arrojándose al río Han. Pero no muere, sino que es arrojado a una isla abandonada cercana. Poco a poco irá aprendiendo a sobrevivir buscándose su alimento de las maneras más ingeniosas y locas. Él no es consciente pero una joven le está vigilando con el teleobjetivo de su cámara. Traumatizada y deprimida, hace tres años que no sale de su habitación. Su único contacto con el mundo es la ventana. Pronto establecerán un curioso diálogo que cambiará la vida de ambos. Una película curiosa e interesante. 8/10.

Por otra parte, ‘Forushande’ (‘El Viajante’) es una coproducción franco-iraní de 2016 dirigida por Asghar Farhadi. El cine del país asiático siempre me resulta al menos curioso. Es una sociedad de la que sabemos muy poco, y lo que sabemos por los medios suele ser negativo. Por eso ver una historia de gente normal y corriente en situaciones cotidianas (vale, no tanto como en ‘Taxi Teheran’) es ya de por sí llamativo. Cuenta la historia de Emad y Rana, que deben dejar su actual piso de alquiler por peligro de derrumbe a causa de las obras en un edificio vecino. A través de un conocido de él acceden a una nueva vivienda. Pero algo raro ocurre. Los vecinos no quieren hablar del anterior inquilino, ni siquiera el casero. Pero el detonante de su inquietud ocurrirá cuando Rana abra la puerta del portal por error y es atacada en su propia casa. A partir de aquí se desencadenarán unos acontecimientos traumáticos en los que el director nos plantea dilemas éticos que van más allá de la sociedad iraní. En paralelo, ambos se dedican a actuar. A lo largo de la cinta veremos ensayos de ‘Muerte de un Viajante’ de Arthur Miller, creando un evidente paralelismo con sus vidas reales. 7/10.

16 de abril de 2018

Cine de Primavera 2018: ‘Mandariinid’

Comenzamos un nuevo ciclo de cine, como en los viejos tiempos. Intentaré todas las semanas subir un comentario a una película vista recientemente. Por lo general serán cintas poco conocidas, de países de los que normalmente no se suele hablar en lo que a cine se refiere, pero que siempre ofrecerán un punto de vista alejado de los estándares a los que estamos acostumbrados. Algunas veces serán producciones actuales y otras de décadas pasadas.

La primera que os ofrezco es ‘Mandariinid’ (o ‘Mandarinas’ en castellano). Se trata de una exótica coproducción entre Georgia y Estonia realizada en 2013 por el realizador georgiano Zaza Urushadze y que trata un tema completamente desconocido aquí. En la época de la URSS, muchos estonios emigraron a zonas del sur de la Unión, sobre todo a las repúblicas del Caúcaso. Con su desmembramiento, estas repúblicas aspiraron a independizarse, dándose casos de conflictos como el de Abjasia o el de Chechenia.

Es en este contexto en el que se desarrolla el argumento de esta película. Ivo y Margus son dos estonios establecidos en Georgia desde hace años y que viven del cultivo de la mandarina. Pero tras una escaramuza entre el ejercito georgiano y rebeldes abjasios, nada volverá a ser igual. Ambos socorrerán a dos soldados heridos, uno de cada bando, que tendrán que convivir bajo el mismo techo. ‘Mandariinid’ es una cinta que da poco margen para la interpretación. Su argumento, sencillo pero sólido, es incuestionable e inquebrantable, al igual que la moral de Ivo, en cuya casa se recuperan de sus heridas ambos contendientes.

En conclusión, esta película es una ventana que nos sirve para asomarnos a un contexto que nos es prácticamente desconocido y que solo llega a veces a través de los informativos. Interesante. 6,5/10.

12 de marzo de 2018

‘La Mafia Uccide solo d’Estate’ y ‘Umbre’

Hay poco, muy poco, en común entre estas dos series que he terminado de ver hace unos días. Quizás el nexo sea el mundo mafioso, la ilegalidad hecha organización. Y también la Europa latina (o al menos de habla latina). Ambas están en la sección de producciones europeas del repertorio de HBO en España. Pero más allá, son dos formas radicalmente diferentes de enfrentarse a la vida, y un entorno y un contexto totalmente opuesto.

‘La Mafia Uccide solo d’Estate’ o ‘La Mafia sólo Mata en Verano’ es una curiosa serie italiana producida por la RAI y Wildside (al igual que las estupendas ‘1992’ y ‘1993’) y transcurre en el año 1979 en Sicilia, concretamente en Palermo. Una familia completamente normal se ve por accidente involucrada en un acto mafioso. Pronto comenzarán a tomar conciencia de que la Cosa Nostra está por todas partes, en todos sus actos y condicionará su vida a partir de ese momento. Tanto formalmente como por el fondo, me ha recordado a ‘Cuéntame Cómo Pasó’, pero centrado en un espacio y un tiempo muy concreto. Es verdad que el argumento no es muy original, y que muchas de las situaciones son previsibles, pero también tiene algo que engancha. Quizás sea esa combinación tan italiana de humor negro y drama, de jolgorio y emociones desbordadas y excesivas. Y tal vez porque los paisajes y los personajes palermitanos nos resultan reconocibles por estas latitudes. Se le perdona hasta la sobreactuación de algunos actores. 7/10.

‘Umbre’ por contra es, como su título ya nos adelanta (‘Sombra’ o ‘Sombrío’) una serie oscura y cruda. Se trata de una producción rumana para la HBO donde un padre de familia, de nombre Relu, que vive en una barriada de Bucarest se gana la vida tanto como taxista como con negocios de dudosa legalidad. Forma parte de una organización mafiosa de poca monta que apenas le da para mantener a su familia. A lo largo de sus dos temporadas comprobaremos el curioso tándem que forma con el hijo adolescente del jefe, un aprendiz de gánster que sabrá ganarse el respeto de todos con el tiempo. Desde luego no es una serie para todos los públicos, ni para estómagos débiles. No hay rodeos y cada capítulo –salvo unos pocos momentos de calma– es un puñetazo en la cara. Afortunadamente hay toques de humor (¿humor?, mejor lo llamaremos ironía oscura) que protagoniza principalmente su suegro. Una producción seca y muchas veces amarga y nihilista, pero siempre entretenida. 7,5/10

30 de enero de 2018

‘Limónov’

Tiempo atrás leí ‘El Reino’ (2015), la interesante novela del escritor francés Emmanuel Carrère en la que describía a un personaje mítico o histórico –o las dos cosas– para la religión católica como es Saulo de Tarso (San Pablo). Paralelamente, el autor introducía en la obra abundantes elementos autobiográficos. Acabo de terminar ‘Limónov’ (2012), la anterior novela/ensayo/biografía de Carrère. Y, como si una fuera continuación de la otra, me ha parecido que existen muchos paralelismos entre las dos.

Eduard Savenko «Limónov» es un personaje que podría considerarse maldito, un literato outsider de una URSS en decadencia y de una Rusia que nace convulsa después de sacudirse setenta años de comunismo. Pero no sólo esto. También un paneslavista que no duda en alistarse en la guerra de Yugoslavia en el bando serbio. Y también un incendiario que funda, con más tripas que cabeza, el Partido Nacional Bolchevique –o, más bien, estalinismo de ultraderecha–, producto de la Rusia postmoderna, desorientada política y económicamente y ávida de nuevas ideas.

Carrère se interesa por su vida cuando lo conoce en París en los años 80, a donde se traslada tras malvivir en Nueva York. Le perderá la pista hasta que se da cuenta de que el ruso tiene una gran historia detrás por contar. Y también una personalidad compleja y contradictoria que se dibuja con maestría en el libro. Él mismo, en una entrevista lo describe como un payaso, un personaje patético, al referirse al episodio en el que junto a Ratko Mladić y a Slobodan Milošević, dispara una ametralladora sobre Sarajevo durante el asedio serbio a la ciudad como si fuera un niño con un juguete (puede verse en el documental ‘Serbian Epics’ de la BBC). Precisamente ese pequeño fragmento de vídeo revela también a un Limónov haciéndose valiente, cuando sólo era (es) un pobre diablo con ganas de epatar. Carrère lo cita como un tipo duro y casi peligroso, sin saber si estas afirmaciones son auténticas o simple ironía. Lo que me resulta más certera es su aseveración de que tal vez sea uno de los mejores escritores rusos de finales del siglo XX y comienzos del XXI.

Paralelamente a la vida de Limónov, transcurren las peripecias vitales del autor y la de los acontecimientos de Rusia y de Europa durante los cuarenta últimos años del siglo XX y el comienzo del actual, formando una amalgama de hilos conductores en el que Carrère no naufraga, consiguiendo una obra compacta y coherente, a la vez que reveladora de una época. 7/10.

25 de enero de 2018

‘Aranyélet’

Desde que la compañía de televisión norteamericana HBO se extendió más allá del país transatlántico, ha comenzado a producir series en otros países. A su vez esas producciones son exportadas a través de su plataforma de vídeo bajo demanda para que todos podamos disfrutarlas. Es así como la división europea de HBO ha producido lo que sería una rareza en otros tiempos. ‘Aranyélet’ (‘Una Vida Dorada’ en castellano) es una producción húngara que cuenta con dos temporadas (2015 y 2016) de ocho episodios hasta la fecha. Y es que, a pesar de la evidente globalización cultural, siempre es refrescante encontrar otras miradas más allá de lo típico. Una versión húngara del clásico género de mafias, negro y policiaco, bastante conseguida.

La familia Miklósi, aparentemente una más de las que viven en los barrios más acomodados de Budapest, esconden detrás de su tren de vida una trama de estafas y negocios turbios, bajo la protección del capo y amigo de juventud Endre Hollós. Pero tras unos incidentes, Attila, el padre de familia, decide dejar el mal camino y ganarse la vida honradamente. Esto desencadenará aún más problemas entre ellos. La familia correrá peligro de desintegrarse y se tambaleará en los límites de la legalidad.

‘Aranyélet’ tiene puntos fuertes y débiles. Entre los primeros, el dibujo certero de los personajes. Hay que dejar de un lado los escrúpulos y el maniqueísmo si queremos disfrutarla. No hay muchas series ni películas en las que uno pueda simpatizar e identificarse con un asesino y estafador. Otro punto a favor es que se trata de una producción muy bien cuidada en todos sus aspectos, desde la fotografía hasta los créditos, la música, el sonido, etc. También en el lado positivo es que, a los españoles, muchas de las situaciones y personajes nos puede resultar extrañamente familiares. Y no sólo lo digo por la picaresca. Esto no me ha ocurrido cuando he visto una serie anglosajona, nórdica o incluso francesa. Al final no nos separan tantas cosas… Por contra, hay que poner en el otro plato de la balanza el trabajo de los actores, que en algunos casos no son todo lo convincente que debería (aunque también hay grandes actores). También las tramas son a veces un tanto confusas e inverosímiles.

Pero, por supuesto, gana el platillo de lo positivo, y esto convierte ‘Aranyélet’ en una producción rara para el espectador medio de series, pero también muy accesible para cualquier público con un mínimo de inquietud por conocer otras cinematografías. Muy recomendable. 7,5/10.

16 de diciembre de 2017

Mis favoritos nacionales de 2017

A veces ocurren cosas un poco extrañas. Coincidencias. Por ejemplo que de los cinco discos nacionales que he elegido este año, tres sean de bandas de Granada. ¿Qué tiene esta ciudad andaluza? Es un misterio, pero la cuestión es que nos sigue proporcionando grupos y discos inolvidables que trascenderán estos doce meses que estamos a punto de abandonar. Este año hemos visto el nacimiento de nuevos talentos, como es el caso de Dolorosa o el dúo de Maria Arnal i Marcel Bagés o la feliz unión de dos bandas en el proyecto Exquirla. Y también los retornos por todo lo alto de Los Planetas y Lagartija Nick, con discos impresionantes. Parece claro que el pop-rock independiente nacional lleva unos años con una salud inmejorable y no tenemos nada que envidiar a las escenas musicales de otros países de nuestro entorno. Mucho más cuando de un modo u otro tiramos de las esencias de nuestra música más tradicional (los casos de Lagartija Nick, Exquirla o Los Planetas son evidentes). La pugna ha sido dura, pero finalmente aquí están las listas de mis favoritos nacionales de 2017.

Discos nacionales favoritos de 2017


  1. Exquirla – Para Quienes Aún Viven. Hace unos meses escribí un artículo comentando este disco. Me reitero en lo que dije entonces: Esta obra es un monumento a la fusión del flamenco y del post-rock, como lo fue el ‘Omega’ de Lagartija Nick con el hardcore tecnológico. ‘Para Quienes Aún Viven’ tiene una intensidad brutal que se mantiene a lo largo de todo el disco. La unión de Toundra y El Niño de Elche hace temblar la tierra con sus paisajes sonoros inquietantes y llenos de rabia y misterio. La injusticia social hecha canto desgarrado.

  2. Lagartija Nick – Crimen, Sabotaje y Creación. No voy a negar que es una de mis bandas favoritas, a la que sigo desde hace más de veinte años. Y he podido seguir su evolución, sus altos y bajos. Precisamente ahora, igual que ocurrió con el magistral ‘El Shock de Leia’, publican un trabajo después de unos años tranquilos. Las letras de Antonio Arias siguen siendo espectaculares, pura poesía, cantadas con el deje marca de la casa. Es este posiblemente su disco más político, reivindicando figuras andaluzas de la izquierda casi olvidadas. En lo musical, las clásicas guitarras y algún elemento novedoso que implica un avance en el sonido de la banda.

  3. Los Planetas – Zona Temporalmente Autónoma. El que es ya la banda independiente más importante del territorio nacional publicó este 2017 su esperadísimo trabajo. Mucho se ha especulado estos últimos años sobre cómo evolucionaría su sonido. Lo que era evidente es que las diferentes etapas por las que han pasado han dejado marca en este ‘Zona Temporalmente Autónoma’. Tenemos pop, rock, algo de electrónica, shoegaze y también algo de folclore andaluz. Pero lo cierto es que en cada disco de Los Planetas siempre hay un poco de decepción, siempre esperamos más de lo que nos ofrece. Pero opiniones subjetivas aparte, tenemos unos cuantos temas memorables que pasarán a la historia de los granadinos. Desde luego Islamabad con la inspiración del trapero Yung Beef y su ‘Ready pa morir’ y los desarrollos lentos a lo ‘La Copa de Europa’ estremecen al nivel de ‘Santos que yo te pinte’, que es mucho decir.

  4. Maria Arnal i Marcel Bagés – 45 Cerebros y 1 Corazón. Probablemente este sea el disco más político de esta lista. Desde el título, aludiendo a los macabros hallazgos en una fosa común de la guerra civil en Burgos, hasta las letras, no exentas de una poesía de gran belleza. La voz de Maria lo es todo en este disco. Viste unos temas que por lo demás apenas están instrumentados por Marcel Bagés. Pero este disco también es importante porque, partiendo de una inspiración folclórica (la copla sobrevuela todo el trabajo), abre una nueva vía para una generación que busca un sonido alternativo y contestatario mirando hacia nuestra historia y prescinde de los tópicos foráneos. Un disco necesario.

  5. Dolorosa – Que el Mañana Sea Bueno. Y el tercer grupo de la ciudad de la Alhambra llega al número uno con su debut. Lo que dije en aquel artículo en el que comentaba el disco se confirma y se amplia. La voz de Natalia Muñoz nos recuerda un poco a Eva Amaral, pero aquí en unos temas con mucho más empaque y profundidad, instrumentados por gente veterana de Grupo de Expertos Sol y Nieve. La desesperación, el desencanto o la política son temas recurrentes a lo largo de todo el disco. Un pop clásico, melancólico, elegante con unas melodías de primer nivel. Es verdad que no ha tenido mucha repercusión, pero esto sólo puede ir a más. Espectacular.

Mis canciones nacionales favoritas de 2017

  1. Los Planetas – Islamabad
  2. Dolorosa – La vida es triangular
  3. Maria Arnal i Marcel Bagés – Tú que vienes a rondarme
  4. Exquirla – Un hombre
  5. Lagartija Nick – El teatro bajo la arena
  6. Birkins – Chantal
  7. Alexanderplatz – Podrías haberte quedado quieto
  8. Medalla – Montaña cruces
  9. Joe Crepúsculo – Música para adultos
  10. Renaldo & Clara – Fent amics

Para terminar, los videoclips y «video lyrics» que he encontrado, en orden inverso:

15 de diciembre de 2017

Mis favoritos internacionales de 2017

Termina el año 2017. Musicalmente intenso, al igual que en otros terrenos. Este año hemos escuchado por aquí muchos nuevos discos, demostrando que el mundo del pop y del rock es cada vez más complejo y amplio y es cada día más difícil abarcarlo en profundidad sin dedicarle muchos minutos al día. Yo por mi parte lo he intentado, buscando huecos donde escuchar nuevos trabajos, nuevas propuestas y nuevos sonidos o las nuevas entregas de bandas y solistas ya conocidos. Por eso, ninguno de mis discos favoritos de fuera de este año son de grupos ya conocidos. En la lista de temas sí encontraremos algunos nombres como Grandaddy o London Grammar que hemos visto por aquí otras temporadas.

El 2017 mezcla el clasicismo de propuestas como la de Karen Elson con el new noise de Cloud Nothings, el glorioso retorno de Slowdive o la sorpresa de Public Service Broadcasting o Cigarettes After Sex, la gran revelación sin duda de este año. Vamos sin más esperas con mis cinco favoritos internacionales de 2017 en orden inverso…

Discos internacionales favoritos de 2017


  1. Karen Elson – Double Roses. Se trata del segundo trabajo de la solista británica, con un sonido radicalmente diferente de aquel ‘The Ghost Who Walks’ de 2013. Detrás ya no está la mano de Jack White y el estilo lo-fi y bluesero da paso a unas melodías e instrumentaciones que derivan en secciones de viento y guitarras folkies. Al igual que en su debut, este disco está compuesto por exquisitos temas magníficamente interpretados por Karen, aunque más accesibles y menos oscuras.

  2. Louise Burns – Young Mopes. La cantautora canadiense nos ofrece en su cuarto trabajo un repertorio de canciones de corte folk, con un sonido que mira hacia décadas pasadas (especialmente a los ochenta por culpa de esos sintetizadores «retro» que aparecen a menudo a lo largo de todo el disco y esas guitarras punteadas), pero aportando un carácter propio y contemporáneo. La facilidad de Louise para construir melodías brillantes es admirable.

  3. Slowdive – Slowdive. Reconozco que nunca he seguido la carrera de Slowdive. La veterana banda británica fue encasillada en los años noventa en lo que se llamo movimiento shoegazing, junto con otros gloriosos grupos como My Bloody Valentine. Tras ¡22 años! sin publicar nuevo material, este 2017 retornaron con un trabajo notable con el que han vuelto a enganchar a sus seguidores de siempre y a quienes, como yo, nunca los habíamos escuchado con detenimiento. Las guitarras siempre chirriantes y las baterías con eco proporcionan un empaque a todo el disco que muy pocos pueden conseguir, dibujando con sus instrumentos más que canciones paisajes en los que uno puede perderse dentro de su rock nebuloso. Sólo ocho temas con los que dan ganas de recuperar sus antiguos discos.

  4. Public Service Broadcasting – Every Valley. Un género tan mutante como el post-rock nos puede ofrecer obras de muy diferente pelaje, desde las atronadoras suites instrumentales de Godspeed You Black Emperor, al math de Tortoise o a su versión más amable y accesible. Precisamente esta banda británica se dedica a aunar post-rock con pop en cortes menos abstractos que sus colegas. ‘Every Valley’ es un disco temático, ya que trata el fin de la industria de la minería y la siderurgia en Gales. En su instrumentación combinan la clásica instrumentación de guitarras con otros como secciones de viento o sintetizadores. En la obra colaboran con sus voces personajes muy conocidos como James Dean Bradfield (Manic Street Preachers) o Tracyanne Campbell (Camera Obscura), además de inserciones vocales extraídas de documentales. Se trata en definitiva de un retrato del fin de la era industrial en la Europa Occidental a través de una lectura musical de primera categoría.

  5. Cigarettes After Sex – Cigarettes After Sex. El disco del año en esta ocasión se marcha al otro lado del Atlántico. Los tejanos de El Paso se alzan al número uno con este monumento al dream pop (al que otros llaman slow core, ambient pop, etc …). Más allá de las etiquetas y de los estilos están las atmósferas melancólicas e intimistas que evocan los temas de este trabajo. La peculiar voz de Greg Gonzalez canta unas letras sobre encuentros y desencuentros, de recuerdos y de paisajes, y que sobrevuela y da carácter al sonido borroso de la banda. Es imposible no acordarse de otros grandes como The Clientele, o más atrás, de Mazzy Star. Indiscutible e indudable número uno del año.

Mis canciones internacionales favoritas de 2017

  1. Cigarettes After Sex – Sunsetz
  2. Cloud Nothings – Up to the surface
  3. Louise Burns – Who’s the madman
  4. Woods – Bleeding blue
  5. Bobkat ’65 – This lonely road
  6. Grandaddy – This is the part
  7. Wolf Alice – Beautifully unconventional
  8. London Grammar – Big picture
  9. Neon Waltz – Heavy heartless
  10. Karen Elson – Raven

Para terminar, los videoclips y «video lyrics» que he encontrado, en orden inverso:



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